22 abr 2012

Acusaciones al Juez Juan Tapia Mejía


Agradece al titular del TSJDF su intervención y agrega denuncias
Revista Proceso No. 1851, 22 de abril de 2012
PALABRA DE LECTOR
Señor director:
Quiero agradecer al semanario Proceso la publicación de una carta firmada por mi madre en la edición número 1846 (Pide al titular del TSJDF intervenir en un juicio anómalo), y al presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDG), magistrado Édgar Elías Azar, su intervención para que se imparta justicia en los juicios 115/2012, 112/2012, 116/2012, 117/2012 y 118/2012, radicados en el Juzgado 38 de lo Familiar del Distrito Federal.
Sin embargo, se han suscitado otros hechos no menos gravosos que los denunciados en la carta referida, y la presente busca darle continuidad. En los juicios mencionados, radicados inicialmente en el Juzgado 38 de lo Familiar, a cargo del juez Juan Tapia Mejía, se presentaron serias anomalías por parte de dicho juzgador, por lo que tuve que recurrir a la denuncia directa en su contra por los delitos de retardo de justicia, cohecho, hostigamiento sexual hacia mi persona y los que resulten.

Es lamentable que un impartidor de justicia exija dinero para fallar en favor de una persona honesta y de escasos recursos como yo, y resulta todavía más penoso que al negarme a entregarle la suma de dinero, me haya pedido favores sexuales, hechos que denuncié ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, a través de la Fiscalía Central de Investigación para Servidores Públicos, donde se integró la averiguación previa FSP/B/T3/00664/12-03.
Tales hechos también los denuncié ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, donde presenté un acta circunstanciada que integró el expediente CDHDF/II/122/CUAUH/12/D1771.
Los hechos son amplios y detallados. Para explicarlos en breves líneas expongo que el juez Tapia Mejía, aprovechándose de su posición, retenía los expedientes en su oficina con el claro propósito de que yo me presentara con él en su privado para hacerme insinuaciones de tipo sexual y económico, lo cual ocurrió en varias ocasiones. Y sus pretensiones malsanas llegaron al grado de que me propuso que nos viéramos fuera del juzgado, en un “lugar privado para hablar” de mi asunto, ya que regularmente me decía que en mi caso “había mucha gente involucrada”.
Incluso me proporcionó su número telefónico que está registrado en las listas del TSJDF, pidiéndome que lo guardara como un secreto y no se lo comunicara a nadie. Al percatarme de su actitud y del alcance de sus pretensiones y amenazas, procedí a interponer una queja administrativa de disciplina y ética ante el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal con el objeto de evidenciar el inmoral y deshonesto actuar de dicho juzgador.
Quiero dejar en claro públicamente que lo antes expuesto pudimos probarlo con el audio de una de las conversaciones que sostuve con el juez Juan Tapia Mejía, con lo que demostré mi dicho y evidencié a todas luces su falta de honorabilidad, su trastorno psicológico, su falta de valores y principios, pues se mostraba incuestionablemente alejado de la legalidad, honradez, lealtad, justicia e imparcialidad con que debería conducirse. Por ello pido a las autoridades que ya conocen de este caso que actúen con todo el peso de la ley, ya que no es justo que una persona con este perfil imparta justicia.
Debido a lo anterior, el presidente del TSJDF, magistrado Édgar Elías Azar, tomó cartas en el asunto, y el pasado 11 de abril el juez 38 de lo familiar, Juan Tapia Mejía, se excusó en términos de ley para conocer los juicios que llevaba con respecto al pleito por la herencia de mi padre, de la cual demando la parte que por ley me corresponde; sin embargo, en dicha excusa, para “justificarse y autodefenderse” hace manifestaciones dolosas, falsas y sin apego a derecho, ya que contrario a como él lo manifiesta, en todo momento he pedido a la autoridad que los expedientes se resuelvan conforme a derecho y con base en las constancias que obran en los mismos.
Asimismo, queda demostrado que este funcionario actuó parcialmente en dichos asuntos, ya que él se evidencia al mencionar en su “excusa” que “hay una disposición testamentaria”, cuando precisamente fue lo que nunca juzgó, ya que hasta la fecha no se ha sentenciado dicho asunto; lo que prueba plenamente, con su propio dicho, que este juez es un corrupto y que su proceder era contrario a derecho.
En dicho juicio hay serias irregularidades que el juez Tapia Mejía pasó por alto; entre ellas, que la pericial rendida por un perito tercero en discordia nombrado por el TSJDF acredita que la firma del supuesto testador Ángel Román Ferrat Solá no fue puesta de su puño y letra; y lo mismo ocurrió con la firma del supuesto testigo, Francisco Benjamín Sánchez Cadena.
Por lo anterior, solicito al presidente del TSJDF, magistrado Édgar Elías Azar, que bajo su vigilancia y la del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal en los juicios arriba mencionados se erradique cualquier tipo de influyentismo, sea político, familiar o de cualquier otro género, y que la sentencia de estos asuntos se apegue a derecho y sea conforme a las actuaciones procesales que he aportado a lo largo de casi cuatro años de juicio.
Por último, de cualquier ataque que mi familia y yo podamos recibir en nuestra integridad física hago responsable al juez 38 de lo familiar, Juan Tapia Mejía, y a las personas que integran la contraparte en el juicio: al notario público 93, Pedro Porcayo Vergara, así como a sus representantes legales respectivos.
Atentamente
María Teresa Ferrat García

3 comentarios:

bnafiscalmx dijo...

Soy padre de una menor de edad, cuya custodia definitiva fue concedida a la madre desde hace 4 años y medio aproximadamente, porque así lo convenimos ambos. sin embargo, desde ese momento y hasta la fecha he padecido del resultado de las decisiones ilógicas y fuera de toda congruencia juridica de este "juzgador", que lo unico que ha ocasionado es otorgar a la "madre" de mi hija la posibilidad de abusar de la custodia que le fue concedida, sin que esta situacion pueda ser corregida por este "juzgador", carente de todo compromiso. Comparto contigo la impotencia y la frustración de tener como juez a una persona corrupta, parcial y falta de ética profesional, en un asunto tan delicado como lo es que un padre no pueda convivir con su menor hija, dejando en libertad a la madre de hacer lo que guste con los dias de convivencia. Juan Tapia es una persona indiferente al resultado de sus acciones y desprendido de todo compromiso con asuntos delicados, en los que en todo caso prefiere resolver estupideces y dejar que la Sala corrija su falta de ética profesional. Mi asunto sigue en su juzgado, y aunque no he obtenido resultados favorables, sigo en la lucha para lograr un equilibrio en el ejercicio de la patria potestad.

Anónimo dijo...

conosco a maria teresa y se de lo que es capaz como para tender trampas y hacer las cosas ella y su familia no son muy diferentes a sus medios hermanos

Anónimo dijo...

Te equivocas, yo conozco personalmente al juez y puedo decir que es una porquería de persona, es prepotente déspota altanero y agresivo

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