Noche
del viernes 17 de junio de 2016-
Intervención
del Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Senador Roberto
Gil Zuarth:
Licenciado
Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Señor
Presidente de la Cámara de los Diputados.
Cada
una en nuestras trincheras, en la pluralidad que define los nuevos tiempos de
nuestro país, pero sobre todo con una visión de largo plazo, una visión de
Estado, una visión de futuro.
Desde
aquellos académicos que pusieron en sus escritos y estudios en la agenda
pública la necesidad de reformar profundamente el modelo de justicia penal, las
organizaciones de la sociedad civil que se dieron a la tarea de convencer y de
motivar ese debate público, a los Legisladores que aprobaron esa Reforma
Constitucional, a las Administraciones Federales, estatales, que la han asumido
como prioridad, al Poder Judicial, que ha hecho su parte en la tarea.
Todos
y cada uno de los aquí presentes, quienes hoy estamos aquí, quienes nos
antecedieron, han hecho esa parte de contribución a una nueva realidad de
justicia en nuestro país.
Es
un cambio profundo, un cambio que implica una nueva forma de impartir justicia
en nuestro país; de comprender el derecho, de razonar el derecho y también de
construir el derecho.
El
nuevo modelo de Justicia Penal es mucho más exigente para las autoridades, que
el anterior. Es más exigente porque no da cuartada a la insuficiencia
institucional, a la ineficacia, a la falta de probidad, o a la determinación de
una autoridad por impartir justicia.
El
debido proceso es una regla que exige mucha calidad de todos los operadores
jurídicos, que le exige mucho a los policías, que le exige mucho a los
ministerios públicos, que le exige muchos a los abogados defensores, que le
exige mucho a los jueces.
Es
una nueva regla en la forma en la que se debaten los casos penales, pero
también en la que se imparte la justicia y se restablece nuestra convivencia.
Ha
llegado el momento en que entre en vigor este nuevo modelo de Justicia Penal.
Ha llegado el momento en el que nuestro nuevo sistema sea tangible para los
ciudadanos en todo el país.
Pero
también ha llegado el momento de cuidar este avance institucional, de cuidar el
sistema, no solamente con una actitud absolutamente determinada porque funcione
este modelo, sino haciendo bien la tarea que cada uno tiene.
Es
un reto mayúsculo. Tenemos riesgos del otro lado de la puerta. El riesgo a la
deslegitimación social de un sistema que se perciba insuficiente para resolver
el reclamo de justicia y resolver también la exigencia de combatir y abatir la
impunidad.
Es
el momento de cuidar el sistema, dando seguimiento a la forma en la que aplica,
corrigiendo lo que se tenga que corregir en las leyes o en la operación; estar
continuamente pendientes y vigilantes de que cada quien haga la parte que le
corresponde.
Ese
es el nuevo reto que tiene el Estado mexicano. El Estado mexicano, porque es
ésta una política auténticamente de Estado, que no conoce filiaciones
partidarias ni origen ideológico. Es una política de Estado, creada con la
intención de dar a nuestros ciudadanos la justicia pronta y expedita que requieren
y que nos exigen.
Enhorabuena
a todos por esta primera etapa, pero, sobre todo, que venga para México la
decisión de todos de seguir avanzando en la construcción de instituciones de
Estado de Derecho, en la que tengan vigencia los derechos de todos, y en la que
cada vez tengamos una mayor fortaleza institucional.
Esa
es la tarea que tenemos, porque eso es lo que nos están exigiendo los
ciudadanos.
Por
su atención, muchísimas gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario