Mireles,
líder de autodefensas, estuvo preso por narcotráfico
Excélsior
tuvo acceso al expediente donde consta que el médico cirujano fue detenido en
1988 por cultivo y venta de mariguana, pese a lo cual llegó a ser candidato a
senador por el PRD
Reportaje de Andrés Becerril y Miguel García Tinoco para Excélsior,
CIUDAD
DE MÉXICO, 17 de enero.- José Manuel Mireles Valverde, que saltó a la fama
pública hace casi once meses como líder de un grupo de civiles michoacanos de
Tepalcatepec que se armó para defenderse de los secuestros, extorsiones y
asesinatos cometidos por narcotraficantes del cártel de Los Caballeros
Templarios, hace 26 años formó parte de ese mundo al que hoy Mireles afirma
combatir, según documentos de la justicia federal.
El 8
de noviembre de 1988 Mireles Valverde fue arrestado a las puertas de su
domicilio en el municipio michoacano de Tepalcatepec por elementos de la
desaparecida Policía Judicial Federal (PJF) en posesión de 86 kilos de
mariguana, empaquetados en diez costales.
Víctima
de un accidente aéreo ocurrido el pasado 4 de enero, el líder de las
autodefensas de Tepalcatepec, que en 1988 fue procesado y en 1991 sentenciado
por delitos contra la salud, fue custodiado por la Policía Federal en la Ciudad
de México con una guardia a las puertas del hospital donde convalecía. Hoy no
se sabe públicamente de su paradero.
Excélsior
tiene copia del expediente del proceso penal 209/988, que se convirtió después
en el II-233/988 y que se le siguió a Mireles Valverde por el delito contra la
salud en su modalidad de siembra, cultivo, cosecha y posesión de mariguana,
además por la venta del mismo enervante.
Por
estos hechos, Mireles recibió una sentencia de siete años y tres meses, y una
multa de 50 mil pesos que pudo haber pagado con seis jornadas de trabajo en
favor de la comunidad. Aunque el tiempo que estuvo en prisión fue de tres años
y ocho meses.
La
sentencia definitiva de siete años y tres meses en contra de Mireles está
fechada el 15 de mayo de 1991. Catorce meses después, el 9 de julio de 1992,
Mireles recibió tratamiento de preliberación. El Consejo Técnico
Interdisciplinario del Centro de Readaptación Social en Uruapan así como la
valoración co-criminológica y la aprobación de la Comisión Dictaminadora de la
Dirección de Prevención y Readaptación Social de Michoacán, concluyeron que
Mireles “revela adecuada readaptación”.
Tras
su huella
Mireles
Valverde, conocido entre sus amigos como El Loco Mireles, fue detenido junto
con Jesús Cisneros Andrade, José Cortés Leal y Ricardo Mireles Valverde,
hermano del líder de las autodefensas de Tepalcatepec, que libró la cárcel y
actualmente tiene una tienda de aparatos eléctricos en esa localidad.
Según
el expediente de la justicia federal, los policías judiciales “se constituyeron
en la población de Tepalcatepec, Michoacán, con el objeto de localizar a José
Manuel Mireles Valverde, debido a que tenían conocimiento que dicho sujeto se
dedicaba a la venta de mariguana.
“Que
efectivamente —sigue el expediente—, a la hora y fecha indicadas —tres de la
tarde del 8 de noviembre de 1988— lo abordaron afuera de su domicilio,
informándoles que en sociedad con Atanasio Guízar Chávez efectuó una siembra
con semillas de ese vegetal, que él proporcionaba fertilizantes y demás aperos
necesarios para la siembra, cultivo y cosecha
de la yerba de la cual se encargaba su socio.
“Que
convinieron que el declarante (Mireles) recibiría como pago el 25 por ciento de
la producción total; que de la droga que le correspondió había vendido ochenta
y cuatro kilogramos a un norteamericano de nombre Ronald MacNeal y que la otra
parte de la yerba aún la conservaba, ya que la tenía guardada en una casa
abandonada, en el rancho San Isidro, municipio de Tepalcatepec, Michoacán,
hasta condujo a sus captores y les hizo entrega de diez costales que contenían
ochenta y seis kilogramos aproximadamente de mariguana”, señala el documento
judicial.
Su
vida en la cárcel de Uruapan
Mireles
ingresó al penal de Uruapan, Michoacán, el 18 de noviembre de 1988, según
oficio firmado por el juez segundo de primera instancia en materia penal,
Alejandro Pardo Ontiveros. Su estatus era de “primodelincuente”, dice el
documento judicial.
Armando
Saavedra, un veterano periodista michoacano, que en esa época estuvo preso en
el mismo penal con Mireles y a quien trató ahí durante un año, cuenta que el
director del penal de Uruapan de aquella época, a los pocos días de que Mireles
había sido recluido en ese penal regional, lo nombró encargado de la tienda de
la prisión. “llegó muy bien recomendado”, recuerda el periodista.
Saavedra
dice que Mireles —a quien siguió frecuentando después—, en aquella época le
pareció un hombre tranquilo, con gran apego a la familia, porque recibía
constantemente visitas de sus parientes. Y opina que en el tiempo de reclusión,
no vio que Mireles tuviera madera del líder que es hoy, y que en todo caso el
liderazgo que tiene en estos momentos es meramente circunstancial.
De
acuerdo con el expediente penal del líder de las autodefensas de Tepalcatepec
—región de Tierra Caliente que desde finales de los años veinte tiene problemas
similares a los de la actualidad—, un destacamento de policías de la Judicial
Federal, encabezados por el agente Carlos Castillo Espino tenían información de
que un grupo de supuestos narcotraficantes operaban en la comunidad de Agua
Buena, municipio de Coalcomán, y que entre a los que supuestamente buscaban
estaba Mireles Valverde.
En
el operativo federal de 1988, los policías judiciales incautaron, según los
documentos judiciales, tonelada y media de mariguana, que de acuerdo a las
investigaciones ministeriales era propiedad de Guízar Chávez. En el consultorio
de Mireles se encontró equipo de radiocomunicación y varios costales del
enervante revueltos entre otros con ajonjolí que estaban en ese lugar.
En
más de una ocasión, José Manuel Mireles, que se graduó como médico cirujano
partero por la Universidad Michoacana y que intentó hacer una carrera política
afiliándose al PRI, desde donde compitió para ser presidente municipal de
Tepalcatepec y perdió, ha rechazado que haya estado preso.
En
las actuaciones del expediente penal, la defensa de Mireles Valverde apeló a la
tortura para obtener la declaración que lo inculpó y llevó a prisión.
“En
efecto, al rendir su declaración preparatoria, mi defenso dijo que lo
detuvieron en su consultorio para enseguida ser trasladado al campo de futbol
de Tepalcatepec, Michoacán, en donde brutalmente fue golpeado y torturado para
que aceptara que era el dueño de plantíos de mariguana, y de dicho campo fue
trasladado a las oficina de la Policía Judicial Federal en donde lo hicieron
firmar diversas actas tanto ante ellos como ante el Ministerio Público Federal,
sin ser impuesto de sus contenido”, dice el expediente penal, donde el defensor
de Mireles apunta que su cliente y el judicial federal que lo arrestó, Castillo
Espino, nunca se carearon.
Mireles
se fogueó en el penal de Morelia
En
1990, Mireles Valverde fue trasladado al penal de Morelia y ahí, junto con un
convicto acusado de cohecho, Ives Landa Ruiz, y otros internos, se apoderaron
del autogobierno del penal. Landa Ruiz salió de prisión debido a un amparo
directo en 1992, el mismo año que Mireles.
El
autogobierno del penal de Morelia, al que pertenecía Mireles, cuentan que
controlaba la entrada de drogas, principalmente mariguana y alcohol. Al final
de la administración del entonces gobernador priista Genovevo Figueroa —que
después se hizo perredista—, Mireles y su grupo protagonizaron varios episodios
violentos por el control del autogobierno de la cárcel moreliana.
El
periodista michoacano Francisco López Guido, que emparentó con Mireles Valverde
por que se casó con una hermana de José Manuel Mireles González, padre del hoy
líder de las autodefensas de Tepalcatepec, fue el encargado de litigar y hacer
lobby en favor del médico en su proceso penal.
López
Guido escribió durante más de cuatro décadas una columna en el periódico La Voz
de Michoacán, que se llamó “Toca-Mal”, el año pasado anunció que se retiraba.
Considerado
por quienes lo han tratado como un hombre carismático y a quien “le gira la
piedra”, Mireles empezó su nueva vida después de pasar casi cuatro años de la
cárcel, en Estados Unidos. Se avecindó en Modesto, California.
En
California, el médico Mireles reprodujo el modelo de la Casa Michoacán, que
originalmente se fundó en el estado de Illinois. Trabajó como voluntario en la
Cruz Roja de Modesto; además de ese voluntariado en la benemérita institución,
Mireles era la cabeza visible de un grupo de abogados que trabajan en contra de
abusos policiacos principalmente en defensa de los hispanos, llevaba a cabo un
programa de alfabetización y trabajaba en
una clínica contra el alcoholismo y la drogadicción en Ceres City.
El
activismo en EU
Mientras
Mireles prepara su regreso a México, a principios de 2006, el doctor participó
en el libro Michoacán, voto en el extranjero. Una conquista de los migrantes,
coordinado por Gonzalo Badillo Moreno, que apareció en 2007, tuvo un tiraje de
25 mil ejemplares y fue presentado por Lázaro Cárdenas Batel, entonces
gobernador de Michoacán.
En
ese texto, Mireles escribió un texto en el que muestra su oposición hacia el
gobierno y las fuerzas del orden, pero también hacia la delincuencia, a quienes
liga como aliados.
“No,
no queremos imponer ni quitar nada, solamente queremos ser tomados en cuenta en
una forma justa y ordenada en el desarrollo político, económico y social de
nuestras comunidades de origen. Nuestros gobernantes deben considerar que miles
de nosotros, quizá millones, hemos salido de nuestro país huyendo de algo o de
alguien y que ese algo puede ser el hambre…
“Ese
alguien –sigue el texto de Mireles–,
pueden ser los mismos agentes armados: militares, federales, estatales o
municipales que se dedican a secuestrar, asaltar, asesinar y violar a nuestras
familias en nuestras comunidades de origen, con la impunidad que les otorgan
sus charolas o credenciales de “resguardadores de la ley y el orden” firmadas
por los gobernantes en turno, quienes solapan y protegen a estos esbirros
considerados como única forma de aplicar la ley en los pueblos de México,
quienes acosándolos siempre mediante el terror y el desarme en retenes y
“revisiones” dizque rutinarias, los ponen en manos de los que sí son
delincuentes para que puedan ser secuestrados, asaltados o asesinados, sin
protección o defensa de autoridad alguna. Por este motivo nuestra raza emigra
en busca de seguridad y de la tortilla, que nuestro país, con todas sus
instituciones; no le proporciona”.
En
esa misma colaboración, el líder de las autodefensa se presenta así: “El
suscrito, José Manuel Mireles Valverde, originario de Tepalcatepec, Michoacán,
con residencia en el estado de California, E.U., fundador de CASA MICHOACÁN,
Organización no Gubernamental para el servicio de nuestra comunidad; tanto en
México como en Estados Unidos”.
Pasó
por el PRI, el PRD y Alternativa
Además
de haber sido priista en sus años juveniles, en 2006, auspiciado por Leonel
Godoy Rangel (que en 2008 fue gobernador de Michoacán), Mireles fue inscrito
por el PRD en la Alianza Por el Bien de Todos en el lugar 25 de la lista
plurinominal para integrar el Senado de la República. El doctor Mireles estaba
en la lista para el Senado por debajo de María del Carmen Refugio Loya Serrano
y arriba de Mónica Hernández Martínez, según consta en las listas dadas a
conocer por el Instituto Federal Electoral.
Año
y medio después y ante la imposibilidad de integrarse a la LX Legislatura,
encabezada en el PRD por Rosario Ibarra y Carlos Navarrete, Mireles buscó otro
espacio político y se marchó al Partido Alternativa Socialdemócrata. Para las
elecciones locales de Michoacán, del 7 de noviembre de 2007, el doctor Mireles
fue inscrito como candidato de mayoría relativa propietario en el distrito XXI
con cabecera en Coalcomán, en fórmula con Ana Delia Valencia Chávez con el
sello de Alternativa Socialdemócrata, entonces dirigido nacionalmente por
Alberto Begné Guerra.
Sobre
la postulación de Mireles y Valencia Chávez, que es la esposa del doctor
Mireles, Begné Guerra comenta que la inscripción de candidatos locales era
responsabilidad de los comités ejecutivos estatales y no del nacional, que él
presidía.
No
obstante, Begné recordó que desde 2006 pidió apoyo a Eduardo Medina Mora,
entonces director del Centro de investigación y Seguridad Nacional (Cisen),
para tener información sobre “candidatos dudosos” para las elecciones
federales.
Legalmente,
los antecedentes penales de Mireles no son un obstáculo para que haya sido
inscrito como candidato. En la reforma electoral de 2007 al Cofipe se
establecía un candado para que los partidos políticos impusieran el requisito
de no haber tenido una sentencia ejecutoriada en materia penal, pero en 2008
fue derogado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Desde
2006 y hasta la fecha, la ex candidata Valencia Chávez aparece en una lista de
la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, como responsable de
estancias infantiles en Tepalcatepec.
Sin
cargo en el Congreso de la Unión ni en el Congreso local de Michoacán, Mireles
entró a la nómina del gobierno estatal de Godoy Rangel, como asesor de asuntos
internacionales de la Secretaría de Salud, en donde estuvo hasta 2011.
“¿Quiere
redimirse o hace el trabajo sucio?”
Un
ex jefe policiaco del estado de Michoacán que conoce buena parte de la historia
de José Manuel Mireles Valverde, menciona que antes de haber sido recluido en
el penal de Uruapan, quince días después de haber cumplido 30 años, el doctor
Mireles había sido un habitante más de Tepalcatepec, que como muchos en la
región tenía un gusto especial por la cacería, de ahí su facilidad para manejar
armas, igual que la mayoría de quienes integran la base de las autodefensas.
Comenta
que tiene idea de que su padre, José Manuel Mireles González, es originario de
Tepalcatepec, pero que su madre, Margarita Valverde, es originaria del norte
del estado de Sonora, porque el apellido Valverde no es muy común en Michoacán.
El
ex funcionario estatal consultado para este trabajo, mencionó que Tierra
Caliente y en especial Tepalcatepec se convirtió en una zona de narcotráfico
desde la década de los ochenta, pero que nunca se habían registrado delitos en
contra de la población en general, es decir que nunca se había cobrado derecho
de piso, pues los narcotraficantes locales mantenían bajo perfil, hasta que en
2000 empezaron a llegar los cárteles de carácter nacional, como los golfos,
zetas, la gente del Chapo Guzmán, los Valencia, los Arellano, que se empezaron
a disputar la plaza a sangre y fuego.
Informes
del gobierno del estado de Michoacán señalan que los hermanos Juan Manuel
Farías Álvarez, alias El Abuelo y Uriel Farías Álvarez alias El Paisa, son
quienes auspiciaron a partir de febrero de 2013 el surgimiento de las
autodefensas en Buenavista Tomatlán y en Tepalcatepec, con el objetivo de
acabar con Los Templarios, que a su vez son una escisión del cártel conocido
como La Familia Michoacana.
Uriel
Farías fue presidente municipal de Tepalcatepec cuando se registró el llamado
michoacanazo del gobierno del presidente Felipe Calderón. El 26 de mayo de
2009, siendo gobernador Leonel Godoy Rangel, fueron arrestados 12 presidentes
municipales, entre ellos Uriel Farías, pero, como todos los demás, quedó en
libertad.
El
Abuelo Farías —que pasó seis años en prisión— dicen los informes
gubernamentales, fue quien se encargó de hacerle frente tanto a gente del
cártel de Los Zetas como a los aliados del Chapo Guzmán, cuando estos grupos delictivos
empezaron a ganar terreno en los límites de Michoacán y Jalisco, que es
históricamente su base de operación y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El
ex jefe policiaco estatal menciona que la irrupción de José Manuel Mireles
Valverde en la escena nacional desde febrero del año pasado tiene dos lecturas:
se trata de redimir, porque se retiró de las actividades delincuenciales en las
que participó en el pasado y está arrepentido; o le está haciendo el trabajo
sucio al grupo delictivo de Los Farías, que según informes de las autoridades
locales, desde hace años es parte del cártel Jalisco Nueva Generación.
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