2 feb 2017

La prudencia del papa Francisco debe llegar a su fin

La prudencia del papa Francisco debe llegar a su fin/ Fred Alvarez Palafox

La Silla Rota, 2 de febrero de 2017

Uno es el líder mundial de los católicos, el otro es cristiano presbiteriano no practicante, hoy es presidente de los EU; ambos interpretan de manera distinta el evangelio. Uno alza la voz todos los días, más bien en el Twitter, el otro ha guardado silencio.

Hace un año el papa Francisco dijo con firmeza que  "levantar muros no era cosas de cristianos…”. La reacción de Trump fue violenta al grado de que el entonces vocero papal reculó, quizá por prudencia.

Creo que no debemos quedarnos callados, como nos los dice el poeta norteamericano Wak Whitman.., "la mayoría vive en un silencio espantoso".

1.- Uno de los primeros telegramas que recibió Trump al asumir el cargo de Presidente fue del líder de los católicos: “le ofrezco mis cordiales buenos deseos y la garantía de mis oraciones para que Dios Todopoderoso le conceda sabiduría y fortaleza en el ejercicio de su alto cargo”. Francisco le expresó su deseo de que, bajo su gobierno “el tamaño de EU siga siendo medido sobre todo por sus preocupaciones por los pobres, los marginados y los necesitados quienes, como Lázaro, se paran ante nuestra puerta”.

El papa jesuita quizá pensó en el fondo que esas palabras le iban a mover el corazón a su hermanos presbiteriano…, quizá pensó una cosa fue el candidato y otra el jefe de Estado.

Horas después el presidente asistió al servicio religioso ecuménico a la Catedral Nacional en Washington DC; se trata de la ya tradicional Servicio de Oración Inaugural Presidencial. 


Ese mismo día, a muchos kilómetros de ahí, Antonio Caño  y el corresponsal del periódico El País, Pablo Ordaz,  estaban charlando con Bergoglio  y una de las preguntas fue sobre Donald John Trump quien curiosamente en ese momento estaba asumiendo el cargo de Presidente número 45  en la historia de aquel país.

- Respecto a los problemas del mundo que mencionaba, precisamente a esta hora está tomando posesión como presidente de EU Donald Trump. Y el mundo está bastante en tensión por ese hecho. ¿A usted qué consideración le merece?-, le inquieren al papa.

La respuesta fue "A ver qué pasa. Pero asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra. Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa. Siempre lo concreto. 
¡El cristianismo, o es concreto o no es cristianismo!, dijo el papa, y agregó justificando eso de lo concreto: “Es curioso: la primera herejía de la Iglesia fue apenas muerto Cristo. La herejía de los gnósticos, que el apóstol Juan la condena. Y era la religiosidad de spray, de lo no concreto. Sí, yo, sí, la espiritualidad, la ley… pero todo spray. No, no. Cosas concretas.

Y de lo concreto sacamos las consecuencias. Nosotros perdemos mucho el sentido de lo concreto. A mí me decía el otro día un pensador que este mundo está tan desordenado que le falta un punto fijo. Y es precisamente lo concreto lo que te da los puntos fijos.

Concluye el papa argentino con “Qué hiciste, qué decidiste, cómo te movés. Por eso yo frente a eso espero y veo”.

Todavía los periodistas insisten -¿No le preocupa lo que ha escuchado hasta ahora?

La respuesta fue “Espero. Dios me esperó a mí tanto tiempo, con todos mis pecados…”.

Pero muchos de sus hermanos obispos han emitido duros cuestionamiento a Trump, uno de ellos es  cardenal Joseph Tobin, Arzobispo de Newark, quien afirmó que las políticas de inmigración de Trump son “inhumanas” y “destruyen familias y comunidades”.

El mismísimo periódico L’Osservatore Romano, en su edición de ayer rechaza la construcción del muro fronterizo que planea emprender el presidente Trump.
¿Por qué el silencio papal?

Entendemos que el papa Francisco le da el beneficio de la duda a Mister Trump, o quizá en el fondo como él ha dicho muchas veces  “con el diablo no se dialoga”.

Hay que decir que en el momento de la entrevista no había cosas concretas, sólo amenazas. 

Además, es evidente que el papa no estaba viendo el mensaje de Trump, así se dice en ella entrevista con El País.

Pero las cosas cambiaron desde los primeros minutos del mediodía de aquel viernes negro de enero, Trump enseñó los dientes y sus garras al mundo. 
La amenaza del muro ya no era un asunto de campaña, sino una decisión personal, enfermiza.

La Orden Ejecutiva 13769

Días después vino la Orden ejecutiva diseñada por el temible Steve Bannon, quien es especialista en teoría del miedo.

Como sabemos el día 27 de enero, Trump firmó una polémica orden ejecutiva que le cierra la frontera de EU a siete países islámicos por 90 días y a refugiados sirios por 120. La Orden dice que es para "proteger al país de la entrada de terrorista extranjeros". 

Así de pronto la medida impidió el ingreso a EU durante 90 días de gente de Libia, Sudán, Siria, Irak, Irán, Yemen y Somalia, siete países con mayoría musulmana. Poco importa que los afectados tengan visas o hasta tarjetas de residencia, “green card”.

Obviamente, la decisión no tardó en suscitar una ola de protestas en los principales aeropuertos de EU, como Nueva York, Chicago, Dallas, Boston, entre muchas otras ciudades norteamericanas. 

A unas horas del decreto presidencial, la noche del sábado la jueza Ann M. Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn dictó que los refugiados u otras personas afectadas por la medida de Trump, y que han llegado a aeropuertos estadounidenses, no pueden ser deportados. De inmediato bloqueó la deportación de unas 200 personas que se calculaba habían quedado retenidas en los aeropuertos norteamericanos.

Fue la primera derrota del republicano, pero limitada.

Vinieron otras más, a  lo largo del fin de semana, jueces de otros tres Estados (Massachusetts, Virginia y Washington) emitieron órdenes en el mismo sentido y 15 fiscales prometieron litigar el asunto en tribunales.

Obviamente hubo críticas a Trump por legisladores de su propio partido. 

Los republicanos John McCain y Lindsey Graham advirtieron de que temían, a la postre, el decreto ayude a reclutar terroristas para el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, en sus siglas en inglés) y sea “una herida auto infligida en la lucha contra el terrorismo”.
Ante la decisión de la jueza la fiscal Sally Quillian Yates se negó a aplicar la medida. Incluso se fue más allá;  ordenó en una carta a los abogados del departamento que no preparasen la defensa de la orden porque considera que era ilegal. 

La noticia acaparó las primeras planas y se colocó en todas las webs.

Horas después Trump la relevó del cargo bajo el argumento de que había traicionado al Departamento de Justicia al negarse a aplicar una orden designada para proteger a los ciudadanos”.

“Es el momento de ponernos serios con la protección de nuestro país”, afirma el texto de la Casa Blanca.

¡Política de miedo!

Pero el golpe había sido proporcionado.

Yates cumplió su trabajo, ella era interina, tenía pocos días en el cargo, había sido nombrada por Obama, hasta que el Senado confirme al conservador Jeff Sessions, el escogido por Trump como nuevo fiscal general.

En su lugar, Trump nombró a Dana Boente, -una títere de la Casa Blanca- en tanto se confirme el nombramiento tan cuestionado del senador ultraconservador Sessions, quien como sabemos es un personaje racista, quien desde hace tiempo está a favor de las deportaciones masivas de indocumentados y siempre ha defendido el  construir un muro en la frontera con México, un tipo que se opone al matrimonio de personas del mismo sexo  y como senador se mostró a favor de reautorizar la táctica de tortura conocida como "ahogamiento simulado”.

O sea, están hechos del mismo molde.

Lo único que hizo eYates fue cumplir con su deber, el de  "garantizar que las posturas por las que abogamos en los juzgados cumplen la obligación solemne de esta institución de buscar justicia y defender lo correcto”.

Le hechas la culpa a Delta

Pero Mister Trump, aseguró que los problemas en los aeropuertos  de ese fin de semana fue culpa de la aerolínea Delta.., !ah!,  y  de los miles de manifestantes
a través de su cuenta de Twitter aseguró que todo “va bien”, minimizó las detenciones… y sobre todo se burló del líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer: “Solo 109 de 325.000 personas fueron detenidas y sometidas a un cuestionario. Los grandes problemas en los aeropuertos fueron causados por un apagón informático en Delta … Los manifestantes y las lágrimas del senador  Schumer.
Trump no se da cuenta, o quizá sí y disfruta las agresiones.

Este hombre está mal. Pobre Mundo, pobre México, vamos en contra de la historia.

Recomiendo leer los dichos del profesor John Gartner, de la Johns Hopkins University Medical School, donde afirma que “Trump tiene una peligrosa enfermedad mental y es temperamentalmente incapaz de ser Presidente”.

No sabemos que va a pasar, todo es incierto, lo único certero es su cercanía con Vladimir Putin... Pobre EU tan lejos de México y tan cerca de Moscú.

Muchos le apuestan como un asunto de fe a que algo ocurra y que cambie el rumbo de las cosas.

Las movilizaciones sí pueden cambiar el mundo, y EU está dando una ejemplo de ello.

Algunos como Donald Tusk, presidente del Consejo Europe, los calificando como una "amenaza" para la Unión Europea al nivel de China, Rusia o el Islam radical. Recientemente hizo un llamado a los europeos que se levanten "para defender su dignidad”.

Ante la situación de hoy, el papa Francisco debe tomar partido, su voz es necesaria. 

Debe de volver a decir que eso “levantar muros no es de cristianos”.  Debe defender a las minorías musulmanas, es un líder no sólo en las redes sino una voz autorizada.
Quizá ya no recuerde el papa Francisco que al salir de Ciudad Juárez, justo cuando iba de regreso a Roma -es más iban sobrevolando cielo de EU- cuando los periodistas de la fuente le cuestionan sobre la construcción del muro entre México y Estados Unidos para evitar la migración ilegal.

-Quisiera preguntarle: ¿qué piensa de las acusaciones en su contra y si un católico norteamericano puede votar por una persona así?

Recuerdo que la respuesta papal fue contundente:

-Una persona (Trump) que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no hacer puentes, no es cristiano. Esto no está en Evangelio. Después, lo que usted me decía, sobre qué aconsejaría, votar o no votar, no me meto.  Sólo digo: este hombre (Trump) no es cristiano si es que dice esto, hay que ver si dijo así las cosas, y doy el beneficio de la duda.
Pero la respuesta de Trump fue agresiva, respondió al dicho del papa sobre su fe y lo calificó de vergonzoso: “Es vergonzoso que un líder religioso esté cuestionando la fe de otra persona… Ningún líder, especialmente un líder religioso, debe tener el derecho a cuestionar la religión o la fe de otro hombre”, dijo.

El entonces el vocero papal era Federico Lombardi, debió emitir una precisión en el sentido de que Francisco no se refirió a él en especial.

Es evidente que si lo hizo, no fue necesario mencionar el nombre para saber de quién se trata.

Horas después y en un tono más conciliador, Trump dijo a CNN que no quiere pelear con el papa. “Tengo mucho respeto por él. Tiene mucha personalidad y creo que está haciendo un buen trabajo, tiene mucha energía… De hecho, no me gusta pelear con el Papa. No creo que esto sea una pelea”, subrayó.

Incluso dijo que una reunión con él sería muy interesante.

Entonces como hoy, la reacción de Trump fue estúpida, pero no le presté mucha atención.

El quid es que Francisco si se refirió a Trump, y aunque se excedió en sus palabras al señalar que no era cristiano, no dijo ninguna mentira, pues teológicamente es verdad. 

Ese mismo día,  jueves 18 de febrero la cadena de TV CNN me pidió una opinión al respecto, y dije que los dichos del papa desgraciadamente no iban a impactar en las elecciones primarias que se celebrarían por esos días en lo que se denomina el cinturón bíblico.


En efecto, Francisco tenía la razón: los cristianos deben construir puentes.
Viéndolo en retrospectiva confieso que me equivoqué, iluso de mi pensé que lo millones de católicos norteamericanos votarían en contra de Trump.

Ahora estamos viviendo una pesadilla, y apenas van pocos días.

Quisiera no prestarle atención a Trump, considero que es un payaso, y que estamos viviendo una pesadilla, pero faltan muchos noches para despertar.

PD. Misteriosa la muerte del ex general de la KGB y la FSB, Oleg Erovinkin, sospechoso de haber sido la principal fuente del espía británico Christopher Steele sobre las revelaciones sobre la trama rusa de Donald Trump…

Su misteriosa muerte se produjo algunas semanas antes de que se conociera el informe revelado inicialmente por el sitio BuzzFeed y reproducido luego por gran parte de la prensa mundial. 

PD 2. Trump eligió al conservador Neil Gorsuch como candidato para Juez de la Corte Suprema.

¿Es automático? No... Trump necesita lograr  una mayoría de 60 votos en el Senado, sólo tienen 52 escaños, 46 los demócratas, dos son independientes; La Casa Blanca necesita el aval de 8 demócratas, de no obtenerlos podría activar la llamada opción nuclear, que les permitiría ratificar al juez por mayoría simple de 51 senadores.

¡Fácil!

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