Itinerario Político/ Ricardo Alemán
El Universal, 19 de agosto de 2009;
Salinas y Diego; ¿nueva alianza?
Una de las grandes alianzas políticas que marcó la llegada del PAN al poder y —con ello—, la caída del PRI, fue la que desde 1988 pactaron Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos. Esa alianza fue base de las concertacesiones y cogobiernos PRI-PAN durante las gestiones de Salinas y Zedillo.
Pues bien, entre buena parte de la clase política no se descarta la reedición de esa añeja alianza, no de manera directa entre Salinas y Diego, sino entre sus alfiles en el Congreso y en el gabinete presidencial. Ante la hipótesis, es obligada la pregunta. ¿Quiénes son los alfiles de Salinas y Diego en el Congreso y el gabinete?
Ya expusimos aquí que el salinista Francisco Rojas puede ser jefe de los diputados del PRI, lo que en realidad significaría jefaturar no sólo al tricolor, sino al PVEM y hasta a Nueva Alianza. De confirmarse la llegada de Paco Rojas como jefe de la bancada del PRI, el grupo del ex presidente Salinas tendrá el control de uno de los más influyentes centros de poder; la casa del pueblo. ¿Y quienes serán los hombres de Diego Fernández de Cevallos?
En efecto, en este caso el asunto es aún más complejo. Primero debemos entender que en la pelea por la dirigencia del PAN uno de los operadores fundamentales fue el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien —de igual manera— tuvo “mano” en los reacomodos para fortalecer al PAN y para renovar el gabinete presidencial. ¿Qué hizo Gómez Mont para desactivar la guerra por la dirigencia del PAN? Propuso posiciones a los desplazados. Es decir, darles espacio en el gabinete y el Congreso.
En el caso del gabinete presidencial —cuyos cambios estarían por darse, si no es que al final el Presidente no cambia de opinión—, muchos aseguran que se habría propuesto entregar posiciones al grupo de Diego Fernández de Cevallos —del que es cercano Gómez Mont—, y que el espacio se abriría en la PGR. Esa posición ya ha estado en manos del grupo de Diego, a través de Antonio Lozano Gracia, el procurador de Zedillo.
Ahora bien. ¿Quién podría ser agraciado para ocupar la PGR? Se sabe que desde el establo del Jefe Diego existen muchos pretensos, entre otros el sub procurador Juan Miguel Alcántara, político antaño vinculado a Carlos Castillo, hoy a Antonio Lozano y Diego Fernández de Cevallos. Alcántara es cercano a Calderón y acompañó al presidente al reciente viaje a Sudamérica. Además, Alcántara no tiene veto alguno en el Senado. Por cierto, el jefe de los senadores del PAN podía ser llevado al gabinete. Y en su lugar llegar otro alfil de Diego. De confirmarse la hipótesis —que es eso, una hipótesis y no una adivinanza—, se reeditaría la alianza Salinas-Diego. Al tiempo.
El Universal, 19 de agosto de 2009;
Salinas y Diego; ¿nueva alianza?
Una de las grandes alianzas políticas que marcó la llegada del PAN al poder y —con ello—, la caída del PRI, fue la que desde 1988 pactaron Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos. Esa alianza fue base de las concertacesiones y cogobiernos PRI-PAN durante las gestiones de Salinas y Zedillo.
Pues bien, entre buena parte de la clase política no se descarta la reedición de esa añeja alianza, no de manera directa entre Salinas y Diego, sino entre sus alfiles en el Congreso y en el gabinete presidencial. Ante la hipótesis, es obligada la pregunta. ¿Quiénes son los alfiles de Salinas y Diego en el Congreso y el gabinete?
Ya expusimos aquí que el salinista Francisco Rojas puede ser jefe de los diputados del PRI, lo que en realidad significaría jefaturar no sólo al tricolor, sino al PVEM y hasta a Nueva Alianza. De confirmarse la llegada de Paco Rojas como jefe de la bancada del PRI, el grupo del ex presidente Salinas tendrá el control de uno de los más influyentes centros de poder; la casa del pueblo. ¿Y quienes serán los hombres de Diego Fernández de Cevallos?
En efecto, en este caso el asunto es aún más complejo. Primero debemos entender que en la pelea por la dirigencia del PAN uno de los operadores fundamentales fue el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien —de igual manera— tuvo “mano” en los reacomodos para fortalecer al PAN y para renovar el gabinete presidencial. ¿Qué hizo Gómez Mont para desactivar la guerra por la dirigencia del PAN? Propuso posiciones a los desplazados. Es decir, darles espacio en el gabinete y el Congreso.
En el caso del gabinete presidencial —cuyos cambios estarían por darse, si no es que al final el Presidente no cambia de opinión—, muchos aseguran que se habría propuesto entregar posiciones al grupo de Diego Fernández de Cevallos —del que es cercano Gómez Mont—, y que el espacio se abriría en la PGR. Esa posición ya ha estado en manos del grupo de Diego, a través de Antonio Lozano Gracia, el procurador de Zedillo.
Ahora bien. ¿Quién podría ser agraciado para ocupar la PGR? Se sabe que desde el establo del Jefe Diego existen muchos pretensos, entre otros el sub procurador Juan Miguel Alcántara, político antaño vinculado a Carlos Castillo, hoy a Antonio Lozano y Diego Fernández de Cevallos. Alcántara es cercano a Calderón y acompañó al presidente al reciente viaje a Sudamérica. Además, Alcántara no tiene veto alguno en el Senado. Por cierto, el jefe de los senadores del PAN podía ser llevado al gabinete. Y en su lugar llegar otro alfil de Diego. De confirmarse la hipótesis —que es eso, una hipótesis y no una adivinanza—, se reeditaría la alianza Salinas-Diego. Al tiempo.
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Itinerario Político/Ricardo Alemán
El Universal, 03 de agosto de 2009;
Itinerario Político/Ricardo Alemán
El Universal, 03 de agosto de 2009;
PGR: ¿sale Medina Mora?
Algo huele muy mal en la PGR.
Algo huele muy mal en la PGR.
Al tiempo que crece la especie de que es inminente la caída del procurador Eduardo Medina Mora, en la PGR se juegan una carta suicida: difunden un peritaje tramposo y a modo para avalar la investigación de la propia dependencia sobre el crimen del periodista Brad Will, dizque muerto por militantes de la APPO.
No es novedad que tras el desastre electoral del 5 de julio, en Los Pinos se evaluó al gabinete y que una de las dependencias reprobadas fue la PGR. Habrían sido determinantes fracasos como el de recurrir a la Corte contra la legalización del aborto en el DF; la fallida investigación por el crimen del periodista Brad Will; el amparo para no difundir información sobre la familia Mouriño y, por si hiciera falta, los escándalos del albergue Casitas del Sur y de la guardería ABC, de Hermosillo, en Sonora.
“Medina Mora se va”, se escucha en todas partes, sobre todo luego que desde Costa Rica el presidente Calderón confirmó —el miércoles— que habría cambios en su gabinete. Por pura curiosidad, ese mismo día la PGR circuló a medios y periodistas una “nota informativa” que en realidad es la conclusión de un “peritaje” realizado a modo sobre el crimen del periodista Brad Will, asesinado el 27 de octubre de 2006 en choque entre policías de Oaxaca y militantes de la APPO. ¿Y que creen? En efecto, el “dictamen” es idéntico al de la PGR. Es decir, que según el texto, jefes de la APPO habrían matado al camarógrafo norteamericano.
Una revisión elemental del “peritaje” deja ver el engaño. Se dice que “un grupo de peritos canadienses de la Royal Canadian Mounted Police (RCMP)”, expertos en homicidios, patología y balística forense, revisaron el crimen de Will, emitieron su opinión y ¡lotería!, resultó “coincidente con los dictámenes realizados por los peritos de la PGR”. ¿Qué tal? Si la realidad no coincide con la PGR, peor para la realidad. Para eso están los “jubilados”.
Y es que en letra chiquita se aclara que los “expertos” son “jubilados” de la RCMP. Y por esa elemental razón, sus opiniones ya nada tienen que ver con la prestigiada policía canadiense. Pero además de la poca seriedad del caso, se reconoce que no pudieron tener todo lo necesario para una investigación seria. Otro ridículo.
Pero no es nuevo. El 26 de mayo de 2008 adelantamos aquí la primicia de la PGR, con la duda respectiva: “¿De la APPO los asesinos de Brad Will? Volvimos al tema el 28 de septiembre, al dar la primicia de la CNDH, que desmentía a la PGR. Regresamos el 20 de octubre con la interrogante obligada: “Will: ¿Quién miente, por qué?”. Hoy la PGR vuelve a mentir. Y adivinen por qué. Sí, porque la lumbre les llegó a los aparejos. Al tiempo.
No es novedad que tras el desastre electoral del 5 de julio, en Los Pinos se evaluó al gabinete y que una de las dependencias reprobadas fue la PGR. Habrían sido determinantes fracasos como el de recurrir a la Corte contra la legalización del aborto en el DF; la fallida investigación por el crimen del periodista Brad Will; el amparo para no difundir información sobre la familia Mouriño y, por si hiciera falta, los escándalos del albergue Casitas del Sur y de la guardería ABC, de Hermosillo, en Sonora.
“Medina Mora se va”, se escucha en todas partes, sobre todo luego que desde Costa Rica el presidente Calderón confirmó —el miércoles— que habría cambios en su gabinete. Por pura curiosidad, ese mismo día la PGR circuló a medios y periodistas una “nota informativa” que en realidad es la conclusión de un “peritaje” realizado a modo sobre el crimen del periodista Brad Will, asesinado el 27 de octubre de 2006 en choque entre policías de Oaxaca y militantes de la APPO. ¿Y que creen? En efecto, el “dictamen” es idéntico al de la PGR. Es decir, que según el texto, jefes de la APPO habrían matado al camarógrafo norteamericano.
Una revisión elemental del “peritaje” deja ver el engaño. Se dice que “un grupo de peritos canadienses de la Royal Canadian Mounted Police (RCMP)”, expertos en homicidios, patología y balística forense, revisaron el crimen de Will, emitieron su opinión y ¡lotería!, resultó “coincidente con los dictámenes realizados por los peritos de la PGR”. ¿Qué tal? Si la realidad no coincide con la PGR, peor para la realidad. Para eso están los “jubilados”.
Y es que en letra chiquita se aclara que los “expertos” son “jubilados” de la RCMP. Y por esa elemental razón, sus opiniones ya nada tienen que ver con la prestigiada policía canadiense. Pero además de la poca seriedad del caso, se reconoce que no pudieron tener todo lo necesario para una investigación seria. Otro ridículo.
Pero no es nuevo. El 26 de mayo de 2008 adelantamos aquí la primicia de la PGR, con la duda respectiva: “¿De la APPO los asesinos de Brad Will? Volvimos al tema el 28 de septiembre, al dar la primicia de la CNDH, que desmentía a la PGR. Regresamos el 20 de octubre con la interrogante obligada: “Will: ¿Quién miente, por qué?”. Hoy la PGR vuelve a mentir. Y adivinen por qué. Sí, porque la lumbre les llegó a los aparejos. Al tiempo.
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