México apela a la neutralidad constitucional ante la escalada de tensión en Venezuela..
Ante el incremento de la tensión diplomática y militar entre EU y Venezuela, la presidenta Sheinbaum reafirmó en la mañanera la postura de no intervención del gobierno mexicano. Apeló al estricto cumplimiento de los principios constitucionales y solicitó un papel más activo de los organismos internacionales en la resolución del conflicto.
Doctrina Estrada y soberanía: los pilares de Sheinbaum
Durante su conferencia de prensa, Sheinbaum subrayó que la política exterior de México se rige por la Doctrina Estrada, la cual prioriza la autodeterminación de los pueblos. Señaló que esta postura no es una cuestión de afinidad ideológica, sino una obligación constitucional.
"La soberanía dimana del pueblo, y los pueblos tienen que decidir cómo se gobiernan", afirmó la mandataria, citando el artículo 39 constitucional.
Cuestionó la actual parálisis de las Naciones Unidas y urgió al organismo a establecer una mediación efectiva para evitar que el conflicto derive en un escalamiento armado de mayores proporciones.
El factor regional: ¿Mediación o distancia?
Sobre una eventual colaboración con los presidentes Gustavo Petro (Colombia) y Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Sheinbaum reiteró que México está dispuesto a ser sede de un diálogo, siempre y cuando las partes en conflicto lo soliciten formalmente.
Sin embargo, el panorama de mediación enfrenta retos internos:
Sectores liderados por María Corina Machado han mantenido distancia con el gobierno mexicano. Esta fricción se intensificó tras la ausencia de un posicionamiento oficial de México ante el reciente otorgamiento del Premio Nobel a la dirigente.
Alusiones indirectas: En su mensaje, Sheinbaum hizo una referencia velada a la situación venezolana al contrastarla con el caso de Chile, señalando que, a diferencia de otros contextos, en el país andino hubo un reconocimiento general del proceso democrático. En este sentido, la Presidenta reiteró su rechazo a quienes, desde su perspectiva, promueven el intervencionismo extranjero como solución. ( se refiere a Corina sin mencionarla)..
La presión de Washington: bloqueo y fuerza militar
El panorama regional dio un giro drástico tras las recientes órdenes del presidente Trump, de imponer un bloqueo naval total a buques petroleros vinculados a la administración de Nicolás Maduro (con excepción de las operaciones de Chevron).
Las medidas implementadas por Washington incluyen:
Clasificación de "Organización Terrorista": La administración de Maduro ha sido designada oficialmente como una organización terrorista extranjera por el Departamento de Estado.
Operaciones Militares: Se reportan incursiones navales en el Caribe y el Pacífico para interceptar embarcaciones sancionadas. Informes preliminares sugieren que estos operativos han provocado bajas humanas.
Endurecimiento Migratorio: Paralelo a la presión militar, se ha registrado una aceleración significativa en las deportaciones de ciudadanos venezolanos desde territorio estadounidense.
Respuesta de Venezuela y situación de connacionales
Nicolás Maduro calificó las acciones de Washington como un intento de "colonización" para controlar recursos estratégicos como petróleo, gas y oro. Aseguró que las fuerzas armadas venezolanas actuarán en defensa de la soberanía nacional.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México informó que mantiene bajo seguimiento la situación de 430 residentes y 20 visitantes mexicanos en Venezuela para garantizar su integridad ante el entorno de inestabilidad.
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Las columnas políticas hoy, miércoles 17 de diciembre de 2025
Columnas Estrictamente Personal
Ataques dentro del reino/ Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
diciembre 17, 2025 | 1:00 hrs
La presidenta Claudia Sheinbaum sigue hablando de las elecciones en Chile y sigue sin entender lo que pasó allá –una lectura que la ilustraría es la de Otto Granados en Este País, “¿Qué pasó en Chile? Cuando el éxito no basta”–, porque le permitiría leer mejor el presente mexicano en el cual se encuentra atrapada, no sólo ella, sino también Morena y, en particular, el ala más dura del obradorismo. Sheinbaum no deja de pensar en esa contradicción, aunque prefiere la salida contrafactual y mentirosa de que lo que sucedió en la nación andina no pasará aquí porque, entre otras razones, hay unidad en el movimiento cuatroteísta. Todo lo contrario.
A la vista de todos, pero no extrañamente sin que muchos lo vean, hay una fuerte lucha al interior de las élites de Morena, donde hay dos agendas confrontadas: la que está intentando llevar a cabo la presidenta para estabilizar el país y lograr la gobernabilidad, y la de los puros, los incondicionales del expresidente Andrés Manuel López Obrador, que están impulsando una purga de críticos y opositores al régimen, mientras debilitan a la mandataria saboteando sus estrategias y golpeando a personas muy cercanas a ella.
Por momentos, Sheinbaum gobierna; por otros, administra una herencia incómoda. La confrontación que hoy asoma –cada vez menos soterrada– entre la presidenta y el ala dura de López Obrador no es un pleito de egos ni un ajuste menor de estilo. Es una disputa por el poder real, por el control del relato y, sobre todo, por el futuro de Morena, que significa candidaturas, presencia territorial, presupuestos, control legislativo y la subordinación de quien salga derrotado.
Sheinbaum llegó a Palacio Nacional con una legitimidad electoral indiscutible, pero con un margen político estrecho. Su triunfo no fue sólo suyo: fue el último acto de una obra escrita por López Obrador. Ahí está el problema. El ala dura del obradorismo, la que confunde lealtad con obediencia y continuidad con inmovilidad, no concibe a una presidenta con agenda propia. La quiere administradora del legado, no autora de un nuevo capítulo.
Lo hemos visto en los últimos días. Primero con la filtración de los contratos millonarios que otorgó su gobierno a Minsa, la empresa familiar que maneja una íntima amiga suya, frecuente visitante de Palacio Nacional, Altragracia Gómez. Luego, con haber hecho trascender que se había judicializado la carpeta de investigación contra María Amparo Casar, cabeza de Mexicanos Contra la Corrupción, por haber recibido por años la pensión de su esposo, funcionario de Pemex, que murió al caer de una ventana de la torre petrolera en 2004. Fueron dos golpes quirúrgicos contra Sheinbaum, que la pusieron a la defensiva.
La revelación de la judicialización provocó críticas encendidas y acusaciones contra la fiscalía de estar actuando por consigna. Godoy le echó la culpa a su antecesor, Alejandro Gertz Manero. De la mano de Sheinbaum empezó a caminar hacia el desestimiento de la demanda, ante lo que el ala radical del obradorismo reaccionó con una campaña de linchamiento contra Casar, cuestionando a la presidenta de ceder ante los adversarios.
Desde el arranque de su gobierno, Sheinbaum ha intentado marcar diferencias: un tono menos incendiario, señales de racionalidad fiscal, guiños a la inversión privada y una política exterior más cuidadosa. Nada de eso pasa inadvertido para los radicales, que leen cada gesto como una traición. Para ellos, gobernar es resistir; para ella, gobernar es funcionar. El choque era inevitable. La confrontación no se da en discursos frontales sino en filtraciones, presiones internas, activismo legislativo y campañas de deslegitimación desde los márgenes del propio movimiento. El mensaje es claro: el poder sigue teniendo dueño, aunque ya no esté en la boleta.
López Obrador, desde su retiro estratégico, no necesita intervenir de manera explícita. Su silencio pesa más que cualquier mensaje en las redes. El ala dura actúa convencida de que interpreta su voluntad. Si en política la convicción suele ser más peligrosa que la instrucción directa, los puros no dudan en cerrar sus espacios de maniobra para evitar desviaciones.
En esa lógica se encuentra la otra filtración: los contratos multimillonarios para la empresa de su íntima amiga Altagracia. La presidenta no la dejó sola y ganó un poco de tiempo. Pero las filtraciones no pararán y los puros han encontrado su línea de flotación. Pero no todo corre en una dirección. Es la forma como pelean en el régimen. En esa ocasión ella fue la víctima, pero días atrás, sus cercanos le dispararon el obús que sacó a Gertz Manero de la fiscalía.
Desde Palacio Nacional han exhibido los excesos pequeñoburgueses de los izquierdistas, Andrés Manuel junior, el senador Adán Augusto López, el diputado Ricardo Monreal y el secretario de Educación, Mario Delgado. Pero los duros no tienen aliados ni espíritu de cuerpo. El senador se queja de filtraciones de la secretaria Anticorrupción, Raquel Buenrostro, y resiente la guerra cibernética del ex vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, que también tiene cuentas pendientes con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
El dilema de Sheinbaum en este lodazal es profundo. Si cede, se convierte en rehén de un pasado que no termina de irse. Si confronta de lleno en medio de la debilidad en la que se encuentra frente a su antecesor, arriesga la frágil cohesión de Morena y acelera la guerra interna que puede paralizar su gobierno. Hasta ahora, la presidenta ha optado por una tercera vía: avanzar sin romper y resistir sin provocar. Pero esa cuerda no es infinita.
Lo que está en juego no es sólo la relación entre una presidenta y su mentor político. Es la posibilidad de que México tenga, por primera vez en siete años, un gobierno que no dependa del caudillo para tomar decisiones. El ala dura lo sabe y por eso aprieta. Sheinbaum también lo sabe y por eso mide cada paso. En política, las sombras no desaparecen solas. O se enfrentan, o terminan por engullir a quien camina delante. La pregunta no es si habrá confrontación. Ya existe. La pregunta es cuándo decidirá Sheinbaum si gobierna con la sombra detrás, o a plena luz, aun a costa de quemarse.
NOTA: Esta columna dejará de publicarse a partir de mañana y reanudará el lunes 5 de enero de 2026.
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Viva la autodeterminación, pero que sea de izquierda/Carlos Loret de Mola
El Universal,| 17/12/2025 |
No imagino que una persona estudiada e inteligente como la presidenta de México no se dé cuenta de la flagrante contradicción, o peor aún, que deduzca que se puede salir con la suya. No quiero pensar que para ella los mexicanos seamos tontos.
El cuento de que el gobierno de México respeta la autodeterminación de los pueblos no resiste una sola mañanera. De hecho, no resiste la de ayer.
En una sola conferencia, la presidenta se puso del lado de la presidenta izquierdista de Honduras en su disputa con la oposición derechista, criticó al nuevo presidente derechista de Chile por reivindicar la dictadura de Pinochet, pero se puso a favor del dictador de Venezuela y confirmó que subsidia con petróleo a la dictadura de Cuba. Ah, pero siempre rechazando el injerencismo y respetando la autodeterminación de los pueblos.
O sea que el respeto por la autodeterminación de los pueblos de la presidenta Sheinbaum está condicionado a que los pueblos elijan gobernantes de izquierda. Aunque sean dictadores.
En Honduras, los conteos de las elecciones marcan que la derecha ganó por 1% la elección presidencial. El instituto electoral aún no arroja resultados finales pero la presidenta, la izquierdista Xiomara Castro, primero pidió que se anulen por la intervención de Trump a favor del candidato de derecha y ahora ya denunció que le quieren dar golpe de Estado (esa fascinación que tienen los populistas latinoamericanos por denunciar golpes de estado dos o tres veces a la semana). El tema es que su partido no es el que quedó en segundo lugar, a una nariz del primero. El partido en el poder quedó en un lejano tercer lugar. La presidenta de México tomó partido, respaldó a la mandataria cuyo movimiento fue brutalmente derrotado en las urnas y dijo que “estamos atentos a las denuncias que está haciendo la presidenta de Honduras. Nosotros siempre vamos a estar de acuerdo con la democracia”.
Se requiere un buen nivel de hipocresía para declarar esto y acto seguido defender a Nicolás Maduro. Sheinbaum lo hizo. Acusó que la dirigente opositora y Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, “está llamando a la intervención extranjera, y nosotros, por convicción y por Constitución, estamos en contra del intervencionismo y el injerencismo. Estamos a favor de la autodeterminación de los pueblos, estamos a favor de la democracia”. El pueblo de Venezuela se autodeterminó en las urnas, hace año y medio que Maduro debía dejar el poder. Esa autodeterminación no importa para la doctora mexicana.
Quizá valdría la pena recordarle a la presidenta un fragmento del discurso del presidente del Comité del Nobel: “Es fácil aferrarse a los principios cuando lo que está en juego es la libertad de otros. Pero ningún movimiento democrático actúa en circunstancias ideales. Los líderes activistas deben enfrentar y resolver dilemas que quienes observamos desde fuera podemos permitirnos ignorar. Quienes viven bajo una dictadura a menudo tienen que elegir entre lo difícil y lo imposible. Sin embargo, muchos de nosotros —desde una distancia segura— esperamos que los líderes democráticos de Venezuela persigan sus objetivos con una pureza moral que sus adversarios jamás muestran. Esto no es realista. Es injusto”.
En Chile, el presidente electo Kast ha intentado rescatar del basurero de la Historia la dictadura de Pinochet. No lo llama dictadura, le llama gobierno militar. Dice que tuvo cosas buenas. Dice que no le dieron golpe de estado a Salvador Allende. Y minimiza las atrocidades cometidas: asesinatos, desapariciones, represión.
Me parece escandaloso. A la presidenta Sheinbaum también: “llama la atención la reivindicación de Pinochet. No se puede reivindicar —desde mi perspectiva— a regímenes autoritarios que se caracterizan por el asesinato y el exterminio de quien actúa en contra o piensa distinto”.
Hay algo más escandaloso: la dictadura cubana. Una dictadura de izquierda que lleva 66 años. La de Pinochet duró 17. Pero a la dictadura cubana la presidenta la defiende —la autodeterminación de los pueblos—, le manda petróleo y le manda dinero.
historiasreportero@gmail.com
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AMLO se reactiva y sigue en la mira de EU/Salvador García Soto
El Universal, | 17/12/2025 |
Luego de su comentada reaparición política y de las fuertes polémicas que desató con su nuevo libro y con los mensajes políticos que mandó en aquel video donde aparece en “La Chingada”, sentado en su poltrona y predicando, el nombre del expresidente Andrés Manuel López Obrador vuelve a estar en la mira pública no sólo de México sino de Estados Unidos.
Y es que ayer, en dos medios diferentes, la revista Proceso y el portal de Código Magenta, López Obrador volvió a ser tema. En el primer caso, por un artículo en el que se afirma que el expresidente mintió al decir que todo este tiempo estuvo “retirado” y encerrado en su finca tropical en Palenque, porque en realidad ha salido en varias ocasiones del rancho y ha estado en la Ciudad de México sosteniendo reuniones y operando políticamente; y en el segundo caso por un editorial en el que se afirma que, desde el gobierno de Estados Unidos, sí hay el interés de llegar hasta Andrés Manuel, y se habla de varias investigaciones que avanzan en ese sentido.
Sobre “el activismo de López Obrador”, el periodista José Gil Olmos publicó ayer en Proceso un artículo en el que, con base en fuentes directas, sostiene que el exmandatario nunca se retiró ni se jubiló del todo, como él afirma. “Nada de ostracismo, Andrés Manuel López Obrador no se mantuvo encerrado en su finca de Chiapas mientras escribía su 21 libro Grandeza, sino todo lo contrario: estuvo en contacto con las principales piezas de su proyecto la Cuarta Transformación a fin de solventar los escollos que han afectado su curso en lo que va del año”, escribió Gil Olmos.
Según sus fuentes, que menciona como allegados y políticos cercanos, hay registro de varias salidas que realizó el expresidente de su rancho durante el último año para atender tanto temas políticos como personas y habla de al menos cinco ocasiones en las que el expresidente estuvo en la Ciudad de México durante ese lapso. Sus salidas de “La Chingada” siempre fueron discretas y con medidas de seguridad para evitar que se filtrara información sobre sus movimientos, señala el periodista.
Entre esas reuniones que ha sostenido en privado y con total secrecía, José Gil menciona un encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum “para analizar escenarios políticos y de gobernabilidad que enfrenta por factores internos pero también externos, como las presiones del gobierno de Donald Trump”. También comenta que pudo tener encuentros con Adán Augusto López y con Alejandro Esquer, ambos senadores que operan sus asuntos e intereses políticos.
De hecho, el periodista de Proceso desliza que la salida de Gertz Manero de la FGR fue un movimiento también acordado entre la presidenta Sheinbaum y el exmandatario para frenar las filtraciones de expedientes e información que involucra a personajes clave del proyecto lopezobradorista.
En cuanto al interés que existe en el gobierno de Estados Unidos para investigar y eventualmente acusar a López Obrador, ayer en el portal Código Magenta de Ramón Alberto Garza se publica un editorial titulado “La Ruta de Washington contra Palenque”, en el que se señala que, a través de diversas investigaciones impulsadas desde el Departamento de Estado, se busca llegar al expresidente a través de dos acciones tomadas por la administración Trump la semana pasada: la primera la detención del empresario mexicano Manfred Mauricio Quintanilla, socio de Transportes Unidos Mexicanos, personaje clave en la llamada “Operación Polanco” realizada por la DEA para comprobar que el Cártel de los Beltrán Leyva realizó aportaciones financieras a la campaña presidencial de López Obrador en 2006.
Citando información del medio ProPública, de los Estados Unidos, se señala que el dinero para la campaña lopezobradorista fue entregado a Mauricio Soto Caballero, político que en 2002 se asoció con Manfred Mauricio Quintanilla, en la empresa Arte y Creatividad Digital S.A de C.V., mientras que el intermediario entre López Obrador y los Beltrán Leyva, señala el video de Código Magenta, era Nicolás Mollinedo, antiguo chofer y confidente de AMLO, quien es primo de Rafael Marín Mollinedo, actual director de Aduanas y quien como director de la Red de Transporte de Pasajeros del gobierno capitalino, asignó en 2002 un contrato a una empresa en la que estaban asociados el detenido en EU, Manfred Mauricio Quintanilla, y Mauricio Soto Caballero.
El otro elemento que apunta hacia López Obrador, sigue el editorial de Magenta, se refiere a la filtración de un oficio de la agencia de Homeland Security Investigation, publicado por el medio Pie de Nota, y que habría sido enviado a la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada de la FGR, en el que advierte del papel del empresario Jack Landsmanas “para asistir a un grupo de la delincuencia organizada catalogado como delincuencia organizada” y habla de una cadena de corrupción del empresario de origen lituano en el IMSS, Migración, Pemex, CFE y con secretarías de Finanzas de varios gobiernos estatales. Los negocios y contratos de Landsmanas con la 4T como abastecedor de comida llamaron la atención de EU a partir de las transferencias de alimentos a Venezuela a cambio de petróleo, un programa implementado en el gobierno de López Obrador.
Así es que el activismo de López Obrador y su falso retiro de la vida pública y política, con las constantes salidas de Palenque y sus reuniones en la CDMX, no sólo confirman que el expresidente sigue siendo el único y verdadero líder del proyecto político que fundó y que, desde las sombras, sigue decidiendo y moviendo los hilos del poder; también son la evidencia de que el exmandatario está nervioso y preocupado porque sabe que, después de Maduro y Petro, la administración Trump podría venir por él a México.
NOTAS INDISCRETAS… Después de la entrega de 55 narcos mexicanos que el gobierno de la presidenta Sheinbaum hizo a Estados Unidos en este año, poco se ha sabido del estatus legal y la situación que enfrentan esos narcos en las prisiones estadunidenses. Las dudas que dejó ese proceso, en el que no se sabe bien a bien si todos esos presos mexicanos fueron enviados en calidad de extraditados, expulsados o bajo qué figura legal, afloraron el pasado lunes en el Senado de la República en donde legisladores como Mario Vázquez, del PAN, y Saúl Monreal, pidieron al gobierno federal que informe qué fue lo que ocurrió con esos personajes que fueron entregados en dos momentos, primero 29 de ellos en febrero pasado, y 26 más en agosto. Entre los reos enviados a Estados Unidos había narcos de la talla de Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes, Servando Gómez “La Tuta” y Antonio Oseguera Cervantes, entre otros, pertenecientes a diferentes cárteles y grupos criminales. Las peticiones de los senadores por información, que fueron recogidas por la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, señalan que más allá de los graves delitos que purgaban esos presos, como ciudadanos mexicanos tienen derecho a recibir asistencia consular en sus procesos en los Estados Unidos, algo sobre lo cual el gobierno mexicano no ha informado nada, como si al entregarlos al vecino país se hubiera desentendido del asunto y del trato que se les de en las prisiones estadounidenses. Porque al final el gobierno de la doctora Sheinbaum nunca aclaró bajo qué figura fueron entregados todos esos delincuentes, si se trató de peticiones de extradición en todos los casos o si se aplicó una figura legal que desde hace un siglo no se utiliza y que se creía abolida, como es el “destierro de ciudadanos” que está expresamente prohibido en la Constitución, y si en la necesidad de calmar las presiones de Trump, no se camuflajeó ese destierro con palabras y figuras como “traslado” o “entrega” porque en muchos casos de los 55 no medió un proceso de extradición. Y si bien dichas entregas también han sido manejadas como “deportaciones”, esta figura en términos de derecho solo aplica para extranjeros, porque un mexicano no puede ser expulsado ni deportado de su país como lo establece la Constitución. Las preguntas que se hacen los senadores es si, ante la falta de información que le solicitan al gobierno, estas “entregas” realizadas por una decisión política no significó una omisión o una violación procesal y, en el peor de los casos, también una violación a los derechos de los delincuentes que tenían derecho a la defensa y a la garantía de que ningún ciudadano mexicano puede ser expulsado de su país sin las debidas formalidades legales. Todas esas preguntas, que se están haciendo los senadores, no han tenido respuesta y valdría la pena que el gobierno las respondiera para desechar cualquier resquicio de ilegalidad en las entregas masivas de narcos al gobierno de Trump… Y hablando de presos, resulta que el presunto extorsionador y narco de Los Cabrera, Edgar Rodríguez “El Limones” no tenía uno, sino varios padrinos políticos en su actividad delincuencial. Porque según el periodista Oscar Balmen, “El Limones” recibía protección de la alcaldesa morenista de Gómez Palacio, Betzabé Martínez, y también lo protegía desde el gobierno del mandatario priista de Durango, Esteban Villegas, desde el gobernador hasta altos funcionarios de su gabinete. “Falta que de la aprehensión de 'El Limones' se escale a la alcaldesa de Gómez Palacio, al gobernador de Durango y a muchos otros poderes políticos. Esto explica por qué un tipo como “El Limones” que fue tan buscado, haya caído hasta ahora”, dijo Balmen en una entrevista para el periódico duranguense Razacero. ¿A todos esos protectores de narcos también los van a exonerar en el gobierno federal?... Los dados repitieron Serpiente Doble. La semana se pone intensa.
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El activismo de AMLO
Por José Gil Olmos
APRO:; lunes, 15 de diciembre de 2025 ·
Nada de ostracismo, Andrés Manuel López Obrador no se mantuvo encerrado en su finca de Chiapas mientras escribía su 21 libro Grandeza, sino todo lo contrario: estuvo en contacto con las principales piezas de su proyecto la Cuarta Transformación a fin de solventar los escollos que han afectado su curso en lo que va del año.
Allegados y políticos atentos al acontecer nacional tienen en su haber registradas varias salidas del expresidente de su finca para atender temas personales y políticos en la Ciudad de México. La cifra varía, pero aproximadamente estiman que son cinco las ocasiones en las que salió de manera muy discreta de su finca.
Los cuidados tomados para sus viajes se justifican en medio de un contexto político y mediático muy polarizado y confrontado al proyecto de la Cuarta Transformación heredado a la presidenta Claudia Sheinbaum, a la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, y a sus principales enlaces en el Poder Legislativo, como son los senadores Adán Augusto López y Alejandro Esquer.
Poco se sabe de los encuentros que López Obrador ha tenido con los suyos, con los más leales. No obstante, es hasta lógico que tenga estas reuniones, pues son los encargados de llevar las riendas del proyecto que construyó desde hace más de una década: el partido Morena, el proyecto transexenal de la Cuarta Transformación y las mayorías tanto en las cámaras de Diputados y Senadores, como en las 23 gubernaturas.
De acuerdo con distintas versiones, no descartan reuniones con la presidenta Sheinbaum para analizar los escenarios políticos y de gobernabilidad que enfrenta por factores internos y también los externos, como es la presión que recibe el gobierno mexicano por parte del presidente Donald Trump.
Tampoco se descartan reuniones con quienes lo han acompañado a lo largo de años de su lucha y de su proyecto político desde que empezó en Tabasco, como es el senador Adán Augusto López, con quien lo une una amistad de familia.
El proyecto de López Obrador tiene un segundo piso fincado en las reformas constitucionales que se han aprobado por una votación mayoritaria en las cámaras de Diputados y Senadores. No obstante, los problemas mayores se han suscitado en las partes de seguridad y procuración de la justicia.
De ahí que no resulte aventurado pensar que la salida de Alejandro Gertz Manero de la Fiscalía General de la República sea parte de los movimientos necesarios para resolver ese escollo que ha generado mucho ruido y problemas entre miembros de la Cuarta Transformación. Principalmente por la filtración de expedientes e información de investigaciones a personajes claves del proyecto lopezobradorista.
López Obrador sigue siendo la amalgama que une todo el proyecto transexenal y hasta ahora no hay nadie que lo sustituya. De ahí que las versiones de que no esta encerrado en su finca tengan veracidad y de que se prevea que habrá más de estas reuniones en el curso del año entrante, en víspera de la elección intermedia de 2027, cuando se renueve la Cámara de Diputados y las gubernaturas en 17 estados.
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Coordenadas
Lo que se juega en la Corte de EU afectará a México/Enrique Quintana
El Financiero, diciembre 17, 2025 |
En el 2026, Donald Trump podría recibir un golpe inesperado en pleno arranque de las campañas para las elecciones intermedias.
La Corte Suprema de los Estados Unidos podría declarar inconstitucionales los aranceles impuestos bajo la Ley de Emergencia Económica Internacional (IEEPA), quizá hacia junio, antes de que el tribunal entre en receso.
La mayoría de los expertos considera que ese será el desenlace, a juzgar por las preguntas y comentarios de los ministros durante la sesión del 5 de noviembre, cuando escucharon los alegatos de las partes. Llamó especialmente la atención que algunos jueces de filiación conservadora —John Roberts, Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett— expresaran escepticismo frente a la posición del gobierno, pese a haber respaldado a Trump en otros temas.
La historia de este litigio sigue un ritmo tan acelerado como el de los propios aranceles.
El 2 de abril, Trump firmó el decreto que establece los llamados aranceles recíprocos bajo el título: “Regulating Imports With a Reciprocal Tariff To Rectify Trade Practices That Contribute to Large and Persistent Trade Deficits”. Invocó la emergencia económica como sustento de la aplicación de las tarifas.
Apenas doce días después, el 14 de abril, un grupo de empresas importadoras presentó una demanda ante la Corte Internacional de Comercio de los Estados Unidos. A esa primera acción legal se sumaron decenas más. Además, el 23 de abril, 12 estados de la Unión presentaron su propia demanda contra el decreto.
El proceso avanzó con rapidez. El 28 de mayo, un panel de tres jueces de la Corte Internacional de Comercio determinó que los aranceles basados en la IEEPA excedían las facultades presidenciales. Y el 29 de agosto, la Corte de Apelaciones confirmó esa interpretación, aunque decidió mantener los aranceles en vigor hasta que la Corte Suprema resolviera el caso.
Mientras tanto, el costo económico sigue creciendo. Ayer se supo que lo recaudado por los nuevos aranceles —la mayoría sustentados en la IEEPA— asciende ya a 200 mil millones de dólares. Si el máximo tribunal declara su inconstitucionalidad, una de las posibilidades es que estos recursos tengan que devolverse a las empresas que los pagaron, siempre que hayan presentado demandas o reclamaciones dentro de los plazos correspondientes.
El telón político también avanza. Las elecciones intermedias, que se celebrarán el martes 3 de noviembre de 2026, de hecho ya comenzaron: en varios estados ya inició el registro de candidatos y la recolección de fondos. Pero será a partir de marzo, con el inicio de las primarias, cuando las campañas se harán visibles en todo el país.
La resolución de la Corte podría golpear una de las piezas centrales de la estrategia económica de Trump justo cuando los candidatos republicanos recorran sus distritos en busca de votos. Hoy, el promedio de las encuestas, compilado por RealClearPolitics, muestra una ventaja de 3.5 puntos porcentuales para los demócratas en la contienda por la Cámara de Representantes.
Si esa tendencia se mantiene, el escenario más probable es un cambio en la composición de la Cámara y el establecimiento de una nueva mayoría demócrata. No sería algo inédito: en las intermedias de 2022, los republicanos lograron arrebatar ese control a los demócratas y ese cambio ha ocurrido con cierta frecuencia en elecciones intermedias anteriores. En el Senado, donde solo se renueva una tercera parte de los escaños, un vuelco es menos probable… pero no imposible.
Un gobierno de Trump debilitado por un revés judicial de esta magnitud tendría implicaciones directas para México.
La cara positiva es evidente: la negociación del T-MEC en 2026 podría volverse menos tensa para nuestro país, si la administración estadounidense llega con menor margen de maniobra.
Pero también existe un riesgo: México podría perder ventajas arancelarias obtenidas en este año y que permitieron alcanzar niveles récord de exportación hacia Estados Unidos.
El próximo año habrá que observar con atención a las dos Cortes. A la de México, por sus recientes decisiones como la que determinó ignorar “la cosa juzgada”, saber qué más se les ocurra; y a la de Estados Unidos, porque podría redefinir el alcance del poder presidencial en materia comercial y alterar el tablero político en uno de los momentos más delicados para nuestro principal socio..
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