"Te amo porque amas el sueño del futuro
y tiendes al espacio tu nombre como un arco...."Maruja Vieira
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Para ti no hay palabras.
Hay sólo mudas páginas en blancoy este lento caer
de las manos inútiles
que olvidaron y hallaron
letras
sueños
y árboles.
Hubo palabras antes.
Cuando el mar,
cuando el grito luminoso
de los últimos faros.
Para ti sólo hay tiempo,
no hay palabras.
Y el tiempo es infinito
ahora que te amo.
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Breve poema del encuentro
Me detengo a la orilla de la tardey busco las palabras olvidadas.
Los antiguos colores de la tierra,
la huella luminosa de los árboles.
Estás aquí. Sonríes a mi lado
bajo la rama azul que se deshace
en un pequeño cielo caminante.
Otra rama -de oro- está en mi mano.
Hablo contigo como siempre. Cálidas,
amorosas, las sílabas desgranan
un lento surtidor de agua tranquila
sobre el silencio de la piedra blanca.
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Agresiones
Defenderé tu rostro
y tu nombre
de los años que se amontonan
como piedras rotas.
Defenderé tu voz,
tus palabras,
de estos largos silencios
que pesan
sobre mis labios.
Defenderé tu luz
de esta sombra!
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Al final del camino
Sólo pido
tu rostro para el sueño.
Tu nombre dibujado
en los telones del recuerdo.
Me iré con ellos lejos,
a la ciudad tranquila de los lirios,
de las campanas y de las violetas.
El tiempo será largo como un río
y seguirá copiando el mismo cielo
eternamente.
Y eternamente clara, casi viva
tu sombra estará cerca.
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"...La noche será larga.
A la orilla del sueño
veré pasar las horas,
silenciosas y cálidas.
Mañana
vendrán a saludarme
los ladridos alegres
de mi perro.
Le diré que se calle,
que es domingo.
No hay que ir al trabajo
ni al colegio.
Despertará la niña
cantando. Nos iremos
los tres. Hoy es domingo
y sale la familia de paseo.
y se me habrá olvidado
por la noche
la tristeza.
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"....No fue un eco ni un sueño. Fue la brisa en al árbol
que me trajo tu acento con perfume de savia
y creció por mis venas y se fue deslizando
con temblor de caricias al llegar a mis manos.
Nada más....en la torre desgranó la campana
un rosario de tiempo claro, fino y distante.
Como niebla de aroma se quedó entre mis labios
la dulzura imposible de una frase: te amo.
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Clave mínima
Déjame tu recuerdo, el de esta hora.
No importa que te vayas.
Déjame este recuerdo
de la última hora del alba.
Estaba azul el monte esa mañana
azul. Eras hermoso
y yo te amaba.
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"...Ahora estoy frente a mí, frente a mi nombre,
con la fría y terrible sensación de regreso
que conocen los náufragos.
Pero escucho una risa y unos alegres pasos.
Todo no se ha perdido.
Aquí estoy otra vez, frente a la vida,
con el nombre de antes.
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Exilio
Mi patria eran tus manos,
tu mirada,
el suave temblor de tus labios.
Ya no tengo tu hombro
para mi cabeza rendida.
No tengo nada.
Veinte años de exilio,
amor mío,
veinte años sin patria.
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Huella
La huella
de tu mano.
Apenas una gota
de rocío.
suave trazo
de luz distante y pura
La huella
de tu mano.
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Letras de arena
Háblame. Al fin y al cabo
mis sueños están hechos de palabras.
Tus palabras.
Las que nunca me has dicho y están vivas
con fuerza de memoria verdadera.
Vivas como en el fondo transparente
las estrellas marinas.
Como el recuerdo tuyo que me sigue
y voy llevándolo.
Sin que lo aparte un cielo distinto ni una ola,
ni siquiera la sombra de otro cuerpo.
Escucha....El mar enreda
sus dedos verdes en los arrecifes.
Es como si tu voz estuviera buscándome
sin encontrarme y sin que yo la encuentre.
Desde lejos
viene a azotarme el rostro tu silencio.
#
Luz de septiembre
En la luz de septiembre
estoy buscándote.
Era una madrugada de campanas
que me ilumina todavía el alma.
Todo el amor del mundo
inundaba tus ojos.
Era un claro septiembre
de azahares.
Tu mano, firme y cálida,
en mi mano.
Tus labios en mi frente
¡y todo era tan frágil!
Como un hilo de sol
entre la lluvia.
como el perfume
de una rosa blanca.
Sobre mi cobardía
y mi derrota
gira el mundo implacable.
Te seguiré buscando,
con el amor de siempre,
en mi septiembre
solitario.
#
Más que nunca
Porque amarte es así de dulce y hondo
como esta fiel serenidad del agua
que corre por la acequia derramando
su amorosa ternura sobre el campo.
Te amo en este sitio de campanas y árboles,
en esta brisa, en estos jazmines y estas dalias.
La vida y su belleza me llegan claramente
cuando pienso en tus ojos bajo este cielo pálido.
Sobre la yerba limpia y húmeda mis pisadas
no se oyen, no interrumpen el canto de los pájaros.
Ya la niebla desciende con la luz de la tarde
y en tu ausencia y mi angustia más que nunca te amo.
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Poema del amanecer
Es la hora de las campanas,
cuando se cierran los abismos.
Con la luz de la madrugada
vuelven al mundo los caminos.
Vuelve el murmullo de los árboles,
el silencio de las espigas.
Vuelven las manos lentamente,
hacia las páginas del libro.
Vuelve la realidad perfecta
de tu presencia sin olvido.
#
Siempre
Siempre regresas.
Para ti no hay tiempo
ni tiene oscuros límites la tierra.
Siempre vuelves.
Y siempre estoy aquí, esperando tus manos,
llenándome de sueños como de lluvia un árbol.
No hay nada diferente. Todo es igual y puro
cuando vuelves.
No han pasado los días ni he sufrido. Estoy sola,
con el corazón limpio como una fuente nueva.
Tengo otra vez palabras y caminos
y contigo regresan las brisa y las estrellas.
Regresan las campanas y los pájaros,
me devuelves la música, el murmullo
de los ríos lejanos,
la claridad del monte,
la perfecta verdad de que te amo.
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¿Sola?
Tus ojos
vinieron a mirarme
en esta hora
oscura y áspera.
Yo me creía sola
pero estabas aquí.
El amor
le arrancó tu mirada
a la muerte.
#
Tarde, flores y río
Amor mío...
Ruedan estas palabras
en mitad del estruendo
del agua.
Amor mío...
como antes
deja caer sus flores amarillas
el árbol, nuestro árbol.
Por la orilla del río
camino lentamente,
buscándote.
Estás aquí. Lo sé.
He venido con la certeza de encontrarte
en la huella de la luz
sobre la piedra,
en la canción lejana,
en la torre encendida
de la tarde.
Amor mío
distante.
#
Yo te amo
La sombra. Y el camino interminable.
El vacío que imita la forma de tus brazos.
El monótono ruido de la lluvia en el aire.
Con la espiga y la estrella,
con la piedra y el árbol,
con todo lo que guarda la verdad de la tierra
esta noche te amo.
Por lo que vive y canta.
Por los campos arados.
Por la mano de un niño, por su llanto,
por su eterno milagro.
Te amo porque amas el sueño del futuro
y tiendes al espacio tu nombre como un arco.
Maruja Vieira Poeta colombiana nacida en Manizales en 1922...
Lleva más de sesenta años de activa carrera literaria durante los cuales ha publicado quince libros de poesía, uno en prosa y varias columnas en diversos periódicos colombianos y venezolanos. Es miembro de Numero de la Academia Colombiana de la Lengua y miembro Correspondiente Hispanoamericana de la Real Academia Española. Ha sido Secretaria General del PEN Club.
Sus cátedras de Literatura, Periodismo Cultural y Relaciones Públicas las ejerció en varias universidades colombianas, entre las que se cuentan la Universidad Central y la Universidad de la Sabana, en Bogotá.Sus méritos literarios y académicos han sido honrados con diversos premios.
Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, portugués, alemán, griego, húngaro y gallego.
De los libros que ha publicado hasta la fecha merecen destacarse:«Sombra del amor», «Palabras de la Ausencia, «Mis propias palabras», «Tiempo de vivir», «Campanario de lluvia», y «Los poemas de Enero».
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