Revista
Proceso
No. 1989, 13 de diciembre de 2014
Fiscalía
anticorrupción: a la búsqueda de un Eliot Ness independiente/ÁLVARO
DELGADO
“Queremos
un Eliot Ness para México”, dijo el panista Roberto Gil Zuarth en el Senado, el
mismo órgano legislativo que podría designar este domingo 14 al primer fiscal
anticorrupción de la federación. Y Juan Miguel Alcántara Soria ya levantó la
mano y manifestó su deseo de emular al hombre que llevó a la cárcel a Al
Capone, aunque advierte: la Fiscalía debe ser independiente y apoyarse en un
sólido sistema legal.
Si
el Congreso no aprueba un auténtico sistema legal contra la corrupción y
designa un fiscal en la materia sin independencia total, “condición fundamental
y primaria para que sea eficaz”, será una burla de la clase política a la
sociedad, advierte Juan Miguel Alcántara Soria.
“En
este tema no puede equivocarse la clase política –alerta el aspirante a fiscal
anticorrupción–. Querer abusar, engañar y distraer sería abonar a los límites
de la tolerancia de la opinión pública.”
La
simulación, insiste, no le sirve a nadie. “Ni al propio gobierno. Lo que se
generaría sería una nueva frustración y un motivo más de reclamo”.
Y
ante agravios como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los
fusilamientos del Ejército en Tlatlaya y los escándalos de corrupción en el
gobierno del priista Enrique Peña Nieto, anticipa: “Sería la gotita que derrame
el vaso”.
Militante
durante décadas del Partido Acción Nacional (PAN), del cual se distanció en
2000, Alcántara asegura tener la capacidad y experiencia para combatir la
corrupción, que define como “un problema endémico que cruza todos los ámbitos
del país, incluida la iglesia”.
A
sus casi 60 años, el procurador de Justicia de Guanajuato durante el gobierno
interino de Carlos Medina Plascencia, dos veces diputado federal y
subprocurador general de la República aclara: “Me siento con todas las ganas y
capacidad de dejar un legado a mi país y a mis hijos, de haber sido parte de lo
que es sólo el principio de solución de este problema endémico”.
En
entrevista con el reportero, el viernes 12, el abogado por la Escuela Libre de
Derecho, doctor por la Universidad Complutense de Madrid y litigante desde que
dejó el gobierno de Felipe Calderón, revela que tomó la decisión junto con sus
hijos de buscar la fiscalía, aun con los riesgos, por ejemplo, “de ser
desaparecido”.
–¿Está
dispuesto a jugarse la vida?
–¡Evidentemente!
En esto no se puede dejar de calcular, a la hora de construir escenarios, que
esto pueda suceder.
Alcántara
Soria cree encarnar a Eliot Ness, el policía estadunidense que combatió a la
mafia de Al Capone, como lo planteó el panista Roberto Gil Zuarth, presidente
de la Comisión de Justicia del Senado:
“Queremos
un Eliot Ness para México, alguien que tenga la capacidad de meter a los
delincuentes y a quienes contribuyan con esos delincuentes desde el Estado, a
la cárcel. Sin compromisos de grupos de poder, sin compromisos de partido y
sobre todo que no tenga ningún tipo de compromisos con este gobierno, con los
gobiernos anteriores o con los gobiernos futuros. Para acabar con los
intocables de la corrupción queremos un grupo de intocables que tenga la capacidad
de meter a la cárcel y asumir las responsabilidades de quien las deba.”
En
vísperas de que el Senado decida si designa al fiscal anticorrupción el domingo
14 o lo pospone hasta que la Cámara de Diputados apruebe el sistema
anticorrupción –atascado por voluntad priista–, Alcántara insiste en querer
encarnar a Eliot Ness, “adaptado a las circunstancias y a los tiempos, pero
algo de esa actitud se requiere: Jugarse el todo por el todo”.
Los
amigos Diego y Lozano
Alcántara
Soria asegura que no tiene compromisos con grupos de poder ni con el gobierno
de Peña Nieto ni con los panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, a los que
acusó en su momento de ser omisos en el combate a la corrupción (Proceso 1881).
También
asegura que tomó distancia de Diego Fernández de Cevallos y sobre todo de
Antonio Lozano Gracia, quien le retiró el habla tras no lograr que Alcántara
contratara a tres de sus recomendados en la Procuraduría General de la
República (PGR).
Cuenta:
“Cuando llego a PGR quiere meter a tres y no los pasé, por corrupción. Tenían
antecedentes de corrupción. Eso le significó a Toño dejarme de hablar, ni el
saludo ni nada. En un momento Diego me preguntó: ‘¿Qué pasó con Toño?’. Le
dije: ‘Fulano y perengano me los propuso, chequé adentro, tenían averiguaciones
abiertas’. Ya nunca se restableció la relación con Toño”.
Además
de Alcántara hay otros dos personajes vinculados con el PAN que puntean para
ser el fiscal anticorrupción: Son César Alejandro Chávez Flores, precisamente
miembro del despacho de Lozano Gracia, y Rafael Estrada Michel, nieto de Rafael
Estrada Iturbide, fundador del PAN e hijo del magistrado Rafael Estrada Sámano.
Chávez
Flores fue visitador general de la PGR con el procurador Arturo Chávez Chávez,
socio de Lozano Gracia, y Estrada Michel fue director general del Instituto
Nacional de Ciencias Penales y secretario técnico del Consejo Coordinador para
la Implementación del Sistema de Justicia Penal.
A
pregunta expresa, Alcántara Soria aclara que mantiene amistad con Fernández de
Cevallos pero nada más. “Desde la presentación del libro de Luis Felipe Bravo
Mena, hace tres meses, no he visto ni hablado con Diego. Esa es la única vez
que lo he visto en el año”.
–¿Tiene
usted esqueletos en el clóset?
–No.
Ninguno.
–¿Qué
garantía tienen los ciudadanos de que no cambiará el cargo por impunidad a
quienes lo nombren?
–La
legitimación del fiscal viene definida por el mecanismo del Senado, con la
inscripción por iniciativa personal y sin el impulso del Ejecutivo, y se va a
votar en una asamblea donde no tienes la dependencia formal de alguien. En el
origen hay una relativa intervención del Senado, pero después lo relevante es
la independencia que se le garantice.
Redondea:
“Si se hacen bien las cosas, no le veo dónde está el sentido de que se lo
tengas que deber a alguien y por tanto tengas condiciones para intercambiarlo
por algo de impunidad”.
Convencido
de que el sistema anticorrupción frenado en la Cámara de Diputados debe ser
auténtico, Alcántara también exige que el fiscal tenga total autonomía e
independencia, como lo establece la Convención de las Naciones Unidas contra la
Corrupción.
“La
independencia de esta fiscalía es la condición fundamental y primaria para que
sea eficaz. Y si no se obtiene pronto o en un proceso de transición no largo,
no va a tener condiciones elementales para funcionar.”
Explica:
“Una de las cuestiones fundamentales que tienen los fiscales es atender todos
los asuntos que están en la agenda nacional con dos cualidades fundamentales:
Que las investigaciones que hagas sean muy transparentes, que al revisarse
estén totalmente apegados a la legalidad, y hacerlo de una forma cuidadosa de
respetar esa legalidad, que no vayas a ser un chivo en cristalería”.
–¿Y
si no hay autonomía?
–¡Ah,
no! Si no va a haber las condiciones a las que me he referido, yo no voy.
“Canas,
ganas y… valor”
Secretario
ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y exsubprocurador de la
República, ambos cargos durante el sexenio de Calderón –de quien se distanció–,
Alcántara Soria cabildea con la fracturada bancada de su expartido, pero
también con priistas, perredistas y verdes, a muchos de los cuales conoce por
su larga trayectoria.
“Ya
me lo dijeron: el PRI busca canas, ganas y… valor. Vamos a ver si es cierto”,
dice el expanista, quien conoce a uno de los factores de poder de ese partido,
el diputado Manlio Fabio Beltrones, desde que negoció con él la reforma
político-electoral, tras la elección fraudulenta de 1988.
En
el PRD es amigo de su presidente, Carlos Navarrete, guanajuatense y bohemio
como él, mientras que en el Partido Verde es también, según él, “bien visto”
por su trayectoria.
–En
el caso de ser fiscal, ¿iniciaría una investigación de Peña por un presunto
conflicto de interés en el caso de la mansión de las Lomas?
–Necesariamente
todos los asuntos que están en este momento en la agenda de debate y discusión
en la opinión pública se tienen que tratar con mucha transparencia, de tal
manera que puedan ser revisados todos los procesos, no sólo por las instancias
judiciales o administrativas en su caso, sino también por la opinión pública.
“Y
también, por otro lado, se tiene que partir de la presunción de inocencia de la
gente y por supuesto la no impunidad de quien sea responsable. Pero los
procesos que se hagan deben ser muy transparentes, no pueden ser hechos en lo
oscurito o fuera de la caja de cristal en la que se tiene que trabajar.”
Alcántara
está al tanto de las negociaciones en la Cámara de Diputados sobre el sistema
anticorrupción y advierte que una fiscalía anticorrupción no puede estar
desvinculada de todos los órganos relacionados con el tema ni de la
participación de la sociedad.
“Los
sistemas anticorrupción que funcionan en el mundo generalmente están asociados
a un empoderamiento de la sociedad civil sobre ella, sobre sus líneas
fundamentales. Ojalá que el legislador pueda considerar esto desde ahora.”
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