@FedericoArreola
SDP.,
Por una encuesta López Obrador y sus hijos merecieron insultos, muchos. Por el dedazo más viejo y antidemocrático, ovaciona Jorge Fernández a Peña, Gamboa, Narro, Meade, Nuño y Osorio Chong
Por una encuesta López Obrador y sus hijos merecieron insultos, muchos. Por el dedazo más viejo y antidemocrático, ovaciona Jorge Fernández a Peña, Gamboa, Narro, Meade, Nuño y Osorio Chong
Los insultos a José Ramón López Beltrán
¿Se alocó mi amigo, el talentioso Jorge Fernández Menéndez, columnista de Excélsior? Veamos lo que dijo ayer en el diario dirigido por Pascal Beltrán del Río:
1.- Que los argumentos de Claudia Sheinbaum utilizados para defender la encuesta de Morena en la Ciudad de México son “una absoluta tontería”. De plano es de mal gusto el comentario de Jorge. De muy mal gusto. Pudo simplemente haber expresado una opinión contraria a la de a la señora Sheinbaum, con respeto desde luego, y aportar al debate. Pero en vez de razonar con seriedad, Fernández Menéndez cayó en la vulgaridad. Algo le pasó, Jorge no es así. O no era así: los columnistas cambian.
2.- Después de afirmar, desde luego sin pruebas, que la encuesta de Morena, la “hicieron López Obrador y sus dos hijos, Andrés Manuel y José Ramón” –en realidad la hicieron encuestadores competentes que militan en Morena–, insulta al mayor de los muchachos, a José Ramón, del que dice que es de “una patanería insoportable” en las redes sociales.
3.- ¿Patanería insoportable? José Ramón simplemente tuitea como cualquier persona de su edad: con burlas. Por cierto, se aguanta cuando es él el que recibe la broma. Así lo ha hecho durante años en Twitter. Así se usa en Twitter. Miles de personas hacen exactamente lo mismo. A mí me divierte participar en ese juego, bastante. Y si de vez en cuando me enojo, dejo la red social un rato y me pongo a leer o a hacer ejercicio.
4.- Pero veo que Jorge Fernández no entiende un mundo nuevo en el que, a diferencia de lo que se acostumbraba cuando no había Twitter ni Facebook, la gente sin acceso a los medios encuentra la forma de cuestionar a los periodistas. ¿Mundo nuevo? Ni tan nuevo. Ya son varios años de redes sociales, es decir, de personas que se las arreglan para poner en su lugar a los columnistas. Ya debería Jorge estar acostumbrado. Pero, por lo visto, le sigue doliendo que lo cuestionen.
5.- Sobre los encuestadores de Morena, a los que Jorge Fernández no conoce, dice que “no tienen seriedad ni profesionalismo”. ¿En qué se basa para afirmar tal cosa? Solo en sus prejuicios. Si no los conoce, debería simple y sencillamente admitir que, por falta de información, no puede hablar de ellos ni bien ni mal.
6.- Fernández Menéndez asegura que Claudia Sheinbaum miente al decir que los cuatros aspirantes a la candidatura a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México avalaron las reglas. En realidad, el que miente es el señor Fernández Menéndez.
7.- No sé si Jorge entrevistó o al menos leyó una sola de las entrevistas que le hicieron a Monreal antes de la encuesta de Morena. En todas dijo que aceptaba las reglas. Si no le gustó el resultado y se quiere ir a otro partido, es su derecho y se le debe respetar. En la democracia, como el futbol y el matrimonio, se vale cambiar de camiseta.
8.- Jorge Fernández hasta ladrón llama a AMLO: “El silencio de Andrés Manuel… hoy parte a Los Ángeles a presentar otro de sus libros (vaya que es prolífico). No sé por qué cuando me enteré de la graciosa huida recordé aquella película de Woody Allen, Robó, huyó y lo pescaron”. Eso no es gracioso, Jorge: es chafita.
9.- Andrés Manuel López Obrador, dice Fernández, no soporta a Monreal porque este tiene personalidad propia, pero pueden tener un lugar destacado en Morena (i) los que “se pueden robar elecciones (Bartlett), cometer delitos electorales (Korrodi) o ser socio de Pinochet (Romo)”.
10.- Y en el remate de su columna de ayer, Fernández Menéndez vuelve a golpear a la familia del líder de Morena: “Dicen que Andrés Manuel ha cambiado. Quizás, lo ha hecho, pero para mal: por lo pronto, ahora el poder en Morena es suyo compartido con sus hijos, los hermanos López Beltrán, Andrés y José Ramón”.
¿Hubo dedazo en Morena?
No lo sabemos. Personalmente pienso que no. Se pactó una encuesta y se hizo. Cuatro contendientes aceptaron el método. Ganó Claudia Sheinbaum, que es falso que en las encuestas de los medios no ganó en ninguna, como afirman tantos columnistas. Ganó en dos de las más serias que se hacen en México: la de SDP Noticias aplicada al universo de usuarios de Facebook de la Ciudad de México y la del diario Excélsior, donde Jorge Fernández escribe, esta última realizada por uno de los encuestadores más importantes de nuestro país, Ulises Beltrán. Hasta Roy Campos, de Consulta Mitifsky, hizo una encuesta en la que ganaba Sheinbaum. Por eso, Campos dice hoy en El Financiero: “Voy a dar una declaración políticamente impopular, yo sí creo que haya habido una encuesta y sí creo que se hizo bien”.
Pero, independientemente de si hubo dedazo o no, ¿por qué los insultos a López Obrador y su familia?
El dedazo de EPN en el PRI, maravilla de maravillas de la política
Donde habrá dedazo, nadie lo duda, es en el PRI. En este partido sigue habiendo una única ley sucesoria: la del tapadismo.
¿Qué dice un columnista como Jorge Fernández Menéndez, que insulta a AMLO y a sus hijos por un supuesto pero improbable dedazo, del clarísimo juego del tapado priista? ¡Puros elogios!
Veamos la columna de hoy del señor Fernández:
1.- Que es un proceso, el del dedazo, que se hace “siguiendo el libro”. Ah, chingaaa. En serio, eso dice mi amigo Jorge.
2.- Le maravilla que de seis u ocho aspirantes, a partir de las declaraciones de Emilio Gamboa, la lista “quedó reducida a cuatro personajes: José Antonio Meade, Miguel Osorio, Aurelio Nuño y José Narro”.
3.- ¿Por qué es importante lo que ha dicho Gamboa? Porque este, “uno de los políticos más experimentados del PRI no se ha equivocado desde 1982 en prever la selección del aspirante priista”. Esto es, porque se trata de todo un experto en dedazos.
4.- Pero lo más relevante de Gamboa radica en que “es un hombre, particularmente, cercano al presidente Peña y es difícil imaginar que haya dejado esos cuatro nombres sobre la mesa sin tener, previamente, la certidumbre de que son ellos los que están en el ánimo del propio presidente Peña”. O sea, a Emilio Gamboa hay que hacerle caso simple y sencillamente porque tiene comunicación con el único que decide en el PRI, EPN.
5.- Para los columnistas como Jorge Fernández es legítimo y digno de aplauso el dedazo en el PRI solo por las señales que manda el presidente Peña. Y es que el presidente de México “se ha centrado en los cuatro de la lista de Gamboa, llevándolos, incluso, consigo a encuentros privados con empresarios como Carlos Slim”.
6.- Qué formas democráticas tan extraordinarias, parece decir Fernández Menéndez, esas de exhibir ante el hombre más rico de México a los cuatro tapados.
7.- Y, por si no fuera suficiente motivo de placer, el tapadismo estupendo que tiene al columnista en el orgasmo político, también se va a dar en el PVEM: “Los cuatro, también, estuvieron en la reciente plenaria del partido Verde”.
8.- Elogios y elogios a la maestría política de Peña y el PRI. Don Jorge Fernández Menéndez admira como nadie el tapadismo y el dedazo: “Con esa baraja, el partido en el gobierno tiene bien cubierto el posible espectro de posiciones de cara al 2018 y está realizando un ejercicio interesante, al mostrar a esos cuatro personajes en varias pasarelas simultáneas, juntos o por separado”.
9.- Paréntesis: Por una encuesta López Obrador y sus hijos merecieron insultos, muchos. Por el dedazo más viejo y antidemocrático, ovaciona Jorge Fernández a Peña, Gamboa, Narro, Meade, Nuño y Osorio Chong.
10.- Y de plano Jorge pega un jonrón analítico al informar que “no veremos un dedazo inesperado, tendremos un proceso de selección que incluirá la búsqueda de acuerdos y respaldos regionales y locales que convergerán en lo nacional”. Estoy impresionado por tanta sabiduría política, me cae que sí.
11.- Lo único que no puede permitirse el PRI es lo que más se le exige a Morena: elecciones internas. Fernández Menéndez es contundente: “Lo único que no puede permitirse el Partido Revolucionario Institucional es un proceso interno como el de 1999, que terminó con el triunfo de Francisco Labastida sobre Roberto Madrazo, pero con un partido dividido, exhibido a partir de sus disputas internas y ahorcado (y lleno de deudas) financieramente. De esa contienda interna que concluyó en noviembre del 99 nunca se pudo recuperar el Partido Revolucionario Institucional para los comicios de julio del 2000. Seis años después, Madrazo, entonces presidente del partido, impuso su candidatura después de otro proceso interno que, incluso, se frustró antes de que se consumara, cuando una serie de filtraciones (que provenían del mismo PRI) dejaron fuera de la contienda a Arturo Montiel. Por cierto, esa historia priista recuerda, en mucho, lo que doce años después está viviendo el PAN”.
12.- Me parece muy prudente de parte de Jorge Fernández que no desee para el PRI un proceso que en el pasado lo ha dividido y quebrado en lo económico, y que hoy divide y seguramente quebrará al PAN. Pero, ¿por qué exigir que Morena sí se divida y derroche sus recursos en algo que dejará al partido de AMLO en ruinas?
13.- Para mantener la unidad, el PRI juega al tapado y al dedazo. El columnista Fernández lo aplaude-.
14.- Para mantener la unidad y no caer en el dedazo, Morena pactó una encuesta. El columnista Fernández no solo no aplaude el método, sino que insulta a AMLO y a su hijo mayor.
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