24 jun 2008

Alvaro del Portillo a los altares

Este jueves 26 de junio, en el Palacio del Laterano, el cardenal Camillo Ruini presidirá la sesión de clausura del proceso diocesano sobre la vida y las virtudes del Siervo de Dios Álvaro del Portillo (1914-1994), obispo y prelado del Opus Dei.
Ese mismo día, la Iglesia celebra la memoria litúrgica de san Josemaría, fundador del Opus Dei, informa un comunicado emitido por la prelatura personal.
El proceso se abrió el 5 de marzo de 2004.
El actual Prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, fue reconocido por la Congregación para las Causas de los Santos como obispo competente para instruir la causa de canonización de su predecesor.Sin embargo, monseñor Echevarría pidió al cardenal Ruini que se nombrase un tribunal en el Vicariato de la Diócesis de Roma para que recibiera su testimonio y el de algunos otros testigos.
El resto de testigos han sido escuchados por el tribunal de la Prelatura en Roma o por tribunales de sus diócesis de residencia.
La Biblia es referencia para la civilización, aclara el arzobispo Ravasi
La Biblia "es uno de los puentes de referencia capitales no sólo para la fe sino también para nuestra propia civilización", considera el arzobispo Gianfranco Ravasi.
El presidente del Consejo Pontificio para la Cultura estuvo en Portugal el pasado viernes, donde pronunció, en la Universidad Católica Portuguesa, una conferencia titulada "La Biblia, ‘Gran Código' de cultura occidental".
Según el arzobispo italiano, la Biblia está presente en la cultura occidental, "como componente estructural del campo artístico, ético y social".
"‘Las Sagradas Escrituras son el universo sobre el que la literatura y el arte occidentales actuaron hasta el siglo XVIII y, en gran medida, todavía actúan'", citó el arzobispo, utilizando palabras del crítico literario Northrop Frye.
Monseñor Ravasi subrayó que, durante siglos, "la Biblia ha sido una inmensa gramática o un repertorio iconográfico, ideológico y literario al que ella se atiene constantemente, ya sea a nivel de alta cultura o a nivel de aquella popular".
El arzobispo apuntó tres modelos que representan "este inmenso influjo". En primer lugar, está el "reinterpretativo o actualizador: se asume el texto o el símbolo bíblico que es releído en el interior de coordenadas histórico-culturales nuevas y diversas".
En ese punto, monseñor Ravasi presentó el ejemplo de la figura de Job, que, "después haber sido convertido por el Arte Sacro en una imagen del Cristo paciente, se transforma en paradigma de la condición humana en Kierkegaard".
Otro modelo sería "el que elabora los datos bíblicos de manera desconcertante y que podemos definir como degenerativa. En la propia historia de la teología y de la exégesis, se han verificado frecuentemente desvíos y deformaciones hermenéuticas".
En este caso, el texto bíblico corre "el riesgo de ser reducido a un fondo tenue sobre el que se tejen nuevas tramas y nuevos significados, fenómeno que sucede con muchas otras figuras bíblicas", afirmó.
Un tercer modelo, "el transfigurativo", aparece cuando "el arte consigue frecuentemente hacer visibles resonancias secretas del texto sagrado, transcribiéndolo en toda su pureza, haciendo germinar potencialidades que la exégesis científica sólo conquista con mucha fatiga o, incluso, ignora del todo".
En esta línea, según el arzobispo, emerge "la gran música que, en el periodo histórico que va del siglo XVII a los inicios del siglo XIX, superó muchas veces las artes figurativas como intérprete de la Biblia (Carissimi, Monteverdi, Schütz, Pachelbel, Bach, Vivaldi, Buxtehude, Telemann, Couperin, Charpentier, Haendel, Haydn, Mozart, Bruckner etc.)".
"Imagínese sólo lo que puede significar un oratorio como Jefté de Carissimi o Vísperas de la Bienaventurada Virgen de Monteverdi o una Pasión según Mateo de Bach o incluso, mirando a nuestros días, la Pasión según San Lucas de Penderecki o los Chichester Psalms de Bernstein", consideró.
Según monseñor Ravasi, para estudiar un caso, "específico y existencial", "bastaría seguir la suprema relectura que Mozart hizo de un salmo literariamente modesto, el brevísimo 117 (116), querido sin embargo para Israel porque proclama las dos virtudes fundamentales de la alianza que liga a Dios con su pueblo, esto es ‘veritas et misericordia', como dice la versión latina de la Vulgata utilizada por el músico o el ‘amor y la fidelidad', en una traducción más próxima al original hebreo".
"Y claro, el Laudate Dominum en Fa menor de las Vísperas Solemnes de un Confesor (K 339) de Mozart consigue recrear toda la carga teológica y espiritual, judía y cristiana del salmo, como no lo sabría hacer ninguna exégesis textual directa", destacó.
Al recordar que la Biblia es uno de los puntos de referencia para la fe y para la propia civilización, monseñor Ravasi citó palabras de Goethe, que "decía que el cristianismo es ‘la lengua materna de Europa'".
Por Alexandre Ribeiro, traducido del portugués por Nieves San Martín

Monseñor Flavio Capucci, Postulador de la causa, ha agradecido al tribunal del Vicariato el
trabajo desarrollado. Con esa ocasión, ha recordado que en 1978, cuando comenzó el proceso de san Josemaría, Mons. Álvaro del Portillo insistió en que, al pedir al Papa el inicio de la causa del Fundador, el Opus Dei no buscaba su propia gloria, sino la de la Iglesia. "Hoy -ha dicho Capucci- con todo el corazón hacemos nuestras esas palabras".
El próximo paso del proceso se dará cuando el tribunal de la Prelatura concluya las sesiones del proceso que instruye. Con el material que ambos tribunales hayan recogido, el Postulador elaborará la positio, que es una biografía del Siervo de Dios y un estudio de cómo ha vivido las virtudes cristianas en grado heroico.
En su momento, el Postulador enviará la positio a la Congregación para las Causas de los Santos para que sea estudiada.
Fuente: Agencia Zenit

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