26 ago 2012

Enamorada muerte/ Francisco Gómez Maza

ENAMORADA MUERTE/

Cuando apenas empezaba
a platicar en silencio con Tarumba,
y a decirle que Jaime debió de haber
libado de los magueyales divinos
de Coyatoc
y aspirado el humo
del dulce tabaco simojovelense,
lo suficiente para atreverse
a hacerle el amor al Amor mismo;

cuando apenas Tarumba se hacia
presente entre el humo de mi cigarrillo
y el aroma de la tierra húmeda
del traspatio de casa,
y se escapaba del Otro Recuento...
y Jaime se bebía la Luna a cucharadas,
y la poesía y el diablo
se peleaban por mi alma,
tú, mujer – madre – hermana tierra
de aroma y de color de tierra,
te diste la vuelta hacia mi dolorida humanidad
y, locamente ansiosa de placer,
comenzaste a explorar
los más recónditos rincones
de mi cuerpo gastado por el Viento.

Y todo yo me hice mi pene
para enterrarme en ti,
y estallar en el eterno coito
del final de la historia,
en medio de tu vientre,
donde vive Sabines: "debajo de la tierra".
Y ahí fincamos nuestro nido de amor,
tú y yo,
amantes sin medida;
un nido donde ya nadie puede fisgonear.

Bueno, ya no hablé con Tarumba,
pero me quedé sembrado en tu seno,
a vivir contigo,
a revivir contigo,
a recrearme por todo el intiempo,
Oh, Eternidad feliz,
semilla de infinito,
hecho de nuevo tierra....Francisco Gómez Maza

No hay comentarios.:

Las columnas políticas hoy, viernes 26 de diciembre de 2025

Cuando informar se convierte en "terrorismo" La Navidad en Coatzacoalcos no trajo paz, sino una muestra más del rostro más autorit...