8 oct 2012

El juicio a Paolo Gabrielle, ex mayordomo papal

 El juicio a Paolo Gabrielle, ex mayordomo papal /Fred Álvarez
Es previsible que ahora que el juicio ha terminado, el Papa conceda la gracia del perdón a su antiguo mayordomo.  


Mañana del sábado 6 de octubre de 2012, día de la cuarta y última sesión del juicio contra Paolo Gabriele, ex mayordomo del papa: se le acusa de "traicionar la confianza del Santo Padre"; se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de prisión por robo con agravantes de documentos reservados.
El juez pregunta al acusado de robar si se siente culpable o inocente.
El ex mayordomo papal responde: “Siento dentro de mí la fuerte convicción de haber actuado por exclusivo amor, diría visceral, por la iglesia de Cristo y por su jefe visible. Si lo debo repetir, no me siento un ladrón.”.
Es lo último que se escucha en la sala antes de que el tribunal se retire a deliberar y dictar la sentencia.
El veredicto de los jueces - Fuiseppe della Torre (Presidente), Papanti pelletier y Venrando Marano- llegó tras una breve deliberación de dos horas:


"En nombre de Su Santidad Benedicto XVI, gloriosamente reinante, invocada la Santísima Trinidad, en base a los artículos 402, 403.1 y 4040.1, declaramos al acusado, Paolo Gabriele, culpable". La sanción impuesta es de un año y seis meses de prisión y de pagar los costos procesales.
Leyendo el veredicto, el presidente del Tribunal, explicó que Gabriele había sido condenado inicialmente a una pena de tres años de cárcel, pero esta le fue reducida porque se consideraron algunas atenuantes, en base a una ley vaticana de 1969; entre éstas están que el inculpado no tiene antecedentes penales, su desempeño laboral ha sido bueno antes de los hechos y además que él mismo se reconoció "arrepentido" por haber traicionado el Papa.
"Es una buena sentencia", ha asegurado la defensora del ex mayordomo papal, Cristiana Arru.  Se trató de una reducción de la pena "magnánima", sostuvo el vocero vaticano, Federico Lombardi. Paoletto empero, si lo desea puede recurrir la sentencia a un Tribunal de Apelación, integrado exclusivamente por eclesiásticos e incluso llegar al Tribunal Supremo del Estado de la Ciudad del caticano.  

Pero no. El ex mayordomo espera las gracias del perdón de su amigo el papa Benedicto XVI, que como soberano absoluto del Estado Ciudad del Vaticano, puede conceder la gracia sin problema alguno. Juan Pablo II lo hizo con el turco Ali Agca.
"A los enemigos, justicia; a los amigos justicia y gracia cuando quepa esta última", decía Benito Juárez.
Por lo pronto Paolo quedó de nuevo sujeto al arresto domiciliario y a la espera de que tribunal comunique cuándo se hará efectiva la pena.
¡Ah! y deberá pagar los gastos del juicio y de tener que cumplir la pena en la cárcel, lo haría en una italiana, ya que en el Vaticano no hay cárceles; sólo existen tres celdas acondicionadas para servir de prisión preventiva, pero no para cumplir penas de larga duración. Y bueno las celdas son muy pequeñas, aunque la gendarmería vaticana y Lombardi digan que cumplen con los estándares internacionales.
¿¡Un Guantánamo vaticano!?
Durante las jornadas previas del juicio, concretamente en la segunda audiencia la abogada de Paolo Gabriele, Cristina Arrú, preguntó a su defendido:
-¿Cómo era la celda en la que fue recluido tras su detención?
La respuesta fue sorprendente, sobre todo para la gendarmería vaticana a cargo de Domenico Giani.
“-Era muy pequeña ni siquiera podía extender los brazos. Y además no tenía interruptor. Durante los primeros 15 o 20 días la luz siempre permaneció encendida. Sobre todo al principio, me causo un daño psicológico y una disminución de la visión.… Durante la primera noche me negaron incluso la almohada.
En ese momento, el presidente del tribunal, Giuseppe della Torre, paro la declaración del mayordomo para ordenar a Nicola Piccardi, el promotor de justicia–fiscal- del Vaticano, que abriese una investigación sobre el caso.
El asunto no era menor, el ex mayordomo papal había sido tratado como los peores delincuentes en los países menos garantistas. “¿Esto es el Vaticano o Guantánamo?”, se han preguntado incrédulos algunos periodistas presentes en la sala de prensa del Vaticano al tener noticia de la denuncia. 
(Paolo fue arrestado el 23 de mayo y permaneció 60 días en una celda de seguridad de la gendarmería vaticana, periodo durante el cual se llevó a cabo la investigación formal. El 21 de julio obtuvo el arresto domiciliario)
Nadie ha maltratado nunca a Paolo Gabriele, el mismo ha agradecido siempre a la gendarmería el trato recibido". Así lo ha dicho Luca Cintia, responsable de la custodia del ex mayordomo papal.
Después de la audiencia de inmediato tanto el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, como la propia Gendarmería vaticana se apresuraron a desmentir las serias acusaciones. Si bien han reconocido que el calabozo era pequeño, han asegurado que se circunscribía a “las condiciones mínimas de todos los estándares internacionales” y que la permanencia allí del acusado –más de dos semanas—finalizó en cuanto pudieron habilitar una celda más confortable.
“Fue él”, según la Gendarmería, “quien pidió que la luz permaneciese siempre encendida, porque le daba compañía. Pero se le proporcionó un antifaz, sábanas y almohadas”.
Según Lombardi, al mayordomo caído en desgracia nunca le faltó asistencia legal, médica o espiritual. “Asistía a misa en compañía de su familia”.
Empero, la Gendarmería ha anunciado una querella contra Gabriele. Seguramente el asunto quedará ahí, no les conviene hacer mayor ruido.

Aunque el presidente del tribunal dijo que la comprobación de la violación de los estándares de encarcelamiento era objeto de otro procedimiento, encaminado a comprobar lo sucedido pero también si hubo eventuales declaraciones falsas.
Además, con este juicio no concluye el escándalo de robo y filtración de documentos reservados vaticanos, conocido como Vatileaks, ya que en fechas aún por decidir comenzará el juicio contra Claudio Sciarpelletti, de 48 años, acusado de presunto encubrimiento y que en un principio iba a ser juzgado junto a Gabriele.
Además de Gabriele, declararon varios testigos entre los que se encontraba el Secretario del Papa, Mons. Georg Gänswein, quien declaró que antes de la detención, no tuvo nunca sospechas sobre Paolo Gabriele.
Las  preguntas todavía sin respuesta son ¿qué hay detrás de este caso son grillas de sucesión papal? ¿Tuvo Paolo Gabriele cómplices o quién diablos le ordenó entregar documentos reservados del Papa y de la Santa Sede a la prensa italiana?
El fiscal Picardi dijo que "no se encontró prueba alguna" de que Gabriele tuviera cómplices, aunque sí afirmó que el ex mayordomo fue condicionado por "circunstancias ambientales".
¿Circunstancias ambientales?
Mmm. Muchas preguntas sin respuestas claras.

*

La justicia vaticana: ¿Cómo funciona?
En el Vaticano, hay dos grandes tipos de tribunales: los religiosos y los civiles o penales. Los primeros como su nombre lo indica se ocupan de asuntos religiosos, aunque afecten a la vida real, como la anulación de un matrimonio, la excomunión de un fiel, la prohibición de celebrar sacramentos a un sacerdote indigno o la regulación de los bienes de una congregación religiosa. Todos estos asuntos de índole religiosa o que competen a personas físicas o jurídicas eclesiásticas pasan o bien por el Tribunal de la Rota (los asuntos matrimoniales) o por el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, que preside el cardenal Raymond Burke.
Por su parte, los casos civiles, penales y criminales se adjudican a los correspondientes tribunales civiles de la Santa Sede.
Hay que tener en cuenta que a pesar de contar sólo con 492 habitantes censados, el Estado del Vaticano tiene el mayor índice de criminalidad del mundo: 640 procesos civiles y 226 penales en 2011. Claro que la mayoría son delitos menores: robos en los Museos, denuncias contra carteristas. A esos delitos se han añadido recientemente los de carácter financiero y económico, gracias a la normativa anti reciclaje que entró en vigor hace dos años.
Por otra parte, y según los Pactos Lateranenses, firmados por Italia y la Santa Sede en 1929, el Vaticano puede remitir al Estado italiano los delitos cometidos en la Plaza de San Pedro. Esa fue, por ejemplo, la decisión tomada por la Santa Sede en el caso del atentado de Ali Agca contra Juan Pablo II en 1982.
Los Pactos también prevén que el Vaticano pueda entregar a la Justicia italiana a los que hayan cometido delitos no sólo en la Plaza de San Pedro, sino en el interior del territorio vaticano, como es el caso de Paolo. Y es lo que suele hacer en la mayoría de los casos. Entre otras cosas, porque en el Vaticano no hay cárceles.

Cuatro grados de Justicia
La Justicia civil vaticana dispone de cuatro niveles; el primero, es el Juez Único (juez instructor) un cargo que ejerce Piero Antonio Bonnet.
Ante él pasó en diversas sesiones, el entonces acusado Paolo “Paoletto”, quien fue interrogado por el fiscal Picardi, en presencia de los dos abogados defensores que, entonces tenía el mayordomo. Recordemos que uno de, el abogado Carlo Fusco, amigo de la infancia de Gabriele, dejó su defensa por "divergencias" con el defendido.
Tras ser visto por el Juez Antonio Bonnet que ejerció de juez-instructor, el caso del mayordomo pasó a manos del Tribunal del Vaticano; un tribunal integrado por tres miembros. Lo preside Giuseppe Della Torre y lo acompañan Paolo Papanti y Venerando Marano.
La sentencia que dicte este Tribunal poder ser recurrida en tercera instancia al Tribunal de Apelación, integrado exclusivamente por eclesiásticos. Y un último hipotético recurso podría dirigirse al Tribunal Supremo, formado por y tres cardenales y presidido por el purpurado norteamericano, Raymond Burke.
Benedicto XVI, como soberano absoluto del Estado Ciudad del Vaticano, podría eventualmente conceder la gracia a su ex ayudante en cualquier momento del proceso, aunque una vez iniciado, y debido a la distinción entre el derecho canónico, que rige a la Iglesia Católica, y el código penal, que rige al Estado de la Ciudad del Vaticano, Joseph Ratzinger debería esperar hasta el fin de proceso para intervenir.
El juicio tuvo carácter público y a él asistieron un número limitado de personas, entre ellos, algunos periodistas. La grabación estuvo estrictamente prohibida y solo se han hecho públicas las imágenes durante el inicio de la sesión.


*
Línea del tiempo:
Septiembre de 2011: Por primera vez un medio de comunicación italiana, el semanario “Panorama”, habla de Il Corvo, quien resultó ser Paolo Gabriele, mayordomo del papa Benedicto XVI.
Enero 2012:
El día 25, la televisora La7, en el programa “Los Intocables”, presenta dos cartas enviadas al Papa por el nuncio de la Santa Sede en EU, Mons. Carlo María Viganó, en las que denuncia la “corrupción y mala gestión” vaticana.
El día 31, el diario italiano “Il Fatto Quotidiano” publica nuevos documentos reservados, en esta ocasión sobre el Instituto para las Obras de Religión, el Banco del Vaticano, lo que levanta ámpula en la administración de la ciudad-Estado.
Febrero 2012
El día 14, Federico Lombardi denuncia una “especie de WikiLeaks” para desacreditar a la Iglesia.
El 28 de febrero. - “Il Fatto Quotidiano” publica un intercambio de cartas de tonos muy duros entre el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, y el cardenal emérito de Milán, Dionigi Tettamanzi.
Mayo de 2012
El 23 de mayo  Paolo fue arrestado y permaneció 60 días en una celda de seguridad de la gendarmería vaticana, periodo durante el cual se llevó a cabo la investigación formal.  
El 21 de julio de 2012 obtuvo el arresto domiciliario.
El  jueves 26 de julio , el papa  recibió en audiencia a los cardenales Julián Herranz, Joseph Tomko y Salvatore De Giorgi, miembros de la Comisión cardenalicia encargada de realizar la investigación administrativa sobre la fuga de noticias reservadas,; iban acompañados del sacerdote Luigi Martignani, secretario de dicha comisión. 
En la misma audiencia  recibió a los integrantes del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, profesores Piero Antonio Bonnet y Nicola Picardi, Juez Instructor y Promotor de Justicia, respectivamente. Que llevan a  la instructoria en contra de Paolo Gabriele.
El Pontífice fue r informado sobre las conclusiones de la Comisión de cardenales y del desarrollo del proceso penal en curso, agradeció  la información recibida e instó a la Magistratura Vaticana a continuar su trabajo con esmero.
17 de septiembre  de 2012 el presidente del Tribunal de la Ciudad del Vaticano emitió el decreto que establece para el día 29 de septiembre, a las 9,30 horas, la primera audiencia del proceso contra los imputados Paolo Gabriele y Claudio Sciarpelletti, enviados a juicio con sentencia del juez instructor del 13 de agosto pasado
La audiencia tendrá lugar en el Aula de Audiencias del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano. El decreto fue notificado a los interesados.
El día 29 de septiembre empieza el juicio contra Paolo Gabriele por el delito de robo calificado.
Sábado 6 de octubre Gabriele es condenado a un año y medio de cárcel, luego que se le halló culpable de robo de documentos privados y personales de Benedicto XVI.
Testigos llamados a declarar: el Secretario del Papa, Mons. Georg Gänswein, Cristina Cernetti, que presta servicio en el apartamento pontificio, y los gendarmes del Vaticano Giuseppe Pesce, Costanzo Alessandrini, y Gianluca Gauzzi Broccoletti. Además de Luca Cintia; Stefano de Santis; Silvano Carli; y Luca Bassetti.  
Recomiendo de mi autoría:
“Infidencias, rumores y cambios. 'Calientan' la sucesión de Benedicto XVI/Fred Álvarez en Milenio Semanal # 767, 2012-07-21;
¿Conspiración para matar al Papa? /Fred Alvarez, Publicado en la revista Código Topo de Excélsior, 5 de marzo de 2012.
 El exmayordomo del Papa a juicio por robo con "agravante"/Por Fred Álvarez.
http://www.ricardoaleman.com.mx/plumas-invitadas/fred-alvarez/3053-el-exmayordomo-del-papa-a-juicio-por-robo-con-qagravanteq



 

 

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