8 nov 2012

Firma del Protocolo Nacional de la Alerta Amber

Firma del Protocolo Nacional de la Alerta Amber
El Protocolo es un mecanismo por el que se establecen los procedimientos para la activación de la alerta en todo el territorio nacional y las acciones inmediatas a realizar para búsqueda y recuperación del menor.
Palabras del Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, durante la ceremonia de Suscripción del Protocolo Alerta AMBER México, México, D.F., 08/11/2012
Muchas gracias, muy buenos días.
Maestra Marisela Morales Ibáñez, Procuradora General de la República;
Excelentísimo señor Anthony Wayne, Embajador de los Estados Unidos de América en México;
Maestro Fernando Batista Jiménez, Quinto Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos;
Licenciada Sara Irene Herrerías, Procuradora Social de Atención a Víctimas de Delitos;
Licenciado Juan Carlos Guel, Coordinador para la Prevención de Delitos Electrónicos de la Policía Federal;
Cecilia Landerreche, Titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia;
Licenciado Salvador Beltrán del Río, Titular del Instituto Nacional de Migración;
Licenciado Gerardo Sánchez Henkel, Titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes;
Distinguidos representantes de la sociedad civil que el día de hoy nos acompañan; les reconozco especialmente no solamente que nos acompañen el día de hoy, sino a cada uno de ustedes el esfuerzo que han hecho en este ámbito y en muchos otros ámbitos para ser una palanca, para ser un motor, para ser un motivo y para ser un supervisor de las tareas que nos corresponden a las autoridades en beneficio de la sociedad.
Les agradezco, de verdad, todo su esfuerzo.
Distinguidos representantes de los medios de comunicación, les agradezco también su presencia y su atención a este evento, éste es un evento muy importante; éste es un evento muy importante porque el día de hoy estamos presentando ante todos ustedes el resultado de un esfuerzo conjunto de los tres órdenes de Gobierno de nuestro país, del Gobierno con la sociedad y también de un esfuerzo internacional en la materia para implementar en todo nuestro país este Protocolo de Alerta AMBER.
Como ya se ha mencionado, esta alerta AMBER es una red de reacción inmediata, conformada por todos los órdenes de Gobierno, por los propios medios de comunicación, por la sociedad civil para la búsqueda y pronta localización de menores de edad.
Sin duda, la implementación, la puesta en práctica de esta alerta será fundamental para poder lograr la recuperación de menores sustraídos, extraviados, desaparecidos o secuestrados.
La causa común de proteger a nuestro activo más valioso, a las niñas y a los niños, a los adolescentes de nuestro país nos ha convocado a unir esfuerzos para implementar este mecanismo y eso no hubiera sido posible, y hay que reconocerlo, sin la participación, la solidaridad y la responsabilidad compartida del Gobierno de los Estados Unidos de América.
Es por ello que a nombre del Presidente Felipe Calderón, quiero agradecer al Embajador Anthony Wayne, al Departamento de Justicia de los Estados Unidos, su colaboración y su asistencia técnica en la capacitación del personal operativo, de funcionarios federales, estatales y representantes de la sociedad civil para que esta Alerta AMBER se convierta en una herramienta eficaz en nuestro país.
Gracias al esfuerzo coordinado que hemos estado realizando por más de un año entre los tres órdenes de Gobierno, los medios de comunicación, los medios de difusión, la sociedad, hoy estamos presentando este Protocolo nacional.
A través de este mecanismo, como ya se explicó, se establecen muy puntualmente los procedimientos para la activación de la Alerta en todo el territorio nacional y las acciones inmediatas a realizar para la búsqueda y recuperación del menor.
Es por ello que quiero expresar en este momento el reconocimiento del Gobierno Federal y también subrayar el compromiso compartido de los gobiernos de las entidades federativas para implementar y hacer realidad este Protocolo en todo el territorio nacional.
¿Qué es lo que este Protocolo ahora nos implica, qué es lo que nos impone?
Significa, desde luego, la realización de toda una serie de trabajos, de preparación técnica, de capacitación, de suscripción de convenios y además de la conformación de un compromiso conjunto.
Es un momento oportuno para recordarnos, a todas las autoridades, a todos los servidores públicos, a nuestros enlaces que han sido reconocidos como tal, pero a cada uno de los servidores públicos, particularmente de las dependencias que están representadas aquí el día de hoy, pero de todo el país, que tenemos que utilizar estos protocolos.
Y tenemos que hacer absolutamente todo lo que esté en nuestra posibilidad y en nuestra capacidad para lograr la recuperación de estas personas.
Para que sea un Protocolo que funcione, para que nos garantice verdaderamente que cuando se da una de estas terribles, indecibles tragedias tengamos el mecanismo para buscar, para encontrar y para devolver a esas personas con su familia, para garantizar el interés superior de los niños, las niñas y los adolescentes.
Para que sea un mecanismo que no solamente se quede en este evento, que no solamente se quede en la capacitación, que no solamente se quede en los registros administrativos, que verdaderamente resulte en solucionar ese problema trágico que tenemos que atender.
Qué duda cabe que se ha hecho el esfuerzo y qué bueno que estemos aquí, el día de hoy, reconociendo ese esfuerzo, firmando los convenios y dando a conocer el Protocolo.
Y qué bueno que contemos con el compromiso de tantas personas, de tantos actores de todos los órdenes de Gobierno, el apoyo de los Estados Unidos, la participación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Pero qué duda cabe que al final del día, lo que importa es que esa persona que llame a ese teléfono tenga una repuesta efectiva; que esa persona que tome esa llamada aplique los protocolos.
Y que a cada uno, a quienes les impone una responsabilidad, el uso de los protocolos y el estar literalmente alertas ante este fenómeno no descanse hasta extender todas las posibilidades y hasta eventualmente lograr el propósito, que es devolver a ese niño, a esa niña, a ese jovencito con su familia, en donde debe estar.
Ese es el compromiso permanente y ese es el esfuerzo, y esa es la tarea que, estoy seguro, nos convoca el día de hoy, y que estoy seguro que cada uno de los servidores públicos que participan de este mecanismo estará llevando a cabo en todo momento.
De alguna forma esa es una reflexión pertinente respecto a lo que se ha construido en nuestro país en los últimos años.
Lo sabemos muy bien y lo hemos comentado en muchas ocasiones: México ha estado enfrentando una crisis de seguridad, una crisis provocada por un crecimiento muy significativo de los grupos delincuenciales, por un debilitamiento de sus instituciones de seguridad y de justicia, por la carencia de instrumentos como éste, por el tráfico de drogas en el norte de nuestro país, por el tráfico de armas y por muchas circunstancias.
Durante los últimos años, lo que hemos hecho, con la responsabilidad compartida de nuestros vecinos del norte, con el trabajo y el esfuerzo de muchísimos servidores públicos, con el sacrificio de muchos de ellos, ha sido ir poco a poco construyendo esas instituciones, esos mecanismos que nos van a permitir dar una solución auténtica y duradera al problema de seguridad.
Había, primero, que reconocer la dimensión del problema; había, segundo, que tener ese diagnóstico integral; había, tercero, que construir esas instituciones.
Hoy día, por ejemplo, sabemos que por lo menos uno de cada cuatro de los policías estatales y municipales sí son aptos para el servicio.
Construimos toda una infraestructura de centros de Evaluación y de Control de Confianza, un cambio a la Constitución, un cambio a la ley para poder por lo menos indagar quién sí era apto y quién no era apto para el servicio. Hoy ya tenemos ese dato, también tenemos el dato de los 42 mil que hay que acabar de depurar, pero ya sabemos quién es quién.
Es un paso muy importante, por supuesto se tienen que hacer muchísimas cosas más, pero lo que es indudable es que hemos construido en estos últimos años una plataforma institucional, de consenso político básico, de responsabilidad compartida fundamental y de acompañamiento, vigilancia, participación y presión social para que nunca más sea el caso que en nuestro país descuidamos las instituciones de seguridad y de justicia; para que nunca más quede como una tarea secundaria o no prioritaria el garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Para que en todo momento, con los cambios y las modificaciones, y los ajustes que se tengan que hacer, como se ha venido haciendo a lo largo de esta Administración, de cara a la sociedad, con la participación de la sociedad mantengamos el compromiso de que sea la seguridad ciudadana una prioridad absoluta de todos y cada uno de los servidores públicos del Estado mexicano y también del resto de la sociedad.
Eso es lo que implica también este Protocolo el día de hoy, el reconocer que hemos hecho un trabajo institucional, el reconocer que hemos construido los mecanismos, el reconocer que tenemos ya una forma de reaccionar en beneficio de la sociedad pero que tenemos que seguir adelante.
Que tenemos que asegurarnos que la implementación funcione, que tenemos que asegurarnos que se mantiene la vigilancia ciudadana, que tenemos que asegurarnos que se mantiene la vigilancia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las comisiones estatales correspondientes.
Que nos mantenemos abiertos al escrutinio internacional para que cualquier cosa que pueda ser identificada como un área de oportunidad la atendamos de inmediato.
Que se mantenga la responsabilidad compartida, la nuestra desde luego, pero también la de nuestros vecinos y en términos generales de la comunidad internacional.
Y que todo este esfuerzo, que debe de mantenerse y que debe de seguirse profundizando, tiene que estar centrado en la seguridad y en la tranquilidad de las personas.
El día de hoy me da mucho gusto y agradezco la invitación de la Procuradora General de la República para participar en este evento.
Felicito a todos los que han logrado este Protocolo de la Alerta AMBER y estoy seguro que estamos construyendo un paso significativo que le va servir a niños, a niñas y a adolescentes, y a sus familias para resarcir tragedias y para evitar un daño mayor.
Muchas gracias y muchas felicidades.
Fuente: SEGOB

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