8 feb 2013

¡Arrogante Chamaco!/ Por Jonathan Himelfarb Dabbah.


¡Arrogante Chamaco!/ Por Jonathan Himelfarb Dabbah.
 “Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto”.
James Russell Lowell
  •  Respuesta a un correo electrónico en cadena del abuelo “viejo” (Luis Himelfard)  al nieto adolescente. "Una bofetada a la arrogancia de la juventud"
Hace un tiempo recibí un mail de difusión enviado por los líderes de mi comunidad, la Judía de México. El anterior tenia el objetivo de agradecer la contribución de un grupo de futuros lideres comunitarios, entre ellos uno que otro pariente mío.  Continúe leyendo el comunicado y encontré una frase que, a mis 16 años,  me preocupó mucho:
“Agradecemos a este grupo de jóvenes”. No es por ventanear a nadie pero ¿Si los jóvenes en mi sociedad tienen 50 años, que oportunidad tenemos los “biológicamente” jóvenes de que se escuchen nuestras propuestas y entiendan nuestras inquietudes?
Hoy por la tarde recibí un mail, de esos de cadena (abajo), con el título de este escrito, en el que un “joven” acusa a un “viejo” de “primitivo” y este último le hace ver, ante el aplauso de los presentes, que todos los adelantos tecnológicos que el joven presume fueron aportaciones de su generación. El correo termina con el “viejo” afirmando que esta generación de “Arrogantes Chamacos” no tendrá una contribución similar.  Leer esta “lección” me motivó a escribir y expresar mi preocupación.
No es un tema de competencia entre generaciones, falta de respeto a los mayores, o un problema exclusivo de mi comunidad. Mi punto es ¿Qué edad tenían los pioneros e innovadores cuando hicieron sus contribuciones? Me parece incomprensible, que con tantos testimonios no se haya identificado la formula.
Si nos remontamos a la historia, podemos encontrar que Alexander Graham Bell
comenzó el trabajo que una década después lo llevaría a patentar el teléfono cuando tenía 18 años, Louis Braille desarrolló el sistema de lectura para ciegos que casi doscientos años después se sigue utilizando durante su adolescencia, desarrollando sus primeros códigos a los 15 años. Hace poco más de tres décadas, adolescentes como Steve Jobs, Steve Wozniack y Bill Gates desarrollaron la computadora de escritorio y durante las últimas dos décadas adolescentes y jóvenes adultos como Marc Zuckerberg (Facebook), Linus Torvalds (Linux), Larry Page y Sergey Brin (Google) desarrollaron sistemas y lanzaron empresas que revolucionaron la forma como nos comunicamos, procesamos información e investigamos. Si miramos otras disciplinas, como el arte, encontramos multitud de ejemplos similares, por lo que sabemos que los adolescentes y jóvenes adultos están en una etapa de fecunda creatividad.
Dados los ejemplos anteriores, creo importante que las ideas de los jóvenes no se escuchen y analicen de una forma condescendiente. Muchas veces, tras nuestra propuesta escuchamos un “buena idea, pero te falta madurar”, lo que provoca mucha indiferencia y decepción entre la juventud con la que tengo contacto en el día a día.
Ojalá los mayores tomen consciencia de la importancia de nuestra capacidad innovadora y nos apoyen con acciones que promuevan y propicien nuestra contribución creativa. Su generación debe ayudarnos a potenciar nuestro talento y voluntad, en vez de descartarnos por inmaduros y presuponer con orgullo que la historia los considerará mejores a los “arrogantes chamacos” que les sucedieron.
“Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto”.
James Russell Lowell
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UNA BOFETADA A LA ARROGANCIA DE LA JUVENTUD
  Para los que tienen hijos... y sobrinos también!
 UNA VERDAD QUE A LO MEJOR DUELE A LOS JÓVENES, PERO ES MUY CIERTA.
 Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un presumido estudiante se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado a la par de él, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación:
 "Usted creció en un mundo diferente, realmente casi primitivo", dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor.
"Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz… y muchas cosas más".
 Luego de un breve silencio el señor mayor respondió diciendo:
 "Tienes razón, hijo mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes...  ¡Así que las inventamos! "
Ahora, dime arrogante baboso, además de disfrutar todo esto,
“¿Qué estás haciendo TÚ para la próxima generación?”
 ¡El aplauso fue generalizado!

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