En
el Triángulo Dorado “no pasa nada”/ Por Juan Velediaz
Estado Mayor, 9 de junio del 2016
La
derrota del PRI en las elecciones para gobernador en Chihuahua y Durango poco o
nada significaría para el poder del narco en la región del “Triángulo Dorado”,
mientras en Sinaloa el regreso del tricolor a la gubernatura tampoco
repercutiría en cambio alguno. Su poder real se sustenta en las estructuras
financieras, de seguridad y de protección políticas que van más allá de
partidos y elecciones. De 12 municipios que comprende esta región en los tres
estados, el PRI ganaría en 10, según el último conteo de resultados. Las
señales violentas lanzadas días antes y durante los comicios, supuestamente por
parte del Cártel del Pacífico, no alteraron las previsiones de resultados, pero
quizá influyeron junto con otros factores al abstencionismo que fue mayoría en
los tres estados.
México,
9 de junio.- Una señal en la tierra natal del mandatario sinaloense Mario López
Valdez, llamó la atención a nivel nacional por lo aparatoso que resultó.
Ocurrió en Los Mochis, cabecera municipal de Ahome, donde un comando atacó a
tiros la noche del sábado 4 de junio las oficinas del candidato del PAN a la
alcaldía. Unos individuos no identificados se introdujeron, robaron documentos
y equipo de cómputo de Miguel Ángel Camacho Sánchez, el panista que tras las
elecciones y hasta el pasado miércoles 8 se alzaba con la victoria a la
presidencia municipal con más de 11 mil votos contra alrededor de 8 mil de su
contrincante priista.
Y
llamó la atención porque este municipio junto con Mazatlán, fueron dos donde el
PAN le arrebató el triunfo al PRI, que se alzó con la gubernatura con su
candidato Quirino Ordaz Copel, empresario mazatleco y diputado federal del
Partido Verde con licencia, quien está casado con Rosa Isela Fuentes Chávez,
hija del general de división retirado Luis Ángel Fuentes Álvarez, antiguo
director del Colegio Militar (1991-1994), fallecido en julio del 2015.
Tras
la jornada electoral donde el PRI sufrió la peor derrota de su historia en
elecciones para gobernador, Sinaloa fue uno de los cinco de los 12 estados
donde ganó, los otros fueron Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo y Zacatecas. Las
derrotas más dolorosas para el tricolor fueron en Chihuahua y Durango, que junto
a Sinaloa forman en su zona serrana el “Triángulo Dorado” de la droga, donde
por primera vez perdieron al igual que en Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo.
Los
incidentes en Sinaloa antes de la jornada electoral se registraron también en
Culiacán, donde el viernes 3 una serie de ataques a camiones de transporte
urbano que traían pegada propaganda del PRI, no solo afectaron el servicio en
la capital sinaloense, sino que también fueron vistos como un mensaje a las
autoridades. En el medio policiaco y militar, corrió el rumor que se trató de
gente enviada por Iván Archibaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín El Chapo
Guzmán, el líder preso del cártel en vías de ser extraditado a Estados Unidos,
quien de esta manera presuntamente trataba de incidir para que la gente tomara
sus reservas y dejara de acudir a votar el día de las elecciones.
Otro
mensaje se registró horas después en Mazatlán, el puerto que domina el PAN en
las urnas desde hace un par de elecciones, donde el sábado las oficinas del PRI
fueron incendiadas presumiblemente tras el lanzamiento de una bomba molotov.
Sin que se precisara la autoría material, se informó que tres personas que se
encontraban en el inmueble localizado en la calle Antonio Rosales esquina con
Luis Zúñiga, fueron sometidas por varios individuos, pero sin que pasara a
mayores. En esta ciudad el blanquiazul se alzaba con la victoria con más de 28
mil votos para encabezar la presidencia municipal con más del 95 por ciento del
cómputo, seguido muy de cerca por el PRI, con alrededor de 500 sufragios de
diferencia.
El
día de la jornada electoral un comando secuestró por varias horas a por lo
menos siete personas, cinco de ellas suplentes de casillas en la colonia Santa
Fe y dos más simpatizantes del PRI en la colonia Chulavista. Al caer la tarde
del día siguiente, se reportó su liberación sin que pasara a mayores.
Durante
la tarde de sábado y el domingo, tropas de la novena zona militar patrullaron
la capital y los principales municipios, como parte de una estrategia de
seguridad local y federal, la cual estuvo a cargo del coordinador general de
seguridad en el estado, el general de división retirado y antiguo comandante de
la Tercera Región Militar, Moisés Melo García.
El
nieto de un narco que quiere ser gobernador
Héctor
Melesio Cuén Ojeda es conocido como el “Elba Esther Gordillo” de la educación
superior en Sinaloa. Antiguo rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuya
estructura administrativa y académica controla desde entonces, y ex alcalde de
Culiacán acusado de corrupción, este ex priista se distanció hace algunos años
del tricolor para formar su propia organización política, el Partido Sinaloense
(PAS), financiado según diversos analistas locales, con recursos de la
universidad.
El
PAS en alianza con el Movimiento Ciudadano, desbancaron al PAN en esta elección
como la segunda fuerza electoral al obtener Cuén Ojeda, candidato a la
gubernatura, el segundo puesto con poco más de 187 mil votos, muy lejos de los
200 mil que presumía en la víspera que podría obtener, y distante de los más de
293 mil que obtuvo el priista Quirino Ordaz.
Héctor
Melesio es nieto de Melesio Cuén, un empresario de la primera mitad del siglo
pasado que no solo fue presidente municipal de Badiraguato en tres ocasiones,
sino que también fue médico del pueblo, comerciante, agente minero, dueño de la
única farmacia del lugar, de la única funeraria y del monopolio del surtido y
transporte de combustible. En 1950 abrió la primera tortilladora de máquina y
tenía sembradíos diversos, algunos de ellos de amapola, según consigna Froylán
Enciso en su libro Nuestra historia narcótica. Pasajes para (re)legalizar las
drogas en México. Era uno de los productores de goma de opio que inició en el
negocio del narcotráfico cuando éste pasó de ser un tema de salud a uno de
seguridad.
Su
nieto, quien tiene un partido y controla la máxima casa de estudios sinaloense,
con apoyo del Movimiento Ciudadano le arrebataron al PRI la presidencia
municipal de Cosalá, de donde es originaria la diputada local Lucero Sánchez,
conocida como “la chapo diputada”, quien nunca ha desmentido el apoyo de Cuén
en su carrera política.
El
PAS ganó también la alcaldía de Angostura, municipio al norte de Culiacán,
fundamental para el trasiego de droga rumbo al norte del estado. En Cosalá,
municipio enclavado en la zona serrana dentro del “Triángulo Dorado”, se
encuentran las instalaciones consideradas reserva ecológica propiedad de la
UAS, donde se habría realizado el año pasado la reunión entre El Chapo Guzmán y
los actores Sean Peann y Kate del Castillo.
Chihuahua
y Durango cambian de color
Javier
Corral Jurado, el candidato del PAN que se alzó con la gubernatura de
Chihuahua, centró sus primeras 72 horas tras conocerse su triunfo, en señalar
que irá por el actual gobernador priista César Duarte para que pague con cárcel
el multimillonario desfalco a las arcas de la entidad. Hasta media semana no
había hecho un pronunciamiento sobre la situación que se vive en la zona
serrana de la entidad, donde el narco campea en el control territorial y de las
comunidades.
En
Durango, el candidato aliancista del PAN y PRD José Rosas Aispuro, quien
derrotó al tricolor que pierde por primera vez la gubernatura, dijo que no le
temblaría la mano para que la “normalidad” regrese al estado donde la gestión
del priista Jorge Herrera Caldera, se caracterizó por su pliegue al
narcotráfico. Y fue a través de la organización de los Cabrera, operadores del
Chapo Guzmán y de Ismael El Mayo Zambada, quienes hicieron de los penales y las
policías, sus centros de operación y alfiles en su guerra contra otras
organizaciones en los últimos seis años.
La
alternancia en la gubernatura no implicaría necesariamente que cambie el
esquema bajo el que opera el narcotráfico en Durango y Chihuahua, tampoco en
Sinaloa, donde el negocio se sostiene por familias, clanes e intereses
empresariales arraigados en las economías locales de décadas atrás.
El
narcotráfico en la actualidad es una empresa que tiene más poder que los
partidos, el que llegue al poder tiene pocas opciones y tarde que temprano
terminará por alinearse a sus intereses, dijo una fuente militar del área de
inteligencia.
“Las
familias que dirigen el narcotráfico en estos lugares son las de siempre, están
insertadas en diferentes partidos, así que gane un partido u otro no tiene
relevancia porque mantienen el control a través de cualquier integrante de esa
“gran familia”, indicó.
Llama
la atención que en entidades como Sinaloa no solo no hay pugnas electorales
graves, aunque Cuén analice impugnar la elección para gobernador, sino que se
cambia de fachada, pero el poder real sigue intocable porque ante todo es
financiero, geopolítico por su imbricación con las agencias de seguridad
estadounidense, y sobre todo con un alto grado de complicidad con el poder
político.
Hasta
el miércoles 8 de junio en los 12 municipios de los tres estados que abarca el
“Triángulo Dorado”, quien estaba al frente en número de alcaldías era el PRI,
con 10. En Chihuahua, el PRI le quitó al PAN las presidencias municipales de
Morelos y Guazapares. En Durango le quitaría el ayuntamiento de San Dimas a
Movimiento Ciudadano. Mientras en Sinaloa, perdería Cosalá ante el PAS y
Movimiento Ciudadano.
En
esta entidad el tricolor conservaría Badiraguato, la cuna del narco en México,
Sinaloa de Leyva y Mocorito; mientras en Durango mantendría la presidencia
municipal de Tamazula y Canelas, y en Chihuahua Guadalupe y Calvo, Batopilas y
Guachochi.
Juan
Veledíaz
@velediaz424
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