21 may 2016

Meade, David López, y el efecto domino

Trascendió de Milenio, diario, 21 de mayo de 2016
 “Que el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, aprovechó la inauguración del Torneo Tradicional de Dominó del Inapam, en su versión decimonovena, para echarse unas manos con adultos mayores, para lo que contó como pareja con el diputado sinaloense David López. Luego de vencer a un par de tranviarios retirados, el funcionario filosofó sobre las ligas entre ese juego y la polaca: ‘Cuando uno abre su mano empieza tomando decisiones. Vemos la mano, el contexto, el mensaje que queremos comunicar, tirando las fichas. Y desde aquí queremos mandar un mensaje de que vamos caminando bien juntos’. ¡Aguas con la mula de seis y con el zapato!”.
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Efecto dominó y efecto mariposa en el juego de @JoseAMeadeK y @David_Lopez_Gtz
FEDERICO ARREOLA/ SDPnoticias.com sáb 21 may 2016 11:07
David López Gutiérrez. Acompañó durante muchos, muchísimos años a Enrique Peña Nieto como su estratega en comunicación. Aunque ellos deben ser grandes amigos, el presidente de México tuvo que alejarlo del primer círculo de su equipo.

Cuando las cosas se complicaron en Los Pinos y empezó la crisis de imagen presidencial que nadie sabe a ciencia cierta cómo resolver, alguien hizo el diagnóstico que parecía más objetivo: la culpa es de David López, demasiado viejo para entender las redes sociales.
Supongo que se pensó que necesariamente la coordinación era mala entre los jóvenes de la Oficina de la Presidencia –encabezados por Aurelio Nuño en ese momento–, todos ellos más que preparados en las mejores universidades del mundo, y un hombre hecho a sí mismo en el duro campo de batalla.
II.- Adiós, David, que te vaya bien; se te quiere, pero sin ti, con nueva técnica todo va a mejorar
La cosa es que no mejoró nada. El problema, entonces, no era David López. Ni el problema es el actual vocero de EPN, Eduardo Sánchez, un hombre muy inteligente que tampoco ha encontrado la fórmula para que el presidente de la República vuelva a ser el político carismático, audaz, seductor que fue como gobernador del Estado de México y aun en la campaña electoral de 2012.
III.- ¿Cuál es el problema?
En mi opinión que alguien a quien el presidente EPN escucha tuvo una idea brutalmente equivocada: construirle a Enrique Peña Nieto una personalidad demasiado presidencial, es decir, excesivamente formal, rígida, propia de otra época de nuestra historia política.
Estoy seguro de que Peña Nieto pronto se quitará la camisa de fuerza que le pusieron y cerrará su gobierno reconquistando a la gente con actitudes menos de figura presidencial y más de hombre amable, educado y con sentido del humor.
Eso ya se verá.
IV.- David, el único que tiene segura su elección de gobernador
Entendámonos, David López no es candidato en 2016. Pero haciendo equipo –muy buen equipo, por cierto– con el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, operó para su partido la candidatura a gobernador de Sinaloa.
Fue David el que decidió que el mejor perfil para representar al PRI era el de Quirino Ordaz.
David convenció a EPN y a Beltrones de que, para ganar, era necesario que el PRI apoyara a Quirino.
Trabajó López Gutiérrez con todos los grupos priistas para hacer posible la candidatura de Quirino y, ahora mismo, gracias a la buena operación política del excolaborador de EPN, Sinaloa es el único estado seguro para el PRI.
V.- Porque al PRI se le ha complicado hasta Hidalgo
Muy probablemente el priismo, con Omar Fayad, va a ganar la gubernatura hidalguense, pero no con la ventaja aplastante con la que empezó la campaña. Y hasta podría perder. Esta es una mala noticia para el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que está exhibiendo en su tierra escasa habilidad electoral.
Otro estado que el PRI puede ganar es Oaxaca con Alejandro Murat, pero ahí todavía podrían tener una oportunidad de pelear por la victoria Morena y el PT si se unieran, de última hora, teniendo como candidato de facto de ambos partidos a Benjamín Robles.
Solo en Sinaloa parece el PRI caminar hacia un triunfo sencillo y aplastante.
En Veracruz y Zacatecas podría ganar el PRI, pero también podría perder. En el primer estado el priista Héctor Yunes Landa pelea fuertemente con dos aspirante populares, Miguel Ángel Yunes Linares (PAN-PRD) y Cuitláhuac García Jiménez (Morena). Y en el segundo estado, Alejandro Tello (PRI) no la tiene del todo segura frente a David Monreal (Morena).
También Chihuahua debería ser para el PRI, pero a su candidato, Enrique Serrano, se le están complicando las cosas por el empuje del panista Javier Corral y del independiente José Luis Chacho Barraza.
En los otros estados el PRI luce perdido:
En Tamaulipas aventaja el candidato del PAN, Francisco García Cabeza de Vaca.
En Tlaxcala va adelante Lorena Cuéllar, del PRD-PT.
En Puebla no tiene muchos problemas José Antonio Gali Fayad, del PAN.
En Quintana Roo parece destinado a ganar Carlos Joaquín González, del PAN-PRD.
En Aguascalientes debe imponerse el panista Martín Orozco.
En Durango se ve inevitable el triunfo de José Rosas Aispuru.
VI.- En resumidas cuentas, la estrella priista 2016 es David López
No se le puede quitar el mérito que tiene. Le dieron una misión, y la cumplió. Otros priistas destacados que recibieron misiones similares no han hecho tan bien la tarea como David López. Los resultados hablan.
VII.- Manlio batea de sacrificio en Tamaulipas para proteger a Videgaray
El hombre fuerte del presidente Peña Nieto es el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Este funcionario, por lo tanto, tiene que ser defendido por el resto del equipo. No todos apoyan a Videgaray, pero sí lo hace un profesional de la política tan competente como Manlio Fabio Beltrones.
Todo el mundo sabe que es gente cercana a Videgaray el candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, Baltazar Hinojosa.
No sé si era la mejor opción del PRI tamaulipeco, probablemente sí, pero es obvio que llegó a la candidatura en gran parte por su buena relación con Videgaray.
El problema es que el abanderado del PAN, el señor Cabeza de Vaca, es mucho mejor candidato que Baltazar, y por lo tanto el PRI se ve perdido.
Para evitar que la derrota se la atribuyan a Videgaray, el dirigente priista, Beltrones, cometió un error infantil que nunca había cometido en su vida: deslindarse de tres de sus candidatos por supuestos nexos con el narco.
Eso agravó la mala situación del PRI en Tamaulipas, pero de ninguna manera ha sido la causa del avance del PAN.
Ahora bien, ya tiene el PRI a quién culpar de la derrota: a Manlio Fabio, con lo que queda a salvo el prestigio del que tiene más posibilidades de ser el candidato presidencial de EPN, el señor Videgaray.
VIII.- Si no es Videgaray, es Meade
Al menos es el plan: si Luis Videgaray no puede o no quiere, el candidato del PRI a la Presidencia de la República tiene que serlo su gran amigo, José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social.
IX.- Meade arma su juego de dominó con David López
Por más que lo apoyen Videgaray y Peña Nieto, el secretario de Desarrollo Social no será candidato presidencial si no mejora su popularidad, y hasta el momento no ha mejorado.
Consciente de que David López algo sabe de elecciones, Meade lo invitó a hacer equipo en un juego de dominó.
La política a veces es ajedrez y a veces, dominó.
En la columna “Trascendió” del diario Milenio narraron las cosas de esta manera:
 “Que el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, aprovechó la inauguración del Torneo Tradicional de Dominó del Inapam, en su versión decimonovena, para echarse unas manos con adultos mayores, para lo que contó como pareja con el diputado sinaloense David López. Luego de vencer a un par de tranviarios retirados, el funcionario filosofó sobre las ligas entre ese juego y la polaca: ‘Cuando uno abre su mano empieza tomando decisiones. Vemos la mano, el contexto, el mensaje que queremos comunicar, tirando las fichas. Y desde aquí queremos mandar un mensaje de que vamos caminando bien juntos’. ¡Aguas con la mula de seis y con el zapato!”.
X.- Del efecto dominó al efecto bumerán y al efecto bola de nieve
No le entiendo bien al dominó. Es un juego que me aburre y, por lo tanto, jamás he intentado dominarlo.
En internet leí que el dominó surgió hace mil años en China y que los italianos lo llevaron a Europa a mediados del siglo XVIII. El nombre del juego es francés y se ha popularizado en todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica.
Más interesante que el propio dominó es el efecto dominó: cuando una ficha tira a todas las otras.
Es curioso, buscando la historia del dominó caí en una reflexión sobre el efecto dominó y otros efectos famosos: el efecto bola de nieve, el efecto mariposa y el efecto bumerán.
El PRI parece a punto de destruirse por un efecto dominó. Si pierde Veracruz se acabó todo para los priistas, que no tendrán ninguna oportunidad en 2018.
Manlio Fabio Beltrones lo sabe y está más al pendiente de la elección veracruzana que de todas las otras.
Pero el dominó no es el único efecto que puede acabar con el PRI. También puede destruirlo, y mucho más violentamente, el efecto bola de nieve.
Si al PRI le va muy mal en 2016 no caerán una a una las fichas priistas, sino que todos los políticos de ese partido serán aplastados por la fuerza de la oposición que se nutre del descontento social.
Hasta el momento, el PRI no ha sabido cómo reaccionar ante la adversidad. Casi todo lo que hacen los priistas produce otro efecto, el bumerán: cualquier acción que realizan, inclusive si lleva buena intención, se vuelve contra ellos mismos.
Para superar su crisis, a los priistas solo les queda esperar que se presente un milagroso efecto mariposa, esto es, que algo aparentemente insignificante provoque un impacto enorme, desde luego positivo positivo para ellos –destructivo para la oposición–, capaz de cambiar las cosas en forma radical.
Está bien, Peña Nieto no vendió el avión. Quizá debió haberlo hecho. Sus colaboradores calcularon que una buena campaña de información de las ventajas de una aeronave moderna evitaría una oleada de críticas.
Acertaron: hubo muy pocas críticas. Pero no anticiparon que un genio de la comunicación como AMLO –“ese avión no lo tiene ni Obama”– iba a convertir el nuevo jet presidencial en motivo de un pitorreo generalizado.
No era una acción insignificante la venta del avión. Se trataba de una decisión muy seria que iba a tener un gran impacto positivo en la imagen del presidente. Pero, en fin, ya no se dio.
Hago una pregunta: ¿por qué no puede hacer el presidente EPN algo tan sencillo y casi irrelevante como guardar el avión y visitar el país en Aeroméxico, Interjet, Volaris, VivaAerobús, Aeromar o Aéreo Calafia?
El argumento de la seguridad es inaceptable. ¿Son inseguras las aerolíneas que usa la gente común y corriente? Por favor. ¿Pondría en riesgo el presidente de la República a los pasajeros si viajara con ellos? Carajo, si no estamos en guerra y nadie lo va a atacar a bombazos.
El argumento de la eficiencia resulta todavía menos aceptable. Las horas que EPN “perdería” en los aeropuertos serían las mejor aprovechadas de su sexenio, ya que podría dialogar, escuchar a la gente, que mucho tiene que decirle a su gobernante.
El presidente tiene que bajarse de vez en cuando del avión presidencial, y lo mismo tienen que hacer todos los otros funcionarios tan encariñados con las aeronaves oficiales.
Un viaje a la semana en aerolínea comercial representaría para EPN y cualquiera de sus colaboradores más beneficios en términos de su imagen que toda la inversión en medios de comunicación que hace el gobierno en un año.
Estar una hora haciendo fila para subirse a esos camiones, que en el saturado aeropuerto capitalino llevan a los pasajeros a los aviones que se estacionan allá bien lejos de las terminales, le daría a EPN y a su partido lo que tanto les hace falta: cercanía con los ciudadanos.
Un presidente tan amable como Peña Nieto, que ha hecho reformas verdaderamente trascendentes, merece escuchar a la gente, aunque corra el riesgo de que algún idiota –nunca falta alguien así– se ponga a gritar tonterías. En la democracia, los gritones son fundamentales.


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