6 ene 2012

El caso de Margarito Montes, de nuevo

Dos años y meses después.
Propuesta de Punto de Acuerdo en la Comisión Permanente, miércoles 4 de enero de 2012
Único. La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhorta respetuosamente a la Procuraduría General de la República para que en ejercicio de la facultad que le conceden los artículos 73, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 10 del Código Federal de Procedimientos Penales, atraiga la averiguación previa relacionada con el homicidio de Margarito Montes Parra y otras 14 personas, cometido en Cajeme, Sonora, el 30 de octubre de 2009, y realice las diligencias legalmente necesarias para que el Ministerio Público de la Federación pueda resolver si ejercita o no la acción penal contra quienes resulten presuntamente responsables.
Fue turnada a a la Primera Comisión de Trabajo.
El día 30 de octubre  de 2009 fue ejecutado por un comando en Cajeme, Sonora, el líder de la Unión General Obrero, Campesino y Popular (UGOCP), Margarito Montes Parra, y otras 14 personas más.
Según los primeros reportes de la Procuraduría de Sonora (PGJE), la matanza se perpetró en el rancho "Los Alamitos", ubicado en el kilómetro 26 de la carretera Hornos-Tesopaco, en el municipio sonorense de Cajeme. De acuerdo con la PGJE, el reporte se dio a las 15:50 horas, cuando se pidió el apoyo de elementos policiacos y Cruz Roja debido a que había personas heridas de bala.
El caso ha dormido todo este tiempo.
El 3 de de noviembre de 2009 el Senador Heladio Ramírez pidió un minuto e silencio
-¿Con qué objeto, senador Heladio Ramírez?
-(Desde su escaño): Señor Presidente, me permito poner a su atenta consideración este planteamiento. El día 30 de octubre en Sonora fue acribillado el líder campesino Margarito Montes Parra, junto con 14 personas que incluyen a su esposa, sus hijos, a sus nietos. Independientemente de que podamos estar de acuerdo o no con sus ideas, en lo que definitivamente no estamos de acuerdo, es en que la violencia solucione asuntos. Por este hecho, señor Presidente, me permito pedirle, en memoria de este luchador social, un minuto de silencio de esta Honorable Asamblea.
-EL C. PRESIDENTE ARROYO VIEYRA: ¿Se suma don Alberto Cárdenas?
-Se ruega a los presentes ponerse de pie.
(TODOS DE PIE GUARDAN UN MINUTO DE SILENCIO).
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Versión estenográfica de la sesión de la Comisión Permanente del miércoles 4 de enero de 2012
Presidente diputado Guadalupe Acosta Naranjo: Tiene la palabra el diputado Heliodoro Díaz Escárraga, para presentar proposición con punto de acuerdo por el que exhorta a la PGR atraiga la averiguación previa relacionada con el homicidio de Margarito Montes Parra y otras catorce personas, cometido en Cajeme, Sonora el 30 de octubre de 2009.
El diputado Heliodoro Díaz Escárraga: Con su permiso, señor presidente. La Unión General Obrero, Campesina y Popular, AC (UGOCP), es una organización no gubernamental constituida hace 25 años para organizar y coordinar a grupos, comités, sociedades y asociaciones de mujeres, de obreros, de campesinos, en fin, de la sociedad en su conjunto para mejorar sus condiciones y levantar luchas de reivindicación social históricas.
A lo largo de ese periodo, la UGOCP ha integrado comités regionales en muchas entidades federativas, ha cimentando su presencia y su participación en las luchas campesinas de manera importante en el área de Veracruz y Oaxaca.
El fundador de la UGOCP fue el ingeniero sonorense Margarito Montes Parra, para algunos un personaje controvertido y marginal, pero a quien deben reconocérseles sus indudables méritos de luchador social y su actuar congruente con su ideología y con sus particulares métodos.
Margarito Montes Parra, quien podría decirse, casi siempre vivió en la frontera de lo permisible y lo no permisible, de un código de justicia tomada por propia mano, de la confrontación con quienes consideraba adversarios de los desprotegidos, sufrió la pérdida violenta de casi toda su familia y de muchos de sus compañeros de acción. Hijos, hermanos, esposa, compadres perecieron asesinados, algunos lo precedieron, otros murieron junto a él.
El 30 de octubre de 2009, el líder de la UGOCP, junto con otras 14 personas, fue emboscado y muerto con armas de alto poder, al salir del rancho Los Alamitos, en Cajeme, Sonora. Hasta ahora, pasados más de dos años de sucedido el multihomicidio permanece impune.
La averiguación respectiva, a cargo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora, no reporta avances que permitan determinar quiénes fueron los autores materiales e intelectuales del crimen, mucho menos existen datos fehacientes que posibiliten su aprehensión y consignación ante el juez de lo penal competente para enjuiciarlos y sancionarlos.
Quince homicidios cometidos a plena luz del día, a la vista de varias personas, con armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, es una acción concertada, organizada y ejecutada por varios agentes –sicarios, sin duda– parece que engrosarán la larga lista de crímenes sin castigo que se cometen en nuestro país.
Ni la figura pública, ampliamente conocida de Margarito Montes Parra, ni las repercusiones mediáticas del suceso, ni las eventuales reacciones contestatarias de los militantes de la organización que éste fundó ni las exigencias de la sociedad han motivado lo suficiente al gobierno sonorense para que esclarezca los hechos y haga justicia.
Por todas estas razones, presento en comento punto de acuerdo:
Único. La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhorta respetuosamente a la Procuraduría General de la República para que en ejercicio de la facultad que le conceden los artículos 73, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 10 del Código Federal de Procedimientos Penales, atraiga la averiguación previa relacionada con el homicidio de Margarito Montes Parra y otras 14 personas, cometido en Cajeme, Sonora, el 30 de octubre de 2009, y realice las diligencias legalmente necesarias para que el Ministerio Público de la Federación pueda resolver si ejercita o no la acción penal contra quienes resulten presuntamente responsables.
No podemos seguir deambulando en la impunidad, sobre todo en los asesinatos de dirigentes sociales, políticos, pues mucho daño hacen a nuestra sociedad y a la estabilidad, sobre todo ahora que requerimos de tiempos de mesura y madurez por la coyuntura electoral que vamos a vivir.
Necesitamos que impere la justicia, que se aplique la ley. El gobierno federal tiene la palabra. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado Guadalupe Acosta Naranjo: Túrnese a la Primera Comisión de Trabajo. Y permítase unir mi voz a la exigencia de que esta investigación sobre la muerte de Margarito Montes Parra, a quien conocí personalmente, pueda de verdad llevarse a fondo, tener un resultado y castigar a los culpables.
La propuesta en la gaceta parlamentaria:
El suscrito, diputado del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, en ejercicio de la facultad conferida en el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a consideración de ustedes la proposición con punto de acuerdo siguiente:
Consideraciones
La Unión General Obrero, Campesina y Popular, AC (UGOCP), es una organización no gubernamental constituida hace 25 años para organizar y coordinar a grupos, comités, sociedades y asociaciones de mujeres, de obreros, de campesinos, de colonos, de profesionales, de productores rurales, de jóvenes y de adultos mayores que buscan mejorar sus condiciones de vida y para apoyar a los pueblos y a las comunidades indígenas en sus reivindicaciones históricas y en el respeto de sus costumbres y tradiciones.

A lo largo de ese periodo, la UGOCP ha integrado comités regionales en 19 entidades federativas, cimentando presencia, participación e influencia en diversos campos de la actividad social, económica y política de varias zonas del país. Por eso es hoy una de las organizaciones independientes más importantes del medio rural mexicano, principalmente de Veracruz, Oaxaca, Sinaloa y Sonora.

El fundador de la UGOCP fue el ingeniero sonorense Margarito Montes Parra, para algunos un personaje controvertido y marginal, pero a quien deben reconocerse sus indudables méritos de luchador social y su actuar congruente con su ideología y con sus particulares métodos para alcanzar la reivindicación social en la que creía y a la que dedicó toda su vida productiva.

En sus avatares, Margarita Montes Parra, quien, podría decirse, casi siempre vivió en la frontera de lo permisible y lo no permisible, de un código de justicia tomada por propia mano, de la confrontación con quienes consideraba adversarios de los desprotegidos, sufrió la pérdida violenta de casi toda su familia y muchos compañeros de acción.
Hijos, hermano, esposa, compadres perecieron asesinados. Algunos lo precedieron, otros murieron junto a él.
El 30 de octubre de 2009, el líder de la UGOCP, junto con otras 14 personas, fue emboscado y muerto, con armas de alto poder, al salir del rancho Los Alamitos, en Cajeme, Sonora.
Hasta ahora, pasados más de dos años de sucedido, el multihomicidio permanece impune.
La averiguación respectiva, a cargo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora, no reporta avances que permitan determinar quiénes fueron los autores materiales e intelectuales del crimen, mucho menos hay datos fehacientes que posibiliten su aprehensión y consignación ante el juez de lo penal competente para enjuiciarlos y sancionarlos.
Quince homicidios, cometidos a plena luz del día, a la vista de varias personas, con armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, en una acción concertada, organizada y ejecutada por varios agentes (sicarios, sin duda); parece que engrosarán la larga lista de crímenes sin castigo que se cometen en el país.
Ni la figura pública, ampliamente conocida, de Margarito Montes Parra, ni las repercusiones mediáticas del suceso, ni las eventuales reacciones contestatarias de los militantes de la organización que éste fundó ni las exigencias de la sociedad han motivado lo suficiente al gobierno sonorense para que esclarezca los hechos y haga justicia.
Simplemente, el órgano de procuración de justicia del gobierno de Sonora no ha podido hacer la tarea.
Por ello se impone que la Procuraduría General de la República, aunque tardíamente, ejerza la facultad de atracción que se desprende del texto de los artículos 73, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 10 del Código Federal de Procedimientos Penales, habida cuenta de que las autoridades federales podrán conocer de los delitos del fuero común cuando éstos tengan conexidad con delitos federales, como ocurrió en el caso, al usarse armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y ser cometido, presumiblemente, por miembros de la delincuencia organizada, los cuales son delitos de competencia federal.
En razón de ello someto a consideración de la Comisión Permanente el siguiente
Punto de Acuerdo
Único. La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhorta respetuosamente a la Procuraduría General de la República a efecto de atraer en ejercicio de la facultad que le confieren los artículos 73, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 10 del Código Federal de Procedimientos Penales la averiguación previa relacionada con el homicidio de Margarito Montes Parra y otras 14 personas, cometido en Cajeme, Sonora, el 30 de octubre de 2009, y a realizar las diligencias legalmente necesarias para que el Ministerio Público de la Federación pueda resolver si ejercita o no la acción penal contra quienes resulten presuntamente responsables.
Palacio Legislativo, a 4 de enero de 2012.
Diputado Heliodoro Díaz Escárraga (rúbrica)

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