6 ago 2012

Discurso del Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza

Ceremonia de graduación de los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar
Alvarado, Veracruz, 27 de julio del 2012
Discurso del Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina.
Ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa; doctor Javier Duarte de Ochoa, Gobernador del Estado de Veracruz; señor General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional; Magistrado Alberto Sosa Hernández, Presidente del Honorable Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado de Veracruz; General de División Diplomado de Estado Mayor Jesús Javier Castillo Cabrera, Jefe del Estado Mayor Presidencial.

Licenciada Sara Luz Herrera Cano, Presidenta Municipal de Alvarado, Veracruz; licenciada Luz Carolina Gudiño Corro, Presidenta Municipal de Veracruz, Veracruz; licenciado Salvador Manzur Díaz, Presidente Municipal de Boca del Río, Veracruz; General de División Piloto Aviador Diplomado de Estado Mayor Aéreo, Ernesto Rivera Rojas, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Mexicana; General de División Diplomado de Estado Mayor René Carlos Aguilar Páez, Comandante de la VI Región Militar.

General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Sergio Alberto Martínez Castuera, Director del Heroico Colegio Militar; señores y distinguidos integrantes del Cuerpo Diplomático Acreditado en nuestro país; señores Almirantes, Generales, Capitanes, Jefes, Oficiales, Cadetes, Guardiamarinas, Clases y Marinería; estimados representantes de los medios de comunicación que hoy nos acompañan; invitados especiales; damas y caballeros:

Agradezco a todos los presentes su asistencia a esta Ceremonia de Graduación. En especial, al Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, por honrarnos con su presencia en este evento de gran relevancia para todos los marinos navales, toda vez que representa el éxito de mexicanos que, habiendo ingresado a este heroico plantel siendo casi niños, hoy, convertidos en hombres, culminan un gran esfuerzo físico e intelectual, digno de reconocimiento por parte de sus conciudadanos.

A partir de hoy, 119 Guardiamarinas de las carreras del Cuerpo General y de Infantería de Marina se integran a la oficialidad de la Armada de México, Institución que, durante sus años de preparación, los hizo merecedores de este nombramiento como recompensa a su esfuerzo y dedicación.

Se les hace la entrega del Sable de Mando, símbolo de liderazgo de quien conduce a sus subordinados y compatriotas por la ruta del éxito bajo los más altos preceptos de honor, deber y lealtad para su país.

Es un compromiso portarlo y conducirse con señorío, mantener su actuar en estricto apego a la ley, privilegiando el respeto a los derechos humanos y, sobre todo, conservar un esfuerzo constante de preparación, con el objetivo de ser portadores de la excelente calidad de decisión para lograr un México mejor.

La conclusión de sus estudios, más allá de un logro individual, representa un paso más en la consolidación del profesionalismo del personal naval en su conjunto.

Por ello, deben estar conscientes de que la profesión de las armas les obliga a dedicar su esfuerzo, hasta el último aliento, a la defensa de la soberanía nacional, de los intereses del pueblo mexicano y de la democracia.

Como alto mando de la Armada de México, es un orgullo comprobar que todo esfuerzo por mejorar la calidad de la educación naval nos genera frutos perennes que habrán de redundar en beneficios a nuestros connacionales.

La modernidad del sistema educativo naval que nos hemos planteado nos permite, tanto en el presente, como a mediano y largo plazo, vislumbrar una educación integral de calidad con igualdad de acceso, permanencia y egreso; de relación con la ciencia y la tecnología, con conocimientos y competencias relevantes para la profesión y la vida cotidiana y la participación ciudadana, respeto por la diversidad y de fomento de valores inquebrantables que fortalecen la identidad institucional.

Vivimos en una sociedad más informada, participativa, plural, consciente y con demandas claras. Es preciso responder con eficiencia y prontitud a sus necesidades. Por ello, la transformación de la educación naval no puede sustraerse de la realidad, de lo contrario, estaríamos inhabilitándonos hacia un futuro ineludible.

Frente al gran desafío, asumimos la enorme oportunidad de hacer de la educación naval un estilo de vida para los jóvenes mexicanos. De consolidar a la formación militar en un proceso de transformación física, mental y cultural de hombres y mujeres, para lograr que, voluntariamente convencidos y comprometidos, entreguen al país y a sus instituciones su lealtad, capacidades, habilidades, inteligencia y la vida misma, si fuese necesario, en el cumplimiento de los deberes que impone el servicio de las armas.

Forjamos el propósito fundamental de capacitar a los futuros cuadros de mando, bajo la premisa de ser útiles a la Nación, a fin de disponer de un contingente de profesionales instruidos y aptos para cumplir eficientemente sus misiones constitucionales, y participar en el desarrollo nacional.

Creo, firmemente, que las tareas que han iniciado con la puesta en marcha para la modernización educativa naval, dan pie para confrontar grandes desafíos. Además, de que fluirán generosamente a favor del pueblo mexicano.

El pueblo de México puede tener la certeza de que los jóvenes egresados de esta Heroica Escuela Naval Militar sabrán responder a las demandas de la sociedad, cuyo amor por su Patria los llevará a combatir todo aquello que atente contra la seguridad y la tranquilidad de la población mexicana.

Ciudadano Presidente de la República:

Los marinos de México le damos las gracias por el apoyo recibido desde el inicio de su Administración, toda vez que, en cada momento, veló por los intereses personales y familiares de cada uno de los que integramos las Fuerzas Armadas.

Habremos de seguir en el esfuerzo de devolver a la ciudadanía la paz y  tranquilidad que se merecen.

Jóvenes Guardiamarinas que hoy se gradúan:

La trayectoria que han iniciado, deben continuarla con la férrea actitud de quien se  esfuerza por conquistar sus anhelos. Cuentan, para ello, con la herramienta indispensable. Una buena educación promueve conductas saludables y permite a los individuos actuar con justicia y disciplina.

Tengan siempre en mente que el país les exigirá el máximo celo en el cumplimiento de las misiones que les sean asignadas, por lo que deben mantenerse alerta y anticiparse a quienes pretendan vulnerar la seguridad de los mexicanos.

Los convoco a ser un ejemplo para otros jóvenes, para que se conduzcan de manera íntegra, poniendo en práctica lo aprendido en este heroico plantel. Que su conducta refleje cada uno de los preceptos éticos y morales que les han sido inculcados.

Recuerden que trabajamos para el bien común y con el fin de enfrentar, de manera rotunda, toda circunstancia que intente vulnerar la soberanía nacional y ponga en riesgo la seguridad de este país. Por lo que los convoco a no desistir en este esfuerzo, anteponiendo siempre su integridad y sus valores. Todo ello, a favor de alcanzar los anhelos de las familias mexicanas.

La planta académica y los instructores del cuerpo de cadetes, también, están orgullosos de verlos concluir esta etapa de formación, pero estoy seguro que lo estarán más cuando comprueben que el esfuerzo por hacer de ustedes hombres de bien, es ya una realidad. A todos ellos, les damos las gracias por su dedicación, y los invito a continuar con el honroso papel de seguir siendo guías de nuevas generaciones de oficiales.

Por otra parte, aprovecho la ocasión para agradecer a los tutores y padres de familia la confianza que depositaron en esta Institución, y por el apoyo incondicional que les han brindado a este numeroso grupo de jóvenes, así como por esas palabras de aliento en los momentos de tensión, ya que ello les motivó a continuar el esfuerzo, hasta ver completado el objetivo.

Finalmente, les reitero que la trayectoria que han iniciado deben continuarla con la actitud de quien lucha por conquistar sus éxitos. Atrévanse a llegar a la cima y encontrar su plenitud personal y profesional, porque, de esa manera, contribuirán al eficaz desempeño de la Armada de México.

Señor Presidente Felipe Calderón Hinojosa:

Servir a México es un privilegio y un deber que juramos cumplir con lealtad y amor a la Patria. Pero servir bajo su mando, ha sido un honor que nos enorgullece a todos los marinos de la Armada de México.

Reconocemos su liderazgo y su amor a México.

Gracias por su confianza.


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