Mientras
tanto, la heroína mexicana invade el mercado estadunidense/J.
JESÚS ESQUIVEL
Revista Proceso # 2056, 26 de marzo de 2016…
La
cocaína y la mariguana dejaron de ser drogas de consumo masivo en Estados
Unidos. Las sustituyeron la heroína y las metanfetaminas. Y, según un informe
reciente de la DEA, la heroína producida en Guerrero y el Triángulo Dorado es
la que domina la mitad occidental de ese país. Pero hay un nuevo fenómeno:
cárteles mexicanos –el de Sinaloa a la cabeza– han empezado a incursionar en la
mitad oriental, dominada por asiáticos y colombianos, con quienes ya empezó una
guerra de baja intensidad.
El
informe a los legisladores, cuya copia tiene Proceso, explica que, para el
mercado de consumo de heroína en Estados Unidos, el país se divide en dos
regiones, una a cada lado del río Mississippi.
La
emergencia en Estados Unidos, y especialmente en el gobierno de Obama, por el
nivel de consumo de heroína, se sustenta en lo poco que han podido lograr para
detener el tráfico internacional de las drogas. La cocaína y la mariguana
dejaron de ser enervantes de preferencia entre los consumidores estadunidenses.
La heroína y las metanfetaminas son desde hace ya casi una década las drogas
más usadas.
El
informe de la DEA al Comité de la Cámara de Representantes recoge las últimas
cifras recopiladas por la Encuesta Nacional sobre Salud y Consumo de Drogas
(NSDUH) de 2014. Ese año el gobierno federal estadunidense registró que 6.5
millones de personas mayores de 12 años consumían drogas psicoterapéuticas
(pastillas para el control de dolores, tranquilizantes, estimulantes y
sedantes) sin tener ninguna justificación médica.
“Este
número de casos representa 24% de los 27 millones de personas consumidoras de
drogas ilícitas. En junio (de 2014) se reportó que aproximadamente 435 mil
estadunidenses consumieron heroína”, revela el informe de la DEA sustentado con
las estadísticas de la NSDUH.
En
perspectiva, y para exponer a los legisladores la magnitud de la imparable
demanda de heroína, Milione acotó que en 2007 la DEA calculaba que había en
Estados Unidos 373 mil consumidores de heroína. En 2014 el número se elevó a
914 mil.
“El
año 2014 se registraron 47 mil muertes de personas por una sobredosis de
heroína, lo que aproximadamente quiere decir que 129 personas fallecen todos
los días por una sobredosis”, reportó Milione, alarmado, a los integrantes del
comité legislativo.
Ganancias
En
el mercado negro de Estados Unidos los opiáceos tienen un valor que supera
entre cinco y 10 veces su costo original, de acuerdo con los cálculos que hace
la DEA. Un opiáceo controlado (medicamentos que se venden únicamente con receta
médica) con mayor pureza cuesta más en las calles de cualquier ciudad de
Estados Unidos. Esto provoca que los cárteles de México, especialmente el de
Sinaloa, les disputen a los de Asia y Colombia el mercado de la zona este,
donde se consumen opiáceos de mayor pureza y que cuestan mucho más que un tiro
de cafecita o negrita.
En
el mercado negro, una pastilla o tableta que contiene hidrocodona –uno de los
opiáceos más comunes en medicamentos controlados– cuesta entre cinco y siete
dólares. Una pastilla o tableta que contiene la combinación de oxicodona y
acetaminofeno vale entre siete y 10 dólares. Drogas controladas con más poder,
como una tableta o pastilla de 30 miligramos de oxicodona o de oximorfona,
cuesta de 30 a 40 dólares en el mercado negro.
Estos
precios en el mercado de la región este de Estados Unidos han generado una
creciente demanda de heroína negrita y cafecita, no obstante que el Cártel de
Sinaloa, según la DEA, tampoco quiere perder la rebanada del pastel de consumo
de una heroína más potente o de mayor pureza y de los opiáceos manipulados o
combinados.
“Las
muertes por sobredosis de heroína están subiendo a un nivel alarmante y casi se
han triplicado desde 2010 a la fecha. En la actualidad, la heroína que se vende
al menudeo (en las calles) cuesta menos y es más potente que la heroína que se
consumía hace dos décadas.
“Esta
droga llega principalmente por la frontera sur y es producida con gran
sofisticación por las poderosas organizaciones del crimen transnacional, como
lo es el Cártel de Sinaloa. Estas organizaciones con base en México son
extremadamente peligrosas, violentas, y siguen siendo las principales
proveedoras de heroína a Estados Unidos”, sentencia el informe de la DEA.
La
“gran sofisticación” a la que se refiere el reporte de la DEA respecto a la
producción de heroína por parte de los cárteles mexicanos tiene que ver con la
cada vez más frecuente adicción de jóvenes a opiáceos como el fentanilo.
Cárteles
como el de Sinaloa, de acuerdo con lo que se desprende de las investigaciones
de la DEA recopiladas en el informe, le agregan a la heroína mexicana dosis de
fentanilo o el análogo de este opiáceo conocido como acetilo de fentanilo. El
efecto produce en los usuarios esta mortal combinación: es mayor la adicción y
hay más probabilidades de sobredosis.
“Esta
droga puede ser absorbida por la piel o inhalada, lo que dificulta en gran
nivel la capacidad de detección del opiáceo por parte de las agencias
federales, las autoridades locales y las dependencias de salud pública”, admite
y concluye la DEA.
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