19 dic 2013

Declaratoria de procedencia de la reforma energética


Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LXII Legislatura
Versión estenográfica de la sesión de la Comisión Permanente del miércoles 18 de diciembre de 2013
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: La Secretaría de la Mesa Directiva me informa que una vez hecho el cómputo respectivo, se han recibido ya 24 votos aprobatorios de las Legislaturas de los estados –mismos que tengo aquí en mis manos– respecto del proyecto de decreto que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en Materia Energética. Tras certificar lo anterior, se emite la siguiente declaratoria –pido a las y a los presentes ponerse de pie.
El diputado Ricardo Mejía Berdeja (desde la curul): Presidente, solicito la palabra.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Con gusto lo anoto inmediatamente después de hecha la declaratoria.
El diputado Ricardo Mejía Berdeja (desde la curul): No, antes.

El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Diputado, el reglamento es muy claro al establecer que los posicionamientos son después de la declaratoria. Sí lo permitiré. Diputado, todos los precedentes en la Comisión Permanente han tenido efectivamente posicionamientos; se han hecho inmediatamente después de la declaratoria. Les garantizo que sí les daré el uso de la palabra.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Con fundamento en lo que dispone el artículo 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se declaran reformados y adicionados los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en Materia Energética. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.
Se hace constar que en el expediente respectivo se encuentran los votos aprobatorios de los Congresos de los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, México, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el diputado René Fujiwara Montelongo, del Grupo Parlamentario Nueva Alianza, para fijar la postura de su grupo parlamentario.
El diputado René Ricardo Fujiwara Montelongo: Muchas gracias; muy buenas tardes. Con el permiso de la presidencia. Compañeras y compañeros legisladores, el constituyente permanente se ha pronunciado sobre la reforma energética aprobada por el Congreso de la Unión.
Veinticinco congresos estatales han votado a favor de los cambios constitucionales que darán un mayor impulso al sector energético, y con ello se cumple lo establecido en el artículo 135 de nuestra ley suprema.
La reforma energética es la de mayor calado en los cambios estructurales que durante la presente Legislatura hemos aprobado.
Establece elementos fundamentales de transformación y aprovechamiento de la industria energética mexicana que permitirá la generación de empleos, así como  la inversión pública y privada; contribuirá además a potenciar a profesionales como las ingenierías y la educación tecnológica.
Mandata asimismo, reformas en materia ambiental, para que haya una regulación puntual sobre los procesos del sector de hidrocarburos, tema fundamental para el Grupo Parlamentario de Nueva Alianza.
Desde la campaña electoral hicimos hincapié en la necesidad de una reforma energética que permitiera explotar el potencial que tiene este sector y modernizar sus estructuras, con una perspectiva de sustentabilidad y de transparencia.
Como legisladores hemos hecho nuestra tarea: sentarnos a debatir, dialogar, negociar, conciliar y sacar adelante las reformas que el país necesita para detonar el crecimiento económico que permita mejorar la vida de nuestros ciudadanos y de nuestra población.
Falta camino por recorrer, sin duda alguna. Debemos ser conscientes que haber reformado los artículos constitucionales 25, 27 y 28 sólo establece lo que se puede hacer, lo que la Constitución permite.
Con la declaratoria de constitucionalidad que esta Comisión Permanente está emitiendo y enviando al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación se cumpla el proceso legislativo. Sin embargo, aún tenemos trabajo pendiente. Es necesario crear las leyes secundarias que permitan dar pasos firmes a la reforma que hemos aprobado. Con la misma responsabilidad y congruencia que nos dio la oportunidad de llegar a consensos para sacar adelante tan importante reforma abordaremos las leyes secundarias, con pensamiento transformador y respetando ante todo el compromiso contraído con cada uno de los mexicanos a quienes representamos.
Ahora es el turno del Ejecutivo de llevar a buen puerto lo que como legisladores hemos iniciado, diseñar y poner en marcha los programas que sean necesarios para que los alcances planteados en las reformas que hasta el momento se han aprobado se vean reflejados en cada uno de nuestros ciudadanos, pues es ahí donde cada una de nuestras acciones cobra su mayor congruencia y su mayor trascendencia.
Una vez aprobadas las leyes y reformas al marco jurídico vigente para dar cabal cumplimiento al mandato constitucional será responsabilidad del gobierno cumplir con las expectativas generadas a partir de esta reforma. Deberá implementar las acciones pertinentes para detonar la verdadera y profunda transformación de México.
Por nuestra parte, como Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, seguiremos actuando de manera responsable, mirando por el bien del país, sin ataduras o dogmatismos políticos porque nuestro compromiso es con la sociedad y con México. Por su atención, compañeras y compañeros, muchas gracias.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias a usted, diputado René Fujiwara Montelongo.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el diputado Ricardo Mejía Berdeja para fijar la postura del Grupo Parlamentario Movimiento Ciudadano.
El diputado Ricardo Mejía Berdeja: Son días negros para la república. La vida legislativa de la nación ha sido secuestrada. Se ha cometido la canallada de privatizar el petróleo.
Por ahora han logrado salirse con la suya. No será para siempre. Nunca una contrarrevolución y nunca una dictadura se han mantenido en el país. Desde hoy convocamos al pueblo de México a iniciar con la fuerza de la movilización, de la concientización y participación cívica, la recuperación de nuestro petróleo. No vamos a claudicar ni a rendirnos frente a esta felonía.
En un par de semanas se borraron dos principios históricos: la no reelección y la nacionalización petrolera. Dos banderas de dos próceres, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, a quienes han dado una nueva y traicionera sepultura. Un puñado de traidores a la patria ha entregado a extranjeros nuestra principal riqueza.
Es el mayor atraco a la nación desde Santa Anna, la historia se repite, no cabe duda. Hoy tenemos concentrado en una sola persona, Enrique Peña Nieto, los peores rasgos de Victoriano Huerta y Antonio López de Santa Anna, el desprecio a la Constitución y al Congreso y el carácter de traidor a la patria al entregar nuestro recurso más preciado.
En una nueva decena trágica, entre el 9 y 18 de diciembre se llevó a cabo la peor conspiración. Hace 100 años Victoriano Huerta y Félix Díaz, aliados a Henry Lane Wilson, que era el embajador de Estados Unidos, suscribieron el pacto de la embajada que desconoció al gobierno de Francisco I. Madero.
Hoy en esta nueva  versión del Pacto por México, se desconoce la voluntad del pueblo y se impone un conjunto de reformas regresivas. El Pacto por México se convirtió en el pacto de la traición a México.
Huerta disolvió el Congreso, Peña Nieto lo ha anulado. Huerta, después de su traición, contó también con el apoyo de la oligarquía para después ser obligado a renunciar por las fuerzas revolucionarias.
No hay traidor en la historia del país que logre cristalizar sus atrocidades. Las murallas huertistas alrededor de las cámaras de Diputados y de Senadores no han permitido que las demandas de las y los ciudadanos sean escuchados.
En 1853, Santa Anna concentró todos los poderes en una sola persona. Ahora Peña Nieto hace lo mismo y legisla con una mayoría mecánica en el Congreso, sólo falta que en esta pleitesía al presidencialismo recargado los prianistas también lo elijan como su alteza serenísima Enrique I. Ya sólo eso les falta.
Ayer fue la entrega de la mitad del territorio del país, hoy el Ejecutivo federal con la complicidad del Congreso de la Unión y los grupos  mayoritarios y los Congresos locales abyectos y traidores entrega los recursos del subsuelo. Hoy se está generando un negocio corrupto para una camarilla, para seguir perpetuándose en el poder. Seguramente veremos a las trasnacionales financiando las campañas presidenciales y de legisladores a modo para seguir consolidando sus turbios negocios.
La reelección legislativa es el prólogo a la reelección presidencial, ya antes Salinas lo intentó y en esta dictadura en ciernes que vivimos, de una vez lo advertimos, quien compra la Presidencia acaba por vender al país. El PAN, en su presunción de haber obtenido una victoria cultural y haber cobrado la afrenta histórica a Lázaro Cárdenas, le firmó un cheque en blanco al PRI, que así como usó recursos vía Monex para financiar ilegalmente la campaña presidencial, ahora serán Chevron, Texaco, Movil, Halliburton, las grandes trasnacionales las que pondrán gobernantes y legisladores afines a sus intereses.
Frente al repudio popular que viene en enero por la escalada de aumentos en los impuestos, los gasolinazos y la carestía, el gobierno federal y sus cómplices quieren terminar este mismo año su infamia. En esta nueva decena trágica hemos vivido un golpe de Estado legislativo, con una precisión digna de mejores causas y escudados en el aparato represivo del Estado, que ojalá así fueran para combatir a la delincuencia que tiene postrado al país, pero usan a la policía y al Ejército en contra del pueblo. Movilizaron policías y fuerzas militares para amurallar las cámaras federales y blindar los congresos locales frente a las protestas ciudadanas.
Es una reforma impuesta, sin consenso social ni respaldo social. Es un vil robo. Se violó la Constitución, las leyes y reglamentos del Congreso y de las propias legislaturas locales. Todo con la aviesa intención de concretar cuanto antes este despojo.
A congresos locales como el de Guerrero, donde hay una mayoría progresista, decidieron enviar tardíamente la minuta para evitar su temprano rechazo. Quieren puras unanimidades simuladas.
Los congresos locales, dominados por el Prian y custodiados por las policías entraron en un concurso de abyecciones. Algunos en el colmo de la sumisión, les bastaron diez minutos para dar su aval al atraco. Otros sesionaron sin quórum o sin remitir reformas a comisiones.
Mandaron la minuta por correo electrónico, sin las formalidades esenciales. La reforma obtuvo el supuesto aval de 17 legislaturas en 83 horas. Es decir, cada cinco horas se aprobó en un congreso local.
El absurdo, el Constituyente Permanente convertido en una maquiladora legislativa, sumisos ante un Ejecutivo superlativo. El más completo y descarado desaseo legislativo para deformar la Constitución, a la que han cercenado en una semana dos de sus más importantes principios.
Es enorme la prisa de Peña Nieto y sus cómplices, de ir a postrarse a las trasnacionales y gobiernos extranjeros y decirles: misión cumplida, está libre el camino para que se queden con la renta y las utilidades del petróleo.
En un país democrático, una decisión fundamental de esta dimensión es motivo de un referéndum o de un Congreso Constituyente. El gobierno gasta millonarios recursos para tratar de convencer a la ciudadanía de las bondades de la reforma energética con promesas de un futuro mejor. Este futuro color de rosa no se materializará. Todas las privatizaciones han resultado un fracaso para los usuarios y un gran negocio para unos cuantos.
Treinta años de neoliberalismo no les han bastado para probar que hay 53 millones de pobres, producto de estas políticas erráticas y entreguistas. Por todas estas razones ratificamos nuestro rechazo y nuestro repudio a esta traición a la patria.
El pueblo de México y nosotros nos encargaremos de recordar este atraco a la nación y quiénes fueron cómplices de este despropósito. Desde hoy iniciamos un movimiento por el restablecimiento de esta Constitución que ha sido mancillada. Cien años después la historia se repite. Con los  mismos traidores, con los mismos despojadores y violadores de la Constitución.
Pero vamos a dar la batalla. No se crean que se salieron con la suya. Por el momento lo han logrado, pero ahí está la historia que es sabia. Y ningún traidor y ninguna contrarrevolución ha prosperado en el país. Es cuánto.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias, diputado Ricardo mejía Berdeja.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el senador Manuel Bartlett Díaz, para fijar la postura del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.
El senador Manuel Bartlett Díaz: Señoras senadoras, señores senadores, y señores diputados y señoras diputadas, intentamos tomar la palabra, señor presidente, antes que usted hiciera la declaratoria de haber sido reformada la Constitución, porque usted no tiene derecho a sustituir a la Comisión Permanente. Ningún derecho tiene.
Y no nos venga con historias de precedentes, la Constitución establece claramente que es la Comisión Permanente la que tiene que hacer el cómputo y declarar que ha sido reformada la Constitución. Usted aquí, por derecho propio, sin facultades ha hecho una declaratoria que la Comisión Permanente no ha suscrito. Es exclusivamente usted.
Sabemos bien, todos los mexicanos, porque así ha sido relevado por la prensa, que esta aprobación en las entidades federativas ha sido un escándalo. Ustedes han festinado esto con el dominio publicitario que tienen en esta dictadura mediática, pagada por el gobierno y todas las instancias asociadas a él,  han demostrado que el proceso ha sido realmente una constante violación.
Hay una serie de planteamientos en todos los medios que no han podido silenciar, en donde se presenta esa violación, que –repito– ustedes consideran sin precedentes y en realidad es improcedente. Nunca se había torturado de esa manera la aprobación de las declaratorias de los estados, tienen sus tempos, tienen sus reglamentos, y la han obligado a en horas, apenas unas horas después de haber recibido 300 cuartillas de esa minuta han obligado a que se aprobara como un golpe de Estado legislativo cínico.
La prensa ha revelado claramente: se han aprobado en cinco minutos, en 10 minutos, en una hora; 300 cuartillas no se pueden leer en menos de tres o cuatro o cinco horas, entonces es una farsa, señor presidente. Queremos saber y debe usted, porque su función no es representar a partidos ni a fracciones, sino representar a la Comisión Permanente, tiene que usted dar una amplia difusión a esos documentos que usted ha leído.
Hay noticias de falta de quórum, de votos fuera de los recintos, de convocatorias ilegales. Todo ese trabajo, todo eso que usted ha recibido no se puede declarar de ninguna manera válido por usted en persona ni por sus empleados.
Esta reforma constitucional que anula principios fundamentales de la nación ha sido igual, toda ha sido una manipulación, una presión desde que Peña Nieto llegó a un acuerdo con los intereses de los Estados Unidos y se sometió a su dictado.
Sabemos bien que este proceso inició con ese acuerdo y que implica sin duda alguna una traición a la patria y de ahí toma este mecanismo que ha violado sistemáticamente el derecho a la información, la libertad de expresión. Han mantenido esta ficción de una reforma que beneficia al país que va a traer empleo, que va a generar bajas en tarifas; mentiras demagógicas que no se pudieron nunca controvertir porque los secretarios, desde Peña Nieto y sus secretarios se dedicaron a hacer propaganda amparados por las televisoras TV Azteca y Televisa, sin permitir ningún debate.
Y así fueron imponiendo, manipulando a la opinión sin discutir una iniciativa que no corresponde a la realidad que es la entrega del petróleo mexicano y de la electricidad y de nuestras empresas principales a los intereses extranjeros.
En el proceso legislativo a nivel del Senado ocurrió lo mismo, se presentó un dictamen hecho afuera –ha trascendido en donde se hizo– en el cual el PAN y el PRI se pusieron de acuerdo para fundir sus dos propuestas, acuerdo en el cual Peña Nieto quedó en absoluto ridículo, porque todas las mentiras que planteó en su iniciativa de que se mantendría el control y la propiedad del petróleo, de que habría una rectoría del Estado, de que todas esas demagogias de que bajarían precios, tarifas, etcétera, todo eso cayó porque el PAN más leal representante de los intereses extranjeros exigió que se planteara en la reforma constitucional a través de 22 transitorios, que se planteara ya una serie de principios dictados por las empresas extranjeras, en una total desvergüenza.
Y además, lo mismo que ocurre en las Legislaturas de los estados, había que haber estudiado y leído 300 cuartillas que entregaron de un dictamen, no de las comisiones, del PAN y del PRI y el gobierno de Peña Nieto, y sin embargo se logró por un momento exhibir las falacias de este dictamen.
No sin tener que soportar toda clase de marrullerías legislativas, como fue el cambio del dictamen de la noche a la mañana, se terminó en comisiones por marrullerías también, por empates organizados por la Mesa Directiva, se envió al pleno el dictamen y resulta que amanecemos con otro dictamen, en donde se corrige lo que ya se había aprobado y se insertan toda una serie de nuevas disposiciones dictadas para beneficio de las empresas extranjeras.
No podemos llegar hoy a la conclusión hoy, señor presidente, que aunque usted tranquilamente lea lo que nadie conoce, aquí nadie ha visto lo que usted dice que se tiene. Por eso pedimos la palabra antes, para que conociéramos nosotros cómo es que se disfraza ese escándalo que la prensa ha planteado en esta operación que implica violación a los derechos de las minorías, negociaciones ocultas, votaciones absolutamente falsas, falta de quórum. Queremos ver esos documentos, porque si no lo que usted está diciendo no ha sido aprobado por la Comisión Permanente.
Es una vergüenza que se haya impuesto una regresión histórica de esta manera. Esta mayoría hechiza que han construido el PRI y el PAN y que les permite violar todas las normas, dispensar todos los trámites, ha logrado una reforma ilegítima, una reforma inmoral que usted, señor presidente, viene hoy aquí a consumar con este atropello de decir que hemos aprobado lo que ni siquiera nos ha permitido usted conocer.
Exijo que se conozcan esos documentos. Exijo que la opinión pública conozca cómo es que se fabrican resultados ni más ni menos en reformas constitucionales que son una vergüenza del gobierno de Peña Nieto –comprometido con los intereses de los Estados Unidos– y con el apoyo de legisladores sumisos a esos intereses que cometen, como él, traición a la patria. Muchas gracias, señor presidente.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias a usted, senador Manuel Bartlett Díaz.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el senador Gerardo Flores Ramírez, para fijar la postura del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.
El senador Juan Gerardo Flores Ramírez: Con su venia, señor presidente. Compañeras y compañeros legisladores. Es de reconocer la labor de los 24 Congresos estatales que al día de hoy han aprobado de manera abrumadora –diría yo– esta reforma cuya aprobación hoy ha sido declarada en este recinto.
Se trata sin duda de una reforma constitucional de enorme trascendencia que colocará de lleno a nuestro país en una extraordinaria posición de cara a los retos que nos impone el siglo XXI.
No sólo estamos frente a una reforma que impulsará el crecimiento económico, sino frente a una reforma que contribuirá a disminuir los desequilibrios regionales que hoy observamos en nuestro país, que contribuirá a disminuir la desigualdad en la distribución del ingreso, que privilegiará la explotación racional de nuestros recursos naturales y que privilegiará que al crecer lo hagamos de manera sustentable en beneficio de las próximas generaciones. En suma, se trata de una reforma que mejorará el bienestar de los mexicanos de hoy y los del mañana, sobre todo –hago énfasis– el bienestar de los mexicanos del mañana.
Con el decreto que se publicará en los próximos días, o que será promulgado por el presidente de la República en los próximos días, estamos ciertos que se incorporan cambios de gran importancia. Cambios que nos hablan de una forma diferente de explotar nuestros recursos naturales. Cambios que hablan del fortalecimiento de Pemex y la CFE. Cambios que nos hablan de fortalecer a los órganos reguladores que harán frente a éste nuevo entorno y cambios que buscan también privilegiar la protección del medio ambiente.
En el Partido Verde nos entusiasma la inclusión en la reforma energética del término sustentabilidad como una estrategia que permita el desarrollo de la actual población sin comprometer los recursos de las futuras generaciones, logrando con ello la preservación y protección del medio ambiente.
Es así que con la modificación al artículo 25 constitucional se enfatiza el vínculo entre el desarrollo económico, industrial y la competitividad en un entorno ecológico sano, logrando la congruencia con los compromisos internacionales asumidos por el Estado mexicano en materia ambiental.
No hay que olvidar que la Ley General de Cambio Climático exige reducir para el 2020 en un 30 por ciento, la emisión de gases efecto invernadero y requiere que para el 2024 el 35 por ciento de la generación de energía provenga de fuentes renovables.
Por ello es sobresaliente que esta reforma considere el aprovechamiento sustentable de la energía a través de un programa de sustitución de subsidios generalizados por subsidios focalizados en los insumos energéticos, así como la generación de estrategias que permitan promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios.
Sin embargo nuestro trabajo requiere de mayor esfuerzo para dotarla de la legislación secundaria que se prevé en los artículos transitorios con el objeto de convertir a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad, en empresas productivas del Estado, así como regular el nuevo régimen de contratación para la exploración y extracción de hidrocarburos. Trabajemos en una legislación que dé eficacia a los cambios constitucionales, cuya declaratoria de aprobación fue hecha hace un momento.
En el Partido Verde estamos comprometidos con los objetivos de la reforma, pero no descuidaremos la protección del medio ambiente. Estaremos atentos para que la legislación contenga los elementos necesarios para evitar que el nuevo entorno constitucional y legal afecte la salud de los mexicanos y dañe el medio ambiente. Por su atención, muchas gracias.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias, senador Gerardo Flores Ramírez.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el senador Manuel Camacho Solís, para fijar la postura del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.
El senador Víctor Manuel Camacho Solís: Con su permiso, señor presidente. Legisladoras, legisladores, no hay nada más peligroso para una democracia que justificar una ilegalidad afirmando que esa violación ya se había realizado en el pasado. Como la infracción ya se había cometido, entonces es legítimo volverla a cometer.
Durante el trámite de la reforma energética se violentó gravemente el procedimiento legislativo y esa ilegalidad se convalidó diciendo  que ya existe precedente o que la mayoría del pleno así lo había decidido.
Así se justificó, por ejemplo, que el dictamen que salió de las comisiones la noche del lunes 9 de diciembre, fuera modificado durante la madrugada del martes 10 bajo las presiones de empresas mineras que durante esas horas cabildearon sólo con un grupo de senadores esas modificaciones que las beneficiaban.
De esa manera tramposa se pidió a la asamblea que aprobará dichas modificaciones dentro del orden del día cuando su lugar de discusión era el seno de las mismas comisiones.
También así se justificó que la minuta que el Senado remitió a la Cámara de Diputados se discutiera directamente en el pleno de esta Cámara, sin que se tratara previamente, como lo ordena el Reglamento de la Cámara de Diputados, en las comisiones respectivas.
Esos fueron también los argumentos cuando, dentro de las presiones originadas por la aprobación de la reforma energética, esta Comisión Permanente se instaló indebidamente, a pesar de que el Senado de la república aún se encontraba sesionando. La Comisión Permanente, por su naturaleza constitucional, sólo puede instalarse y sesionar cuando las dos cámaras del Congreso de la Unión están en receso.
A esta serie de atropellos de las más elementales formas parlamentarias se agrega la inusual rapidez con la que las legislaturas de los estados aprobaron esta reforma. No sólo se batieron records de tiempo; se cometieron auténticas burlas al debate serio que debería acompañar a una reforma de esta importancia. Lo preocupante para un debate democrático y plural no sólo fue la forma en que la reforma se aprobó en tres días por 17 legislaturas locales, sino que haya habido congresos que la aprobaron después de una discusión que tan sólo duró entre 10 y 20 minutos en varios de los casos.
Desde luego ningún sistema legal más o menos sensato aceptaría este tipo de prácticas. Por eso nuestro sistema jurídico establece que contra la observancia de la ley no puede alegarse desuso, costumbre o práctica en contrario.
Pero más allá de esta discusión legal que desde luego es importante, es muy importante, cabe preguntarnos: ¿puede un sistema democrático permitir tal cantidad de irregularidades sin que su legitimidad y credibilidad resulten afectadas?
La aprobación de esta reforma es síntoma de que la democracia mexicana está entrando en un punto de quiebre. Por un lado, se toman decisiones que transformarán la estructura y funcionamiento del Estado al margen de la voluntad ciudadana, la cual debería expresarse por medio de un instrumento que ya existe en nuestra Constitución, que es la consulta popular y, por el otro, esas decisiones son tomadas a través de procedimientos a tal grado apresurados, tramposos y autoritarios que ni siquiera logran aparentar ser democráticos.
Esta reforma pasará a la historia por haber modificado el esquema fundamental bajo el que funciona el Estado mexicano. Está roto el pacto social argumentando que las mayorías gozan de un poder ilimitado que puede sobreponerse incluso a la Constitución y a los derechos de las personas. ¿Cuáles derechos? Los de los ciudadanos a ser consultados sobre asuntos de transcendencia nacional.
Lo que se está definiendo, por tanto, no sólo es el régimen de exploración y explotación del petróleo, sino el modelo de democracia que queremos para el país. Una democracia de formas en la que los derechos y el núcleo de la Constitución pueden ser atropellados por cualquier mayoría legislativa circunstancial que esgrime contar con un mandato popular, cuando ese no fue el mandato de la elección presidencial y cuando el 70 por ciento de la población, de los ciudadanos, están en contra de estas decisiones, o una democracia que otorgue a todos la certeza de que hay límites para que ninguna mayoría pueda sobrepasar, a menos que cuente con un consenso social más profundo las decisiones fundamentales que la unifican.
Esta decisión ya está tomada. Esta decisión se debió haber aprobado en un nuevo Constituyente, esa era la dimensión. El artículo 27 es el artículo más importante de la Constitución y del 17, y si no era en un Constituyente, debe ser aprobada en un referéndum.
Si no hay consulta popular, señores senadoras, senadoras, diputados, diputadas, esta reforma será ilegítima, y no sólo la reforma será ilegítima, pienso que también lo será el régimen político mexicano. Muchas gracias.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias a usted, señor senador Manuel Camacho Solís.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el senador Javier Lozano Alarcón, para fijar la postura del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional.
El senador Javier Lozano Alarcón: Muchas gracias, señor presidente. Muy buenos días compañeras y compañeros legisladores, es un honor fijar la posición del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en este histórico día, día en el que se declara la validez de la reforma constitucional en materia energética  para nuestro país.
Esta reforma no debe ser un dogma ideológico, sino un asunto técnico y económico, y así lo estamos emprendiendo. Aquí se ha abusado del discurso de la demagogia para tratar de dividirnos entre buenos y malos, según la posición  que guardemos en la arena pública, según el voto que hayamos emitido.
El tema ha desatado pasiones más allá de las razones, esa es la verdad. Se ha dicho, en cuanto al fondo mismo del asunto, que nuestra soberanía está totalmente asociada a un monopolio, a un monopolio de Estado que es Pemex.
Que ahí nos va la vida, que ahí se reduce toda la discusión, y que ese monopolio es el  baluarte de todos los mexicanos. No importa si estamos desaprovechando todos los días los vastos recursos que tenemos, pero que no sabemos ni dónde están.
Estamos muy orgullosos de esa falsa soberanía cuando no estamos aprovechando lo que es de todos los mexicanos. Ah, pero eso sí, en una gran hipocresía permitimos que Pemex se asocie con Shell Deer Park, en Houston, en una refinería, 50-50. Que allá puedan procesar nuestro propio petróleo y allá vamos y les compramos la gasolina y la importamos. Allá se quedan los empleos, allá se quedan los impuestos, pero aquí en México, eso sería un pecado mortal. Es una gran incongruencia.
Ese falso concepto de nacionalismo con el que se ha tratado de denostar este proyecto trascendente para México es el que pierde de vista que la verdadera soberanía reside en tomar nuestras propias decisiones desde la libertad que da precisamente la autosuficiencia.
¿De qué nos sirve tener tantos recursos, tanto petróleo, tantos hidrocarburos, tanto gas, si estamos importando el 34 por ciento del gas licuado, el 65 por ciento de nuestros petroquímicos, el 50 por ciento de nuestra gasolina. Esto es realmente absurdo, y al cabo de algunos años ni el petróleo va a tener el valor que tiene hoy, pero eso sí, mantengamos en sus términos esta letra sagrada del 27 y 28 constitucionales para que las próximas generaciones sigan anhelando un petróleo que no ven, una riqueza que no están disfrutando. Ésa es una gran irresponsabilidad.
Miren. Los monopolios, todos los monopolios en la economía son malos, sea en el sector público o sea en el sector privado. Todos los monopolios son malos, distorsionan las reglas del mercado y terminan por ser una verdadera tiranía hacia los consumidores. Por eso tenemos que actuar en congruencia.
Si estamos abriendo a la competencia, a la inversión privada, a la competitividad, a la productividad todos los sectores de nuestra economía, por qué lo hemos de restringir en estas áreas, por qué en el petróleo, hidrocarburos, en el gas, en la energía eléctrica. Es tan caprichosa y arbitraria la distinción que hacemos en áreas estratégicas, prioritarias en el artículo 28 constitucional, como lo es en su momento, o lo fue dividir la petroquímica entre básica y secundaria, también según san Mateo.
Esto es lo que no se puede hacer, tenemos que actuar en congruencia ye n consecuencia y precisamente por eso estamos aquí. Pemex está destinando 38, aporta 38 centavos de cada peso a la hacienda pública. Cómo puede modernizarse y ser una empresa a nivel mundial Pemex, si está destinando tanto dinero que le es propio, para otro tipo de fines, cómo, si tendría que estar destinando 100 mil millones de pesos en inversión anual, solamente destina 25 mil millones y pensamos que así va a poder competir a escala internacional.
Asumamos esta realidad. Pemex no cuenta hoy en día ni con los recursos ni con la tecnología suficientes para darle abasto a toda la demanda interna y además competir a nivel internacional. Esa es la realidad.
Ahora, de qué se trata. Se trata no de privatizar Pemex, no de desaparecer ni extinguir Pemex, se trata de fortalecerla y entonces que deje de ser un organismo público descentralizado para ser una empresa productiva del Estado, que es muy diferente, porque un organismo público descentralizado puede estar llamado a perder dinero año con año con tal de que preste un servicio público y aquí queremos que sean auténticas empresas productivas, para lo cual les estamos dando un nuevo modelo de gestión de gobierno corporativo, como las mejores empresas del mundo.
Precisamente de lo que se trata es  que Pemex tenga, primer sobre los pozos que ya está explotando, que lo siga haciendo. Ya sabrá si lo hace solo o en asociación con alguien más, y que sobre los nuevos yacimientos tenga derecho de preferencia para que decida con cuáles se va, pero que tengamos una gama de contratos amplia, certera, equitativa para que otros inversionistas nacionales y extranjeros puedan también participar en estos sectores y que lo hagan con absoluta certidumbre jurídica. 
De eso se trata, de eso se trata esta reforma y por eso el Partido Acción Nacional la ha apoyado. Y que quede bien claro, ya basta de esa mentira que estamos privatizando o le estamos dando el petróleo a los extranjeros. El petróleo seguirá siendo de la nación mexicana. No hay una sola palabra en el texto constitucional que siquiera insinúe lo contrario, pero esa palabra, esa mentira que se quiere repetir mil veces es precisamente la que ahora nos quieren decir aquí, para tratar de debilitar una posición mayoritaria, que en democracia es como se toman las decisiones, por mayoría. Y las minorías se tienen que allanar a la decisión de esa mayoría.
Algo más. De lo que se trata en el reto que tiene esta reforma energética, más allá de la legislación secundaria, que necesariamente se tiene que apegar al texto de los artículos 25, 27 y 28 y los transitorios de esta reforma constitucional, es de que haya absoluta certidumbre para todos. Órganos reguladores mucho más fuertes, con mejores instrumentos para poder hacer cumplir la ley.
Certidumbre jurídica para los inversionistas. Porque nadie en su sano juicio va a meter dinero en nuestro país en un sector tan intensivo en capital y en tecnología si no tiene reglas claras, predecibles en el largo plazo.
Y para los consumidores, que tienen que ser, en última instancia, nuestro gran objetivo, para que con mayor competitividad, competencia, inversión y obviamente, más empleos y mejor remunerados tengamos insumos, tengamos combustibles de mejor calidad y a mejores precios, cosa que por cierto, no va a ocurrir en lo inmediato, hay que decirlo también con toda seriedad. Pero va a ocurrir y tenemos que hacer que así ocurra.
El Fondo Mexicano del Petróleo es una de las condiciones que el Partido Acción Nacional puso en la negociación. Y lo puso porque precisamente lo que queremos ver es que esa renta petrolera, el producto de esa renta petrolera se vaya a un fondo administrado en un fideicomiso en Banco de México y que realmente se oriente a lo que necesitan los mexicanos, al ahorro nacional, que se oriente a la investigación, desarrollo tecnológico, ciencia y tecnología, al fondo de pensiones universal y a los proyectos de infraestructura.
Termino, señor presidente. Miren, la reforma energética es un triunfo intelectual del Partido Acción Nacional. Es algo que hemos venido postulando por muchos años. Es algo que finalmente cristaliza, porque habla de libertad económica, porque habla de libertad de mercado. Porque habla de desarrollo sustentable. Porque vamos en una transición hacia las energías limpias y renovables. Precisamente por eso impulsamos y apoyamos esta reforma. Porque mientras fuimos gobierno no tuvimos el acompañamiento que hoy tiene el gobierno en turno. Mientras nosotros fuimos gobierno pedimos a la oposición el mismo sentido de congruencia que hoy recibe el presidente Peña Nieto. Y al Presidente Peña Nieto y su gobierno le decimos, aquí tiene su reforma, aquí está ya la reforma energética y están todas las reformas estructurales.
Se acabaron los pretextos, exigiremos y vigilaremos que las cosas se hagan y se hagan bien y que México crezca, y crezca para bien. Y concluyo, señor presidente. Ahora sí. El Partido Acción Nacional, con la conciencia tranquila esperará el juicio de la historia. Se es congruente cuando se hace lo que se piensa y lo que se dice. Por su atención. Muchísimas gracias.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias a usted, senador Javier Lozano Alarcón.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Tiene el uso de la palabra el diputada Manlio Fabio Beltrones Rivera, para fijar la postura del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.
El diputado Ricardo Cantú Garza (desde la curul): Presidente.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Diputado Cantú, estamos en fijación de posturas. No proceden las mociones. No proceden las mociones, diputado, porque estamos en fijación de posturas y porque habremos de desahogar este asunto en la agenda política. Ése fue el acuerdo. Proceda el orador.
El diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera: Gracias, presidente. Sin duda México avanza y su pluralidad, por cierto su sana pluralidad, nos permite observar, escuchar y resolver sobre distintas visiones de lo que es el país y lo que debe ser en el futuro.
No es obra de un gobierno, de un año, sino es de muchos años y de varios gobiernos que han intentado el poder modernizar en buena parte al país y ponerlo en condiciones mucho mejores que las que hemos tenido.
Durante varias campañas lo que hemos escuchado es que las cosas no están bien, que hay que hacer algo para poderlas resolver y que hay que hacerlo juntos. Aquí, en esta tribuna, en el Senado o en la Cámara de Diputados, hemos escuchado múltiples discursos, una y otra vez, con esa visión distinta de México. Algunos de ellos acompañados de descalificaciones, otras más de algunos insultos o agravios, pero todas ellas respetables dentro de la visión que tienen de nuestro país.
Muchos hemos procurado avanzar construyendo acuerdos, y acuerdos entre visiones distintas y entre quienes pensamos de manera diferente. No ha sido poco lo que hemos hecho, en los últimos 16 meses hemos hecho 16 reformas constitucionales. Es algo tan importante, que se nos exige a los mexicanos. El Congreso ha estado a la altura, a la altura de esta circunstancia, de hacer que las cosas cambien, que las cosas buenas pasen.
Así fue como juntos hicimos una trascendental reforma en materia de educación. Así es como, juntos, acordando y negociando, acercándonos dentro de nuestras diferencias, hicimos una reforma en telecomunicaciones. Así es como, juntos, acompañándonos pensando en México hicimos una reforma profunda en materia de competencia, algunas de ellas que todavía necesitan sus leyes reglamentarias para que funcionen a cabalidad.
Así es como, juntos, también caminamos haciendo una reforma en materia financiera, lo hicimos también hacendaria. Así es como, juntos, también caminamos haciendo una reforma en materia de transparencia y, otra más que acaba de terminar el Senado, en materia de anticorrupción.
Así es como, con visiones distintas, pero acordando, con la fuerza suficiente hemos hecho una reforma en materia energética. Dije visiones distintas porque, respetando lo que aquí se ha dicho en muchas ocasiones, no coincidimos con lo que se pueda haber comentado al respecto.
Creemos que más allá de los discursos naturales, con tono político-electoral, legítimo y legal, como sucede en estas ocasiones, está el seguir encaminándonos a la transformación de este país dentro de la legalidad.
No es la primera vez que se reforma el artículo 27 constitucional sacrosanto, lo hemos hecho en otras ocasiones, por cierto se hizo en materia agraria. No es la primera vez que tocamos algunos otros artículos que parecían invencibles o deberían permanecer inmaculados; lo hicimos también en otras ocasiones con el mismo artículo 130 o el 123.
Vamos, para eso está el Congreso, para poder traducir en buena parte las necesidades del país en reformas que nos permitan avanzar, salir del a mediocridad en la que nos hemos encontrado por muchos años, ésa que no nos ha dejado crecer económicamente y por ello genera pobreza, desigualdad e incluso hambre. Es la hora de tomar decisiones, debatir, acordar, construir, caminar, avanzar; ésa es la exigencia verdadera que tenemos todos en este México moderno.
Vamos, de las reformas que aquí hemos enumerado y muchas más que se encuentran en su imaginación hacen el nuevo perfil del México que debe de construir más igualdad dentro de nuestras diferencias.
Por eso es que yo me congratulo y mi grupo parlamentario también, que el día de hoy aquí en la Comisión Permanente y como lo hemos hecho en muchas ocasiones, se haya hecho la declaratoria de constitucionalidad, con lo cual cerramos una parte del debate. Por cierto, no un debate de semanas, ha sido un debate –como bien se ha dicho aquí– de muchos años, de muchos años en los cuales dentro de la alternancia nos ha tocado fijar posiciones distintas, pero siempre buscamos construir.
Lamento que en algunas ocasiones se mencione que en los otros años no pudimos hacer una reforma constitucional como ésta, pero la verdad es que nadie presentó una iniciativa de reforma constitucional. Es la primera vez en las cuales los grupos parlamentarios y el Ejecutivo han presentado iniciativas de reforma constitucional en materia de modernización energética y avanzamos juntos.
En el 2008 con un gran esfuerzo en reformas legales y hoy en reformas constitucionales y posteriormente en reformas legales que las consolidan.
Por ello, creo que hoy siguiendo esa ruta de que lo que tenemos no es lo que queremos y estamos construyendo verdaderamente lo que le debemos al país es que sabemos perfectamente bien que los problemas no se van a resolver por arte de magia, ni menos abogando por resistencias absurdas.
Lo haremos caminando juntos, dialogando y construyendo, respetando nuestras diferentes visiones sobre el México que tenemos; pero no es simplificando el debate, no es con descalificaciones, no es simplemente con consignas maniqueas entre pretendidos nacionalistas hipócritas y entre aquéllos que sí estamos pensando que los cambios son obligados.
Por ello es que, aquí y en cualquier lugar, habremos de sostener que si México avanza es porque avanza también en el respeto que nos debemos unos a los otros, aun cuando tengamos distintas formas de ver el panorama. El mayor riesgo que tenía este país es no hacer nada o seguir a aquéllos que no proponen nada y que se quedan paralizados, paralizados por el tiempo y por la derrota.
Hoy nuevamente avanzamos aquéllos que quisimos construir y atrás se quedaron los que no tienen otra cosa que ofrecer más que su amargura. Muchas gracias.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias, diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Proceda la Secretaría.
El diputado Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara (desde la curul). Presidente, solicito la palabra.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Diputado, lo hablé con usted al inicio de la sesión con absoluta claridad; estuvimos en la disposición de abrir la ronda de posicionamientos. Usted sabe que de acuerdo a la norma que nos rige no procede la rectificación ni el desahogo de mociones en posicionamientos. Hemos también accedido a que sea el primer asunto de agenda política el que se trate. Continúe la Secretaría.
La Secretaria diputada Mónica García de la Fuente: Se recibió de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal punto de acuerdo relativo a la aprobación de la reforma constitucional...
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Permítame, secretaria. Dígame, senador Bartlett.
El Senador Manuel Bartlett Díaz (desde la curul): Aquí en los discursos y autoaplausos no van al fondo. Estamos analizando lo que uste declaró como una aprobación de la Comisión Permanente que no es cierto. Dónde están los documentos. Queremos la información, queremos que haya la máxima exposición de lo que fue esta manipulación de los Congresos de los estados.
Tenemos que verlo nosotros, no usted. Nosotros no hemos conocido ningún documento de los que usted leyó. Espero que cumpla usted con su responsabilidad y no se presente como un presidente de facción. Muchas gracias.
El Presidente diputado Ricardo Anaya Cortés: Gracias a usted, senador Bartlett. Todos los documentos están disponibles en la página de Internet. Lo he verificado en tiempo real. Cualquiera los puede consultar. Primero.
Segundo. El procedimiento que hoy hemos seguido ha sido exactamente el mismo procedimiento –por cierto, legal– que ha seguido la Comisión Permanente, el Senado de la República y la Cámara de Diputados de esta Legislatura en todas y cada una de las declaratorias de reforma constitucional.
Proceda la Secretaría.

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