16 ene 2023

Las columnas políticas hoy, lunes 16 de enero

El General Bucio ahora de civil.., es el nuevo subsecretario de Seguridad en lugar de Mejía Berdej, y dijo AMLO que éste, ni las gracias les dio.., y obviamente lo desautoriza que no se cuelgue de su cercanía...

Ah!, y al frente de la Guardia Nacional quedará el general David Córdova Campos.

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Bajo Reserva Express../ El Universal

Nos comentan que este sábado, en su visita a Huatulco, Oaxaca, 24 horas después de que Ricardo Mejía renunció a la Subsecretaría, López Obrador, le informó al general Luis Rodríguez Bucio, todavía comandante de la Guardia Nacional (GN), que sería el nuevo subsecretario.

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La cajita feliz.

"Deberían estar contentxs muchxs, ya van a poder hacer cruising en el último vagón del metro con militares": El Universal.

Es sábado por la noche, sin tantos usuarios que desborden el servicio del Metro como pasa entre semana. En el último vagón viajan 10 hombres, en su mayoría jóvenes, con dirección a Barranca del Muerto, en espera de acción en la línea naranja.

Pepe cuenta que desde hace varios años practica el cruising en el Metro porque le gusta tener sexo en lugares públicos con desconocidos. Como él, miembros de las poblaciones LGBT+ van a la “cajita feliz del Metro” porque, señalan algunos, “es su espacio”.

Pepe ya hizo contacto con otro pasajero. Se cambia de asiento y comienza a tocarlo. Está a punto de bajarse a tener sexo oral cuando de pronto: “Aguanta, aguanta, aquí están estos cabrones”.

Acepta que a tan solo unos días de que entró la Guardia Nacional al Metro, la da “culo” porque no sabe qué le puedan hacer los guardias nacionales si lo cachan haciendo cruising: “La neta me da culo, quién sabe a dónde nos lleven o qué nos hagan (...) como sea, a los polis les valía”.

“O chance y le entran estos cabrones”, dice Pepe entre risas.

El joven falla en tener sexo en el último vagón del Metro en su primer intento. Llega a Barranca del Muerto y “no agarra nada”. Ahora se regresa a la estación Rosario, donde un elemento de la Guardia Nacional ya espera al final del andén.

El guardia nacional camina con las manos atrás y observa quiénes se suben al último vagón: todos son hombres que quieren hacer cruising.

Pepe va por su segundo intento de cruising en la línea 7 del Metro. Avanza siete estaciones y nada. Se baja en Polanco a esperar el siguiente convoy, ante la presencia de los guardias nacionales.

-¿Están haciendo travesuras?, se pregunta.

-Que se porten bien, responde un elemento de la Guardia Nacional mientras camina al final del andén.

Pepe da por finalizado su intento de cruising en la línea 7, para buscar acción en la línea azul, que va de Toreo a Tasqueña.

“Ahí sí hay militares que jalan”, asegura.

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Las columnas políticas hoy, lunes 16 de enero




Estrictamente Personal

El cheque de 2 mil millones/Raymundo Riva Palacio

Estrictamente Personal

El Financiero, 

Jaime Cárdenas, un abogado muy respetado por su honestidad y congruencia, renunció a la dirección del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, el Indep, el 21 de septiembre de 2020, mediante una carta con una bomba en el último párrafo, donde informaba que quedaba “pendiente de conciliar la transferencia de los 2 mil millones de pesos que en febrero” de ese año se habían remitido al organismo, y que hasta esa fecha se encontraban invertidos, generaban intereses y no habían sido utilizados. Sólo los muy enterados vieron la dimensión de la sutil denuncia que había hecho. Una parte comenzó a develarse este fin de semana.

Cárdenas reconoció en una entrevista con Proceso que ese tema fue una razón importante de su renuncia, cuya génesis es la mañanera del 10 de febrero de 2020, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador exhibió un cheque que le entregó el fiscal Alejandro Gertz Manero, de 2 mil millones de pesos, “recuperados” en el “combate a la corrupción” por un presunto fraude al Infonavit. En verdad no habían sido “recuperados”, sino pagados por tres de los implicados, los hermanos Max y André El-Mann, a cambio de su libertad. Quienes no aceptaron pagar por su libertad, los hermanos Rafael y Teófilo Zaga Tawil, no han dejado de ser perseguidos.

Como lo cuenta Cárdenas, ese momento y su secuela estaban salpicados por irregularidades. Para empezar, el Presidente mostró un cheque cuyo dinero no estaba ni en la fiscalía ni en ninguna otra caja del gobierno. Aquella mañanera fue una gran mentira para presumir que el dinero sería para la rifa del avión presidencial. Cárdenas revela que, al saber que no había dinero para disponer, López Obrador ordenó reponerlo “de donde fuera” y comenzaron a presionarlo para que transfiriera esos fondos que no podía transferir, porque habría incurrido en peculado y ejercicio indebido de atribuciones.

Cárdenas se fue, pero lo podrido se quedó. Lo que contó a Proceso muestra una parte de las irregularidades y los abusos del poder. La parte toral está en la historia del cheque, cuya placenta data del 17 de enero de 2018, cuando el Infonavit presentó una denuncia ante la fiscalía para investigar los convenios firmados con la empresa TELRA, cuyos socios eran los El-Mann y los Zaga Tawil, para conocer si funcionarios en administraciones anteriores incurrieron en actos de corrupción. La denuncia no estaba dirigida contra los hermanos, pero, de cualquier forma, El-Mann y Zaga fueron perseguidos y presionados.

El 31 de enero de 2020, luego de dos años de investigación y sin haber podido documentar irregularidades de los empresarios, para acabar con el acoso de la fiscalía los hermanos El-Mann presentaron un proyecto de acuerdo reparatorio y copias de dos cheques personales a nombre del Infonavit, por mil millones de pesos cada uno. El 6 de febrero, el coordinador jurídico del Infonavit, Óscar Javier Priego, recibió los cheques y se comprometió a ingresarlos a la partida presupuestal del organismo. Hasta hoy no se sabe si firmó el acuerdo reparatorio, aunque los indicios son que no. Los cheques no fueron devueltos, ni canjeados.

Diez días después se engañó a la nación en la mañanera, al presentarse el cheque por 2 mil millones de pesos, aunque sólo fue hasta esa noche cuando el abogado de los El-Mann exhibió dos cheques por mil millones de pesos cada uno, a nombre de la fiscalía. El 11 de febrero, la fiscalía le entregó un cheque de caja por 2 mil millones de pesos a Alonso Rodríguez, coordinador metropolitano del Indep, para su custodia, aunque, a diferencia de lo que había anunciado el Presidente días antes, sobre el destino de usarlo para la rifa del avión presidencial, le dijo que se determinaría una vez que se cerrara la carpeta de investigación.

Luego de haber entregado los cheques, los hermanos El-Mann, acusados por lavado de dinero, pidieron un criterio de oportunidad, que se les otorgó hasta el 20 de mayo. En todo ese tiempo, como narra Cárdenas, recibió presiones del Presidente y de su secretario particular, Alejandro Esquer, para que, violando la ley, transfiriera los recursos para apoyar la rifa del avión presidencial. Cárdenas se negó a hacerlo.

El 1 de junio de 2020, el administrador titular Jurídico y de Recepción Metropolitana del Indep, Juan Carlos Villavicencio, volvió a pedirle a la fiscalía el acuerdo de aseguramiento de los 2 mil millones y el destino que tendrían. No hubo respuesta. Dos días después, el Infonavit impugnó el criterio de oportunidad dado a los El-Mann. El 24 de junio, con la presión para que cometiera ilícitos el Indep, su director corporativo, Andrés Álvarez, solicitó por tercera vez el acuerdo del aseguramiento y que precisaran qué destino tendrían los 2 mil millones de pesos. La agente del Ministerio Público de la fiscalía, Emma Vázquez Martínez, respondió a Villavicencio que no existía el acuerdo y que el dinero sólo lo tenían en custodia.

El desaseo en el gobierno es brutal. En la entrevista, Cárdenas narra que, para cubrir el dinero, imposible de canalizar legalmente para lo que quería López Obrador, se buscó taparlo con 200 millones de dólares decomisados al narcotráfico, aunque advirtieron a la fiscalía que el Indep sólo podía recibir y administrar bienes asegurados por procedimientos penales. De nueva cuenta no hubo respuesta a la petición.

En los meses posteriores, la fiscalía y el Infonavit –que retiró su impugnación al criterio de oportunidad– pusieron los recursos a disposición del instituto de vivienda, por la presunta reparación del daño, casi 14 meses después de la mañanera donde se aseguró que tenían el dinero en caja. Los recursos no fueron para la rifa del avión. No se sabe nada, cuando menos públicamente, dónde acabaron ni cómo se utilizaron. La fiscalía nunca judicializó el caso contra los El-Mann, que le dieron 2 mil millones de pesos, pero la emprendió contra los Zaga Tawil, que no entraron al juego de las “reparaciones”, eufemismo hoy usado para describir acciones oscuras, donde cambian dinero por libertad.

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El experimento Mejía Berdeja/Jorge Fernández Menéndez

Razones

Excelsior,

La renuncia de Ricardo Mejía Berdeja a la Subsecretaría de Seguridad Pública federal y su registro como candidato del PT para competir por la gubernatura de Coahuila, desconociendo los resultados de las encuestas de Morena, refleja mucho más que la ambición de un funcionario que ha recorrido buena parte de los partidos políticos en su carrera, sino también los problemas que tendrán el presidente López Obrador y Morena para mantener la unidad en un proceso de sucesión adelantada que ha agudizado todo tipo de enfrentamientos.

El caso de Mejía Berdeja es paradigmático porque el ahora candidato del PT fue un funcionario privilegiado en esta administración. Fue un colaborador cercanísimo de Alfonso Durazo en Seguridad y Protección Ciudadana; cuando Durazo se fue a Sonora, fue considerado para la secretaría donde finalmente llegó Rosa Icela Rodríguez, pero Mejía Berdeja siguió como un poderoso subsecretario que incluso mantenía la relación de la secretaría con otras instituciones de seguridad, como el Centro Nacional de Inteligencia.

El presidente López Obrador le dio un lugar permanente, cada semana, en la mañanera para que presentara los avances en seguridad y en la lucha interna por Coahuila. Lo nombró, además, su representante personal, algo así como un superdelegado presidencial, especial. Toleró el presidente López Obrador que Mejía Berdeja, cuando se estaba impulsando la consulta ciudadana sobre la permanencia presidencial, dejara sus responsabilidades en seguridad durante unas semanas, para ir a hacer proselitismo en su estado, algo que fue muy criticado porque evidentemente era para trabajar su candidatura, cuando la situación de seguridad del país no debería permitir esas veleidades en los funcionarios encargados de ella.

Pero ni así le alcanzó a Mejía Berdeja para ganar la candidatura. Cuando se realizaron las encuestas que definirán éstas y todas las candidaturas de Morena, según el presidente López Obrador, el entonces subsecretario quedó en un lejano tercer lugar y el candidato de Morena fue el senador y empresario Armando Guadiana. No conozco la dinámica interna de las encuestas de Morena, pero lo cierto es que Mejía no puede quejarse de no tener todas las oportunidades para darse a conocer en un estado (ha trabajado en la Ciudad de México y Guerrero durante muchos años) y un partido (fue militante del PRI y de MC, y se afilió a Morena en los últimos años) donde en realidad no había hecho buena parte de su carrera política.

El hecho es que Ricardo denunció las encuestas, renunció a su cargo y a Morena y se va como candidato del controvertido Partido del Trabajo. Las consecuencias de su decisión son varias: la primera y principal, deja muy mal parado a un presidente López Obrador, quien le dio todo el apoyo, abriéndole espacio cotidiano en la mañanera, incluso cuando existían en la secretaría muchas fricciones entre la secretaria Rosa Icela (cercanísima al Presidente) y el subsecretario Mejía. Tanto apoyo que hasta lo hizo representante personal en el estado, algo que no ha hecho casi con nadie.

Me imagino que López Obrador se debe sentir, por lo menos, traicionado. Luego, desconoce el sistema de encuestas. Insisto, no conozco, pocos lo conocen, el mecanismo interno del manejo de encuestas, pero lo cierto es que así se elegirá a los candidatos para el 2024, tanto a la Presidencia como a las numerosas posiciones en disputa (la del año próximo será la elección más grande de la historia).

No gustan a todos las encuestas en Morena: en el terreno presidencial Ricardo Monreal desde el 2018 (cuando Claudia Sheinbaum le ganó la candidatura de la Ciudad de México por unas encuestas que Monreal no aceptó) es partidario de una elección abierta o de otros mecanismos que las hagan más confiables y abiertas. Marcelo Ebrard también ha tenido algunas experiencias complejas con las encuestas internas, recordemos las realizadas para la elección del candidato presidencial en 2012. Pero el presidente López Obrador ha insistido en que ése será el método de selección. Pero el caso Coahuila demuestra que incluso un funcionario tan cercano al mandatario, como Mejía, puede rebelarse contra las encuestas e irse por otro partido si las mismas no lo favorecen. La amalgama partidaria no parece estar lo suficientemente sólida como para evitar esas rupturas.

Habrá que ver ahora qué efecto tiene ello en la votación en Coahuila. Hay quienes aseguran que la candidatura de Mejía por el PT es para quitarle votos a Manolo Jiménez, el candidato de PRI-PAN-PRD que va adelante en las encuestas. Puede ser, pero todo indica que le quitará mucho más a Armando Guadiana, el senador cercano a Monreal, que será el candidato de Morena, porque tiene una larga carrera en el estado y varios apoyos políticos y empresariales importantes. Incluso, si por alguna razón Mejía hiciera una buena elección o llegara a ganar, el mensaje sería contradictorio: se puede competir o ganar, desconociendo a López Obrador y a Morena, y demostrando que las encuestas no son justas. Sería el peor de los escenarios posibles del oficialismo para afrontar la selección de candidatos para el 2024.

Muchos, dentro y fuera de Morena, estarán muy atentos para ver como resulta el experimento Mejía Berdeja en Coahuila.

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Una policía municipalota/Alejandro Hope

El Universal, 

¿Se está militarizando el Metro? ¿Así debe interpretarse el despliegue de la Guardia Nacional en el Metro?

Funcionarios tanto del gobierno capitalino como del federal han rechazado vehementemente esa crítica. Por ejemplo, Jesús Ramírez Cuevas, el coordinador general de comunicación social de la Presidencia de la República, afirmó lo siguiente en un tuit: “Los Guardias Nacionales en el Metro están para cuidar a los usuarios y a las instalaciones. Aquí una escena donde ayudan a una persona mayor a subirse al vagón y le cargan sus cosas. Para los que hablan de militarización.” Y en efecto, hay una liga a un video que muestra a unos elementos de la GN asistiendo a una persona de la tercera edad.

No entiendo por qué la militarización sería incompatible con la ayuda puntual a los adultos mayores en el transporte público, pero concedamos el punto: el Metro no se está militarizando, ya que la GN solo está realizando labores propias de las policías locales.

Pero este segundo punto parece incontrovertible: la GN está haciendo en el Metro lo mismo que podría hacer sin ningún problema la policía auxiliar de la Ciudad de México. No se requiere ningún tipo de formación o equipamiento especial para auxiliar a una persona mayor en un transporte colectivo. Lo mismo vale para el resto de las actividades de la GN en el Metro: patrullar andenes, vigilar torniquetes, recorrer vagones, evitar actos vandálicos, etc. Nada que no pueda hacer un policía capitalino común y corriente.

En una entrevista concedida el viernes, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que la policía de la Ciudad de México tiene capacidad para esta tarea, pero que prefiere tener a sus elementos patrullando las calles.

Eso tiene lógica, pero la lógica no se detiene en el territorio capitalino. Estoy seguro de que no hay titular de un gobierno estatal o municipal que no quisiera trasladar una parte sustantiva de su responsabilidad al gobierno federal. Si mañana el alcalde de Guadalajara o el presidente municipal de Monterrey afirmaran que se han registrado “incidentes anormales” en sus sistemas de transporte y que por tanto necesitan la presencia de la GN en los mismos términos que la Ciudad de México, ¿cuál sería el criterio para negarles el apoyo? ¿Vale menos la seguridad de los tapatíos o los regiomontanos que la de los chilangos?

Este es un problema de fondo. En un texto de hace unos meses, Bernardo León señalaba que la GN (como antes la Policía Federal) estaba diseñada como una “policía municipalota”. Es decir, “la gran mayoría de su personal está desplegado territorialmente (por eso la insistencia de los cuarteles), haciendo labores de vigilancia y patrullaje buscando infructuosamente ‘inhibir’ el delito, en el mejor de los casos ‘cazando la flagrancia’ y en el peor reaccionando frente a alteraciones más graves del orden público” (bit.ly/3iEKoEu). Es decir, tareas propias de policías locales.

La GN añade muy poco al menú de la seguridad pública. Suple a las policías municipales y estatales, no las complementa. Es una corporación hecha para patrullar, no para investigar. Le apuesta a la presencia, no a la construcción de casos. Hace lo mismo que las demás policías preventivas, pero con un poco más de capacidad de fuego.

Y eso genera incentivos perversos. ¿Para qué desarrollar capacidades propias en el municipio o en el estado si se le puede hablar al presidente para pedirle la presencia de la GN? Y si una llamada no funciona, siempre está el recurso de dejar que se deteriore la situación hasta forzar un incremento del despliegue federal.

Menudo problema. 

alejandrohope@outlook.com

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El Mejíazo en Morena, precedente para inconformes en 2024/Salvador García Soto

El Universal

La ruptura de Ricardo Mejía Berdeja no es algo menor y por eso provocó tanto ruido y molestia en Morena y en la 4T. El ex subsecretario de Seguridad federal veía al presidente todos los días en Palacio Nacional para la reunión del gabinete de seguridad, precisamente el talón de Aquiles de este gobierno, y se había vuelto un personaje cercano al mandatario. Cada jueves, en las conferencias mañaneras Mejía era el vocero para reportar sobre los avances en casos e investigaciones importantes en materia judicial y de seguridad. 

Por eso su salida no es sólo un berrinche más; es el primer integrante del gabinete federal que deja a Morena para buscar ser candidato por otro partido y además un partido aliado como el PT, que también rompe la alianza con los morenistas para postular a Mejía Berdeja y competir solo por la gubernatura de Coahuila, con lo que divide el voto morenista y reduce las posibilidades de pelear esa gubernatura para la 4T. Él estuvo encargado en los últimos dos años de combatir el secuestro, uno de los delitos de más alto impacto en el país y se le consideraba el “brazo derecho” de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.

Pero lo más grave de su rompimiento y por lo que está cimbrando al oficialismo, es que Ricardo Mejía se va del gabinete y del partido porque no estuvo de acuerdo con la seriedad de las encuestas de Morena; se va descalificando el método de elección definido por Andrés Manuel López Obrador y adoptado por su partido para la selección de sus candidatos: las encuestas, con lo que la ruptura del subsecretario sienta un precedente en el partido oficial para la sucesión en el 2024.

Los mismos argumentos que hoy esgrime Mejía en su renuncia, podrían ser repetidos exactamente igual por cualquiera de los aspirantes o corcholatas presidenciales de Morena que no estuviera de acuerdo con la decisión ni con el resultado de las tres encuestas que se aplicarán para elegir al candidato o candidata a la Presidencia o a la Jefatura de Gobierno de la CDMX.

Deslegitimar el método de selección que aplicará Morena en el 2024 es el mayor golpe que representa la renuncia del subsecretario de Seguridad que difícilmente tiene posibilidades de competir en Coahuila, donde si acaso logrará llevar a tercios el resultado de la elección de gobernador, pero a lo mucho le disputaría el segundo lugar a Morena, cuyo voto divide al ser postulado por el PT, luego de que el PVEM finalmente no se atrevió a postularlo, pero tampoco irá en alianza con el morenismo.

  Ya antes, en 2020, Porfirio Muñoz Ledo había puesto en duda la veracidad y la metodología de las encuestas de Morena, cuando compitió por la dirigencia nacional con Mario Delgado, pero entonces se minimizaron las denuncias del exdiputado. Hoy, al tratarse de un integrante del gabinete de López Obrador y además un político al que el presidente había empujado y elogiado públicamente, los cuestionamientos de Mejía Berdeja sí han calado dentro de la 4T y de su partido.

Y es que las encuestas del partido gobernante para elegir candidato, de los nueve reactivos que manejan en sus sondeos, el posicionamiento de nombre o nivel de conocimiento vale dos puntos de una calificación de 10. Ese criterio, de solo evaluar qué tan conocido o identificado por la gente es un aspirante es lo que más toman en cuenta las encuestas morenistas, pero esa metodología no necesariamente mide la competitivad de los candidatos y sus posibilidades de crecimiento en una campaña. Ser conocido o popular, no significa que la gente votará por un candidato.

Un ejemplo del impacto que causó el “Mejíazo” es que ayer su dirigente nacional Mario Delgado, mandó una carta a las 22 gobernadores y gobernadoras de Morena, a los que les pide “invitar a sus estados” a los aspirantes o corcholatas presidenciales de Morena para que los ayuden a que la gente los conozca más en sus entidades; pero llama la atención que a la hora de mencionar a las “corcholatas”, Delgado ya no se limitó a tres como hasta ahora lo habían hecho él y el presidente, sino que incluyó a Ricardo Monreal Ávila, el líder del Senado, junto con Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard. 

“Quiero solicitarle, con el mayor respeto, que construyamos juntos esa unidad y que fortalezcamos la presencia de nuestra compañera Claudia Sheinbaum Pardo, y de los compañeros Adán Augusto López, Marcelo Ebrard Casaubon y Ricardo Monreal Ávila en su entidad federativa. Sería deseable que, a invitación expresa de usted, en los próximos meses se concretaran visitas para contribuir a que el pueblo esté informado y cuando llegue el momento decida a través de las encuestas”, dice Mario Delgado en la misiva que les envió el sábado pasado a las y los gobernadores morenistas en toda la República.

¿Será que ante la ruptura estridente de un Ricardo (Mejía Berdeja) que se fue precisamente cuestionando la validez y seriedad de las encuestas de Morena, a las que calificó de “vendidas”, Mario Delgado se quiso vacunar encartando a otro Ricardo (Monreal Ávila) como “corcholata oficial” al 2024, aun cuando es conocida la animadversión y el rechazo que el presidente y el mismo dirigente Delgado han expresado a las aspiraciones del senador zacatecano?

 Es muy posible que así sea y eso confirma que el “Mejíazo” les caló porque abre la puerta a que otros inconformes con las encuestas presidenciales tomen la vía de una ruptura que claramente debilitaría a Morena y a la 4T en la elección presidencial.

 NOTAS INDISCRETAS… Para este lunes está previsto que el presidente reciba en su despacho de Palacio Nacional a la ministra Yasmín Esquivel Mossa. El encuentro ocurre a invitación del mandatario y en medio del escándalo que rodea a la ministra y de las peticiones de que renuncie que abundan en la academia y en las redes sociales, luego de que la UNAM dictaminara que sí cometió un plagio en su tesis de licenciatura al haber hecho “una copia sustancial” de la del pasante Edgar Ulises Báez que la presentó dos años antes que la de ella en la Facultad de Derecho. Esta será la primera vez que López Obrador hable con Yasmín Esquivel desde que estalló la tormenta por su plagio, por lo que los rumores que circularon profusamente de que habían visto a la integrante de la Corte la noche del jueves pasado en Palacio y de que se esperaba su renuncia “inminente” fueron falsos. Es seguro que en el encuentro de hoy se tratará el tema del plagio sobre el que pronto se pronunciará la SEP, y hay una versión, en la que insisten fuentes del Palacio, de que el presidente podría invitarla a integrarse a su gabinete, con lo que implícitamente le sugeriría la renuncia y le daría una salida digna a una crisis que parece insalvable para la ministra Esquivel. Veremos qué maromas se acuerdan en el despacho presidencial ante la grave crisis ética y moral que enfrentan el mandatario y su amiga… Ayer, en el restaurante El Cardenal, comensales se encontraron en una mesa a José Ramón López Beltrán, quien comía con su esposa Carolyn Adams y su pequeño hijo. Uno de los parroquianos se acercó a tomarles fotos, lo que incomodó al hijo mayor del presidente que se levantó de la mesa para decirle a la persona que si quería se tomaba una foto con él. “No, no quiero foto contigo sólo quería tomarte para que vean tu austeridad”, le dijo el comensal. Al final los capitanes de meseros le pidieron al fotógrafo respetar la intimidad de los demás clientes… Mientras crece la polémica por la presencia de la Guardia Nacional, la crisis del Metro lejos de amainar se agrava. Ayer, para aumentar el sospechosismo de la Jefa de Gobierno, justo unas horas después de que Claudia Sheinbaum puso en funcionamiento el tramo subterráneo de la Línea 12, que llevaba ya año y medio cerrado, tras el derrumbe de trabes que mató a 26 personas, en la Línea 7, estación Polanco, una separación entre dos vagones de un convoy ocasionó pánico entre los usuarios. Al filo de las 3:30 de la tarde, con el Metro lleno, los vagones se zafaron y el humo de un incendio inundó rápidamente la estación subterránea, provocando que la gente saliera despavorida de los trenes y corriera asustada para intentar ponerse a salvo, de acuerdo con videos grabados por los mismos usuarios y que circulan en las redes sociales. Los gritos y el miedo reflejado en los rostros de las personas que viajaban en la Línea 7 contrastó con la imagen de Sheinbaum y sus colaboradores cantando la canción “Fue en un Café” a bordo de la recién abierta Línea 12 en su tramo subterráneo. Lo más grave de todo es que, con todo y los miles de soldados que vigilan el Metro y que hasta ahora lo más que han encontrado como evidencia de sabotajes es una lata de refresco que cayó a las vías, la imagen de incapacidad y negligencia del gobierno de la CDMX sigue creciendo en el Metro… Los dados mandan Serpiente Doble. La semana se viene fría y complicada.

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Mentiras de a Metro y medio/Rafael Cardona

La Crónica, 15/01/2023;

La más reciente simulación para proteger en su carrera al Palacio Nacional a doña Claudia Sheinbaum, es el descubrimiento de una sistemática cadena de sabotajes. Una red cercana al terrorismo.

Para prevenirlo, evitarlo o detenerlo, se destacaron seis mil guardias nacionales –adicionales a los cinco mil policías permanentes-- cuya utilidad, se le podría embarrar al Camembert.

Pongamos algunos ejemplos.

El más reciente choque de trenes en la línea tres no ocurrió en los andenes –donde vigilan los decorativos guardias--, sino en los túneles, donde nadie inspecciona en horas de tránsito, ni tampoco tuvo como causa la idiotez de arrojar objetos a los rieles. Si eso fuera causante de accidentes, el Metro ya no existiría.

A diario, la red del STC requiere de cinco mil trabajadores en horario extra para dar mantenimiento a las 12 líneas, pero labor que no se les ha podido pagar..

A diario, la red del STC requiere de cinco mil trabajadores en horario extra para dar mantenimiento a las 12 líneas, pero labor que no se les ha podido pagar.. Foto: Cortesía

De acuerdo con los registros del STC, solamente en 2022, “fueron rescatados de las vías mil 228 objetos de diferente índole, como celulares y audífonos, los más recurrentes, hasta almohadas, llaves y medicamentos”.

De acuerdo con la más reciente aportación a la historia universal de los pretextos, hubo entonces, mil 228 actos de sabotaje. Y nadie se había tomado la molestia de catalogarlos como tales.

Y eso sin contar a los 202 extremistas del conservadurismo quienes se arrojaron completos a las vías y prefirieron perder la vida, con tal de causarle problemas a doña Claudia. Esa debe haber sido también la causa de los infaustos suicidios en el Metro. Dios los tenga en su gloria.

Como todos sabemos (Expansión) en "lo que va de la presente administración capitalina, 202 personas han perdido la vida en las vías del Sistema de Transporte Colectivo Metro”.

“Del total de objetos rescatados (SE), el 51% corresponde a aparatos celulares con 588 piezas; el porcentaje restante está distribuido en 114 audífonos, 67 bastones o muletas, 49 lentes, 41 zapatos, 35 carteras, 30 documentos y 30 paraguas; 26 bolsas, 24 joyas, 19 objetos metálicos y 16 mochilas o maletas.

“También fueron rescatados llaves, dinero, patinetas, herramientas, bocinas, balones, termos, medicinas, ropa, tarjetas, libros, lapiceras, globos metálicos (incluidos condones usados) y almohadones, entre otros.

Pero sin necesidad de recuperar objetos de las vías, la Guardia Nacional ha probado su inutilidad.

El viernes de la semana pasada, apenas habían llegado a sus peligrosas labores asignadas por el previsor mando militar, las feministas extremistas se pasaron de listas y les gritonearon mientras impávidos e impotentes miraban los destrozos de mazo y martillo contra los torniquetes de acceso.

Si el sabotaje es, de acuerdo con el significado de la palabra, “el daño o deterioro que en las instalaciones, productos, etc., se hace como procedimiento de lucha contra los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación en conflictos sociales o políticos”, ni duda cabe: la Guardia Nacional actúa como monje tibetano.

Mira el sabotaje para cuyo combate la asignaron y medita haciendo “Ommmm, Ommmm”.

Pero algo viene faltando en toda esta versión reparadora del gobierno en favor de la “Gran Corcholata” : ¿quien cometió el sabotaje cuando se derrumbó la línea 12 y mató a 28 personas en su caída?

Ese si fue un crimen. Para darnos idea, el segundo “Culiacanazo” produjo casi tantos muertos como aquel, accidente del Metro. Y allá por lo menos agarraron a “El ratón”.

Aquí apresaron una lata de cerveza y unas aspas viejas de lavadora. Ni siquiera encarcelaron a los pernos diabólicos.

En el caso del derrumbe de Tláhuac se decidió reparar la parte de la línea no afectada por el derrumbe; o sea, la parte subterránea (sus defectos no se vieron en los primeros tres años), reinaugurada ayer como si fuera la primera vez y ni siquiera tuvieron la gentileza de invitar a Don Marcelo Ebrard, “Don Corcholato” (“Mr. Metal bottle cap”, en el idioma de la SRE)”, porque se habrían visto obligados a llevar también a Felipe Calderón, como en la primera ocasión.

Y eso no se puede permitir.

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La victimización como táctica política/Leo Zuckermann

Excelsior

López Obrador es un maestro en la victimización como herramienta política defensiva. Cuando se siente amenazado, siempre hace malabares retóricos con el fin de convertirse en la persona afectada, ya sea por culpa ajena o causa fortuita. Y, hay que reconocerlo, le sale muy bien.

Es una vieja táctica de López Obrador. Cuando en 2004 salieron a luz videos que mostraban a colaboradores suyos recibiendo dinero de un contratista de la Ciudad de México, el entonces jefe de Gobierno capitalino se victimizó alegando la existencia de un complot en su contra. Desde luego que sus adversarios utilizaron dichos videos para afectarlo. Así es la política. Él lo sabe muy bien. A lo largo de su historia, López Obrador ha utilizado los errores de los gobiernos de Zedillo, Fox, Calderón y Peña a su favor. Lo mismo han hecho los opositores al lopezobradorismo cuando ocurren situaciones que le son adversas.

Pero López Obrador siempre se defiende victimizándose. Él se convierte en el centro de la historia. Si alguien intenta asesinar a Ciro Gómez Leyva es porque quiere afectar al gobierno de López Obrador. Si Guillermo Sheridan encuentra que la ministra de la Suprema Corte favorita del Presidente, Yasmín Esquivel, plagió su tesis de licenciatura es porque pretenden perjudicarlo. Si hay una serie de accidentes en el Metro capitalino es porque fuerzas oscuras están saboteándolo con el fin de dañar a su candidata favorita.

En todos los casos hay una sola víctima de lo que ocurre: se llama Andrés Manuel y se apellida López Obrador.

¿De verdad?

Tomemos estos tres sucesos que he mencionado.

En el caso de Ciro, la primerísima víctima es al que quisieron matar y salvó su vida gracias al blindaje de su camioneta. El susto no se lo quita nadie. Además, ahora tiene que vivir rodeado de escoltas.

No obstante, el Presidente echó a andar su táctica favorita, la victimización, para justificar que se atentó en contra de uno de los principales periodistas en la mismísima capital del país.

Todavía no sabemos quiénes fueron los autores intelectuales del crimen. Pero desde luego que la oposición está utilizando este asunto como ejemplo de la violencia que este gobierno no ha podido resolver. Claro que quieren afectar a López Obrador. Lo mismo hubiera hecho él como opositor si este atentado hubiese ocurrido en las épocas de Peña.

En el caso de Yasmín Esquivel ya no hay dudas: según la UNAM, sí plagió su tesis de licenciatura. Sin embargo, el Presidente insiste que es pura “politiquería” de sus adversarios para perjudicarlo.

A ver, desde luego que la oposición va a usar este asunto con el fin de afectar a López Obrador, que puso a Esquivel en la Corte y pretendía hacerla presidenta de este órgano. Lo mismo hubiera hecho él si hubiese aparecido un ministro plagiario propuesto por Calderón. Pero, de ahí a que la víctima de este sainete sea AMLO, hay una enorme diferencia. Es como los videoescándalos. Demostraban que algunos de sus colaboradores eran corruptos. De eso no había duda. Pues ahora resulta que su amiga ministra también es una corrupta.

Finalmente, está lo del Metro. Durante años, antes de que López Obrador llegara a la Presidencia y Claudia Sheinbaum a la Jefatura de Gobierno de la capital, se viene insistiendo acerca de un déficit de mantenimiento en este sistema de transporte. Muchos han advertido que llegaría el día en que ocurrirían accidentes. Amén de la mala construcción de la Línea 12, que se hizo durante la gestión de Marcelo Ebrard.

Pues el pronóstico se hizo realidad en este sexenio. Son cotidianos los incidentes en el Metro. Desde algunos insignificantes, hasta los que han generado muertos y heridos.

En lugar de reconocer el problema, los gobiernos de López Obrador y Sheinbaum han recurrido, de nuevo, a la victimización. Resulta que estos “accidentes” son para afectarlos políticamente. Incluso medios cercanos a la 4T, como La Jornada, los han caracterizado como sabotajes. Daños diseñados y ejecutados con el fin de perjudicar la imagen del Presidente y su candidata presidencial favorita. Ahora resulta que ellos, y no los usuarios afectados, entre los que se encuentran muertos y heridos, son las víctimas.

La victimización como táctica ha llegado al extremo de enviar a seis mil soldados de la Guardia Nacional a vigilar el Metro. Supongo que quieren encontrar a los presuntos saboteadores. A ver si los encuentran, reales o ficticios. Mientras tanto, la oposición al lopezobradorismo utilizará los frecuentes accidentes en el Metro para criticarlos. Faltaba más. Así son las democracias. ¿O qué piensan? ¿Que sólo ellos pueden capitalizar políticamente los errores de un gobierno?

Twitter: @leozuckermann

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Va por México: reglas de selección, en breve/Enrique Aranda

Excelsior

Con todo y la inútil GN, ¡otro “sabotaje” en el Metro!...

Si bien la prioridad ahora no es otra que consolidar el proceso de selección y registro de sus respectivos candidatos y ganar los comicios por venir en el Estado de México y Coahuila nada impedirá que en las próximas semanas, apenas iniciar las campañas formales por el gobierno de ambas entidades, los partidos signatarios de la refundada coalición Va por México inicien el debate sobre los mecanismos de selección de quienes habrán de representarles en las emblemáticas elecciones de 2024, la presidencial entre otras.

Apenas concluir el “planchado” y difusión entre la militancia de los nuevos acuerdos suscritos por Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) en efecto, la triada dirigente liderada por Marko Cortés Mendoza, y en la que participan también el cuestionado Alejandro A(m)lito Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano Grijalva, prevé instalar la mesa en que, presumiblemente con participación de intelectuales y activistas independientes, además de organizaciones de la sociedad civil –el colectivo #Unidos de manera especial– deberá definirse el cómo y el cuándo seleccionar a sus candidatos a las nueve gubernaturas, la Jefatura de Gobierno capitalina incluida, obvio, y la Presidencia de la República, que entonces estarán en juego…

Y esto, porque, si bien es cierto que el blanquiazul “llevará mano” en prácticamente todas las nominaciones –en Guanajuato, Yucatán, Puebla y la Ciudad de México en principio–, también lo es que al menos a nivel discurso ahora, ninguna de ellas se definirá sin la activa participación y opinión de tricolores y amarillos, con miras a consolidar la renovada alianza, teniendo como objetivo prioritario ganar las presidenciales “para impedir la permanencia y expulsar de Palacio al régimen regresivo, corrupto y autoritario” encabezado por Andrés Manuel López Obrador y su partido.

No deberá pasar mucho tiempo entonces, antes que desde los partidos firmantes comiencen a darse a conocer nombres de eventuales participantes en las referidas mesas de discusión y, claro, los acuerdos que vayan adoptando lo mismo a nivel estatal que federal, pues los términos duros de la coalición se encuentran ya definidos, pero no, en concreto, el método de selección de quienes abanderarán las luchas por venir. Le informaremos…

ASTERISCOS

* A considerar el nuevo y atinado llamado que desde su particular trinchera de presidente de la Jucopo en el Senado hiciera Ricardo Monreal a quienes, como él, aspiran a la Presidencia: “No es afortunado adelantar vísperas ni incurrir en promociones personalizadas, en campañas anticipadas que vulneran el marco constitucional y la ley”. ¿Lo escucharán esta vez?...

* Revelador y digno de agradecimiento el llamado que, tras destacar que por cuarto año consecutivo México se mantuvo como el país más peligroso para los profesionales de la información en 2022 “al sumar once periodistas asesinados, tres más que en Ucrania”, hiciera la jerarquía católica a una Jornada de Oración por los comunicadores. ¡Mejor la Iglesia… que otros! Ufff

Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.

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Siguen El Pez y El Fresa/Héctor De Mauleón

“Siguen ellos”, afirman fuentes de alto nivel, en referencia a la captura de Ovidio Guzmán

El Universal, 

El Pez y El Fresa, los dos líderes de la Familia Michoacana, son ahora los mayores objetivos prioritarios del gobierno federal.

En los últimos meses, tras un poderoso despliegue de unidades especiales del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, a los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga se les han asegurado 18 propiedades en el Estado de México, Michoacán y Guerrero

Ranchos, fincas, lujosas residencias, donde los hermanos habitaron cómodamente durante años, hoy se encuentran en poder de las autoridades. 

“Siguen ellos”, afirman fuentes de alto nivel del gabinete de seguridad, en referencia a la captura de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, y uno de los jefes principales del Cártel de Sinaloa.

En octubre pasado el terror sacudió el poblado de San Miguel Teloloapan, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero. Ese día, el alcalde Conrado Mendoza, su padre y otras 18 personas que acudían a una junta fueron ejecutadas por un comando que, en plena fiesta del santo patrono, irrumpió en San Miguel. 

En un video subido a redes sociales posteriormente, José Alfredo Hurtado, El Fresa, cómodamente sentado en un sillón mullido, acusó de la matanza al grupo de Los Tequileros y dijo que la matanza era parte de un operativo destinado a asesinarlo.

Aseguró que vivía con tranquilidad a unos pasos de la presidencia de San Miguel, y que andaba sin escolta. Según él, todos los agresores estaban muertos: “Andaba muy molesto y la verdad no dejamos ni a un cabrón ahí”, dijo. 

Al otro día, el entonces subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía Berdeja, reveló que el autor de la masacre era el propio Fresa, quien trataba de culpar a otro grupo delictivo.

El Ejército estableció bases de operaciones en toda la región, especialmente en los municipios de Arcelia, Ciudad Altamirano, Ajuchitán, Coyuca de Catalán, Cutzamala del Progreso, Tlalpehuala, Tlachapa e Ixcateopan, en donde los hermanos Hurtado han radicado y se han movido con tranquilidad desde hace 12 años.

Al mes siguiente –noviembre de 2022–, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del gobierno de Estados Unidos acusó al Pez y al Fresa de traficar cada vez mayores cantidades de fentanilo arcoíris y señaló que para aquel país los hermanos representaban “un riesgo significativo”. 

El Departamento del Tesoro denunció que los jefes de la Familia Michoacana operaban en 35 municipios de Guerrero, Estado de México y Michoacán. 

Se anunció también el bloqueo de propiedades, transacciones e intereses de los hermanos en aquel país, que estuvieran en posesión o en control de ciudadanos estadounidenses.

La presión de los vecinos del norte por la mortandad que el fentanilo está dejando entre sus ciudadanos –más de cien mil víctimas el año pasado– no tardó en hacerse sentir. De hecho, como se anunció, fue uno de los temas que Joe Biden traía en la baraja durante la última cumbre celebrada entre los mandatarios de México, Canadá y Estados Unidos.

En México se han girado cinco órdenes de aprehensión en contra de Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga. Hay una recompensa por información que lleve a su captura, y sus rostros circulan a lo largo del país. El Pez tiene además una orden de aprehensión en el estado de Florida.

Según reportes de inteligencia, además de los municipios guerrerenses arriba señalados, los hermanos tienen presencia en Tejupilco, Amatepec y Tlatlaya, Estado de México.

En diciembre pasado, el Ejército se enfrentó con presuntos integrantes de La Familia Michoacana en Zacualpan de Amilpas, en el Edomex, durante el operativo de captura de Alberto Romero Pérez, La Macrina, operador en la región de los hermanos Hurtado. Romero, jefe de plaza en la Tierra Caliente involucrado en la emboscada y el asesinato de 13 policías estatales en Coatepec Harinas, logró escapar, dejando atrás a seis de los suyos: una señal, de acuerdo con autoridades, de que el círculo alrededor de El Pez y El Fresa se está cerrando.

Una más, afirman, sería el rosario de ajusticiamientos de operadores de la Familia Michoacana que en los últimos meses intentaron poner distancia con los jefes del cártel. ¿El manotazo de Estados Unidos podrá terminar con una década de protección e impunidad? 

 @hdemauleon

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PAN con lo mismo/Víctor Beltri

Excelsior,

La alianza opositora está de regreso, y se perfila hacia el 2024 con un plan que a sus dirigentes debe haberles parecido brillante cuando lo concibieron: los partidos que gobernaron el país de 1930 a 2018, cuya corrupción y malos manejos propiciaron la votación masiva a favor del Presidente actual, serían los más indicados para conducir el rumbo de las próximas elecciones. Sin tomar en cuenta, por cierto, a su tercer aliado: sin tomar en cuenta, tampoco, a la sociedad civil en su conjunto.

Como si tuvieran visión de estadistas: como si no supiéramos el tamaño de sus dirigentes. Como si pudiéramos confiar en tres partidos desprestigiados que no confían entre ellos mismos, y de cuyas cabezas desconfían sus respectivas militancias; como si pudiéramos confiar en quienes, con todo descaro, no atienden más que a sus propios intereses. Como si los dirigentes de los partidos fueran conscientes de su responsabilidad histórica, y no hubieran perdido años peleando tonterías; como si fueran capaces de mirar a largo plazo y luchar —al menos una vez— por las causas correctas, que no por las más mediáticas.

Como si no se tratara, descaradamente, de un mero esfuerzo por salvar el pellejo. “Con total compromiso y altura de miras sabremos canalizar democrática e institucionalmente todo el despertar social expresado en múltiples espacios en las redes sociales, los medios de comunicación y las calles”, afirmó el presidente del PAN, dejando en claro no sólo sus prioridades y visión política, sino las razones por las que la ciudadanía ha dejado de confiar en ellos. Los políticos tratan de subirse a una ola que no entienden: los partidos no existen para canalizar despertares sociales, sino para buscar el bien común a partir de una perspectiva propia; los partidos no existen para complacer a los medios de comunicación —ni mucho menos a las redes sociales— sino para representar con dignidad los intereses de su militancia.

Los partidos políticos no existen para oponerse a quienes no piensan como ellos, sino para tender los puentes que les permitan construir un país en colaboración con los demás: su misión no es imponerse a los otros, sino integrar su visión de tal forma que aporte y sea relevante para la sociedad. El dirigente panista se ha comprometido a trabajar “con la sociedad civil y con las demás fuerzas políticas que realmente sean opositoras”, sin mayor detalle al respecto: en los hechos, y con los comicios a la vuelta de la esquina, la alianza opositora se ha limitado a definir un cómo difuso para un qué inexistente.

PAN con lo mismo, en realidad. O, más bien, con los mismos de siempre: los mismos políticos de hace dos décadas, las mismas ideas de hace 50 años. La misma forma de entender la política como un juego de suma cero: los mismos opositores hablando con otros opositores, en el mismo lenguaje opositor. El plan de la alianza opositora parece destinado al fracaso, en tanto no sólo supone confiar en el dirigente del PRI —algo que ni sus correligionarios están dispuestos a hacer— sino que implicaría el surgimiento de algún ciudadano con una propuesta lo suficientemente sólida, y el carisma suficiente, para seducir a la ciudadanía en un par de meses y desplomar el plan transexenal, en marcha, del mandatario en funciones. Seamos realistas, por un instante: de contar con alguien así, los partidos —sin duda— ya lo habrían sacado al ruedo. Sin propuestas reales, lo que la alianza ofrece no es más que una candidatura testimonial que le serviría a sus dirigentes para tratar de salvar algunos privilegios.

La política se trata de la gente, que no de los partidos: a ellos les corresponde, tan sólo, el uso del membrete para servir a la ciudadanía. La política se trata de resolver problemas, que no de crearlos: la política se trata de atender las necesidades de las personas, que no de responder a lo que se menciona en las redes sociales. La política es más, pero mucho más, que el espectáculo miserable del pan con lo mismo de todos los días.

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