14 jun 2006

Comunicado de ETA, hoy


Comunicado de ETA a la opinión pública francesa

Euskadi Ta Askatasuna se dirige a las Instituciones del Estado francés y a la opinión pública francesa para comunicarles sus reflexiones sobre las responsabilidades que incumben al Estado francés en el conflicto que vive el País Vasco y sobre el papel que debería jugar el Gobierno francés en la resolución de dicho conflicto.

Un conflicto que perdura

La historia del País Vasco está estrechamente vinculada a la construcción del Estado francés, un Estado que se constituyó a golpe de espada y en detrimento de los pueblos que hoy se encuentran integrados en su seno. Esta realización, vivida como la cuna de la Libertad por el pueblo francés, significó la muerte lenta y programada de los pueblos oprimidos, entre otros muchos la del Pueblo Vasco.

Desde la Revolución francesa de 1789 y en nombre de la Libertad, de la Igualdad y de la Fraternidad, las instituciones francesas no cesaron de aplicar una política de opresión y de asimilación metódica en las provincias vascas de Labourd, de la Baja Navarra y de Soule. Todo lo que no era francés tenía que desaparecer. Desde entonces, el único pueblo y la única lengua que existen oficialmente en Francia son el pueblo francés y la lengua francesa. El País Vasco no existe, y los derechos de los ciudadanos vascos son sistemáticamente pisoteados.

Durante todas estas décadas, los ciudadanos vascos han tenido que sufrir los mecanismos de la uniformización diseñada por las instituciones jacobinas. Unas instituciones que se dedicaron especialmente a destruir por todos los medios todo lo que podía representar la lengua vasca y nuestra identidad. La escuela republicana, instaurada por Jules Ferry, se dedicó de una manera especial a esta sucia tarea, como lo atestiguan las vejaciones y humillaciones sufridas por los escolares del País Vasco. La lucha contra las lenguas fue un medio temible para forjar la nación francesa.

El diseño del Estado francés para el pueblo vasco se vio impulsado por la política de asimilación desarrollada al mismo tiempo por el Estado español. Esta connivencia tuvo como corolario el trozeamiento del territorio vasco y la imposición de una frontera y de una administración cuya única vocación era asimilar para siempre al pueblo vasco. Dividido y vejado, el pueblo vasco no pudo constituirse libremente como nación. No pudo decidir libremente su forma de organización interna ni sus relaciones con los Estados francés y español.

Todavía hoy, Francia no ha roto con su pasado jacobino y sigue siendo uno de los países más centralizadores y reaccionarios a la hora de reconocer la existencia de los pueblos. El Gobierno francés persiste en pisotear sistemáticamente los derechos elementales de los ciudadanos y del pueblo vasco. El conflicto sigue en vigor y no cesa de ser alimentado por la intransigencia del Gobierno francés.

La respuesta del Pueblo vasco
Cada una de estas agresiones destinadas a aniquilar al pueblo vasco chocó con la resistencia popular. Siglos de jacobinismo y de colonización no consiguieron hacer desaparecer del mapa del mundo nuestra cultura, nuestra lengua y nuestra identidad nacional.

Siglos de asimilación forzada a la República no consiguieron debilitar tampoco nuestra sed de reconocimiento como Pueblo, porque la antorcha de la lucha por la dignidad se fue transmitiendo de una generación a otra. El Pueblo Vasco está bien vivo gracias al compromiso y a la entrega de los ciudadanos vascos en pro del reconocimiento de nuestros derechos más elementales.

Hoy, la sociedad vasca apoya y reivindica el reconocimiento institucional de Soule, Baja Navarra y Labourd en un marco institucional que nos permita decidir y construir el futuro del País Vasco sin injerencia alguna de los Estados francés y español.
El desprecio expresado por el Estado francés

El País Vasco no es reconocido. Hasta ahora, la actitud del Gobierno francés ha consistido en faltar sistemáticamente a su palabra y poner en marcha una serie de falsos instrumentos, cuyo objetivo es cortocircuitar la cuestión del reconocimiento del País Vasco. Es obligado constatar que tanto el Gobierno francés como los diputados elegidos bajo su tutela sólo han mostrado desprecio y un rechazo total a las reivindicaciones sostenidas por la población de Labourd, de la Baja Navarra y de Soule.

Pero, al no ser suficiente el rechazo categórico a las reivindicaciones populares, el Gobierno francés decidió romper también una serie de proyectos alternativos puestos en marcha por numerosos movimientos y asociaciones con el apoyo y la contribución de la sociedad vasca. El procedimiento arbitrado por el Prefecto de los Pirineos Atlánticos contra Euskal Herriko Lanorantza Ganbera –la Cámara de agricultura del País Vasco- habla a las claras de las intenciones reales del Gobierno francés.

Dicho esto, cada vez que el Gobierno francés declara que no existe "un problema vasco" en Francia, no sólo roza el ridículo, sino que muestra, además, el nivel de desprecio que siente por el Pueblo Vasco. Es tan absurdo declarar que no hay "problema vasco" en Francia como negar la existencia del País Vasco. Eso se debe al hecho de que el Gobierno francés no tiene intención alguna de abordar los problemas planteados por el conflicto ni reconocer al País Vasco.

Finalmente, el problema crucial para el Gobierno francés es precisamente que se encuentra ante un pueblo al que no fue capaz de hacer desaparecer ni de asimilar en el regazo uniforme de la República. Es cada vez más evidente que el Pueblo Vasco no tiene futuro en el marco institucional y jurídico del Estado francés.

Siendo así las cosas, las actuaciones del Gobierno francés nos parecen de una gran irresponsabilidad. Al rechazar toda posible salida a las reivindicaciones populares y al oponerse a cualquier avance en la vía del reconocimiento del pueblo vasco, el Gobierno francés asume la grave responsabilidad de prolongar y de extender el conflicto.

Reconocimiento y respeto de los derechos del Pueblo vasco

El Gobierno francés tiene que respetar por encima de todo los derechos fundamentales del País vasco. Y entre ellos, el reconocimiento del Pueblo Vasco como entidad diferenciada.

Parece esencial conseguir las competencias necesarias para detener el declive económico, social, demográfico y lingüístico de Labourd, de la Baja Navarra y de Soule. Hay que avanzar ya en la puesta en marcha de un nuevo marco institucional que pueda garantizar el futuro del País Vasco y el respeto de los derechos de los pueblos.

Las instituciones del Estado francés tienen que dejar ya de despreciar al pueblo vasco. Y sobre todo, tienen que aceptar, una vez por todas, las reivindicaciones de la sociedad vasca. Y tienen que reconocer los Derechos de los pueblos y de las lenguas.

El Estado francés tiene que dejar de ser una prisión para los pueblos oprimidos y convertirse en un Estado que garantice los derechos de los pueblos. Para eso, tendrá que respetar la decisión y la voluntad expresada por el Pueblo Vasco.

Llamamiento al Gobierno francés Euskadi Ta Askatasuna lanza un llamamiento expreso al Gobierno francés para que se comprometa en la vía del diálogo y de la negociación, con el fin de resolver el conflicto que persiste en el País Vasco.

Los objetivos de esta negociación deben ser la búsqueda de una solución democrática, asi como la de las modalidades de aplicación de dicha solución. La citada solución tendrá que tener en cuenta los orígenes del conflicto, pero también sus consecuencias. En este sentido, ETA hace pública su disposición a iniciar un proceso de diálogo que nos acerque a la resolución del conflicto.

La única vía posible que permite arreglar los conflictos y no alimentar los ciclos de enfrentamiento es la negociación. Por eso, pedimos al Gobierno francés que abandone la vía de la represión, que ponga punto final ya a todas las agresiones hacia los ciudadanos vascos y hacia el País Vasco en su conjunto.

El Gobierno francés tiene que contribuir a la concreción y al avance del proceso que se abre en este preciso momento en el País Vasco. Para ello, debe comprometerse a reconocer los derechos del Pueblo Vasco.

El Gobierno francés no puede contentarse con ser un mero espectador en el proceso de resolución del conflicto del País Vasco. Dado que él contribuye a hacer perenne el conflicto en el País Vasco, tarde o temprano tendrá que participar activamente en su resolución. Hacemos un llamamiento al Gobierno francés para que no eche en saco roto la oportunidad que se presenta.

Llamamiento a la opinión pública francesa

El conflicto que enfrenta al Estado francés y al Pueblo Vasco ha sido ocultado durante mucho tiempo y desnaturalizado. Y lo mismo sigue sucediendo hoy. Se trata de la lógica de la ocultación deliberada y orquestada por las instituciones francesas con la colaboración de la prensa bienpensante.

El conflicto vasco es un tabú en Francia. El tratamiento de los acontecimientos es selectivo y la mayoría de las veces se queda reducido a la difusión de crónicas represivas o de las actividades de ETA.

Advertimos a los que piensan que el hecho de ocultar el conflicto vasco lo va a hacer desaparecer. Mientras el Estado francés no reconozca los derechos del Pueblo Vasco el conflicto perdurará.

Por eso, lanzamos un llamamiento a la opinión pública francesa, para que se comprometa en apoyar y respetar el proceso para el reconocimiento y el respeto de los derechos del Pueblo Vasco, y para que se oponga a la política represiva diseñada por el Gobierno francés.

También apelamos a la sociedad francesa para pedirle expresamente que no siga colaborando con la política de colonización del territorio del País Vasco. Política que consiste en apropiarse de las tierras en detrimento de los habitantes del País Vasco, que, por eso mismo, se ven obligados a abandonar su país.

Por último, queremos aprovechar esta ocasión para transmitir nuestros saludos más calurosos a todas y todos los que han apoyado y apoyan activamente la lucha por la liberación del Pueblo Vasco. A pesar de que la solidaridad es un gesto que se tiende a ocultar, nosotros, los militantes, no olvidamos los hechos y los gestos de solidaridad que recibimos.

Compromiso de ETA
Euskadi Ta Askatasuna recuerda que el alto al fuego decretado el 24 de marzo de 2006 sigue en vigor.

La voluntad y el compromiso de ETA son las de actuar para que el proceso en curso llegue a su fin. Y estamos esperando hechos y gestos en esta dirección.

Para resolver este conflicto que perdura se trata, ante todo, de restablecer la justicia en el País Vasco y construir la paz reconociendo los derechos del Pueblo Vasco. Este es, pues, el deseo de ETA.

Gora Euskal Herria Askatuta

Junio 2006, País Vasco

Euskadi Ta Askatasuna

E.T.A

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