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Aseguran expertos que hay 90 por ciento de
probabilidad de que la imagen presentada por la Marina corresponda a la de
archivo de 'El Lazca'. Foto: Especial
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Una llamada anónima reportó la presencia de hombres
armados en un juego de beisbol en Progreso, Coahuila
Abel Barajas
Ciudad de México (10
octubre 2012).- La Secretaría de Marina busca el cadáver de
Heriberto Lazcano Lazcano "El Lazca", el número 1 de la organización criminal de
Los Zetas, abatido el domingo en el Municipio de Progreso,
Coahuila.
Aunque las autoridades confirmaron la muerte del capo, fuentes
federales dijeron ayer que la Armada lleva a cabo acciones de búsqueda en la
zona noreste de Coahuila, así como en el Estado de Hidalgo --de donde era
originario Lazcano--, para localizar el cuerpo y no dejar un resquicio de
duda.
Los informantes indicaron que es muy
probable que el cadáver pudiera estar en un sitio muy cercano al Municipio de
Sabinas, de donde la madrugada del lunes un comando se lo llevó de una
funeraria, junto con el cuerpo de Adalberto Rodríguez, su cómplice con el que
cayó abatido. También indagan en Hidalgo, pues Lazcano nació en el
Municipio de Apan, vivió en Pachuca y aún tenía a parte de su familia en esa
entidad, en la cual recientemente construyó una iglesia. La muerte de "El
Lazca" fue imprevista, pues la Secretaría de Marina nunca sospechó que se
tratara del líder de Los Zetas y tuvo la primera noticia hasta el lunes por la
noche, un día después del abatimiento, cuando se lo informó la Procuraduría de
Coahuila. Lazcano de hecho murió en un operativo que llevaron a cabo seis
infantes de fuerzas regulares de la Primera Zona Naval, a bordo de una
camioneta, quienes realizan labores de patrullaje en la región. Sus verdugos no
fueron tropas de élite y mucho menos numerosas. "Si hubiéramos sabido que
era el jefe de 'Los Zetas', se hubiesen mandado a mucho más elementos y de
Fuerzas Especiales", dijo una fuente del Gobierno federal.Funcionarios
federales dijeron que desde el 2010 Lazcano ya sólo se movía entre el noreste de
Coahuila y Nuevo Laredo, Tamaulipas. Para andar entre la gente, prescindía de su
escolta y manejaba un perfil bajo. La Armada recibió una denuncia anónima
que únicamente reportaba que había sujetos con armas en un juego de beisbol en
Progreso, Coahuila. No tuvo referencia de que se tratara de un alto líder
criminal. Por eso enviaron sólo a una camioneta hasta el sitio. Los
infantes llegaron a las 13:30 horas hasta el parque y fue cuando Lazcano y otro
sujeto, de nombre Adalberto Rodríguez Rodríguez, presunto jefe de plaza en
Progreso, se subieron de inmediato a una camioneta y arrancaron. Rodríguez iba
al volante y "El Lazca" de copiloto. De acuerdo con las fuentes, en medio
de la persecución, el ex militar logró bajarse del vehículo, con un rifle de
asalto AR-15, que traía acondicionado con un dispositivo lanzagranadas. Logró
disparar una granada que hirió con una esquirla a uno de los marinos. Su
ataque no alcanzó para disuadir a sus persecutores ni lograr huir, pues fue
muerto al tercer impacto de bala. Uno fue en la cintura, otro en el abdomen y el
mortal le entró por la nuca. Lazcano no llevaba ninguna identificación,
al parecer cargaba con un teléfono celular que estaba apagado. Su presunto
cómplice llevaba una credencial que lo identificó como Adalberto
Rodríguez. A las 14:00 horas terminó la refriega y los marinos
solicitaron el apoyo de la Procuraduría de Justicia del estado, cuyos agentes
ministeriales y peritos arribaron al lugar de los hechos hasta las 20:00 horas
del domingo. Es decir, el personal naval estuvo en espera seis horas con los
cadáveres. La no intervención de la SIEDO en las diligencias iniciales
era por el desconocimiento de que se trataba del número 1 de "Los
Zetas".Luego de que la Marina entregara los cuerpos, éstos fueron
trasladados hasta las instalaciones de la Funeraria García, en Sabinas. La
Armada se retiró, sin saber quién era el sujeto sin identificaciones, aunque ya
se habían levantado sus huellas dactilares y fotografías. Denuncia
tardía De la Funeraria García un grupo de sicarios se los robaron 5
horas después de que fueran puestos en manos del Ministerio Público
local. El asalto en los servicios funerarios ocurrió alrededor de la 1:00
de la mañana del lunes, pero fue denunciado a las autoridades hasta las 8:00
horas.Una fuente federal dijo que a partir de la denuncia, comenzaron a
ser contrastados los registros dactilares levantados con los existentes en la
Plataforma México, donde estaban sus huellas desde 1998, cuando fue encarcelado
en Matamoros por transportar un cargamento de mariguana.
"Alrededor de
las 19:00 horas, la Procuraduría Estatal informó a la Armada que todo parecía
ser que era Lazcano, pero dijeron que había un problema, que no tenían el
cuerpo", dijo una fuente del Gobierno federal. En la Marina se dijeron
sorprendidos, porque pensaban que sus pesquisas llevarían primero a Miguel
Treviño Morales "El Z-40" y su hermano Omar "El Z-42", quienes según la
inteligencia naval están escondidos en la misma zona donde cayó
Lazcano. "Estamos ya muy cerca de 'El 40', nosotros pensábamos que
primero caería Treviño, antes que Lazcano, pero resultó al revés", dijo un
funcionario. Mientras que en un comunicado, precisa que el capo nació en
1975 y su estatura es de 1.60 metros. Sin embargo, estos datos difieren con la
ficha de la página electrónica de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA)
que señala que nació en 1974 y mide 1.76. Al respecto, anoche, fuentes de
la Armada indicaron que los datos que difundieron son los que proporcionó
directamente la Procuraduría de Coahuila, que fue la responsable de hacer el
levantamiento del cadáver y cruzar los datos que permitieron
identificarlo. El Gobierno de EU reaccionó ayer con cautela ante la
noticia de la muerte de "El Lazca". Los voceros de la Casa Blanca y el
Departamento de Estado señalaron que esperarán más información de las
autoridades mexicanas. Suspenden juego... por
balacera Heriberto Lazcano Lazcano, "El Lazca", fue abatido por
efectivos de la Marina cuando, como cualquier otro aficionado de este poblado,
presenciaba un juego de beisbol. Eran las 13:00 horas del domingo cuando
el equipo local jugaba contra el representativo del municipio de Juárez y, a
bordo de una Ford Ranger blanca, doble cabina, acompañado del escolta, Mario
Alberto Rodríguez, hizo acto de presencia el jefe de Los Zetas. Nadie
reparó en los dos desconocidos. "El Lazca" y su escolta cometieron un
error: se retiraron del lugar y, minutos después, regresaron al graderío. Quizá
fueron a traer cervezas. "Ellos llegaron en una camioneta", dijo un
testigo que estuvo en el parque. "Estuvieron viendo el juego de beisbol un rato
y luego se retiraron. Como que estaban comiendo, tomando". Pasaron unos
20 minutos cuando el vehículo de los delincuentes regresó al lugar y los dos
ocupantes bajaron para seguir viendo el partido desde las gradas. "Las
armas estaban atrás de la camioneta, en la cabina. Desde afuera se podían ver,
pero la gente le daba más importancia al partido de beisbol", señaló el
entrevistado, vecino de esta población de 3 mil 500 habitantes, ubicada a 280
kilómetros al norte de Saltillo. Alertados por una denuncia anónima sobre
hombres armados, de pronto efectivos navales llegaron al parque. La gesta
deportiva se desarrollaba con tranquilidad, cuando se escuchó un
granadazo. "Luego la gente vio que llegaron los marinos y comenzaron los
'tracalazos'", relató un testigo. Los balazos acabaron con el juego,
mientras el pánico se apoderó de aficionados y peloteros. Unos corrían,
otros se tiraban pecho a tierra y no faltó quien corrió al monte en busca de
refugio. "El Lazca" y su escolta emprendieron la huida, alcanzaron a
abordar su vehículo, tomar sus armas y, en medio de la lluvia de balas de los
elementos de la Marina, intentar repeler el ataque, narró un habitante de esta
comunidad. Luego de 20 minutos de refriega en la que los balazos se
escucharon hasta la plaza principal, distante 800 metros, el capo así como su
escolta quedaron muertos al lado de la camioneta. Fue hasta las 21:00
horas de ese domingo que los dos cuerpos fueron trasladados a una funeraria de
Sabinas, Coahuila, por órdenes de un agente del Ministerio Público, de donde
--unas cuatro horas después-- fueron robados por un comando armado. Hasta
la mañana del martes, los pobladores se enteraron que los dos aficionados que
nadie conocía eran el capo de Los Zetas y su escolta.
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