Carlos
Berumen (1957-2014)
“Todo
tiene su tiempo…”Eclesiastés
La
noticia la acabo de leer en la red social, en Facebook
–en
el post de su hija Renata- .
A
Carlos lo conocí y traté hace 10 años cuando
construíamos el partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina.
Nos
hicimos amigos y luego compadres; estuve casi en todos sus cumpleaños desde
entonces; recuerdo la fiesta de 50 años, estaba más que feliz!
¡Fue
un ser generosos y amoroso con su familia, eso nadie lo duda.
La
muerte es la realidad más dolorosa, más misteriosa y a la vez, más inevitable
de la condición humana, y es que "el hombre es un ser para la
muerte", dice un célebre filósofo alemán del siglo XX
¡Nos
duelen las ausencias y aún más las irreparables!
Y
bueno hay varias formas de manifestarse por la pérdida de un ser querido.
Se
vale de todo ¡Incluso llorar!
Hay
unos versos escritos por uno de los mayores poetas del siglo pasado en lengua
inglesa, y rezan así:
Blues
(triste) funeral
Paren
todos los relojes, el teléfono corten,
denle
al perro un hueso para que no ladre;
silencien
los pianos
y
cuando el tambor redoble,
traigan
el ataúd, dejen que el cortejo avance.
Que
los aeroplanos den sus vueltas gimiendo,
y
garabateen en el cielo:
"El ha muerto";
"El ha muerto";
pongan
a cada paloma su oscuro listón
y
a los policías guantes negros de algodón.
El
era mi Sur, mi Norte, mi Este y mi Oeste,
semana
laboral, descanso dominical,
mi
charla, mi canto, medianoche y mediodía;
creí
que el amor por siempre duraría: “equivocado yo estaba.”
Ya
no hacen falta estrellas, apáguenlas todas,
desmantelen
el sol, la luna será embalada,
vacíen
el océano y derriben el bosque;
porque
todo esto ya no sirve para nada...” W.H. Auden.
Es
triste el poema de Auden.....
Pero
Carlos se fue en su cumpleaños y creo
–salvo otras opiniones-, que hay que despedirlo en un feliz funeral, si podemos decir eso.
–salvo otras opiniones-, que hay que despedirlo en un feliz funeral, si podemos decir eso.
Hoy
cumpliría 57 años de edad.
En
lo personal me gustan las líneas del poeta libanés Gibrán Khalil Gibrán.
Quizá
Carlos antes de partir, le dijo a su hermana, hijos y amigos....
¡Déjenme
partir!
“No llaméis al médico pues podría prolongar mi
sentencia en esta cárcel,
con
su medicina.
Han terminado los días de la esclavitud,
y
mi alma busca la libertad de los cielos….”
“No
me lloréis enlutados por mi ausencia
Lucid
blancas vestiduras y regocijaos conmigo;
No
habléis de mí partida con suspiros tristes;
Cerrad
los ojos y me veréis siempre entre vosotros…
(…)
Regresad a la alegría de vuestras casas,
Que
ahí encontraréis
Lo
que la Muerte no puede quitaros ni quitarme.
Abandonad
este sitio, porque lo que aquí véis
Ya
se encuentra lejos, bien lejos de este mundo.
Dejadme
ya”. Gibrán.
Casi
estoy seguro que eso nos decía.
¡Déjadme
irme en paz!
"He
roto los barrotes de esta jaula vieja;
déjame
volar y no me detengas (…)
El
cielo está claro y el mar está en calma,
y
mi velero está a punto de zarpar;
no
demores su viaje.
Dejas
que mi cuerpo repose con los que ya están gozando
el
reposo eterno;
dejad
que mi sueño termine,
y
que mi alma despierte con la aurora....”
Y
nos dice que NO lloremos...
“..No
derraméis lágrimas de dolor en mi mano,
pues
crecerían
espinas
en mi tumba.
No
ahondes arrugas de agonía en mi frente,
pues
el viento, al pasar, podría leer
el
dolor de mi frente,
y
se negaría a llevar el polvo de mis huesos
a
las verdes praderas...” Gibrán.
O
como nos dice Joan Manuel Serrat:
¡Y
a mí enterradme sin duelo
entre
la playa y el cielo...!
"En
la ladera de un monte,
más
alto que el horizonte.
Quiero
tener buena vista,
mi
cuerpo será camino,
le
daré verde a los pinos
y
amarillo a la genista...”
Curiosamente esa frase de la canción de Serrat la cantamos juntos varias veces, acompañados de la guitarra de Victor Hugo Cubedo.
Un
fuerte abrazo a todos, a sus hijas e hijos…: Mariana, Carla, Emiliana, Renata y Roberto. A su mujeres, a sus hermanos...a
todos sus amigos...y seres que lo quisieron.
Carlos
vivió feliz a su manera:
“Tal vez lloré, o tal vez reí,
tal vea gané, o tal vez perdí,
ahora sé que fuí feliz,
que si lloré, también amé,
puedo vivr, hasta el final, ami manera….“
Así debemos vivir todos, “ a nuestra manera“, la vida es corta, muy corta.
“Tal vez lloré, o tal vez reí,
tal vea gané, o tal vez perdí,
ahora sé que fuí feliz,
que si lloré, también amé,
puedo vivr, hasta el final, ami manera….“
Así debemos vivir todos, “ a nuestra manera“, la vida es corta, muy corta.
¡Hay
que vivirla intensamente!
Hoy
me beberé un trago en su recuerdo.
PD.
Lamento no haber podido estar con Carlos en sus últimos días. Me avisaron de su
enfermedad el viernes pasado, yo estaba en Sinaloa, regresé y m dispuse a ir al
hospital la tarde-noche del lunes...
En
el trayecto a Cuernavaca, hablamos con su hermana Charo,....nos dijo que sólo
podríamos ir antes de las 18 horas....
Me
programe para ir esta sábado...
Fue
demasiado tarde, lo lamento compadre
Un
fuerte abrazo a donde estés hoy..
Así
es la vida como dice Eclesiastés.. “todo tiene su tiempo”
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1 comentario:
buenos días, disculpe había una caricatura de él en internet, sabes cuál era la fuente? periodico? algo? por favor? es importante, cómo puedo encontrarla? gracias!
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