"Correrán
nuevos vientos": Raúl Vera
Con
optimismo, el obispo Raúl Vera afirma que el nuevo Papa puede atacar los
principales males que afectan a la sociedad
Andro
Aguilar, reportero.
Enfoque, 24 marzo 2013).- El obispo de
la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, señala que las primeras impresiones
que ha dejado el Papa Francisco permiten pensar que habrá un nuevo rumbo en la
Iglesia Católica.
A
través de un cuestionario respondido vía correo electrónico, desde Roma, Vera
destaca que una de las medidas que ayudarían a la Iglesia a superar la crisis
es animar y fortalecer a las iglesias locales en el mundo.
Dominico
de la Orden de los Predicadores, Vera López celebró en enero pasado 25 años de
su episcopado. Es también un reconocido defensor de los derechos humanos y,
desde esa postura, cuestiona el papel jugado por la Iglesia Católica en la
crisis social que experimenta México.
-¿Qué
le dice a usted la renuncia de Benedicto XVI y los conflictos internos que se
revelaron en torno al proceso de sucesión en el Vaticano?
-Benedicto
XVI consideró que debía responder a una carga de trabajo para la que ya su
salud no era lo suficientemente buena; probablemente se convenció de ello por
los problemas que le tocó enfrentar al suceder a un Papa cuya salud era muy
precaria en los últimos años de pontificado. Pudo haber pensado que si no se
enfrentaban los problemas que como pontífice le correspondía resolver, éstos se
podían complicar. No quiso heredar al sucesor problemas como los que
probablemente recibió, dadas las condiciones de salud de su antecesor Juan
Pablo II, los cuales se convirtieron en asuntos más difíciles por no ser
atendidos a su debido tiempo.
No
es imposible que su situación de salud lo haya llevado a tener la certeza de
que ya carecía del vigor espiritual y físico para conducir debidamente a la
Iglesia, como él mismo lo afirmó en la renuncia que leyó el 11 de febrero de
este año ante los cardenales de la Curia Romana.
Entre
los conflictos internos que más salieron al público y que tocó enfrentar al
Papa Benedicto XVI señalo: 1. las múltiples acusaciones que recibieron varias
diócesis del mundo por los delitos de pederastia cometidos por ministros de la
Iglesia. Estos problemas empezaron a manifestarse desde el tiempo de su
inmediato predecesor, y se siguieron descubriendo durante su pontificado. 2. La
filtración de documentos con información delicada, que se atribuyó a uno de sus
colaboradores más cercanos cuyos contenidos, según afirmaciones de la prensa,
manifestaban conflictos al interior de la curia romana. 3. La renuncia del
director del Instituto para las Obras de la Religión, organismo que maneja
asuntos financieros ligados a la administración de fondos económicos
relacionados con la Iglesia, debido a la falta de transparencia en manejos al
interior de ese organismo. 4. La denuncia de un funcionario de buen nivel en la
curia, que tenía que ver con el desorden en la administración económica del
Estado Vaticano.
-¿De
qué manera se manifiesta la crisis de la Iglesia Católica en el caso mexicano?
-También
hemos padecido el tema de la pederastia, sonados son los casos del padre Maciel
y del padre Aguilar. Pero me enfoco a un asunto muy importante, que no es
privativo de México, sino que la Iglesia lo debe enfrentar también en el mundo:
la corrupción interior en los estratos políticos y económicos, consecuencia de
la falta de responsabilidad ética de funcionarios públicos, administradores
financieros y empresarios. Todo esto en México ha dado sus resultados: uno,
entre los peores, es el fortalecimiento del crimen organizado con toda la
estela de muerte, terror y sufrimiento que está dejando por toda la nación;
otra cuestión grave es la falta de transparencia que ha caracterizado a
procesos electorales como los que vivimos este año, los del 2006 y los de 1988.
Sin democracia, nunca tendremos respeto a la justicia y el derecho en México. Y
puesto que somos una población mayoritariamente católica, debemos preguntarnos
¿dónde ha estado la Iglesia en estos últimos años de la vida de México? De
manera alarmante se ha acrecentado la desigualdad, la pobreza, la impunidad y
la desarticulación del tejido social.
-¿Qué
medidas debería emprender el nuevo Papa para combatir la crisis de la Iglesia
Católica?
-La
Iglesia se ha debilitado en el mundo porque se han debilitado las iglesias
locales que son las diócesis. La reforma interior de la Iglesia Universal
emprendida por el Concilio Ecuménico Vaticano II no ha seguido adelante con el
vigor inicial que tuvo. Su Santidad Francisco deberá encontrar, junto con
nosotros los obispos del mundo, un camino para fortalecer a las iglesias
locales. Debemos buscar un modelo de gobierno en la Iglesia Universal más
participativo de parte de nosotros, los obispos esparcidos en las distintas
regiones del planeta.
Sería
muy saludable que el Santo Padre contara con la colaboración directa de los
obispos que estamos viviendo en medio de culturas y situaciones muy diversas,
de este modo sus directrices y decisiones las daría con mayor conocimiento de
causa.
-¿Puede
esperarse un cambio positivo en la Iglesia a partir de la elección de Jorge
Mario Bergoglio como nuevo Papa?
-Por
los signos que está dando en estos primeros días de su pontificado, muchos tenemos
la buena impresión de que sus gestos anuncian que correrán nuevos vientos para
guiar la barca de Pedro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario