Más de 70 muertos debido a los incendios que se extendieron ayer por la región Ática. Manolis Papamikrulis, colaborador del arzobispo Hieronymos: «La gente no ha tenido escape, en pocos segundos se encontró acorralada el fuego y el mar. Los cuerpos parecían martirizados»
AFPLas llamas devorando Grecia
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Vatican Insider, 24/07/2018
SALVATORE CERNUZIO
ROMA
Se trata probablemente de una de las mayores tragedias de las últimas décadas en Grecia. Cuerpos quemados vivos por las llamas que se extendieron a partir de las 18 horas de ayer en la región Ática, a pocos kilómetros de la capital Atenas. Cientos de vehículos y casas destruidos, hectáreas de bosques quemadas. «Una catástrofe
humanitaria, ambiental, material de dimensiones increíbles. Tienen razón los que hablan de una nueva Pompeya», dijo en una conversación telefónica con Vatican Insider Manolis Papamikrulis, laico, oficial de la Iglesia greco-ortodoxa para la Comisión de Asuntos Exteriores del Santo Sínodo y de la Comisión para las relaciones inter-cristianas, colaborador del arzobispo de Atenas y de toda Grecia Hieronymos. «No logramos comprender por qué ha sucedido todo esto y la Fiscalía ha puesto en marcha investigaciones para comprender el origen del incendio, si se trata de un incidente natural o si fue la mano humana la que lo provocó. También existe esta hipótesis… No tenemos idea, pero ahora las prioridades son otras».
Antes que nada ocuparse de los supervivientes, de las familias que en unos instantes vieron morir a sus parientes y vecinos, de las personas que han perdido las casas. «Sucedió todo en pocos minutos, el viento soplaba fuerte y el fuego que partía desde una colina alcanzó rápidamente las casas en el bosque». Principalmente son casas de veraneo, algunas de ellas sin autorización, construidas con viejos materiales y fácilmente inflamables; también en la localidad de Mati «el 98% de las casas quedó destrozado». La mayor parte de los 74 muertos (según los datos oficiales difundidos por los el Cuerpo de Bomberos, que también indicaron un centenar de desaparecidos) son turistas, griegos o del extranjero, estaban pasando la penúltima semana de julio en esta sugerente zona en la que se unen las aguas del Egeo y la enormidad del bosque. Precisamente esta conjunción natural fue la condena de las víctimas.
«La gente –narra Papamikrulis– se encontró en una situación en la que no sabía qué hacer, no tenía alternativas ni vías de fuga. Por una parte estaba el fuego y por otra el mar. Muchos de los socorristas hablaban de personas ahogadas en el agua. Una muerte cruel, claro, pero no tanto como la que sufrieron todos los que ardieron vivos entre las llamas. Nos contaban que había padres abrazando a sus hijos o cadáveres que parecían martirizados, que presentaban posturas innaturales porque probablemente se contorsionaban por el enorme dolor que sintieron».
La Iglesia greco-ortodoxa, subrayó el oficial, no ha dudado en prestar su ayuda. El arzobispo Hieronymos, que actualmente se encuentra a pocos kilómetros de Atenas, en un monasterio para un retiro espiritual, fue despertado de noche por la noticia de estos incendios que llegaron desde la capital hasta Corinto (parece que en la localidad de Kinetta todavía hay un débil incendio activo). Se puso en contacto inmediatamente con los metropolitas de las zonas afectadas y alertó a la asociación caritativa greco-ortodoxa “Apóstoles”, una especie de Caritas griega que tiene presencia en toda la nación. El ente, el mismo que se ocupa de la cuestión migratoria, envió a cientos de voluntarios y agentes para ayudar a los bomberos y a la Protección civil en las oraciones de rescate.
«Fue un duro golpe para el arzobispo», explicó su colaborador. «Para él, se trata de un doble sufrimiento: desde el punto de vista ambiental, puesto que es muy sensible a este tema, pero sobre todo desde el punto de vista humano. Todo su ministerio se basa en el principio de que “el hombre viene antes que nada”. Es decir, hay que salir al encuentro de los seres humanos, cristianos o no, griegos, migrantes o lo que sea…».
Los responsables de “Apóstoles”, en representación de la Iglesia greco-ortodoxa, ofrecieron bienes de primera necesitad como comida y ropa, y están ayudando para que vuelva la electricidad a las calles y en la remoción de los escombros, explicó Papamikrulis. Además han enviado a sacerdotes para que ofrezcan asistencia espiritual a las víctimas y a los familiares que no tienen noticias de sus seres queridos desde hace horas. En estos momentos todos ellos están colaborando con médicos y psicólogos. E indicaron que están dispuestos a ofrecer sus inmuebles para alojar a los supervivientes y a todos los que han perdido sus casas.
Naturalmente, ahora se estudiarán proyectos a largo plazo, subrayó Papamikrulis. E insistió: «De verdad, una tragedia», pero que puede ofrecer una lección «a todos nosotros, los seres humanos, a menudo demasiado arrogantes en nuestra relación con el medio ambiente. A menudo nos servimos del medio ambiente sin pensar en las consecuencias, faltándole al respeto por completo. Es algo difícil de aceptar, sobre todo en estos momentos, pero un incidente de estas proporciones debe hacer que nos interroguemos. Sobre todo nosotros los cristianos, que estamos llamados a una responsabilidad global».
Grecia es una nación que debe afrontar la emergencia migratoria, golpeada por una crisis económica que no parece tener solución. Y esta es una prueba más: «Es cierto –afirmó Manolis–, para nosotros, los griegos, se trata de la enésima dificultad que hay que afrontar, pero permanecemos firmes en la fe y en la esperanza. En pocas horas hemos visto una gran solidaridad por parte de Europa y de los líderes religiosos, desde el Papa hasta Bartolomé y los demás patriarcas de Rumanía, Alejandría y así. Todos se demostraron listos para ayudarnos y nosotros somos optimistas, creemos que podremos salir adelante».#
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El dolor del Papa por las víctimas de los incendios en Grecia: “una tragedia”
Telegrama de condolencias del Pontífice, que expresa su cercanía también s los familiares de los muertos y de los heridos en Laos, debido al derrumbe de una presa hidroeléctrica
El dolor del Papa por las víctimas de los incendios en Grecia: “una tragedia”
Vatican Insider, Pubblicato il 24/07/2018
REDACCIÓN
El Papa Francisco se dice «profundamente entristecido» por la serie de graves incendios que han afectado en estos días Grecia, en la región Ática alrededor de la capital Atenas, y que han provocado hasta ahora alrededor de 60 muertos y más de 150 heridos. En un telegrama de pésame, firmado por el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin y enviado a las autoridades eclesiales y civiles griegas, el Pontífice extiende su «sentida solidaridad a todos los que han sido golpeados por esta tragedia» y encomienda a los muertos «al amor misericordioso de Dios Omnipotente», además de ofrecer aliento «a las autoridades civiles y al personal de emergencia para que continúen en sus esfuerzos de salvamiento».
Al mismo tiempo, la Santa Sede difundió otro telegrama de pésame del Papa por las víctimas del derrumbe de una presa hidroeléctrica en obras en Laos. En el texto, también firmado por Parolin, el Papa Bergoglio expresa «sincera solidaridad a todas las personas afectadas por este desastre» y «reza especialmente por el reposo eterno de los difuntos, la curación de los que están heridos», ofreciendo «consolación para todos los que sufren debido a la pérdida de sus seres queridos y que temen por la vida de los que todavía no han sido encontrados». El Papa también anima a las autoridades civiles y a todas las personas involucradas a continuar con las «actividades de búsqueda y socorro de los que asistena a las víctimas de esta tragedia».
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