2 dic 2013

PRD: divorcio pactado/Ricardo Alemán


PRD: divorcio pactado/Ricardo Alemán
Columna Itinerario Político en El Universal, 1 de diciembre de 2013
La imagen resulta contundente. El centro lo domina el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, flanqueado por Dolores Padierna, Alejandro Encinas y otros legisladores del ala radical del partido amarillo. Bueno, en la imagen hasta aparecieron los “quintacolumna” de la Morena de AMLO, que de día viven en el PRD para dinamitarlo y de noche en Morena.

Por eso obliga la pregunta. ¿Cómo entender una imagen en donde el jefe del PRD es flanqueado por los radicales y en la que no aparece ninguno de los moderados del partido amarillo?
La respuesta es elemental. Resulta que cuando Jesús Zambrano anunció –cercado por los radicales--, que el partido amarillo rompía con el Pacto –con argumentos que no cree ni la abuelita de Batman–, lo cierto es que se confirmó que el PRD de “Los Chuchos” decidió no sólo dar un paso atrás a los acuerdos con el gobierno, sino un giro a la extrema izquierda, para volver a su viejo discurso de cuestionar la “endiablada alianza PRI-PAN”.

Por lo pronto, y como era de esperarse, empezó el tira-tira propio del momento; que si los amarillos son traidores al Pacto, que si no cumplen su palabra, que azules y tricolores traicionaron el espíritu del acuerdo, que si se trata del tiro de gracia al Pacto y hasta se dijo que AMLO les tiró línea a “Los Chuchos” para abandonar el Pacto. Por eso, para entender esa crisis política –la más importante en el primer año del gobierno de Enrique Peña Nieto–, lo primero es lo básico. ¿Qué fue lo que pasó?
EL FANTASMA DE MAQUIAVELO.
Los jefes del partido amarillo pueden argumentar todo lo que se quieran y manden, pero lo cierto es que los hechos son contundentes. Más aún, los acontecimientos dicen lo que los discursos callan.
1.- El rompimiento público del PRD con el Pacto es una suerte de “divorcio pactado”. Es decir, que “Los Chuchos” pactaron esa decisión con sus adversarios al interior del PRD y la habrían pactado también con el gobierno de Peña Nieto.
2.- En el primer caso, y durante el pasado fin de semana --en el 14 Congreso en Oaxtepec--, “Los Chuchos” negociaron con los distintos grupos radicales, pero en especial con la mafia Bejarano-Padierna.  Ahí se decidió no lastimar la imagen del partido con un rompimiento público e institucional. Por eso –y ante al sorpresa de tirios y troyanos–, uno de los primeros resolutivos aprobados por el Congreso fue que el PRD se mantenía en el Pacto, con algunas condiciones que parecían absurdas. En esa fecha resultó curioso que la mafia Bejarano Padierna decidió votar alegremente por continuar en el Pacto. La misma mafia que días después flanqueó a Zambrano durante el anuncio de rompimiento del Pacto. ¿Por qué no estuvieron presentes otros “Chuchos” y otros moderados? Ese es el hilo fino del mensaje.
3.- Vale recordar que “Los Chuchos” habían advertido que no votarían una reforma energética que incluyera cambios constitucionales y que, al mismo tiempo, el PRI y el PAN habían anunciado que su reforma constitucional incluye –como parte central--, enmiendas constitucionales. Además, nadie debe olvidar que “Los Chuchos” negociaron “en lo oscurito” con el PRI el hilo fino de la reforma fiscal.
4.- Por eso, sólo los ingenuos pueden creer los argumentos esgrimidos por Zambrano para romper con el Pacto. Olvidan los jefes amarillos y los radicales de ese partido que la sociedad mexicana ya no se chupa el dedo, sino que los conoce y hasta los padece. Y muchos ya se saben de memoria sus triquiñuelas. En todo caso, lo nuevo es que el rompimiento del Pacto se diera antes de que se aprobara la reforma político electoral, que retoma muchos elementos propuestos por el PRD. Por eso se impone otra pregunta. ¿Entonces que catalizó el rompimiento del pacto?
EL FACTOR “M”, DE MORENA.
5.- Resulta que los tiempos rebasaron al PRD de “Los Chuchos” Y es que la decisión del dueño del partido en formación, Morena --de llevar a cabo su movilización más agresiva contra la reforma energética hoy domingo 1 de diciembre--, catalizó las decisiones internas del PRD. ¿Por qué? Porque hoy AMLO meterá “todos los fierros a la lumbre” contra la reforma energética. Y si para hoy el PRD de “Los Chuchos” permanecía dentro del Pacto, entonces corría el riesgo de ser arrastrado por la ola lopezobradorista contraria a la reforma energética. Es decir, serían acusados de traición a la patria, por lo menos. ¿Y eso qué?
6.- Casi nada, que si “Los Chuchos” no se deslindaban a tiempo del gobierno de Peña Nieto y del PAN --en cuanto a la reforma energética, y si no planteaban una postura de fuerza--, no sólo serían blanco de la furia de rabiosos radicales de Morena --que los señalan como colaboracionistas del gobierno de Peña Nieto--, sino que “Los Chuchos” corrían –y aún lo corren–, el riesgo de perder el control y la hegemonía del partido; del PRD. Dicho de otro modo, que a pesar de que votarían contra la reforma energética, “Los Chuchos” del PRD no podían y no pueden darse el lujo de dejar en manos de AMLO la exclusividad de la lucha contra la supuesta o real “privatización petrolera”.
7.- Y es que si AMLO, si Cárdenas y si Marcelo Ebrard se plantean –y se plantan como tres grupos de la izquierda contra la reforma energética--, “Los Chuchos” no tenían más remedio que alinearse a ese frente, a riesgo de perder buena parte de su capital político y la imagen de izquierda contestataria. Y si en el 14 Congreso salieron airosos, podían perder todo lo ganado en cuestión de horas.
8.- Por eso –y frente a la contundencia de los hechos--, es posible asegurar que el rompimiento del PRD con el Pacto no es más que una decisión pragmática, de rigor estratégico y –en el extremo--, de supervivencia política elemental, que busca impedir que el PRD y sus dirigentes sean tragado por las corrientes contrarias a la reforma energética. Y esa hipótesis se refuerza con la imagen del anuncio de rompimiento del Pacto. No apareció ni uno solo de los líderes de “Los Chuchos”. Es decir, abundan las evidencias de que se trató de un divorcio pactado.
9.- Pero hay más. En las próximas horas podremos confirmar que el rompimiento del PRD con el Pacto también fue un divorcio pactado con el PRI y con el gobierno de Peña Nieto. ¿Y cómo se podrá comprobar? Cuando el PAN y el PRI aprueben en las cámaras de diputados y senadores las reformas político electorales que le interesan a las llamadas izquierdas. ¿Cuáles reformas? Por ejemplo, la reforma política para el DF. Y si no era un divorcio pactado, no pasará esa reforma.
10.- Por lo pronto, hoy será el día más peligrosos para Peña y Mancera. Serán probados sus gobiernos y veremos el tamaño del odio y de los enemigos de México a los que se enfrentan. Al tiempo.    

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