6 ago 2015

Manlio en las columnas de hoy, jueves 6 de agosto

  Las columnas políticas hoy, jueves 6 de agosto de 2015
FRENTES POLÍTICOS/Excelsior., 


I.Y Beltrones saltó el muro. El panorama se aclaró para el PRI. Manlio Fabio Beltrones, a falta del ritual priista, será su nuevo líder nacional. César Camacho, presidente saliente, confirmó que entre los tricolores se impuso la fórmula de unidad. Merecido. Beltrones domina el arte de la política, concilia intereses, conjuga esfuerzos, armoniza voluntades. Resuelve. Por ello, el presidente Peña Nieto le reconoce su labor, los logros de las reformas y sus resultados electorales. No ser del grupo compacto no fue un obstáculo. Será clave en el proceso de 2018. ¿Que eso lo elimina como candidato a la Presidencia?, sí. En teoría. El candado impuesto por Peña fue colocado hace poquito, pero falta mucho tiempo. Veremos. 
II.Descanso obligado. Tras decidir que la responsabilidad de reencaminar al Partido Revolucionario Institucional será de Manlio Fabio Beltrones, Peña Nieto se toma un receso. Salió de vacaciones y se reincorporará hasta el próximo lunes 10, cuando vuelva a las actividades de su agenda de trabajo. Se mantendrá al pendiente de los acontecimientos del país y al frente de su responsabilidad nacional. El Presidente no había podido hacerlo desde que lo operaron. Y no sólo él, sino Aurelio Nuño, el jefe de la Oficina de la Presidencia, también se tomará un descanso luego de estar perfilado a la dirigencia nacional del priismo. No ser militante lo habría tumbado. Ojo. De vuelta podría reaparecer al mando desde una Secretaría de Estado. 

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BAJO RESERVA/El Universal
Bufalada chiapaneca 
Apenas iniciaba el ritual de la sucesión en la dirigencia del PRI, con la instalación del Consejo Nacional para determinar el método de elección del próximo presidente, cuando el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, soltó un tuitazo para felicitar al diputado Manlio Fabio Beltrones como el “nuevo dirigente”. Algunos priístas se erizaron y comenzaron a soltar en el edificio central que el joven Manuel ni siquiera es militante. En el equipo de don Manlio se intentó detener una posible bufalada, con el consabido: todavía no está lista la convocatoria. La duda ahora, al interior del grupo del sonorense, es si la acción de Velasco fue para ayudar o de plano meter un buscapiés al todavía coordinador parlamentario en San Lázaro. 
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Lenguas Viperinas/ LSR
EN EL PRI Manlio Fabio Beltrones impuso su liderazgo al de la misma Presidencia de la República. Aunque se lea exagerado, aquí le contamos sobre los intentos de la actual dirigencia nacional de cabildear o sondear acerca de la llegada al máximo cargo de militancia priísta de Aurelio Nuño. A pesar de la institucionalidad conocida en el PRI, los más mostraron temores y preocupaciones sobre la dependencia de Nuño a Peña Nieto, a lo que se suma, nos aseguran, que el joven titular de la oficina del Presiente Enrique Peña Nieto, no ha sido de lo más amable o dispuesto con los sectores interno del partido, pues no ha contestado llamadas ni ha concretado citas bajo el argumento de una agenda trabajo saturada.
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TEMPLO MAYOR/Reforma
LA SEÑAL de que Manlio Fabio Beltrones era el bueno la recibieron los legisladores cercanos a él en la noche del martes. 
SIN DARLES mayores explicaciones, por teléfono les pidieron regresar de volada al DF para estar presentes en la sesión de ayer del Consejo Político Nacional. Varios de ellos habían decidido no asistir, pues daban por un hecho que esa no sería su fiesta. 
PERO COMO la sucesión tricolor al parecer dio un giro, todo indica que el sonorense tomará las riendas del partido. 
HABRÁ QUE VER si revive ese viejo debate sobre si el dirigente nacional del PRI puede o no apuntarse en la lista de presidenciables. El nefasto recuerdo de Roberto Madrazo obligó a ponerle un candado a quienes ocuparan esa posición.
Y AUNQUE posteriormente se dejó de lado, hace poco César Camacho Quiroz lanzó la pedrada de que sería bueno reponerlo.
HABRÁ que ver si Beltrones aceptó dejar de lado sus aspiraciones o si, por el contrario, logró colocarse en un iluminado aparador de cara al 2018.
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Será?/!4 Horas
Los relevos
Perfilados los cambios en las dirigencias de los partidos y concluidas las vacaciones de Peña Nieto, se espera que en las próximas semanas se haga el anuncio de los relevos en el gabinete. Hasta el momento no se conocen nombres ni posiciones, pero a quien se le ha visto en todos los eventos del primer mandatario es al jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño. Incluso, fue de los más mencionados para llegar a la dirigencia del PRI, pero nos dicen que en Los Pinos le tienen reservada una posición de altos vuelos. ¿Será?
EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
Milenio
Con Beltrones, aun ‘perdiendo’, gana Peña
Si a los pensamientos, las creencias y las emociones que motivan la conducta humana se suma el canijo primitivo instinto, imposible desentrañar lo que llevó al Presidente a imponer, apoyar o no impedir que Manlio Fabio Beltrones encabece la inminente nueva dirigencia nacional del PRI.
De quien escogió para sucederlo en la gubernatura del Estado de México se afirmaba que no era el de su preferencia, pero Enrique Peña jugó a ganar con Eruviel Ávila, el ex vidriero y ex cobrador en autobuses de pasajeros que arrasó dos a uno, sumados, a los adversarios del PAN y el PRD.
Subsecretario en Gobernación, gobernador de Sonora, diputado federal, dirigente de la CNOP, senador, otra vez diputado (hasta concluir este mes), presidente de las mesas directivas en ambas cámaras, negociador clave de las reformas estructurales, leal en todo al correligionario que le ganó la candidatura presidencial del PRI en 2012, el ungido ya puede o no ser del agrado de Peña Nieto, pero es a quien necesita para ganar, aun si en 2018 Beltrones quiera colársele hasta la cocina… de Los Pinos.
cmarin@milenio.com
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EN PRIVADO/Joaquín López-Dóriga
Milenio
El Presidente y Manlio
El secreto es moverse entre la armonía y la proporción. Florestán
Cuando en la primavera de 2011, el entonces gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto cavilaba sobre el candidato del PRI a sucederlo, tenía una prioridad: que ganara la elección, para él esencial en el camino a su candidatura presidencial.
Los expertos, descontaban que mantendría la línea sucesoria del Grupo Atlacomulco vía Alfredo del Mazo Maza o Ernesto Nemer, pero que en el improbable caso de romperla, el martillo sería su secretario de Finanzas, Luis Videgaray, siendo el común denominador la cercanía y el afecto.
La sorpresa para los bisoños fue que pudo más el pragmatismo que los cariños. Peña Nieto se preguntó: ¿Quién garantiza la victoria? Y se decantó por un lejano y ajeno al grupo, pero no desconocido alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, y logró sus tres objetivos: ganar la elección, mantener la unidad y la disciplina en sus filas y alcanzar la candidatura que lo llevó a la Presidencia en 2012.
Ya como presidente electo, tuvo que decidir, entre otros cargos clave, por sus coordinadores parlamentarios. En el Senado no tuvo duda: Emilio Gamboa, de sus más allegados y de absoluta confianza. Cuando habló de la Cámara de Diputados y puso el nombre de Manlio Fabio Beltrones, le hicieron advertencias que ignoró y lo nombró. Pesó la eficacia.
Ahora, con el relevo en el PRI, se mencionaron muchos nombres, algunos de los cuales representarían un ajuste en su primer equipo, que ya vendrá.
Y cuando volvió a mencionar a Beltrones, le hicieron las mismas advertencias: se irá directo a la candidatura presidencial.
El miércoles, a la una de la tarde, el ex coordinador priista ingresó a la Residencia Oficial de Los Pinos por la puerta Uno, entró a la residencia Lázaro Cárdenas, subió al primer piso, entró el despacho presidencial y allí Peña Nieto lo hizo su candidato a la presidencia del PRI, un sueño que Beltrones acarició durante años, y que hasta ahora, 2015, alcanza.
Peña Nieto siguió el mismo método, pragmático, de su sucesión en el Estado de México, el mismo que aplicará para la presidencial, en su momento: un hombre que le garantice el triunfo mientras él mantiene la unidad y la disciplina priistas.
¡Ah! Y que no quede duda: esta decisión, Beltrones, fue personalísima de Peña Nieto. De nadie más.
RETALES
PROCESO. Beltrones se registrará como candidato a la presidencia del PRI mañana por la mañana. Hoy se publica la convocatoria;
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Ganó Nuño, Beltrones será el presidente/Ciro Gómez Leyva
El Universal,
Manlio Fabio Beltrones estaba muy tranquilo, consciente de que absolutamente todo lo que tenía que hacer, hecho estaba. El viernes atendió las últimas citas, el sábado se sometió a un estudio de rutina de estómago y pasó el fin de semana en casa a la espera del desenlace. Por si acaso, encargó a su equipo que comenzara a pensar las líneas generales del discurso de toma de posesión.
Si la lógica se imponía, él sería el próximo presidente del PRI. La lógica conforme a la combinación del momento, la circunstancia, los personajes a la mano y los tremendos desafíos rumbo al 2018. Pero no habría más lógica que la del presidente Peña Nieto. Beltrones lo sabía, Aurelio Nuño lo sabía.
Por primera vez en mucho tiempo, el PRI contaba con un par de aspirantes de primera línea. Sólo con una gran torpeza, el Presidente convertiría un problema de éxito en una crisis política.
El Presidente ha jugado bien las cartas. De no ocurrir algo extraordinario, mañana, el sábado, Beltrones se registrará como candidato a la presidencia del partido. Nadie le hará sombra. Su candidatura será recibida por los priístas con un regocijo parecido a la aclamación. Saben, como se ha propuesto aquí, que es seguramente el político más completo de México. Y pese a lo que esparcen sus adversarios, un hombre de lealtad incondicional, documentable, al presidente Peña Nieto y al PRI. Será el líder más fuerte y simbólico del tricolor desde hace un cuarto de siglo, desde Luis Donaldo Colosio.
Aurelio Nuño no dejó de hacer un minuto sus tareas en Los Pinos. Conocedor de la política en la teoría y la praxis, comprendía los riesgos y costos de las distracciones y excesos en una situación como la que se vivía en el relevo de mando priísta. Con buena cara, buen ánimo, hizo saber que el Presidente de la República valoraba en verdad la eficacia y lealtad con que Beltrones operó para sacar adelante las reformas, un proceso que difícilmente habría tenido esa fortuna sin las destrezas del sonorense; que el Presidente apreciaba a Beltrones y confiaba en él. El lunes deslizó que, al igual que su jefe Peña Nieto, se tomaría los cuatro días finales de la semana para vacacionar.
 Y para que esos cuatro días fueran de Manlio Fabio Beltrones. Sin hacer una mueca, sin expresar una palabra en público, Aurelio Nuño ha elevado su peso y valor. Queda en excelente posición para lo que venga.
Ganó Nuño y Beltrones será un poderoso presidente del PRI cuando asuma el mando. El PRI respira aliviado. La mesa se ensancha para el tricolor y para el gobierno. La famosa unidad tiene lógica: quien juegue contra Beltrones, jugará contra Peña Nieto.
Tanto para Nuño, tanto para Beltrones, tanto para Peña Nieto.
MENOS DE 140. En los pasillos. ¿Y lo de César Duarte candidato a la presidencia del PRI? Fue una broma. De principio a fin.
gomezleyvaciro@gmail.com
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Beltrones: al rescate de Peña Nieto/Ricardo Alemán
El Universal,
El jueves 22 de enero –hace 197 días–, titulamos el Itinerario Político de la siguiente manera. “Beltrones al PRI”.
Dijimos que frente a las penosas experiencias que en esos días vivían el PAN y el PRD en la renovación de sus dirigencias, en el PRI también existían ambiciosos sin límite que pretendían repetir la fallida experiencia de Roberto Madrazo. Es decir, dividir al partido para apoderarse de la candidatura presidencial.
Sin embargo, también dijimos que en el relevo de la dirigencia del PRI “previsto para agosto próximo” el caso de Beltrones sería totalmente distinto. “Beltrones no apostará a dividir al tricolor porque sabe que cuando el PRI está en el poder, el que manda despacha en Los Pinos”.
Pero además, señalamos que “Beltrones tiene la virtud de los políticos de grandes ligas. Sabe el valor de los tiempos y sabe esperar. Y sabe que otros integrantes del gabinete presidencial se prepararán para la silla de Colosio e Insurgentes”.
Y preguntamos: ¿Qué futuro le esperan al sonorense al terminar su encargo en San Lázaro? Nadie lo sabe de cierto. Lo que sí se sabe es que Beltrones es el priísta al que más le debe Enrique Peña Nieto. Al tiempo”.
Y el tiempo –como suele ocurrir–, puso a cada quien en su lugar.
Regresamos al tema el 17 de mayo, en la campaña electoral intermedia, para poner el acento en un inusual activismo de Beltrones. Dijimos: “hoy se puede ver al aún diputado Manlio Fabio Beltrones como uno de los más activos promotores del voto a favor de los candidatos del PRI en todo el país”. Y destacamos que en semanas “Beltrones será un político desempleado”.
Y advertimos que ése era el verdadero mensaje de Beltrones, sobre todo “ante la vieja conseja política de que el político más peligroso es el político desempleado. ¿Por qué? Porque un político desempleado no tiene lealtad más que para su causa. Y frente a esa lealtad se convierte en promotor de su propia candidatura. Todos saben que Beltrones busca llegar al PRI. Y si en el gobierno de Peña son inteligentes —lo que a estas alturas muchos dudan—, lo harán presidente del PRI. Si no, desde hoy será el más aventajado candidato presidencial del PRI. Al tiempo”.
Y el tiempo confirmó que en política Peña Nieto no ha perdido el sentido fundamental; el olfato político. Beltrones será el proximo presidente nacional del PRI, como lo pronosticamos hace 197 días. Ahora la pregunta apunta a otro lado. ¿Cuál será el papel fundamental de Beltrones en la segunda mitad del gobierno de Peña Nieto?
Está claro que Beltrones deberá operar con eficacia, talento y rigor la renovación de los gobiernos de medio país, que tendrán lugar en 2016 y 2017 –en total se renovarán 14 gobiernos estatales–, pero acaso más importante que todo lo anterior sea el trabajo político, el de contrapeso y punto de equlibrio de un gobierno que pierde el rumbo.
No, Beltrones no competirá con Peña Nieto. No regateará un milímetro las decisiones presidenciales. No competirá con los integrantes del gabinete presidencial, porque no tendrá necesidad de esa competencia.
Pero la sola presencia de Manlio Fabio Beltrones en el PRI será un contrapeso formidable a la debilitada “triada” de Los Pinos; provocará un mayor reparto de poder entre los grupos del PRI y, sobre todo, dejará en manos de un político ajeno al Grupo Compacto de Peña Nieto, la construcción del arrancadero presidencial de 2018. A su vez, el PAN y el PRD tendrán enfrente a un verdadero político.

Y es que Peña Nieto cometió uno de sus mayores aciertos. Al tiempo.
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Columna Alhajero/Martha Anaya
¡Se le hizo a Beltrones!
Los jaloneos estuvieron durísimos. Tanto, que Enrique Peña Nieto aguantó el forcejeo hasta el último momento para definir quién habría de dirigir al PRI.
Y como le ocurrió en el Estado de México a la hora de elegir al candidato de su partido para la gubernatura, Peña debió dejar de lado a su preferido y abrirle el paso a quien tenía mayores posibilidades de ganar la elección (además de que corría el peligro de que se fuera de candidato a otro partido), Eruviel Ávila.
Porque no es un secreto que el Presidente de la República deseaba que Aurelio Nuño llevara las riendas del tricolor y que uno de los principales impulsores del jefe de la Oficina de la Presidencia era el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Peña lo dibujó claramente en la sede del PRI hace unas semanas. Lo platicó con distintos líderes. Lo placeó incluso, junto con otro posible aspirante: Enrique Martínez y Martínez.
La idea era sacar del camino hacia Insurgentes Norte a Manlio Fabio Beltrones. Y por poco lo logran. El propio presidente del PRI, César Camacho, le mostró los dientes.
Pero el rechazo de los priistas –de los militantes, de los que se han fajado durante años en el partido– fue tal, que Peña Nieto se vio obligado a cederle el espacio al sonorense, ante la amenaza de la indisciplina en las urnas (así se lo hicieron saber).
Y es que los tricolores quieren juego abierto con vistas a las elecciones del próximo año y, sobre todo, rumbo a la elección presidencial de 2018. No quieren arreglos cupulares desde ahorita, ni cartas marcadas, ni mucho menos entregarle el partido a quienes ni siquiera lo han vivido por dentro y no saben lo que es ganar una elección.
Además, ya están hartos de lo que llaman la Pachutolucracia (gente del Estado de México y de Hidalgo pa’ todos lados).
Aunque el sonorense, como buen político, probablemente llevará de mancuerna para la secretaría general del PRI a una mexiquense (el nombre de Carolina Monroy del Mazo es el que se menciona).
En fin, no cabe duda que Beltrones es un hueso duro de roer.
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Columna Teléfono Rojo/José Ureña
24 Horas
Beltrones en el pragmatismo de Peña
Se las volvió a hacer.
Muchos se fueron con la finta del entonces gobernador Enrique Peña Nieto cuando en 2011 ungieron prematuramente a Alfredo del Mazo como inminente candidato a gobernador del Estado de México.
En esta ocasión volvió a jugar con la distracción en el relevo tricolor.
Fue a la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a recibir el calor de sus correligionarios cuando arreciaban las críticas a su gobierno por la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán y otros escándalos.
En la explanada de Insurgentes y Luis Donaldo Colosio habló de un partido capaz de atraer a los jóvenes y regresar a las universidades para nutrirse del dinamismo de la juventud, sobre todo la capacitada.
Todos voltearon a ver a Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, como inminente relevo de César Camacho Quiroz.
Aquí no dimos por definitivo ese retrato hablado y escribimos el viernes 31 de julio:
“…pero hay un reto ineludible para su pragmatismo (de Peña): la suerte tricolor del 2018 pasa por el 2016, cuando habrá 17 elecciones y 12 de ellas serán para gobernador.
“Los buenos resultados darían al PRI esperanzas para retener Los Pinos en 2018, pero la derrota en varias entidades reduciría las posibilidades de retener el poder federal”.
No era necesario dar nombres para guardar dimensiones entre Beltrones y Nuño.
Hubo otros elementos para eliminar a ese joven funcionario y ya está la respuesta:
Peña no jugará con el partido y manda al cuadro más preparado para aquellos objetivos.
FUERZA INTERNA, DIÁLOGO CON OTROS
Manlio Fabio Beltrones confirmó el lunes su asistencia al informe del diputado federal quintanarroense Raymundo King, programado para el martes ante el obelisco de Chetumal.
–Mala señal si va –comenté. Y agregué: –porque entonces no va a estar donde debe en víspera de la sesión del Consejo Político Nacional del PRI para designar nuevo presidente.
Y el martes, cuando fue llamado a donde debía ser llamado para ir a donde debe ir, mi comentario fue inverso:
–Buena señal. O por lo menos buen principio.
Ayer, cuando la noticia ya circulaba por todo el horizonte político del país, priista y no priista, hablé con el todavía diputado Beltrones.
–Felicidades –le dije.
–Vamos a ver –me contestó mientras le daba el abrazo y adentro de su Suburban observaban Marco Antonio Bernal y Manuel Añorve.
–Necesito la confirmación –le insistí.
–Sólo tengo una decisión: me voy a inscribir. Eso no lo dudes.
En un político de ese nivel no se necesita más.
–No queda duda –abundé mientras regresaba a su camioneta–: el PRI estará en buenas manos y el presidente Enrique Peña honra a su partido y a la política con esta decisión.
Reflexioné sobre pláticas anteriores y reviví aquella donde Beltrones habló de la negociación como base de la política y requisito para seguir con el cambio del país y la reconstrucción priista.
A eso va.
ANA LILIA HERRERA PARA SECRETARIA
1.- El martes leyó usted aquí otro adelanto:
“En espera de la decisión única del Presidente, va un dato: se da por descontado el ascenso de la senadora Ana Lilia Herrera a secretaria general del PRI”.
También dijimos:
“La candidatura será de unidad y Manlio Fabio Beltrones no se prestará a ser comparsa”.
Bueno, pues no es ni será comparsa.
Y 2.- hace 10 años falleció Leonardo Rodríguez Alcaine.
Usted y todo mundo sabe quién fue, sucesor de Fidel Velázquez y segundo dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Pero como en la megalomanía de Joaquín Gamboa Pascoe sólo cabe él, los bustos Velázquez y Rodríguez fueron retirados de la sede cetemista y sustituidos con una estatua propia.
Obvio, Rodríguez no será recordado.
Mejor dejemos este tema para mañana.
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Columna Sólo para Iniciados/Juan Bustillos
Impacro.
Peña engañó con la verdad; no más triada
Ya no más podremos hablar de una triada, en referencia al inmenso poder acumulado por Luis Videgaray, Aurelio Nuño y Miguel Osorio Chong, porque el liderazgo tricolor no tendrá autonomía absoluta; el Presidente escogió al mejor de la nómina por sus dos virtudes: lealtad e institucionalidad
Durante semanas Enrique Peña Nieto engañó a quien quiso dejarse engañar con la verdad… al mejor estilo priísta.
El liderazgo de Manlio Fabio Beltrones es la mejor noticia para el PRI y los priístas; el gran regalo de cumpleaños (63 el próximo 30) para el aún coordinador de los diputados tricolores, pero lo verdaderamente relevante es que el Presidente Peña Nieto envió a su partido y al país la señal de que en Los Pinos habita un estadista capaz de confiar el instrumento más formidable de poder, sin regateo, sin temor alguno, a quien fue su contrincante por la candidatura presidencial.
Pudo prestar oídos a quienes lo alertaban sobre posibles deslealtades, seleccionar a un amigo o a un paisano, pero escogió al mejor de la nómina; al mismo que después de competirle, supo ganarse su confianza a base de sacar todo el trabajo encomendado en la Cámara de Diputados, histórico, por cierto, pero además con sus mejores virtudes, lealtad e institucionalidad.
La noticia también es que el Presidente inició ayer un corto periodo vacacional instaurando un nuevo equilibrio de poder; ya no más podremos hablar de una triada, en referencia al inmenso poder acumulado por Luis Videgaray, Aurelio Nuño y Miguel Osorio Chong, porque el liderazgo tricolor no tendrá autonomía absoluta, como nunca la ha tenido en el sistema priísta, pero las listas de candidatos o bases de las convocatorias, por decir algo, ya no serán elaboradas a espaldas o en ausencia del líder nacional.
No se trata de amarrar navajas ni nada por el estilo, pero aún reconociendo la existencia de instancias como la Secretaría de Gobernación y la Oficina de la Presidencia, Beltrones responderá sólo ante quien es conocido como el primer priísta del país, el Presidente.
De pronto me gana la idea de decir que está de regreso el político que sorprendió en el Estado de México por su pragmatismo con la designación de Eruviel Ávila como candidato a gobernador, pero la verdad es que nunca se fue.
Ha ocurrido solamente que en los últimos 10 meses, a partir de los acontecimientos lamentables de Iguala, la asesoría falló y algunas decisiones no se tomaron a tiempo.
La elección de Beltrones para el PRI inaugura una nueva era en la toma de decisiones.
Peña Nieto nunca ofreció pista; se dejaron engañar quienes hablaban de uno u otro personaje escudándose en fuentes informativas que no existen o especularon basados más en sus intereses o querencias.
El Presidente no es dado a confiar sus decisiones importantes ni a enviar mensajes; platica, escucha, pero la decisión se la guarda. Y así lo hizo en esta ocasión.
Ahorrémonos aquí lo que sobre Manlio se escribirá en todos los medios escritos y se dirá en todos los micrófonos; dediquemos, sí, unas líneas a lo injusto que el asunto es para el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, quien resultó perdedor sin haber participado en una competencia que no existió. Todo se redujo a una cuestión mediática de la que alguien es responsable. Él ya lo tendrá identificado.
A manera de acotación debo referir que del equipo gobernante sólo el Presidente y Aurelio trataron siempre bien a Manlio. Y eso lo tiene muy claro quien dirigirá al priísmo en la segunda mitad del sexenio.
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Columna Arsenal/ Francisco Garfias
Excelsior
¡Lo dejaron pasar!
No aplicó la lógica del poder de la que hablaba el senador Manuel Bartlett. En Los Pinos sí dejaron pasar a Manlio Fabio Beltrones a la presidencia nacional del PRI, a pesar de que no forma parte del grupo del presidente Peña.
El sonorense será candidato único al cargo. Lo acompañará la diputada electa Carolina Monroy en la Secretaría General.
Lo confirmamos con fuentes autorizadas del tricolor.
La decisión se tomó en Los Pinos. Sorprendió a más de uno. Apenas, el lunes, una fuente de alto nivel nos decía que había un total hermetismo alrededor del tema, pero que tenían la impresión de que no iban a dejar pasar al sonorense.
El propio Manlio dudaba que el grupo que rodea al primer mandatario le permitiera sentarse en la oficina principal del edificio de Insurgentes Norte.
Lo confesó hace ya muchos meses, cuando nos dijo que quería ser presidente del PRI.
Sabe que por su edad, su trayectoria, el respeto que le tiene la oposición y su conocimiento del sistema, es el idóneo para conducir los destinos del otrora partidazo, en los momentos difíciles que se avecinan.
Ciro Gómez Leyva y Joaquín López-Dóriga dieron la primicia en sus espacios de Radio Fórmula.
No faltó quien recordara el destape de Eruviel Ávila como candidato a gobernador del Edomex. No es del equipo de Peña. Todo mundo esperaba al delfín Alfredo del Mazo. “Se repitió el esquema”, nos dijo.
El PRI no atraviesa por su mejor momento. En las elecciones del pasado 7 de junio no alcanzó ni 30% de la votación. Su peor resultado, a excepción de los comicios de 2006, cuando llevó a Roberto Madrazo como candidato presidencial.
La tarea de levantar al tricolor se ve difícil. El presidente Peña dejó de ser un remolque. Su popularidad anda baja. De acuerdo con el diario Reforma su nivel de aprobación en este mes de julio es de sólo 34 por ciento.
La Casa Blanca, la fuga de El Chapo, Ayotzinapa, la falta de crecimiento, el dólar caro y gobernadores como Javier Duarte alimentan el rechazo de la población.
“Va a ser un PRI de muchos cambios”, nos dijeron en el entorno del político sonorense.
Fue un emotivo minuto de aplausos de los reporteros gráficos de la fuente del Senado, justo cuando se guardaba un minuto de silencio por las víctimas de la Narvarte.
Era el homenaje póstumo al fotoperiodista Rubén Espinosa, asesinado junto con cuatro mujeres, en un acto de barbarie que conmovió al país.
El gesto fue espontáneo, sincero, solidario con el compañero caído y las mujeres sacrificadas la noche del viernes pasado.
Contrastaba con la rentabilidad de los discursos políticos que se escuchaban en tribuna.
Los oradores de la oposición jugaban para la tribuna montados en la prepotencia, el autoritarismo y la diarrea verbal de Javier Duarte, gobernador de Veracruz.
Fernando Belaunzarán, PRD; Roberto Gil, PAN; Lilia Aguilar, PT; Zoé Robledo, PRD; Esther Quintana, PAN; Armando Ríos Piter, PRD, querían llamarlo a una “reunión de trabajo” con la Permanente.
Pero no como indiciado por el quíntuple asesinato, sino para que explique las medidas que ha tomado para acabar con el clima de hostilidad en contra de los informadores que existe en Veracruz.
Cifras iban y venían. Van 15 periodistas muertos o desaparecidos en lo que va del sexenio de Duarte, decía Belaunzarán y citaba a la organización Artículo 19 para señalar que las agresiones contra comunicadores se han incrementado 80% en relación con la administración de Calderón.
Al diputado priista, Alejandro Montano, originario de Veracruz, no le gustó el tono del debate. “Ya están juzgando un hecho sin pruebas, ni sustento legal, no se vale”, se quejó.
El PRI se opuso a que se “invitara” a Duarte quien, nos aseguran, anda en España.
Alega que la Comisión Permanente no tiene facultades para llamarlo a comparecer.
“Queremos la verdad de los hechos sobre los homicidios de la colonia Narvarte, pero no juicios a priori”, explicó el senador del tricolor, David Penchyna.
Y más: “Tratar de fincar responsabilidades y de inculpar directamente, sin pasar por un proceso de derecho, puede ser igual de grave que atentar contra la libertad de expresión”.
A Penchyna lo acusaron de encabezar la defensa de Duarte. En tono rasposo el hidalguense replicó que “el gobernador no necesita que nadie lo venga a defender”.
La oposición pedía la atracción del caso por la PGR. El PRI y sus aliados del PVEM querían un voto de confianza para el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Todo acabó con la aprobación de un punto de acuerdo que condena los trágicos homicidios; se solidariza con las familias, pide se aclare si la actividad del fotoperiodista está vinculada con los hechos.
Pero también exhorta al Estado mexicano a castigar a culpables de agresiones a periodistas, y al GDF a llevar a cabo las indagatorias “agotando todas las líneas de investigación”.
O sea, pura palabrería.

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