28 mar 2010

México, sin manual para interrogar

México, sin manual para interrogar, advierten
Nota de Doris Gómora
El Universal, Domingo 28 de marzo de 2010;
Además de que los procedimientos resultarán ineficaces, ninguna información obtenida mediante violencia física o moral tiene validez en un juicio, revela información de los gobiernos de México, Estados Unidos y especialistas consultados en la materia
En México se carece tanto en el ámbito militar como en el civil de manuales para interrogar a detenidos, por lo que existe el riesgo de violentar las garantías de los declarantes, especialmente en la guerra contra el tráfico de drogas. Además de que los procedimientos resultarán ineficaces, ninguna información obtenida mediante violencia física o moral tiene validez en un juicio, revela información de los gobiernos de México, Estados Unidos y especialistas consultados en la materia.
“Los manuales más bien están sustituidos, por lo que cada investigador y en cada caso por ponerlo de alguna manera: Dios le da a entender, estoy hablando en el mundo de los civiles”, afirmó en entrevista Juan Velázquez, abogado penalista.
En este sentido, afirmó, México requiere de manuales de interrogación, ya que eso daría oportunidad a que los encargados de ello se ajustaran a un protocolo que les permitiera preguntar de manera eficiente, sin violentar las garantías de los interrogados.
En esta semana se informó que un presunto narcomenudista detenido en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León, apareció muerto con señales de tortura después de haber sido trasladado por elementos de la Secretaría de Marina, como apoyo a la policía local. Hasta este momento tampoco se han establecido en nuestro país procedimientos para interrogatorios cuando están involucradas diversas agencias en operaciones conjuntas.
En enero pasado, la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH) y Amnistía Internacional (AI) informaron de casos en los que los detenidos que fueron interrogados por miembros del Ejército mexicano fueron asistidos por médicos militares para mantenerlos vivos y seguir preguntándoles en condiciones de tortura.
El Ejército y la Marina de México sólo pueden apoyar a las agencias de la ley en operaciones en donde se involucre a detenidos, pero debido a que los civiles no son considerados prisioneros de guerra, la función de inquirir corresponde a la autoridad civil, y en el caso de los retenes, los militares cuentan con guías que les sirven de cuestionarios para solicitar datos generales de las personas a las que se les realiza alguna revisión, señala información de la Secretaría de la Defensa.
Protocolos generales
Tanto a nivel militar como civil en México, los miembros de los servicios de inteligencia cuentan con manuales generales, cuya copia tiene EL UNIVERSAL, en donde se incluyen algunas fracciones que especifican quién será el personal que deberá interrogar a los detenidos, pero nunca detalla algún protocolo para hacerlo.
Adicionalmente se destaca que los jefes de los servicios de inteligencia mexicanos deberán recordar a su personal que la Convención de Génova de 1929 prohíbe el empleo de tortura o coerción para obtener información.
“Es extremandamente importante que debe haber procedimientos básicos para interrogar, porque hay muchas formas de que los abusos pasen”, señaló en entrevista Lisa Haugaard, directora ejecutiva del “Grupo de Trabajo de Latinoamérica” una de las mayores coaliciones sobre política externa, con sede en Washington D.C.

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