Y el infierno se extendió a Jamay, Jalisco/

Revista Proceso No. 2083, 2 de octubre de 2016….

Y el infierno se extendió a Jamay, Jalisco/

ALBERTO OSORIO

2016-10-01 22:02:16 · COMENTARIOS DESACTIVADOS

NARCOTRÁFICO

LA BARCA, JAL.–  El hallazgo de 13 cuerpos sobre las aguas del río Lerma, en los límites de Jalisco y Michoacán, entre el 26 y el 29 de septiembre, muestra la nueva escalada de violencia entre las bandas del crimen organizado que operan en ambas entidades y la complicidad de altos mandos policiacos de este municipio jalisciense.

El día 29 por la tarde, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Jalisco, Eduardo Almaguer Ramírez, expuso que horas antes varias personas se presentaron ante la fiscalía a denunciar las desapariciones de cuatro personas.

En las investigaciones que lleva a cabo esa fiscalía, se estableció que se trata de una pugna entre las células conocidas como Los Bolillos y Los Bayos, ambos pertenecientes al grupo del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que operan en los municipios de La Barca y Ayotlán, Jalisco, y Vista Hermosa, Michoacán, explicó Almaguer.

Según el fiscal, la orden de trasladarlos a territorio michoacano y luego arrojar sus cuerpos a las aguas del río Lerma fue del Chulo, líder de una de las células, dijo el fiscal. Advirtió también que el segundo comandante de la policía de La Barca, identificado como José Luis “N”, está en calidad de presentado y sujeto a investigación por el múltiple crimen.

Asimismo, se busca al subdirector operativo de la misma corporación, Nicolás “N”, quien deberá declarar también sobre el mismo caso.

Poco antes de la conferencia de Almaguer, la FGE cateó dos fincas, así como un rancho en La Barca y dos más en Ayotlán. Los agentes detuvieron a dos presuntos implicados en la multiejecución del río Lerma, a quienes les aseguraron droga.

El fiscal expuso que elementos de la Fuerza Única de Jalisco se sumaron a las labores de vigilancia en La Barca; comentó asimismo que algunos gendarmes municipales quedaron a disposición del Centro de Capacitación y Profesionalización de la FGE, donde serán evaluados para determinar si tienen nexos con las bandas criminales.

El reportero visitó Jamay, donde residía la mayoría de los ejecutados en el río Lerma. Un comerciante afirma que las autoridades de ese municipio suelen pagar hasta 500 pesos a quienes ayuden a rescatar los cadáveres que aparecen en el afluente. Otro lugareño comenta que miembros de la maña con frecuencia ejecutan a sicarios de bandas rivales y tiran sus cuerpos en ese lugar; algunos aparecen decapitados. Las autoridades nunca informan, dice.

El director de Seguridad Pública y de Protección Civil municipal, Fidel Moreno Robledo, declara a Proceso que los cadáveres empezaron a aparecer el 26 de septiembre. Un pescador descubrió el primero. Luego llegaron más llamadas. “Ese día se recuperaron cuatro cuerpos. Al siguiente ya eran ocho”.

Según Moreno Robledo, Jamay es uno de los municipios más seguros de la región, sobre todo porque en las inmediaciones está destacado un batallón del Ejército. Los vecinos y autoridades aseguran que ninguno de los ejecutados era oriundo del municipio, ubicado a menos de 120 kilómetros de la capital de Jalisco, que ahora es considerado “foco rojo”.

A finales de 2013 y principios de 2014, cerca de ese lugar, justo en la frontera entre La Barca y Vista Hermosa, policías federales encontraron más de 30 narcofosas con 74 cuerpos cuando buscaban a sus compañeros René Rojas Márquez y Gabriel Quijadas Santiago, quienes desaparecieron el 3 de noviembre de 2013 en territorio michoacano.

Sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) los levantaron y ejecutaron porque presuntamente colaboraban con Los Caballeros Templarios de ­Michoacán.

Alfredo Rodríguez García, maestro en ciencias forenses, comenta al reportero que el territorio limítrofe entre Michoacán y Jalisco ha sido escenario de constantes enfrentamientos protagonizados por integrantes de los cárteles que se disputan la plaza, entre ellos el CJNG, Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana e incluso el de Sinaloa.

El levantamiento y ejecución de los 13 presuntos sicarios es la muestra más reciente de esas disputas, dice el entrevistado.