18 jun 2006

Nuevo libro de Ron Suskind


Fuentes oficiales estadounidenses revelaron que terroristas de Al Qaeda iban a lanzar un segundo atentado con gas letal en el metro de Nueva York, pero el plan fue cancelado en el 2003, a sólo 45 días antes de ejecutarse, por órdenes del número dos de la red terrorista: el egipcio Ayman al Zawahiri.

El plan de Al Qaeda está descrito en un nuevo libro llamado The One Percent Doctrine (La Doctrina del Uno Por Ciento), escrito por Ron Suskind quien asegura que la cancelación fue porque el atentado no iba a resultar lo suficientemente terrible para los planes de la organización. “Al Qaeda pensaba que la segunda oleada de ataques debía ser aún más destructiva y perjudicial que el 11-S. ¿Por qué? Porque así se crearía una curva ascendente de terror y expectación a la espera del tercer atentado. El miedo, el terror es el objetivo principal de la estrategia de Al Qaeda”, asegura Suskind en una entrevista en la revista Time, que publica extractos de su libro.

¿De dónde obtuvo esa información Suskind?
Según señala en el libro, los servicios de inteligencia estadounidenses contaban con un espía - un topo- en Al Qaeda, que fue el que informó de los planes de atentar en 2003. En un relato amplio y detallado en información, Suskind construye los meses anteriores a que se desmontara el complot contra el metro de Nueva York.

El libro dice que un confidente reveló la trama del cianuro cuando se disgustó con los dirigentes de Al Qaeda, y vinculó el plan al agente más alto del grupo terrorista en Arabia Saudita. El agente después fue muerto a tiros por las autoridades de ese país.

Siempre se ha dado por hecho que EE UU nunca ha tenido ningún topo de importancia dentro de Al Qaeda. "No es cierto", sostiene el autor en su libro. "Al menos no era cierto a principios de 2003. Existía una fuente en Pakistán que tenía fuertes conexiones con el alto mando de Al Qaeda..,llamémosle Alí". Alí será quien informe al presidente de EE UU, George W. Bush, de que Al Qaeda ha decidido cancelar el ataque terrorista. Alí colaboró con Washington porque como otros veteranos dentro de la red terrorista creía que Bin Laden nunca debía de haber atacado a EE UU.
El libro también afirma que el gobierno de EE UU descubrió los planes del método ideado en la computadora de un ciudadano de Bahrain arrestado en febrero del 2003, y pudieron construir un modelo funcional. Y el presidente Bush ordenó alertas cuando se lo mostraron, y cuando se informó que Al Zawahiri había cancelado el plan, Bush expresó temores de pudiera avecinarse algo más destructivo y dañino que lo del 11 de septiembre.
El plan de Al Qaeda era utilizar un medio rudimentario, pero efectivo: unos frascos de vidrio llenos del mortífero gas en varios vagones del metro; el artefacto es realmente sencillo, fácil de ocultar y de activar que liberaría cianuro de hidrógeno, un gas letal de efecto rápido que ya fue usado por los nazis en los campos de exterminio. Para obtener ese gas, basta con mezclar adecuadamente cianuro sódico, un componente de algunos venenos contra las ratas, con un ácido. Una concentración de 300 partes por millón en el aire es suficiente para matar a una persona en unos minutos.

Por el momento, el FBI ha rechazado confirmar las informaciones vertidas en la obra de Suskind. Bill Carter, un portavoz del FBI, dijo que la agencia no haría comentarios sobre los extractos publicados, y ayer en el programa Face the Nation de la cadena CBS, Tony Snow, el secretario de prensa de la Casa Blanca, expresó: "no quiero ni negar ni confirmar ese artículo''.
Otros casos de atentados en el metro.
En julio de 1997, la policía de Nueva York, informada por un inmigrante egipcio, hirió y capturó a dos individuos, ambos de origen palestino, por una confabulación para poner una bomba en la concurrida estación de metro de Atlantic Avenue, en Brooklyn. Uno de los dos recibió sentencia de cadena perpetua, y el otro sólo quedó convicto de poseer una tarjeta de inmigración falsa.
En octubre del 2005, la policía colocó numerosos agentes de seguridad en las estaciones de trenes después de haber recibido información de que se sospechaba de un plan de colocar bombas en coches de bebés. Aunque la información al parecer fue falsa, el alcalde Michael Bloomberg y el comisionado de policía Ray Kelly dijeron que era lo suficientemente creíble como para merecer acción y alertar al público y para aumentar la seguridad del sistema metropolitano de trenes, ahora se usan en Nueva york más de 1,000 cámaras de vigilancia, y se planea instalar 2,000 más para el 2008.
Ataque en el metro de japón.
A las 8 horas del 20 de marzo de 1995, varios miembros de la secta denominada La Verdad Suprema colocaron paquetes contenidneod gas neurotóxico leta sarín en diversas estaciones del metro en el centro de Tokio; dicho incidente dejó 12 personas muertas y cinco mil 500 resultaron intoxicadas. El gurú Shoko Asahara - con 10 mil seguidores en japón y 30 mil en Rusia- fue detenido junto con decenas de seguidores, un mes despues, le encontraron armas y equipo para producir gases toxicos.
El grupo trataba de instaurar una monarquía cuyo dictador supremo hubiera sido Asahara y quería que Japón fuera “la nación de la verdad suprema”, en la cual hubiera recibido el título de emperador-monje santo, mientras que el emperador Akihito hubiera perdido su título, al convertirse en un simple ciudadano. Sus planes incluían la disolución del Parlamento y la transferencia de Tokio al pie del Monte Fuji.

1 comentario:

Fred Alvarez Palafox dijo...

Analistas de la CIA han señalado que el mensaje grabado de Osama Bin Laden en la víspera de las elecciones presidenciales de 2004 ayudó al presidente George W. Bush a ganar estos los comicios, según indica un pasaje del libro “The One Percent Doctrine”

Ron Suskind recoge información de responsables de la CIA que estaba basada en informes clasificados. Según el autor, estaba claro que la intención del mensaje de Al Qaida era permitir a Bush permanecer en el poder.

“El 29 de octubre de 2004, sólo cuatro días antes de las elecciones presidenciales norteamericanas, el líder de Al Qaida, Osama Bin Laden, publicó un video atacando a George W. Bush. Esto permitió a los partidarios de Bush manifestar que la diatriba suponía “un apoyo de Osama a John Kerry, el candidato demócrata”.

Sin embargo, tras el telón, los analistas de la CIA han llegado a la conclusión opuesta: que Osama Bin Laden quería que Bush ganara la reelección.

Sunkind señala que los analistas de la CIA han pasado años analizando los discursos del líder de Al Qaida y de su mano derecha, Zawahiri, y han concluido que Osama Bin Laden sólo habla “cuando hay en juego razones estratégicas.”

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