El gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, concedió el pasado sábado a su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel la Orden Mexicana del Águila Azteca en el grado de collar, la máxima distinción otorgada a extranjeros, en el marco de la suscripción de un acuerdo bilateral de cooperación en temas de salud.
La condecoración se realizó durante un acto oficial en el estado de Campeche, y responde a la que Díaz-Canel otorgó a AMLO en mayo de 2022, cuando recibió la Orden José Martí, la más alta distinción del país isleño, en el Palacio de la Revolución.
"Honra siempre llegar a la patria de Benito Juárez, de quien escribió Martí valoraciones tan sentidas y profundas que no hay cubano que no lo reconozca como uno de los grandes de nuestra América", dijo Díaz-Canel antes de su condecoración.
En un documento publicado el viernes en el DOF, el gobierno mexicano señaló que el reconocimiento a Díaz-Canel en grado de collar, correspondiente a jefes de Estado, se debe a su labor en el fortalecimiento “de las relaciones de amistad y cooperación entre México y Cuba”.
Como parte de estas acciones, en el texto se mencionan el envío a México de médicos y enfermeras para apoyar durante la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19...
¿Qué es la Orden Mexicana del Águila Azteca?
La Orden es la distinción que el gobierno de México otorga a extranjeros para reconocerles “servicios prominentes” o en correspondencia a honores de que sean objeto funcionarios del país.
Según esta, el reconocimiento se otorga en el grado de collar a jefes de Estado.
Entre los mandatarios que han recibido esta insignia en grado de Collar están el fallecido expresidente de Cuba Fidel Castro (recibida en 1988); la expresidenta de Chile Michelle Bachelet (otorgada en 2007), el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (a quien se otorgó en 2007, durante su primer período); la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner (en 2008); el expresidente de Chile Sebastián Piñera (concedida en 2011); Juan Manuel Santos (también en 2011); la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff (a quien se reconoció en 2015), y al expresidente de Argentino Mauricio Macri (mientras era mandatario en 2016).
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El tema en la columnas , hoy
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Templo Mayor/ REFORMA;
POCAS VECES se le ve tan contento a Andrés Manuel López Obrador como el sábado que condecoró, abrazó y festejó a su amigo, el dirigente cubano Miguel Díaz-Canel. El presidente mexicano estaba dichoso al lado del mandatario que llegó al poder por herencia, no por las urnas.
EL SUCESOR de Fidel y Raúl Castro tiene el récord de que 300 mil mujeres y hombres han huido de Cuba hacia Estados Unidos, tan sólo en 2022. A él le colgó al cuello el collar de la Orden del Águila Azteca.
La misma condecoración que México le concedió a Nelson Mandela, ahora también la tiene el Presidente del régimen en el que no existen partidos de oposición y las protestas ciudadanas están proscritas y son perseguidas por la policía.
FELIZ, muy feliz estaba López Obrador al lado de Díaz-Canel. Cada quien sus modelos a seguir.
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Confidencial/ El Financieroi.
Reproche con fundamento
Tremendas críticas levantó la condecoración del Águila Azteca que le otorgó el presidente López Obrador a su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel. Los reclamos llegaron de todos los sectores, no sólo desde los que se oponen al gobierno, sino también desde voces que lo han apoyado, como es el rechazo que publicó la escritora Sabina Berman. Pero esta condecoración también deja una pregunta en el aire: ¿a cambio de qué se reconoce al dirigente cubano, acusado –entre muchas otras cosas– de tener encarcelados a decenas de presos políticos?
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La Tiranía condecorada/Jesús Silva-Herzog Márquez
en REFORMA
Hace unos meses, el Presidente abrió el Palacio Nacional para que un propagandista de la dictadura cubana pronunciara el lema abominable: "Patria o muerte". Con su aplauso, el presidente mexicano daba la bienvenida a esa consigna que hace de la lealtad al totalitarismo requisito de sobrevivencia. Con el disfraz del heroísmo y del sacrificio, el régimen da órdenes de muerte. Por eso la disidencia le ha arrebatado ese rótulo para cantar "Patria y vida".
No más mentiras / Mi pueblo pide libertad, no más doctrinas / Ya no gritemos patria o muerte sino patria y vida / Y empezar a construir lo que soñamos / Lo que destruyeron con sus manos.
Que no siga corriendo la sangre / Por querer pensar diferente / ¿Quién le dijo que Cuba es de ustedes? / Si mi Cuba es de toda mi gente.
"Sesenta años trancado el dominó", cantan los disidentes. Pero en la isla no se vale andar bailando discrepancias y escapar de la lógica del martirio, la persecución de los disidentes y el fusilamiento de los traidores. Nada contra la revolución. Nada contra el régimen. La lógica que articuló Castro en un famoso discurso es estrictamente totalitaria: "Dentro de la revolución todo; contra la revolución nada". Ese sigue siendo, más de sesenta años después, el principio represivo del régimen cubano. No hay derecho a la expresión crítica, a la organización independiente, a la estructuración del pluralismo. Nada de trastocar la consigna del Che Guevara, "Patria o muerte". Corear alegremente que hay vida fuera del régimen es un delito y se castiga con prisión. Así ha sido. Los artistas que cantaron el himno de la discrepancia han sido encarcelados por el delito de ultraje a los símbolos patrios, por difamación de héroes. Siguen presos.
El gobierno mexicano homenajea al represor con la máxima presea que puede dársele a un extranjero. Era difícil ensuciar más el Águila Azteca después de que el gobierno de Videgaray se la concedió al yerno de Trump, pero lo ha logrado Andrés Manuel López Obrador, dándole la medalla al representante de una podrida tiranía. Díaz-Canel, el hombre al que el gobierno mexicano homenajea, ha intensificado en los últimos años la represión a los disidentes y, en particular a los creadores. Cientos de jóvenes en las cárceles por cometer el crimen de protestar. Quienes cantan o escriben, quienes hacen performance, quienes se juntan sin pedir permiso son enemigos de la revolución, es decir, traidores y delincuentes. Para justificar la persecución, el régimen repite los calificativos que ha usado desde hace seis décadas: son agentes del imperialismo, se han vendido a la política de odio contra Cuba, están financiados por los yanquis, sirven a los intereses de Miami.
En su halago al dictador, López Obrador se traga, completo, el alegato del déspota. No habla de la represión en Cuba ni de la ausencia de libertades políticas porque eso sería "intervencionismo". Pasa por alto detalles insignificantes como el que, desde el triunfo del castrismo, no haya habido en Cuba elecciones libres. Y, sin embargo, el Presidente hace suya la retórica que invoca el régimen represor. La revolución no hace más que defenderse de los contrarrevolucionarios. Acosado por el imperialismo, el régimen no ha tenido otra opción que cancelar todas las voces independientes y enjaular a quienes no celebren las bondades de la revolución. La dictadura es un ejemplo para el mundo, el totalitarismo castrista es un faro de dignidad continental. La longevidad del totalitarismo es signo de la dignidad de un pueblo.
Con el Águila Azteca, el gobierno de México agradece el envío de médicos cubanos. Pero este intercambio está lejos de ser una muestra de solidaridad. Se trata de una práctica deplorable que Naciones Unidas califica como "trabajo esclavo". Otra cosa que el régimen mexicano decide ignorar: los profesionales de la salud que vienen de Cuba carecen de los derechos elementales y al darles la bienvenida, el gobierno mexicano se hace cómplice del despótico capataz.
López Obrador sigue venerando el mito de la Revolución Cubana como si no supiéramos la pesadilla en que se convirtió. Puede cerrar los ojos a la represión, a la ausencia de libertades elementales, a la catástrofe que vive ese país y que ha provocado el peor éxodo de su historia porque le ayuda a atizar su discurso antiliberal. Digo antiliberal. No antineoliberal.
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Cuba, el oscuro objeto de deseo de la 4T/Jorge Fernández Menéndez
Razones
Excelsior,
No sé si el presidente López Obrador sigue pensando que éste es el mundo de los años 60 y 70, de los años de la Guerra Fría. Si ya no se entendía el otorgamiento de la Orden del Águila Azteca en grado de Collar (el más alto existente de esa condecoración) al presidente cubano Miguel Díaz-Canel (en su tercera visita de Estado en cuatro años a México), menos se comprende el anuncio de la creación de un frente internacional de apoyo a Cuba.
“Le ofrezco al presidente Díaz-Canel, dijo el presidente López Obrador, que México va a encabezar un movimiento más activo para que nos unamos todos los países y se defienda la independencia, la soberanía de Cuba. Nada de darle trato de país terrorista o ponerlos en la lista negra de supuestos terroristas: es un pueblo y un gobierno profundamente humano”. ¿De verdad?
Vamos por partes. ¿Por qué condecorar al presidente Díaz-Canel? Supuestamente por el apoyo brindado por Cuba a México durante la pandemia. No sé cuál ha sido ese apoyo. Cuba envió médicos a México, pagados generosamente por nuestro gobierno al cubano, un ingreso que no llegó a los médicos, sino al gobierno que los envía como mercancía. No eran necesarios, pero qué bueno que fueron contratados, como podrían haberlo sido más médicos mexicanos, pagados con el sueldo que se le otorgó al gobierno cubano por ellos (unos 60 mil pesos mensuales, más del doble de lo que reciben los médicos que trabajan en nuestro país en el sector público) o de cualquier otro país del mundo, pero se decidió que fueran cubanos, para darle apoyo a Cuba en un momento de profunda crisis económica y política de ese país, junto con otras medidas, como cancelar la deuda que Cuba tenía con México. No quedó claro tampoco si todos eran médicos (porque no hay registro de ellos) o algunos eran profesionales en otros menesteres.
¿Qué otros apoyos? Pues bien, México le compró a Cuba nueve millones de dosis de la vacuna Abdala, que no está reconocida internacionalmente y que sólo se ha aplicado en ese país, en Vietnam y en Venezuela. La vacuna no ha sido aprobada por la OMS ni por la FDA estadunidense y fue destinada a niños de 5 a 11 años, y en diciembre pasado se comenzó a aplicar como vacuna de refuerzo para adultos. Pero apenas se han aplicado 400 mil dosis, porque la gente desconfía, con razón, de la Abdala, lo mismo que los especialistas que sostienen que esa vacuna no es la adecuada para usarse como refuerzo, porque está dirigida a la cepa original y no protege contra las variantes actuales.
Lo importante es que no estamos hablando de ninguna donación, como sí donó, millones de vacunas, el gobierno de los Estados Unidos, sino de una compra al gobierno cubano de una vacuna que no está certificada internacionalmente y que en el resto del mundo no se ha utilizado. O sea, que hemos condecorado a Díaz-Canel por habernos vendido médicos (sí, porque son objeto de venta, no de contratos personalizados) y vacunas que no tienen mercado.
Pero si eso es incomprensible, lo del bloque proCuba lo supera. El riesgo para México no es que se declare a Cuba como patrocinador de organizaciones terroristas (que desde hace algunos años ya no lo es), sino que los cárteles del narcotráfico mexicano sí sean catalogados en esa categoría. Se olvida que el bloqueo económico a Cuba se ha convertido en una coartada para justificar el fracaso político, económico y social de un gobierno que lleva 64 años ininterrumpidos en el poder. El bloqueo implica que distintas empresas de Estados Unidos no pueden negociar con Cuba, aunque existen numerosas excepciones a ello. Para 2020, por ejemplo, los principales socios comerciales de Cuba fueron Venezuela, China, España, Canadá, Rusia, México, Países Bajos, Italia, Francia, Alemania y los propios Estados Unidos, de acuerdo con cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba.
Se trata de un autoaislamiento. El fracaso económico absoluto es su propia responsabilidad de una gestión desastrosa en todos los ámbitos, incluyendo la salud y la educación, que en los primeros años de la revolución tuvieron un alto valor como bandera de la misma. Tampoco, como dice el presidente López Obrador, que jamás se ha atrevido a reclamar por el respeto a los derechos humanos en Cuba, se trata de un gobierno humanista. Estamos hablando de un gobierno que en 64 años no ha permitido elecciones, que es gobernado por una casta burocrática endogámica, que no permite ningún tipo de disidencia u organización opositora, ni la más mínima libertad de expresión y que tiene en sus cárceles a centenares de opositores, y más de dos millones de cubanos se han exiliado o emigrado: casi la cuarta parte de la población.
Dice el canciller Marcelo Ebrard que no espera ninguna reacción de Washington por el llamado a crear este bloque de apoyo a Cuba. Al mismo tiempo que López Obrador condecoraba a Díaz-Canel en Campeche, el presidente Biden recibía en la Casa Blanca al presidente de Brasil, Lula da Silva, para trabajar, dijeron, por la democracia y la prosperidad de la región. Si ésa no es una reacción, no sé qué entienden por ella. Con un dato adicional: el intercambio entre México y EU es de 750 mil millones de dólares al año y las remesas suman otros 58 mil millones. El que tenemos con Cuba es de apenas 200 millones de dólares al año.
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El discurso suena muy bien, la realidad es otra/Leo Zuckermann
Juegos de poder
Excelsior,
Este fin de semana, el presidente López Obrador entregó la Orden del Águila Azteca, la más alta distinción del Estado mexicano a un extranjero, al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. El asunto, como era de esperarse, causó controversia. Por un lado, la izquierda mexicana, que todavía admira la Revolución de Fidel Castro, lo aplaudió a rabiar. Por el otro, los críticos de una Revolución que devino en una brutal dictadura, lo reprobaron.
Soy de los segundos. No me gusta que nuestro Presidente distinga a un dictador que reprime a su pueblo y tiene sumido a su país en la pobreza. A estas alturas del siglo XXI es inaudito que todavía existan personas que defiendan a los hermanos Castro y a su heredero, Díaz-Canel.
La evidencia del fracaso revolucionario en la isla caribeña es abrumadora.
Los que todavía apoyan a la dictadura cubana argumentan que las penurias se deben a lo que ellos denominan como “el bloqueo” estadunidense. El propio López Obrador habló de él este fin de semana y se comprometió a ayudar a levantarlo.
En realidad, el bloqueo no existe. Lo que hay es un embargo, y limitado. El único momento en que las fuerzas armadas de Estados Unidos bloquearon a Cuba fue en 1962 para impedir el arribo de armas nucleares soviéticas en un territorio que se encuentra a 150 kilómetros de la súper potencia americana. Una vez resuelta la crisis de los misiles, Estados Unidos levantó el bloqueo y continuó con el embargo.
Dicha sanción, a consecuencia de la expropiación de propiedades estadunidenses por parte de la Revolución cubana y la instalación de un régimen comunista, ha cambiado a lo largo del tiempo. Hoy siguen existiendo restricciones económicas para que los estadunidenses compren, vendan, gasten e inviertan en Cuba, pero sí hay un comercio limitado, sobre todo de exportaciones de alimentos de EU a la isla.
El embargo, claro que ha afectado a la economía cubana. Hay múltiples estudios empíricos que así lo demuestran. También estoy convencido de que el embargo ha sido un fracaso rotundo para castigar y derrocar a la dictadura revolucionaria. Por el contrario, le ha dado una fuente de legitimación enorme al régimen castrista. El pretexto es perfecto: todos los problemas de la isla son por culpa del maldito bloqueo estadunidense, no por la ineficacia del sistema comunista.
El problema, como se ha señalado en infinidad de ocasiones, es que resulta muy difícil terminar con el embargo. La anticastrista comunidad cubana de Florida es muy influyente en la política de Florida, uno de esos estados donde siempre se decide la carrera presidencial en EU. Por un tema de política interna, se torna casi imposible cambiar una estrategia fallida. Así, los castristas siguen gozando de la justificación perfecta para mantener la represión y pobreza en Cuba, incluyendo los amigos del régimen dictatorial como AMLO.
Suena muy bien el discurso de levantar el bloqueo. Pero la realidad es que no es un bloqueo, sino un embargo y, además, con dicho argumento se legitima a una de las peores dictaduras que hay en el hemisferio americano.
López Obrador y todos los que aplaudieron como focas a Díaz-Canel en Campeche deberían leer el reporte de Amnistía Internacional sobre Cuba. Aquí un párrafo:
“Tras las históricas protestas de julio (de 2021), las autoridades cubanas encarcelaron a muchos centenares de personas que habían participado en ellas, de las cuales casi 700 permanecían en prisión al concluir el año. Las autoridades intensificaron su maquinaria de control de la libertad de expresión y de reunión con medidas de vigilancia física de activistas de los derechos humanos, artistas y periodistas —a quienes, además, sometieron a arresto domiciliario, detención arbitraria, violaciones del debido proceso y, en algunos casos, malos tratos—, al tiempo que interrumpían el servicio de internet”.
Otra cosa que suena muy bien es la importación de médicos cubanos a México para ayudar en el deteriorado sistema sanitario. La realidad es otra.
De acuerdo a un informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de 2020, el programa de personal médico cubano asignado al exterior está lleno de abusos y violaciones: “1) pago por parte del personal médico, entre 75% y 90% de su salario al gobierno cubano, 2) jornadas laborales de hasta 64 horas semanales, 3) acoso sexual en contra de mujeres médicas y 4) castigo frente a deserción de la misión por tres a ocho años de prisión”.
La CIDH lo ha considerado como una forma de trabajo forzado, una especie de esclavitud moderna.
Este fin de semana se anunció que México contratará más médicos cubanos. Suena bien la ampliación de esta “misión solidaria”. La realidad es que llegarán a nuestro país más personas que vivirán como esclavos modernos.
Twitter: @leozuckermann
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Dictador condecorado
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
en REFORMA
"Nada soportaremos que se le haga
a Cuba porque sentiríamos
que se nos hace a nosotros
mismos". José López Portillo, 1980
El presidente López Obrador concedió este 11 de febrero el Águila Azteca al gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel. No es la primera vez que se entrega la máxima condecoración del Estado mexicano a un dictador. En 1954 Adolfo Ruiz Cortines la invistió en el sanguinario Rafael Trujillo de la República Dominicana. En 1975 Luis Echeverría condecoró al sha de Irán, Mohammad Reza Pahleví. Miguel de la Madrid la confirió el 1o. de noviembre de 1988 a Fidel Castro, quien un mes después pagó el favor al acudir a la inauguración de Carlos Salinas de Gortari, para dar legitimidad a su elección ante la izquierda.
La Orden Mexicana del Águila Azteca se concede por servicios prominentes a la nación mexicana o a la humanidad. En el caso de Díaz-Canel, su "servicio a la nación" ha sido mandar a México médicos cuyos sueldos se pagan al gobierno cubano, no a los facultativos, y vendernos vacunas sin certificación internacional a un precio no divulgado. Los "servicios a la humanidad" son preservar una dictadura iniciada hace 64 años.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que, a noviembre del año pasado, Cuba era el país con más presos políticos, 1,034, en el continente. Más de 600 sentencias, algunas por más de 30 años de cárcel, se han dictado contra quienes participaron en las protestas del 11 de julio de 2021. El cardenal Beniamino Stella, enviado del papa Francisco, pidió el 8 de febrero al gobierno cubano aceptar la petición de la Iglesia de liberar a los presos. "Es importante que los jóvenes que en un momento manifestaron su pensamiento de la forma que conocemos puedan volver a sus casas"
Díaz-Canel llegó a Campeche el sábado en un avión venezolano. Al recibirlo AMLO recordó que el barco Granma zarpó de Tuxpan con Castro y sus revolucionarios "para liberar a Cuba de la dictadura de Batista". Olvidó decir que Castro fundó una nueva tiranía.
Las autoridades cubanas presumen un país exitoso. Reportan un producto interno bruto per cápita de 9,499.6 dólares en 2020, apenas debajo de los 10,045.7 de México en 2021. Calculan, sin embargo, la cifra en dólares a un tipo de cambio oficial muy lejano del verdadero, con lo cual la multiplican artificialmente. Cuba es el único país de América que no publica índices de pobreza o desigualdad. En un informe a la Cepal en 2019, el gobierno afirmó que solo 6.8 por ciento de su población vivía en "precariedad", pero rechazó el criterio internacional que fija la pobreza extrema en un ingreso de 1.90 dólares al día con el argumento de que su país tiene salud, educación, cultura y deportes gratuitos.
En contraste, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos afirma que 72 por ciento de la población cubana vive en pobreza extrema, con menos de 1.90 dólares diarios. Aunque los servicios médicos son nominalmente gratuitos, 56 por ciento de los usuarios deben dar un pago o un regalo para ser atendidos. Ocho de cada diez no consiguen en las farmacias los medicamentos que necesitan. Las libretas de racionamiento solo permiten comprar alimentos para 10 días del mes.
Cientos de miles tratan de huir del paraíso. Entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 un total de 224,607 cubanos, 2 por ciento de la población, fueron detenidos tratando de ingresar ilegalmente a Estados Unidos, contra 39,303 del mismo período anterior (cbp.gov). No es culpa del embargo comercial de un solo país, sino de la dictadura cubana, a cuyo tirano AMLO rindió homenaje con el Águila Azteca.
· PRECIOS
El 14 de mayo de 2021 Jesús Ramírez explicó en Twitter que "La inflación en EU es mayor a la de México por la política de nuestro país de garantizar precios bajos de los energéticos... Así se protege la economía popular". Hoy la inflación en México es mayor, pero no ha mandado un tweet para explicar por qué.
www.sergiosarmiento.com
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Desplumada
Manuel J. Jáuregui
en REFORMA
Nuestra Águila Azteca luce ahora un tanto desplumada, pues el hecho de que hoy cuelga sobre el pecho de un tirano magnicida, de un OPRESOR, de un sádico verdugo de las libertades del pueblo cubano, resulta toda una vergüenza.
No nos sorprendería si un amigo de la infancia del niño Andrés Manuel revelara que al ver la película "El Santo contra las Momias", Obradorito le iba a las momias.
Eso nomás para ser "diferente" de todos los demás niños.
Ahora ya de adulto (mayor), se alinea -por ser diferente- con los equivalentes modernos de las momias: con los dictadores comunistas de América Latrina, Díaz-Canel, Ortega, Maduro, etcétera.
Pero no sólo premia al dictador cubano, dejado por los Hnos. Castro para seguir oprimiendo al pueblo cubano, esto con la máxima condecoración del Gobierno mexicano a un extranjero, una normalmente reservada para gente de bien, que ha aportado grandes cosas a la sociedad mexicana, que ha destacado en el campo de la ciencia o la enseñanza, sino que aprovecha la ocasión -una vez más- para unirse en coro para despotricar contra Estados Unidos.
Al menos política y diplomáticamente el Presidente López se alinea así sólidamente con la runfla de la América Latrina, no con gente valiosa, gran Presidente y hombre de bien ejemplar representante de la izquierda atinada como Pepe Mujica, sino con los DÉSPOTAS, con los que encarcelan disidentes, con los que torturan y asesinan.
Muestra así el señor López su "verdadero yo", el tiranito que trae dentro, el socialista desatinado que quiere ser.
Muy transparente nos parece es la jugada que se traen Díaz-Canel y López: encontrar pretextos para que México envíe recursos a la quebradísima Cuba, sosteniendo así su despótico régimen que ha aplastado todas las libertades del pueblo cubano.
Los tiranos mencionados, con la ayuda del aspirante a serlo nuestro, forman así una especie de Club de Espantapájaros quesque para enfrentar la hegemonía e injerencia norteamericana en la región.
Lo peor es que todos los caprichos políticos personales de este nuestro señor López los realiza a nombre del pueblo mexicano, dizque en nuestra representación.
Ello siendo que el pueblo mexicano no comulga con la dictadura cubana, ni quiere vivir como los cubanos, quienes viven tan fregados que tienen que soportar el racionamiento hasta del papel higiénico.
Este "cubanismo" que despliega López es una fantasía personal, un devaneo de su muy peculiar imaginación, una que no comparte el pueblo mexicano.
La represión brutal que ha realizado en Cuba el condecorado huésped que recibió en Campeche el señor López ha sido condenada por el mundo entero, o por lo menos por sus países más avanzados.
Resulta un demérito para nuestra diplomacia que México se desviva por darle acogida a un gobernante tan censurable e impresentable en buena compañía.
Tanto que hasta el avión venezolano en el que vuela Díaz-Canel está colocado en la lista negra del Departamento del Tesoro norteamericano, específicamente la Oficina de Control de Activos Extranjeros.
Avión que ha estado involucrado en misiones inmencionables con países proscritos (por terroristas), como IRÁN, país con el que Maduro tiene tratos censurables.
Vuela pues MUY BAJO nuestro Presidente López, por más que él pretenda vestir estas pifias diplomáticas como gran muestra del "humanismo" mexicano.
Si hubiese tal cosa, den por seguro, estimados lectores, que no estaría de ninguna manera relacionado con la tiranía cubana, que en todos los términos conocidos por el ser humano moderno está total y completamente reñida con el "humanismo", pues INHUMANA es.
Y de ello atestiguan los miles de PRESOS POLÍTICOS en esa isla encadenada, que son torturados y obligados a vivir en condiciones infrahumanas.
Ambos, López y Díaz-Canel vociferaron contra el "bloqueo" económico de Estados Unidos.
Primero que nada no es bloqueo, es una cuarentena de no negocios con naciones violatorias de los derechos humanos.
Lo que no dicen ni dijeron, ni López ni Díaz, es que siempre ha estado en manos de los Castro y su hijo putativo Díaz-Canel levantar ese bloqueo.
Todo lo que requieren hacer es realizar ELECCIONES LIBRES en Cuba.
Algo que rehúsan hacer y siempre han rehusado aceptar.
¿Por qué?
Porque bien saben que si hubiese elecciones libres, el pueblo cubano los pondría de patitas en la calle a la primera de cambios.
¡Están iguales!
Ni López ni Díaz quieren dejar el poder y para conseguirlo están dispuestos a cualquier cosa, claro, todo con el pretexto de "defender al pueblo", que en los hechos es lo que menos les importa.
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