Ex jefe de gobierno capitalino, enfrenta una orden de embargo por 67
mil 290 pesos, derivada de un juicio civil que promovió contra el cardenal Juan
Sandoval Íñiguez y el ex vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar
Romero en 2010 y que aún está pendiente por resolverse.
De
acuerdo con una nota publicada por el diario Reforma, el 13 de noviembre de
2015 el juez Décimo Primero de lo Civil en Zapopan, Jalisco, emitió la
sentencia del juicio civil ordinario 1115/2010 en contra de Ebrard Casaubón y
fue sentenciado a pagar los gastos administrativos del litigio que promovió.
“Se
ordena proceder a la ejecución forzosa, en consecuencia requiérase a la parte
actora por conducto del secretario ejecutor por el pago de la cantidad de $67,290.00…
condenada en sentencia interlocutoria dictada en actuaciones y que se encuentra
liquida.
“En
caso de no hacer el pago en el momento de la diligencia, embárguesele bienes de
propiedad suficiente para garantizar el pago de la cantidades condenadas”,
señala el diario.
Según el reporte, si Ebrard no paga esa cantidad, “la orden es romper las cerraduras de su domicilio en Plaza Río de Janeiro 46, colonia Roma, incluso con ayuda de la fuerza pública, para embargar bienes que cubran el monto”.
En
agosto de 2010 Ebrard presentó una demanda por
daño moral porque el prelado lo acusó de haber “maiciado” a los ministros de la SCJN para que avalaran el matrimonio
entre personas del mismo sexo y su posibilidad de adoptar.
Empero, Ricardo
Sánchez, abogado de Ebrard precisó que el juicio se encuentra
en Jalisco, por lo que cualquier embargo contra su defendido en la Ciudad de México sería ilegal.
Ebrard no ha perdido ningún juicio y hasta hoy no ha recibido notificación de
embargo por 67 mil 290 pesos, aseguró su abogado Ricardo Sánchez Arellano.
“No
se ha recibido todavía absolutamente ninguna notificación ni requerimiento
legal alguno por lo cual es improcedente que ahora se realice algún embargo y
en el supuesto de que se dé esta situación, el licenciado Marcelo Ebrad todavía
tiene expeditos los recursos legales para poderlos hacer valer”, dijo en
entrevista radial con Ciro Gómez Leyva.
Pleito con Ebrard.
Juan Sandoval se enfrentó también con Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, y con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). De hecho, a éstos los calumnió en agosto de 2010 al decir que habían sido “maiceados” por Ebrard para que avalaran la adopción por parte de matrimonios entre personas del mismo sexo. “A lo mejor salen otra vez con su batea de babas estos señores (los ministros), y mañana o pasado aprueban la adopción, a lo mejor, no lo dudo. También no lo dudo que estén muy ‘maiceados’, desde luego, por Ebrard; están muy ‘maiceados’, y por organismos internacionales”.
Incluso el purpurado emérito calificó a la SCJN como la “Suprema Decepción”. “No sé si a alguno de ustedes les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no”, cuestionó a los reporteros de la fuente en Aguascalientes.
La reacción no se hizo esperar: Ebrard presentó una demanda contra el Cardenal por presunto daño moral a la investidura del gobernante. Se trató de un proceso de reparación del daño moral, de acuerdo con lo que dicta el Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal. Ebrard reiteró que Sandoval debía presentar alegatos y pruebas para comprobar sus señalamientos.
El asunto pensamos habría quedado quedó ahí, y no fue cierto.
Los que tambiuén se molestaron fueron los ministros de la SCJN y se pronunciaron con un voto de censura. En una sesión de la Corte, Sergio Valls señaló al pleno: “Solamente para hacer a título personal un voto de censura a las declaraciones de un alto dignatario de la Iglesia católica, en donde cuestiona la honorabilidad tanto de este Tribunal como de sus miembros con relación a este asunto precisamente. Considero que en un Estado laico como el nuestro, debe haber una absoluta separación, y existe en el 130 constitucional, entre la Iglesia y el Estado. No se puede, impunemente, amparado bajo ningún título, acusar a 11 ministros del más Alto Tribunal del país, de corruptos y de decir que han sido interesados pecuniariamente para decidir en determinado sentido en este asunto que nos ocupa. Por lo que, en mi carácter de Ministro de la Corte, critico acremente el lenguaje, la forma, el fondo con que se expresaron esas opiniones, que dan lugar indudablemente a que cualquiera de nosotros que lo considere pertinente puede enderezar las acciones que la ley nos da. Eso es todo, muchas gracias”.
Después, el Ministro Presidente dijo: “Como esos comentarios, y así lo ha dicho el señor Ministro, se refieren a todos nosotros, sugiero al pleno que unánimemente nos sumemos a este voto de censura que ha propuesto el ministro Valls”.
Pleito con Ebrard.
Juan Sandoval se enfrentó también con Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, y con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). De hecho, a éstos los calumnió en agosto de 2010 al decir que habían sido “maiceados” por Ebrard para que avalaran la adopción por parte de matrimonios entre personas del mismo sexo. “A lo mejor salen otra vez con su batea de babas estos señores (los ministros), y mañana o pasado aprueban la adopción, a lo mejor, no lo dudo. También no lo dudo que estén muy ‘maiceados’, desde luego, por Ebrard; están muy ‘maiceados’, y por organismos internacionales”.
Incluso el purpurado emérito calificó a la SCJN como la “Suprema Decepción”. “No sé si a alguno de ustedes les gustaría que lo adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones. Creo que no”, cuestionó a los reporteros de la fuente en Aguascalientes.
La reacción no se hizo esperar: Ebrard presentó una demanda contra el Cardenal por presunto daño moral a la investidura del gobernante. Se trató de un proceso de reparación del daño moral, de acuerdo con lo que dicta el Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal. Ebrard reiteró que Sandoval debía presentar alegatos y pruebas para comprobar sus señalamientos.
El asunto pensamos habría quedado quedó ahí, y no fue cierto.
Los que tambiuén se molestaron fueron los ministros de la SCJN y se pronunciaron con un voto de censura. En una sesión de la Corte, Sergio Valls señaló al pleno: “Solamente para hacer a título personal un voto de censura a las declaraciones de un alto dignatario de la Iglesia católica, en donde cuestiona la honorabilidad tanto de este Tribunal como de sus miembros con relación a este asunto precisamente. Considero que en un Estado laico como el nuestro, debe haber una absoluta separación, y existe en el 130 constitucional, entre la Iglesia y el Estado. No se puede, impunemente, amparado bajo ningún título, acusar a 11 ministros del más Alto Tribunal del país, de corruptos y de decir que han sido interesados pecuniariamente para decidir en determinado sentido en este asunto que nos ocupa. Por lo que, en mi carácter de Ministro de la Corte, critico acremente el lenguaje, la forma, el fondo con que se expresaron esas opiniones, que dan lugar indudablemente a que cualquiera de nosotros que lo considere pertinente puede enderezar las acciones que la ley nos da. Eso es todo, muchas gracias”.
Después, el Ministro Presidente dijo: “Como esos comentarios, y así lo ha dicho el señor Ministro, se refieren a todos nosotros, sugiero al pleno que unánimemente nos sumemos a este voto de censura que ha propuesto el ministro Valls”.
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