Enfrentamiento en Creel dejó víctimas
inocentes/PATRICIA MAYORGA
APR0, 8 DE NOVIEMBRE DE 2015
CREEL, Chih. (proceso.com.mx).- Dos
mujeres y un médico que viajaban en un camión de pasajeros resultaron heridos
durante el enfrentamiento registrado ayer en este poblado de la Sierra
Tarahumara, aunque se reportó que están fuera de peligro.
En ese trayecto, de la entrada hacia la
salida del pueblo que es una sola calle de Creel, decenas de personas
observaron a sujetos con armas largas que apuntaban hacia los establecimientos.
“Pecho a tierra” los habitantes
sufrieron media hora de terror. La balacera inició justo a la altura de la
Universidad Pedagógica Nacional (UPN), donde estudiantes acuden a clases cada
fin de semana. Parecía que las balas pasaban enseguida de las paredes del
plantel.
Sobre la salida a Guachochi, que
también es la entrada de San Rafael o del Divisadero Barrancas del Cobre a
Creel, pasaba un camión de pasajeros justo en medio del enfrentamiento. Dos
mujeres mayores y un médico resultaron heridos; los tres fueron reportados como
estables en un hospital de Creel.
Personal médico indicó que sólo se
encuentran internados estos tres lesionados, sin embargo, varias personas -se
desconoce cuántas- también fueron atendidas por diferentes causas luego del
enfrentamiento entre integrantes de La Línea y el Cártel de Sinaloa.
Y es que de una Suburban que
transportaba turistas y circulaba cerca del lugar de la balacera, los pasajeros
bajaron para resguardarse ya que la camioneta fue baleada.
Durante el refuego fue asesinado un
joven rarámuri.
En otra camioneta tipo Van que le fue
despojada a un particular, uno de los grupos se llevó a sus heridos y abandonó
el vehículo a la altura del basurero de Creel.
Testigos aseguraron que hubo más
muertos pero son de los grupos que se enfrentaron, de La Línea y de “El Chapo”.
El poblado amaneció hoy con más
vigilancia de policías estatales y municipales.
Los turistas que tenían planeado
quedarse más días decidieron adelantar su regreso.
Realizan misa por la paz
Este domingo en la celebración
eucarística oficiada por el sacerdote Javier El Pato Ávila, los feligreses
pidieron por la paz y la tranquilidad de los pobladores.
El jesuita llamó a los fieles a ser
compasivos y solidarios, a no esperar que Jesucristo llegue a cambiar toda la
realidad, sino a actuar cada uno desde lo individual.
Durante la misa, todos los asistentes
se unieron en una voz para rezar la oración por la paz, que ya han hecho suya.
Luego oraron por la paz y por el
rarámuri que falleció durante la balacera.
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