Habló por primera vez de la filtración
de documentos; "es un delito" y un "hecho triste" para la
Iglesia, señaló
Nota de Elisabetta Piqué/LA NACION 9
DE NOVIEMBRE DE 2015
ROMA.- Robar es un delito y el
VatiLeaks II es "un hecho triste" que no lo desviará de las reformas
en curso.
Después de una semana marcada por el
arresto de dos "cuervos" y la fuga de noticias confidenciales salidas
en dos libros que prometen volverse best sellers mundiales, el Papa habló por
primera vez de las filtraciones.
"Quisiera decirles ante todo que robar
documentos es un delito. Es un acto deplorable que no ayuda. Yo había pedido
que se hiciera ese estudio"
Sin vueltas, Francisco aprovechó la
oración mariana del Angelus, la tradicional cita del domingo al mediodía a la
que asisten miles de personas, para hablar sobre el denominado VatiLeaks II. Es
decir, el escándalo que estalló a raíz del arresto, el fin de semana pasado, de
un monseñor español y una asesora, que fueron acusados por la justicia del
Vaticano de filtrar documentación reservada. Ésta fue publicada en dos libros
recién salidos a la venta en Italia y en varios países del mundo que dejan al
descubierto el ya conocido desmanejo económico de la Santa Sede y la resistencia
al proceso de limpieza puesto en marcha por Francisco.
Luego de destacar que tras esos
estudios sobre la situación ya se habían comenzado a tomar medidas, el Papa fue
más allá.
Consciente de que detrás de semejante
escándalo hay un sector que se resiste a su limpieza, enemigos ocultos que
intentan crear la sensación de caos y desgobierno en su pontificado, Francisco
volvió a reiterar que no se detendrán las reformas en marcha, que habían sido
reclamadas por los cardenales que lo eligieron después de la sorpresiva
renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013.
"Este triste hecho ciertamente no
me desvía del trabajo de reforma que estamos llevando adelante con mis
colaboradores y con el apoyo de todos ustedes", dijo, y fue interrumpido
por aplausos.
"Sí, con el apoyo de toda la
Iglesia, porque la Iglesia se renueva con la oración y con la santidad
cotidiana de todo bautizado. Por consiguiente, les agradezco y les pido que
sigan rezando por el Papa y por la Iglesia, sin dejarse turbar, sino yendo
adelante con confianza y esperanza", concluyó.
Aunque fueron las primeras palabras
dichas por el Papa sobre el primer gran escándalo que sacude a su pontificado,
en verdad, de manera indirecta, ya se había pronunciado. El viernes pasado, en
su homilía en la misa matutina en la capilla de Santa Marta, Francisco había
condenado a los "sacerdotes y obispos trepadores y apegados al dinero que
en lugar de servir se sirven de la Iglesia", frase que fue interpretada
como una alusión directa al VatiLeaks II.
Vallejo Balda, cercano al Opus Dei y
detenido en la misma celda del Vaticano en la que estuvo encerrado hace tres
años Paolo Gabriele, el mayordomo infiel de Benedicto XVI, está colaborando.
La posición de su amiga Chaouqui, que
sólo estuvo detenida en un convento de monjas durante una jornada, en cambio,
se está complicando. Pese a que la mujer clama su inocencia y acusa al
monseñor, salió a la luz que la consultora, junto a su marido, Corrado Lanino,
que es informático, está siendo investigada por la justicia de Terni, pequeña
ciudad del centro de Italia, por delitos de intrusión informática y extorsión.
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