19 jun 2016

Fue “El Mochomito“, no “El Chapo“ Isidro, como se dijo

Señalan a “El Mochomito”, sobrino de El Chapo, como autor del ataque contra casa de su madre
Una vivienda baleada por el comando, en La Tuna. Foto: Especial 

ANABEL HERNÁNDEZ, reportera
APRO, 19 JUNIO, 2016
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Alfredo Beltrán Guzmán El Mochomito, hijo mayor de Alfredo Beltrán Leyva y sobrino de Joaquín Guzmán Loera El Chapo Guzmán, declaró la guerra al líder del Cártel de Sinaloa en La Tuna, el corazón de su territorio en el Triángulo Dorado que por décadas había sido un sitio intocable y seguro para él y su familia.
 De acuerdo con información obtenida por Proceso de testigos  directos de los hechos, el comando de más 50 hombres armados vestidos de negro y encapuchados que atacó la mañana del pasado sábado 11 la ranchería de La Tuna, en Badiraguato,  Sinaloa e irrumpió violentamente en la hacienda de Consuelo Loera, madre de El Chapo, actuó bajo las órdenes de El Mochomito y no de Isidro Meza Flores El Chapo Isidro como se había informado en los primeros reportes sobre los hechos.

Se pudo confirmar que en el momento del ataque la madre de Guzmán Loera se encontraba en el lugar bajo el cuidado de una mujer que ayuda en las tareas de la casa. El comando ingresó al domicilio, apuntó con un arma a la persona que cuidaba a la señora Consuelo y le quitaron su teléfono, mientras que a la madre de El Chapo le exigieron las llaves de la casa, le robaron unas cuatrimotos y cortaron el internet para dejarla incomunicada.

El asalto a la hacienda duró unos minutos y después el comando salió para balear y quemar las casas aledañas. Mientras el grupo armado atacaba a los otros habitantes de la ranchería, Consuelo Loera y la mujer que la cuidaba lograron huir a bordo de una avioneta que despegó de una de las pistas clandestinas que hay en el lugar.
 “Todos los que andan cometiendo los ataques gritan y dicen que son de los Beltrán Leyva y que van de parte de El Mochomito”, narró a Proceso uno de los testigos, lo cual se interpreta como una clara declaratoria de guerra. Se afirma que durante los siete días posteriores al ataque, el comando siguió en La Tuna, La Palma y Arroyo Seco intimidando a la población que salió huyendo del lugar. Y que fue hasta este sábado 18 de junio que el Ejército llegó a La Tuna.
Quienes han visto a Consuelo Loera, señalan que aún se encuentra muy nerviosa por lo sucedido, pero que no fue lesionada y el hecho no ha tenido impacto en su salud.
Según se pudo confirmar esta semana Joaquín Guzmán Loera, quien se encuentra recluido en el Cefereso número 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua a la espera de su extradición, fue enterado sin muchos detalles del ataque contra su madre y la ranchería. Se afirma que reaccionó con preocupación.
Proceso obtuvo fotografías exclusivas de La Tuna, donde ocurrió el ataque. En ellas se ven varias casas rafagueadas con arma de fuego, también balearon vehículos y hasta el letrero de bienvenida a La Tuna.
De acuerdo con los testimonios, en La Tuna fueron asesinados tres hombres, en la ranchería de Arroyo Seco fueron victimados otros dos y el comando quemó el cuerpo de un hombre de la cintura para abajo y actualmente se encuentra hospitalizado en Culiacán con un estado de salud delicado.
“En La Tuna, de una de las casas sacaron a la señora y le prendieron fuego al lugar para que su hijo saliera. Cuando salió, lo mataron frente a la viejita”, narró uno de los testigos.
“El Mochomito”
Beltrán Guzmán, de 24 años, es hijo mayor del capo del cártel de los Beltrán Leyva, quien fue extraditado a Estados Unidos en noviembre de 2014 y está sujeto a proceso penal en la Corte de Distrito de Columbia.
Beltrán Guzmán es sobrino directo de El Chapo Guzmán. Su abuelo es Ernesto Guzmán, hijo de Emilio Guzmán Bustillo, padre de El Chapo. Su madre es Patricia Guzmán Núñez, sobrina del líder del Cártel de Sinaloa.
Ernesto Guzmán fue ejecutado el año pasado en el Triángulo Dorado. Durante años El Mochomito, quien ordenó el ataque a la casa de la madre de Joaquín Guzmán Loera, era considerado como uno más del clan Guzmán Loera y acudía a las reuniones familiares y lo llamaban Tito.
“Soy Alfredo Tito a mí me dicen muchos, soy hijo del señor Alfredo Beltrán, es mi padre yo por él daría mi vida, y él por mí haría lo mismo sin pensar”, señala uno de los corridos dedicados al hijo del capo.
“En La Palma nacieron estos recuerdos, de consejos de mi tata y mi papá, hoy soy hombre y nunca olvido aquellos tiempos, en mi mente siempre los he de llevar, el apoyo hasta la fecha yo lo tengo, también cuento con mi tío Joaquín Guzmán”.
“Los caballos es algo que a mí me gustan, al ritmo de un buen corrido han de bailar, también tengo un gran gusto por las pistolas, si se ocupa también las sé disparar, la sangre en mis venas se me alborota, cuando un norteño empieza a tocar”.
“Es bonito tener gente de confianza, amistades con las que puedas contar, saludos un fuerte abrazo compa Neto, también para los menores firme están, mini lic sabe que lo aprecio y a mis primos Iván y Alfredo Guzmán”.
“La experiencia se me ha dado con el tiempo, los contactos y socios son seriedad, hoy trabajo muy a gusto y me paseo, me respetan aunque sea corta mi edad”, reza el corrido.
Ahora dentro de la familia hay una guerra en ciernes al interior de la familia Guzmán.
Los Beltrán Leyva y los Guzmán Loera no sólo eran familiares sino socios en el mega cártel llamado La Federación. De acuerdo con expedientes de la PGR, fue el propio Arturo Beltrán Leyva El Barbas, quien por años enviaba a El Chapo el dinero para sobornar a los funcionarios públicos del penal de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco, y para comprar a altos funcionarios del gobierno federal, lo cual permitió su escape de la prisión en enero de 2001.
Tras su salida El Chapo, los Beltrán Leyva, Ismael El Mayo Zambada, Ignacio Coronel Aispuro, Vicente Carrillo Fuentes y Juan José Esparragoza Moreno El Azul crearon la llamada Federación en el que confluían las organizaciones criminales y territorios de todos los socios y así creció el poder de Guzmán Loera quien al frente de la Federación se convirtió, según el gobierno estadunidense, en el narcotraficante más poderoso del mundo.
En enero de 2008, tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva en Culiacán, Sinaloa, estalló una guerra interna entre la Federación. Los Beltrán Leyva, Carrillo Fuentes y Los Zetas, crearon una alianza e inició una sangrienta guerra que provocó más de 60 mil muertos en México en medio de una cruenta batalla por territorios como Ciudad Juárez, Chihuahua.
La detención de Héctor Beltrán Leyva en 2014, quien se había quedado como cabeza del cártel familiar, había debilitado a la organización criminal que quedó en manos de El Chapo Isidro. Los hijos de los Beltrán Leyva no habían asumido un papel importante dentro de la organización, hasta ahora que emerge el liderazgo de El Mochomito.
Según la investigación realizada, dentro de la familia Guzmán Loera existe gran preocupación no sólo por el ataque ocurrido sino porque la batalla se da en el seno de la propia familia en un hecho sin precedente.

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