10 oct 2012

La última morada del 'Verdugo'

La última morada del 'Verdugo'

progreso
La comunidad de Progreso, donde 'El Lazca' fue abatido, tiene apenas 700 habitantes.
Foto: REFORMA
Los pobladores dijeron que aunque veían al capo, éste no se metía con la población

REFORMA / Redacción

Coahuila (10 octubre 2012).- Heriberto Lazcano Lazcano, "El Lazca", murió a la entrada de la pequeña cabecera de este municipio del norte de Coahuila, de apenas 700 habitantes y donde los Zetas tienen dominio desde años atrás.
El poblado, que cuenta con telefonía celular, mide apenas un kilómetro y medio desde el arco de entrada hasta la última casa, está rodeado de algunos ranchos agrícolas con una pobre industria del ganado, la única mina de carbón ya no opera y la exploración de gas detona apenas algo de empleo.



Según las cifras oficiales, la población total del municipio es de 3 mil 500 habitantes.
En el sitio se respira el miedo: lo mismo de las familias que no quieren permitir a sus hijos salir a las calles, como de los adultos que temen hablar libremente cuando se les pregunta sobre la presencia de Lazcano y su gente en la región.
"De los señores yo no tengo nada malo qué decir, nunca se metían con nosotros, siempre nos respetaban", dijo una pobladora del sitio.
"Por aquí pasaban, nosotros los veíamos, decíamos: 'Ahí van los señores', pero nada más, nunca hicieron nada malo", dijo.
En la única gasolinera o en la tienda, es difícil hablar sobre la balacera del domingo donde un grupo de marinos abatió en un enfrentamiento a "El Lazca" y uno de sus escoltas. Existen oídos indiscretos y un joven tatuado con teléfono celular en mano toma fotografías de los extraños.
A dos días de la balacera, en el poblado y sus alrededores no se aprecia un solo elemento de la Marina, algún convoy de militares, una patrulla de la Policía Federal y menos elementos estatales o municipales.
Los últimos 12 elementos preventivos de la ciudad renunciaron en enero por temor a no pasar las pruebas de control de confianza.
Quizá es por eso que durante lunes y martes los menores del jardín de niños o de la primaria Rogelio Santos San Miguel se hayan ausentado de clases, pero también se ausentaron de la biblioteca, del kiosco, los juegos o la plaza, donde a diario suelen pasear.
"Aquí los domingos siempre están las familias, los jóvenes con las muchachas, los niños jugando, pero ese domingo de la balacera no había nadie", dijo una vecina de la plaza.
Y así sigue el poblado. Si bien Progreso nunca ha sido bullicioso, en los últimos días, dice la gente, parece un pueblo fantasma, sólo los negocios permanecen abiertos, pero con mucha menos gente.
En la Presidencia Municipal las autoridades pretenden hacer que no pasa nada. Sin embargo, el Alcalde Rubén Trejo García no está presente; ayer andaba en Saltillo junto con el Secretario del Ayuntamiento. Estaba la Síndico, pero no hay regidores.
Es mediodía y bajo el techo de lámina en la plaza principal, un grupo de sillas son acomodadas, pues se anuncia un concierto de acordeón por la noche.
En la entrada del pueblo, donde el domingo se dio la refriega entre Lazcano y su escolta contra los marinos, ya no hay casquillos, no hay sangre y sólo se encuentran algunos impactos de bala en una casa en construcción color rosa.
Sin embargo, a la población no se le borran los 20 minutos de disparos que sacudieron a toda la comunidad. El ver y escuchar el helicóptero y tener su pueblo sitiado por más de cuatro horas ha dejado una marca para siempre.
Por ahora el miedo se manifiesta en las calles solas, en las pláticas puertas adentro, en la desconfianza al extraño o el temor a aquellos que desde hace apenas unos meses viven ahí, pero de los que no se puede decir ni comentar nada.
'No sabemos quién se los llevó'
Para robar los cuerpos de Heriberto Lazcano Lazcano, "El Lazca", y de uno de sus escoltas, un comando integrado por hombres encapuchados fuertemente armados obligó al dueño de la funeraria donde permanecían resguardados a depositar los restos de ambos en una carroza y sacarlos del lugar conduciendo el vehículo.
La Procuraduría General de Justicia de Coahuila confirmó ayer que el cadáver del máximo líder de los Zetas fue sustraído la madrugada del lunes de la Funeraria García, donde el cadáver del capo había sido depositado junto con el de Mario Alberto Rodríguez Rodríguez, de 44 años, quien lo acompañaba la tarde del domingo en que cayeron abatidos por elementos de la Marina en un tiroteo en el Municipio de Progreso.
Durante una conferencia de prensa en la que no aceptó preguntas, el Procurador de Justicia de Coahuila, Homero Ramos Gloria, leyó la mañana de ayer un comunicado oficial de los hechos.
"El propietario de la Funeraria García notificó al Ministerio Público, a las 8:05 horas del 8 de octubre, que entre la 1:00 y 1:30 horas del mismo día se presentó un comando armado, cubierto el rostro y fuertemente armado el cual después de someter al personal, tomaron los cuerpos y la carroza y los sustrajeron de las instalaciones, obligando al propietario a conducir dicho vehículo", informó.
Según el funcionario, los cadáveres de Lazcano y Rodríguez habían sido trasladados durante la noche del domingo a esa funeraria por órdenes del agente del Ministerio Público del Estado.
Alrededor de las 18:05 horas, los elementos de la Marina reportaron al Ministerio Público de Sabinas los hechos violentos que habían ocurrido en el municipio de Progreso, cuya cabecera se encuentra a unos 82 kilómetros de distancia de esta ciudad.
Tras el levantamiento de los cuerpos, los restos de ambos fueron llevados a la funeraria de Sabinas, ubicada en el centro de la ciudad, donde los especialistas de Servicios Periciales de la PGJE realizaron el protocolo de identificación mediante la toma de huellas digitales, fotografías y la necropsia para determinar la causa de la muerte.
Una empleada de la funeraria confirmó que luego de practicar la necropsia a los cuerpos de "El Lazca" y Rodríguez, éstos fueron robados por personas no identificadas.
"Se los llevaron desde ayer (lunes), después de practicarle nosotros la autopsia, sí eran dos cuerpos, pero no le puedo dar mayor información hasta que venga el encargado", aseguró.
"Ni supimos quién era ni nada. No sabemos quién se los llevó", señaló la empleada.
Una fuente oficial consultada señaló que en los municipios o pueblos pequeños de Coahuila, como Progreso, donde no hay grandes oficinas del Estado ni instalaciones de los servicios forenses, los cadáveres comúnmente se llevan a las funerarias de las ciudades más grandes y cercanas, como es el caso de Sabinas, que tiene 61 mil habitantes y está a 82 kilómetros de aquel municipio.
Según el Procurador, a las 18:05 horas se recibió llamada a la Agencia del Ministerio Público del Municipio de Sabinas de parte de elementos de la Marina destacamentados en el Estado.
Los efectivos navales notificaron que, tras un enfrentamiento con hombres armados, se requería la presencia del Ministerio Público, Servicios Periciales y la Policía Investigadora en Progreso, toda vez que dos personas habían fallecido.
Ramos Gloria señaló que, tras el robo de los cadáveres, los peritos continuaron con el protocolo de identificación, por lo que se comparó la fotografía del cadáver con la similar con que se contaba en servicios periciales de Lazcano Lazcano.
El cotejo de los datos arrojó que el cuerpo sí pertenecía al líder de los Zetas, versión que fue corroborada al momento de ingresar la ficha dactilar original con las huellas del occiso al banco de huellas dactilares del sistema nacional.
La ficha demográfica arrojó que el cuerpo pertenecía a Lazcano Lazcano, nacido en 1975, de 1.60 metros de estatura. Sus datos se habían dado de alta en el sistema el 2 de noviembre del 2005.

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