9 sept 2018

Las columnas políticas, hoy domingo 9 de septiembre de 2018..

AMLO aseguró que el proyecto del Tren Maya tiene aceptación entre las comunidades de la zona.. "Ya hay consultas en las comunidades, ejidatarios y pequeños propietarios y sí hay aceptación. La gente quiere esto para el sureste, porque, si vemos el mapa, podemos resumir que en los últimos 30 años el desarrollo se ha centrado en la Riviera Maya, en la punta, en Cancún, el resto del sureste quedó en el abandono", dijo en un mensaje luego de una reunión con Gobernadores constitucionales y electos del sureste de México en Palenque.
"Ya no queremos que sean nada más islas de desarrollo, queremos que el desarrollo se dé en todo el País”.

Aseguró que la construcción del Tren Maya representará empleos para la región. "Es una inversión pública federal que no se había dado en mucho tiempo, serán entre 120 y 150 mil millones de pesos", dijo.
AMLO agradeció a los Gobernadores Manuel Velasco, de Chiapas, y Arturo Núñez, de Tabasco, que colaboren con el plan.
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Las columnas políticas, hoy domingo 9 de septiembre de 2018..
Bajo Reserva/ EL UNIVERSAl
Peña da vía libre en el PRI
La comida con carnes y ensaladas del viernes en Toluca, con todos los gobernadores del PRI y Manuel Velasco, el único Verde -hoy con tintes morenos-, dicen que se prolongó un buen rato. El anfitrión fue Alfredo del Mazo. Nos cuentan que no hubo gritos ni sombrerazos, pero que sí se habló de la cordialidad que ha marcado el proceso de transición entre el presidente Enrique Peña Nieto y su sucesor Andrés Manuel López Obrador. También comentaron sobre el espinoso asunto de los súper delegados de López Obrador y el rol de ellos como gobernadores. Pero, aseguran, algo que les hizo levantar las cejas fue el comentario de Peña Nieto en el sentido de que no se va a inmiscuir en el proceso de revisión interna del PRI. "Eso lo dejó muy claro", nos comentó un mandatario. Vamos a ver.
San Lázaro y la pelea por las oficinas
La división que generó esta semana la migración de cinco diputados del Verde a Morena -que pastorea Mario Delgado-, para darle a esta fracción la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, no será el único choque. Nos cuentan que este mismo lunes los coordinadores parlamentarios de las ocho fracciones tendrán una reunión por la tarde, para definir las oficinas en las que se albergarán sus correligionarios en San Lázaro. Pero, además, se prevé que comiencen a ver el reparto de las comisiones ordinarias y una posible reducción. ¡A navaja limpia dirían por ahí!
EMP, camino a su desaparición
La cuenta regresiva para que el Estado Mayor Presidencial (EMP) sea transferido a la Secretaría de la Defensa Nacional, nos dicen, empezó en el Senado. Será la bancada de Morena, que coordina Ricardo Monreal Ávila, la que proponga la reforma legal correspondiente y nos comentan que el alto mando de ese cuerpo técnico militar, el general de división Roberto Miranda Moreno, tiene preparada una ruta crítica de entrega de las instalaciones, como es el caso del deportivo ubicado en la Avenida de los Constituyentes, contiguo al campo militar 1-F de Santa Fe, lo cual ocurrirá en noviembre próximo. Es la voluntad de Andrés Manuel López Obrador en acción. Ayer, el general Miranda envió un mensaje con motivo del 171 aniversario de la Batalla de Molino del Rey, en donde les mandó decir a los militares que los soldados refrendan su compromiso con México.
Jaloneo por los porros... ¿y la UNAM?
Los porros, cuya existencia se remonta a los años 20 del siglo pasado, tuvieron su mayor auge después de la década de 1950. Pero los ataques contra universitarios de esta semana dejaron ver la pobreza para defender a la UNAM. Primero se hicieron bolas las autoridades de la Ciudad de México con la PGR porque se había interpretado que la Procuraduría abandonaba la investigación, aunque luego se aclaró que no. El viernes la Policía Federal presenta a dos presuntos participantes de la agresión del lunes pasado, pero ayer quedaron en libertad, lo que obligó a la UNAM a expresar su desconcierto y a exigir una explicación. Más tarde la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se sumó al extrañamiento. Total, que no hay detenidos, pero el jaloneo sí está a todo lo que da. Cada quien sus miserias.
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TEMPLO MAYOR/REFORMA
Muchos se preguntan por qué Andrés Manuel López Obrador decidió cambiar el perfil de quien será el próximo director del Infonavit.
Porque no se trató sólo de un cambio de persona.
Juan Carlos Zentella quien ya no será el titular de ese organismo, es licenciado, maestro y doctor en urbanismo, y el nuevo nominado, Carlos Martínez, es politólogo con estudios de economía y gestión ambiental.
Y más allá de su formación académica, sus trayectorias y áreas de expertise también son muy distintas. Mientras Zentella trabajó en Ordenamiento Territorial de la Sedesol y participó en la redacción de la Ley de Cambio Climático, Martínez ha trabajado en generar propuestas en materia de competencia económica y mejora regulatoria, además de ser consultor de la ONU y el BID.
¿Pues qué habrán descubierto al interior del Infonavit los integrantes del equipo de transición que recomendaron cambiar de capitán para ese barco? Es pregunta que ve girar el timón.
Vaya bronca se armó en Madrid entre los dueños de restaurantes mexicanos en aquella ciudad española y la embajadora de México en España, Roberta Lajous.
El pleito comenzó en redes sociales por las críticas a la Fiesta Nacional que se celebra cada 15 de septiembre y que organiza la embajada, pues mexicanos que viven en la capital española consideran que en los últimos años ha estado bastante deslucida.
La embajada declaró a un medio digital que eso se debía a que se atendió un reclamo de los restauranteros mexicanos de no centralizar las festividades para que se repartieran entre los locales de comida mexicana en esa ciudad.
Ante ello, los dueños de esos negocios sacaron un desplegado para negar que ellos hubieran hecho esa petición y, de paso, darle un raspón a la embajadora diciendo que nunca los ha recibido y que no los representa, ¡Rediez, qué lío!
** Muy encarrerado anda Andrés Manuel López Obrador con su proyecto del Tren Maya que podría costar 64 mil millones de pesos.
Tanto así, que hoy se reunirá con cinco gobernadores para tratar el tema.
Se supo que están citados en Palenque los mandatarios de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán para acordar estrategias que eviten cuestionamientos de las comunidades por donde pasará el tren, así como de ambientalistas.
Quizás lo más interesante es que se pondrá sobre la mesa la posibilidad de que en el proyecto participen inversionistas extranjeros... y esa es una vía de la que no se había hablado hasta ahora.
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TRASCENDIÓ/MILENIO;
Que uno de los 13 empresarios petroleros que soslayaron la convocatoria de Andrés Manuel López Obrador para reunirse este sábado en Tabasco, donde se habló ampliamente del rescate del sector enérgico, fue Alfonso Salem Slim, representante de Carso Infraestructura y Construcción y Filiales SA de CV y sobrino de Carlos Slim.
Eso sí, el Presidente electo dejó abierta la posibilidad de trabajar con todas las empresas petroleras interesadas en potenciar la reforma energética que, aseguró, hasta ahora no ha dado sus mejores resultados en cuanto a inversión.
Que quien sigue sin acostumbrarse a los llamados tumultos que genera el poder es Rocío Nahle García, la próxima secretaria de Energía. Resulta que cuando viaja con López Obrador, la morenista desarrolla un especial instinto logístico que no corresponde con su estatus de futura funcionaria federal.
En la gira que ayer realizó el Presidente electo por su tierra natal, la ingeniera petroquímica intentó organizar, contener y hasta poner reglas a los seguidores del tabasqueño, que solo quieren tomarse una foto con el político sin importar si el lugar es el más adecuado, como las escaleras de un avión. ¿Así o más clara la necesidad de que AMLO cuente un equipo profesional que se ocupe de esas tareas?
Que el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres, se reunió con académicos de distintas universidades, incluida la UNAM, la Ibero, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto Mora, quienes plantearon lo poco conveniente que es manejar los temas de protección civil desde la Secretaría de Seguridad Pública, como propone la actual administración. Si bien no se llegó a un acuerdo concreto, quedó el compromiso de compartir ese tema desde el equipo de transición.
Que ante el pleito que se traen los diputados de Morena y del PRI para asumir el control del Congreso de Hidalgo se ha retrasado la integración de la Junta de Gobierno. Ante tal situación, la dirigente nacional de los morenistas, Yeidckol Polevnsky, envió un mensaje claro a los integrantes de lo que fue la coalición Juntos Haremos Historia: hacer valer los votos obtenidos en la pasada elección y demostrar así a los gobernadores actuales que el país ya cambió y que la gente votó por una transformación de las prácticas políticas. O sea, una especie de mayoriteo, pero democrático.
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SACAPUNTAS/EL HERALDO DE MÉXICO;
San lunes de AMLO
Interesante inicio de semana tendrá Andrés Manuel López Obrador. Mañana, hay tres reuniones del más alto nivel. Una con el rector de la UNAM, Enrique Graue, para abordar los ataques a la institución universitaria. Otra con Viktor V. Koronelli, embajador de Rusia en México, y una más con el nuncio Franco Coppola. Será, sin duda, un digno San lunes.
** Palo al turismo legislativo
En aras de la austeridad, la Cámara de Diputados rechazó los primeros viajes. No enviará legisladores a la 15 Asamblea Plenaria del ParlAmericas, a realizarse en Canadá, del 9 al 12 de septiembre; ni a Brasil, al Foro Parlamentario Mundial sobre Desarrollo Sustentable, del 12 al 13. El líder de la Jucopo, Mario Delgado, ya dio las gracias a los países anfitriones.
** Curules reservadas
Indignados están los legisladores morenistas con sus correligionarios del Edomex. La causa, nos explican, es que están apartando curules: colocan letreros que dicen "Reservado, Estado de México", con el nombre del legislador que apartó el espacio, como Sergio Pérez Hernández. Por lo pronto, los diputados se limitan a quitar los letreros y sentarse en esos lugares.
Teofilo sigue cobrando
Muy bien la suspensión que aplicó el rector, Enrique Graue, al jefe de seguridad de Auxilio UNAM, Teófilo Licona, pero nos hacen ver que para él son como vacaciones. Y es que, por ser parte del STUNAM, que dirige Agustín Rodríguez, el llamado Jefe Cobra hace honor a su apodo, pues sigue cobrando, íntegro, su salario. Todo, gracias al contrato colectivo.
Extraños invitados
Nos dicen que a nadie debe extrañar si el movimiento de la UNAM se radicaliza. Porque ya están metiendo mano los macheteros de Ateneo y la CNTE, expertos de la violencia. Tan es así que varios de ellos estuvieron en la asamblea en CU que acabó la madrugada de ayer. Presionan para que los universitarios enarbolen las luchas contra el NAIM y la Reforma Educativa.
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FRENTES POLÍTICOS /EXCÉLSIOR;
I. Todo mal. La UNAM pidió a las autoridades una explicación sobre la liberación de las dos personas que la Policía Federal presentó ayer por presunta responsabilidad en los hechos violentos del pasado 3 de septiembre en Ciudad Universitaria. La Universidad manifestó su "asombro y desconcierto ante las versiones periodísticas que informan sobre la decisión de la Fiscalía de poner en libertad a los presuntos responsables. Esta casa de estudios espera una explicación a la comunidad universitaria y a la sociedad mexicana por parte de las autoridades correspondientes sobre tal determinación", apuntó. Una vez más la justicia trabaja en sentido contrario. ¿De qué sirven entonces las leyes?.
II. Mario Delgado, coordinador de Morena, afirmó que la Cámara de Diputados no enviará representantes ni a la Asamblea Plenaria de ParlAmericas, la cual se llevará a cabo en Canadá, ni al Foro Parlamentario Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Bali. "Existe un compromiso de los diputados de la LXIV Legislatura de conducirse bajo un serio esquema de austeridad, que incluye, entre otras cosas, reducir los viajes y viáticos al mínimo", precisó. A cambio de declinar la invitación, ofreció mantener un diálogo abierto con sus pares en otros países para intercambiar prácticas legislativas. Ya era hora de cerrar la agencia de viajes El Congreso, cuyo slogan era sírvase a lo grande con cargo a los mexicanos.
III. Entre mujeres. Como una manera de empoderar a la mujer en el ámbito político, Claudia Ruiz Massieu, dirigente Nacional del PRI, anunció que a partir de esta semana comenzará una gira por todo el país para escuchar a la militancia e iniciar el proceso de reflexión poselectoral, luego de los resultados adversos en los comicios. Este sábado estuvo en Hermosillo, Sonora, donde aseguró que el proceso de revisión y análisis de los resultados electorales arrancará en Sonora, porque es la única entidad del país gobernado por una mujer, Claudia Pavlovich Arellano. La líder priista aseguró que se trata de un reconocimiento a su trabajo, valentía y los resultados obtenidos. El temple de mujeres mexicanas es lo que necesita el PRI, Sonora y México.
IV. Punto para el junior. Una vez más, Noe Castañón Ramírez, hijo del exministro chiapaneco Noé Castañón León, eludió a la justicia. Es impresionante conocer de los privilegios que goza el senador. El juez de control del centro penitenciario El Canelo, Carlos Inocencio Hernández Urbina, determinó no vincularlo a proceso por el delito de violencia intrafamiliar. De acuerdo con declaraciones del abogado defensor de la esposa de Castañón, Javier Coello, el juez no abordó los argumentos de cada una de las partes y, en menos de diez minutos, resolvió la situación jurídica de senador electo. Comparecerá por falsedad de declaraciones, pero si el PRI quiere limpiar la honra, el punto por donde comenzar se apellida Castañón.
V. Ya los vieron. Un juez de control del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México exigió no retrasar la investigación en contra de Xóchitl Gálvez, exdelegada en Miguel Hidalgo, por daño en propiedad privada. Alejandro Mendoza, abogado de AS160 Construcciones, detalló que aunque la demanda se interpuso en octubre de 2017, no fue sino hasta el viernes pasado que el MP citó a declarar a Gálvez. Fuentes cercanas a la investigación señalan que el exfiscal en Miguel Hidalgo, Said Escudero Irra, fue quien atrasó la investigación para ganar tiempo en favor de la ahora senadora. El viernes, Xóchitl Gálvez se presentó a declarar y tuvo trato preferencial ya que fue recibida inmediatamente por el fiscal de la PGJ capitalina. Éstas son justamente las prácticas que, parafraseando a doña Xóchitl, hacen encabronar a la gente. El abuso inmisericorde del poder y las influencias.
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Columna RETRATO HEREJE/Roberto Rock
 EL UNIVERSAL.
UNAM: el debate urgente
Dos preguntas dominan la crisis que el pasado lunes 3 mostró apenas la oreja frente a la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde luego, ¿quién busca encender la pradera estudiantil tras 18 años de razonable tranquilidad? Pero también, ¿quién no está haciendo su trabajo para evitar una convulsión en el marco de la transición gubernamental más compleja en décadas y del 50 aniversario del movimiento popular de 1968?
La UNAM encaró, en menos de una semana, una brutal golpiza contra preparatorianos en el corazón de Ciudad Universitaria, una marcha con decenas de miles de jóvenes y el paro de cientos de miles más en la totalidad de las preparatorias, colegios de Ciencias y Humanidades, escuelas y facultades de la casa de estudios.
El debate urgente debe incluir hoy por qué la UNAM es incompetente para tener una estrategia ante un amplio rango de fenómenos ligados a la inseguridad, desde el uso de la violencia como herramienta política hasta los cada vez más frecuentes asaltos, violaciones, asesinatos de estudiantes e, incluso, la presencia del narcomenudeo en los pasillos de sus campus.
Una faceta de ello en la casa de estudios que encabeza el rector Enrique Graue es la ineficaz colaboración con la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal o sus similares en la capital del país, sea por el añejo debate de la autonomía, sea porque el actual estado de cosas conviene a intereses creados.
Fuentes consultadas dan cuenta, por ejemplo, de que el gobierno federal y en particular la PGR han alertado a altos funcionarios de la Universidad de que miembros de su cuerpo de seguridad interno, conocido como Auxilio UNAM, colaboran con vendedores de drogas en Ciudad Universitaria.
Elementos denunciados no han sido despedidos bajo el argumento de que son personal sindicalizado.
Entre las designaciones realizadas por el rector Graue al llegar a la Rectoría en noviembre de 2015, se incluyó a Javier de la Fuente como responsable de Prevención y Protección Civil. Se trata de un dentista proveniente de la ENES de León que en su momento se postuló para ser rector y fue incluido en el equipo como una cortesía política.
Del dentista Déla Fuente dependen varias áreas concebidas para brindar seguridad a los universitarios. Ello incluye al referido Auxilio UNAM, cuyos integrantes presenciaron impávidos, el lunes pasado, el ataque contra alumnos del CCH Azcapotzalco.
Otro de sus subordinados es Jaime Vázquez, coordinador de Gestión" de la Secretaría de Atención a la Comunidad. Se le atribuye estar a cargo de un aparato de inteligencia interna en la UNAM y tener interlocución con grupos porriles. Se le considera inamovible.
A toda esa estructura y a sus vínculos con el exterior les pasó extrañamente desapercibida la crisis que se venía gestando en el sistema del Colegio de Ciencias y Humanidades y sus cinco sedes. En particular la confrontación incubada entre diversos grupos con la directora del plantel Azcapotzalco, María Guadalupe Márquez Cárdenas.
La tensión en ese ámbito llevó en marzo pasado al cambio del director del sistema CCH, donde quedó Benjamín Barajas. El 31 de agosto Márquez Cárdenas fue obligada a renunciar, pero grupos estudiantiles convocaron al plantón del lunes 3 en la explanada de Rectoría.
Fuentes de la propia UNAM, con las que coinciden integrantes del equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, se mostraron exasperadas por lo que describen también como producto de la pasividad ante estos temas en áreas clave del gobierno de Peña Nieto y de la administración de José Ramón Amieva en la Ciudad de México.
Bajo el peso de las pruebas, el rector Graue aceptó públicamente, por primera vez, que existen grupos de porros en la UNAM y anunció la expulsión de 18 dirigentes de estas agrupaciones violentas. Sus nombres aparecen desde hace años en expedientes policiales y de la oficina del Abogado General de la Universidad.
Los personajes expulsados y sus agrupaciones exhiben claros vasos comunicantes con Víctor Hugo Lobo y Mauricio Toledo, ex jefes delegacionales en Gustavo a Madero y Coyoacán, electos legisladores en julio pasado y miembros destacados de Vanguardia Progresista, la principal facción interna del PRD en la Ciudad.
Sin embargo, en la historia de estas agrupaciones porriles han saltado cíclicamente a la vista sus vínculos con otros dirigentes políticos y de partidos, en una mezcla compleja pues está demostrado que por años han estado al servicio de quien se halle, dispuesto a pagarles.
Lo que resultó patente al cierre de la semana es que si bien las protestas estudiantiles en la UNAM parecían ir decreciendo, una asamblea de alumnos instalada en el auditorio "Alfonso Caso" empezó a trabajar en un largo pliego de demandas: seguridad en los campus, aumento a sueldos de maestros, incluso la renuncia del doctor Graue, que en noviembre próximo cumple su primer cuatrienio. Podría ser el último.
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Memoria del 68/Enrique Krauze
Reforma, 09 Sep. 2018
"El 68 me marcó para siempre. No vi, o no quise ver en él, un movimiento revolucionario (que lo era, en ciernes) sino una rebelión libertaria...."
Amediados de los años sesenta, la Facultad de Ingeniería de la UNAM era una isla, una escuela técnica y científica donde supuestamente no tenía cabida la política. Por mi parte, ni siquiera cuando fui electo Consejero Universitario -poco antes de estallar el movimiento del 68- tenía mayor conocimiento de las corrientes políticas que de manera más o menos subrepticia se disputaban espacios de influencia en nuestras aulas. Aunque compartía las pasiones intelectuales de los sesenta y leía a Camus, Sartre, Aron, Trotski, Deutscher y Paz, me consideraba apolítico, solo un estudiante de ingeniería con aficiones humanísticas. Quizá por eso los representantes de aquellas corrientes me eligieron. Pero de pronto, en un ambiente donde todavía se coreaban los "güelums" y las "goyas" del futbol americano en el Estadio Universitario, la realidad entró a galope.
Estábamos conscientes de la ola "contestataria" que recorría el mundo, de París a las universidades de Estados Unidos. De pronto, ese fervor llegó a México. Recuerdo el momento de la revelación. Ocurrió durante la marcha encabezada por Javier Barros Sierra en protesta contra el "bazukazo" que derribó el portón virreinal de San Ildefonso. Isabel Turrent y yo nos unimos a esa manifestación, atraídos por el imán de la historia. Había que decir NO al gobierno autoritario, a su vieja retórica y sus mentiras. Exaltados, recorrimos las calles al grito de "¡Únete, pueblo!". La "goya" que coreamos en la avenida Félix Cuevas -mientras los granaderos nos acechaban- no era deportiva, era un acto de rebelión, un bautizo de libertad.
El líder del movimiento en la Facultad era Salvador Ruiz Villegas, un norteño grandote, recio y elocuente cuyas arengas nos encendían. Un día, en la explanada contigua al Auditorio, escuché por primera vez a Heberto Castillo, cuyo libro sobre resistencia de materiales había leído con tal entusiasmo que me volví suplente de esa materia. "Acaba de estar en la Trilateral de Cuba", me informó un compañero. Yo participé en el movimiento como pude: aportando papel y materiales de propaganda, marchando, asistiendo a los interminables mítines y asambleas. La tarde del 15 de septiembre, acudimos al grito de Independencia que dio Heberto Castillo en la explanada de la Rectoría. Tres días después, el Ejército allanó la UNAM.
El 2 de octubre recorrí la zona aledaña a Tlatelolco por la mañana. Los soldados limpiaban sus bayonetas. Sentí un ominoso augurio en el ambiente. Por la tarde, escuché la noticia terrible por NBC, única estación que trasmitió (en inglés) los hechos. La paloma de la paz en el flamante Anillo Periférico amaneció ensangrentada. En el Excélsior de Julio Scherer, Daniel Cosío Villegas profetizó el descrédito eterno del gobierno. Octavio Paz renunció a la embajada en la India y publicó su poema "La limpidez". México estaba de luto. Mi generación había encontrado su destino: cambiar al régimen.
El 68 me marcó para siempre. No vi, o no quise ver en él, un movimiento revolucionario (que lo era, en ciernes) sino una rebelión libertaria. Un rechazo radical a un gobierno y un régimen despótico, petrificado, creyente de su propia propaganda y su verdad única. Lo que he escrito después (cualquiera que sea el valor que tenga) se originó en las marchas de ese movimiento casi anarquista que, en mi caso, con el tiempo, derivó hacia convicciones democráticas y liberales.
¿Cómo conmemorar el 2 de octubre? Por un lado, aportando a las nuevas generaciones la verdad histórica y debatiendo sobre los hechos y su legado. Pero hay deudas por saldar. Tenemos el deber de poner nombre y apellido a los héroes del movimiento, hoy olvidados. Entre los que ya no están con nosotros, recuerdo al noble e impetuoso Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, al sagaz y valiente Eduardo Valle "El Búho", al brillante Luis González de Alba, cuya muerte lamenté mucho. Entre los que viven, a Gilberto Guevara Niebla (que tanto se ha destacado en el campo de la educación) y a mi querido líder Salvador Ruiz Villegas, a quien hace un par de años encontré fuera de la Facultad de Economía. Hacía tiempo me había dado su libro Malkhut, cuyos relatos evocaban el espíritu romántico del 68. Nos abrazamos y nuestro abrazo fue como una larga despedida, metáfora de aquel movimiento, paréntesis de fraternidad en la oscuridad de nuestra historia.
* Una versión de este texto aparecerá en el libro A 50 años del movimiento estudiantil de 1968. Testimonios y reflexiones, que próximamente publicará la UNAM.
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Penélope en el Senado/Eduardo R. Huchim
Reforma, 09 Sep. 2018
Nuevos aires comenzaron a soplar el mediodía del martes 4 de septiembre en el Senado de la República, cuando el pleno rechazó la solicitud de licencia del entonces senador y hoy gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello. Tan sólo horas después, en la tarde de ese mismo día, con el aliento de Ricardo Monreal, coordinador de senadores de Morena, los viejos aires regresaron.
Volvieron la negociación ilegítima, el quid pro quo insano, con la recepción en la mayoría morenista de diputados convertidos en moneda de cambio procedentes del Partido Verde, al que la mayoría de los consejeros del INE le permitió en 2015 continuar con el registro, a pesar de que ese "partido" actualizó sobradamente las causales previstas en la ley para que le fuera cancelado.
Fue Monreal a la tribuna a decir que Velasco tenía derecho a la licencia y que no se le podía negar. Es decir, en la mentalidad monrealista, el pleno senatorial es una simple oficialía de partes. Si todo senador tiene en todo tiempo el derecho a retirarse del cargo para irse a otro, ambos de elección popular, entonces ¿para qué votarlo?
El derecho del legislador a pedir licencia tiene su correlato en la facultad del Senado a concederlo. Esta potestad -y no el otorgamiento automático- halla su justificación precisamente en casos como el de Velasco y su grotesco retorno a la gubernatura de Chiapas, para lograr el cual atropelló primero la dignidad del Congreso de Chiapas, al obligarlo a aprobar una reforma constitucional que permitiera el capricho, y luego atropelló el decoro del Senado, convertido en Penélope que teje y desteje al ritmo que le marquen sus líderes.
No es de extrañar conductas de ese tipo por parte de Ricardo Monreal, involucrado en sospechosos hechos explicados insuficientemente cuando fue delegado en Cuauhtémoc, pero sí es de extrañar la anuencia de Martí Batres Guadarrama, presidente de la Mesa Directiva del Senado, quien fue ¿forzado? a repetir una votación que en la tarde cambió el sentido de la mañana.
Horas después de la retractación senatorial, se anunció que cinco diputados federales del Partido Verde se sumaban al grupo parlamentario de Morena en San Lázaro y le daban así una mayoría absoluta que el partido de AMLO no necesitaba porque, para tenerla, le bastaba que algunos de los legisladores de los partidos aliados se sumaran a las votaciones morenistas cuando fuera necesario.
Importa detenerse en esto: aunque previamente al inicio de sesiones se originó un escándalo por la denuncia del PT de que candidatos morenistas a San Lázaro habían competido bajo sus siglas pero le eran ajenos, lo cierto es que la bancada de Morena, más los candidatos que efectivamente compitieron bajo las siglas del PT, quedaba justo en el límite permitido por la Constitución, de tal suerte que Morena no tenía sobrerrepresentación, entendida esta como la diferencia porcentual entre la votación conjunta que obtuvo y su porcentaje de diputados.
Veamos: Morena recibió para sus candidatos a diputados casi 21 millones de sufragios, que representan 41.3% del total de la votación nacional emitida. El límite constitucional de sobrerrepresentación es de 8 puntos porcentuales (el partido tenía derecho al 49.3% ya sumados los 8) y, al agregarse a su bancada los legisladores postulados por el PT, Morena alcanzó 247 diputados, que representaban 49.3% del total de sufragios, porcentaje equivalente a 246.7 curules. Ahora, después de que se agregaron los verdes, sí hay una ligera sobrerrepresentación, y esto propició que, además de la presidencia de la Cámara (con Porfirio Muñoz Ledo, que recibió una injusta embestida que supo sortear bien), Morena también presida la Junta de Coordinación Política. Esta quedó a cargo de Mario Delgado, quien negó el pacto Morena-Verde, versión a la cual se opuso la del impresentable coordinador verde, Arturo Escobar, quien argumentó que el canje lo acordó él con Delgado y se debió a que el PVEM quería tener el apoyo morenista para impulsar proyectos de atención a niños con cáncer. Sólo alguien como Escobar es capaz de escudarse en algo tan noble para justificar algo tan innoble.
Comoquiera, quedó confirmado el carácter mercenario de los verdes, si bien resulta extraño que Andrés Manuel López Obrador no se haya manifestado en contra de esa alianza. ¿Cómo conciliar el vergonzoso pacto Morena-Verde, con la ética que muchos suponemos guía la conducta del próximo Presidente?
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Despierta otra vez la UNAM/JUAN CARLOS CRUZ VARGAS, reportero
Revista Proceso # 2184, 9 de septiembre de 2018;
Algunas arbitrariedades denunciadas por los alumnos del CCH Azcapotzalco fueron detonantes, casi sin proponérselo y a raíz de la agresión porril contra una marcha pacífica el lunes 3, del levantamiento de los estudiantes de toda la UNAM –apoyados por los de otras instituciones de educación superior y por padres de familia– en demanda de cosas más concretas. En el contexto de la transición del gobierno federal y a 50 años de la matanza de Tlatelolco, el estudiantado universitario vuelve a despertar para exigir seguridad, respeto y, en suma, una relación transparente y democrática con las autoridades. Así lo hicieron ver en la marcha multitudinaria del miércoles 5.

La protesta estudiantil que empezó como una chispa en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, se convirtió en un fuego encarnado en miles de universitarios que salieron de las aulas y protestaron frente a la Rectoría encabezada por Enrique Graue Wiechers, donde levantaron la voz exigiendo la erradicación de los grupos porriles de la UNAM.
No sólo eso, la consigna también fue atender el problema de la violencia que ha azotado a la universidad más prestigiada de América Latina y que ha cobrado la vida de estudiantes; la última víctima, la alumna del CCH Oriente, Miranda Mendoza Flores, quien fue secuestrada y calcinada, encontrada en el municipio de Cocotitlán, Estado de México.
Un feminicidio que se suma al ocurrido en mayo pasado, cuando el cuerpo de Lesvy Berlín Rivera Osorio fue encontrado atado a una cabina telefónica en plena Ciudad Universitaria y al crimen cometido contra Graciela Cifuentes, profesora de la UNAM, y su hija Sol Cifuentes, estudiante de arquitectura, halladas sin vida dentro de su casa calcinada en la colonia Santa Rosa Xochiac, en la delegación Álvaro Obregón, el pasado 15 de marzo.
Eso sin contar la muerte de un estudiante de geografía “por causas extrañas”, dos baleados “ajenos” a la UNAM en febrero pasado en el campus… Diferentes circunstancias del crimen pero que dejan ver el recrudecimiento de la violencia en la máxima casa de estudios del país.
La marcha que congregó a 30 mil universitarios significó más que la lucha contra los porros e inició un movimiento con demandas de mayor magnitud, de todos los sectores universitarios.
Ante estudiantes, el martes 4, un día antes de la gran manifestación frente a Rectoría, el exlíder de la huelga de 1999 y profesor de historia económica de la Facultad de Economía, Mario Benítez, lanzó:
“Es mucho más que luchar contra el porrismo, vamos por más. ¿Qué piensan las autoridades?, ¿que castigando a uno o a 20 porros y a un funcionario de medio pelo, con eso tenemos? No compañeros, ¡ahora se chingan!, ya despertaron a los estudiantes. No sólo queremos que no nos agredan, que no nos roben, queremos justicia, seguridad, mejores salarios, igualdad de género… Todo eso debe integrar un nuevo pliego petitorio.”
Al principio, Azcapotzalco
La génesis del movimiento estudiantil se dio en las instalaciones del CCH Azcapotzalco, donde alumnos y activistas se organizaron para protestar por la eliminación de murales hechos por la comunidad, la falta de profesores, el cobro de cuotas “infladas” de 25 centavos a 100 pesos, además de “acciones autoritarias” de la directora del plantel, Guadalupe Márquez Cárdenas, quien se vio obligada a renunciar.
En lugar de Márquez Cárdenas quedó como encargado el secretario general del CCH, Andrés Francisco Palacios Meza, a quien se le vio rondando las instalaciones del plantel el jueves 6, mientras los alumnos celebraban la asamblea en la que determinaron tener un diálogo con Graue.
Proceso le solicitó una entrevista a Palacios, pero él se negó a dar declaraciones. Los que si hablaron fueron los jóvenes, miembros de la asamblea del CCH Azcapotzalco, quienes vivieron en carne propia las agresiones de los porros el lunes 3.
Sin revelar su nombre por temor a represalias, una de las oradoras en el mitin frente a la Rectoría comenta a este semanario sus impresiones sobre el apoyo de decenas de instituciones educativas durante la marcha.
En entrevista a las puertas del CCH Azcapotzalco, la alumna de tercer semestre dice: “Es un sentimiento bastante bello cómo la gente se organiza. Han pasado 50 años del 68 y esto que pasó no lo puedo explicar. ¡Más de 30 mil personas! Yo como estudiante del plantel nunca creí que íbamos a llegar a esto… Es bastante grande para dejarlo ir, no sólo es Azcapo. No sólo es que nos firmen un pliego petitorio y aquí se deja. Todas las problemáticas que tiene la UNAM, el Politécnico y otras universidades salieron a la luz gracias al apoyo hacia nosotros. Darnos de baja, porque ya nos solucionaron nuestro problema, sería egoísta y de eso no se trata”.
Sin embargo, para los jóvenes activistas también hay un sentimiento de miedo por las agresiones porriles. Así lo deja ver otro alumno entrevistado, quien pidió el anonimato y estuvo en los hechos violentos frente a la Rectoría: “Tenemos miedo de expresarnos, miedo de que quieras levantar la voz y te repriman de la manera como lo hicieron el lunes. Simplemente es miedo. Después de lo que pasó el lunes, cualquier ruido en la calle me exalta. Digo: ‘¡Es un porro!, ¡un petardo!, ¡es algo! Siento que quedé tocado. Además hay gente que llega a amedrentarnos”.
Pero el asunto no se limita a los muchachos. Los padres de familia de los alumnos del CCH Azcapotzalco también expresaron su preocupación, además de que enviaron un pliego petitorio al abogado general de la UNAM con siete exigencias.
La primera, que la UNAM presente las correspondientes denuncias penales contra los agresores ya identificados; también contra las autoridades y empleados de la Universidad y de la Ciudad de México “complacientes” por los hechos violentos; la tercera petición es la expulsión definitiva de todos los grupos porriles.
La cuarta demanda se trata del cumplimiento del pliego petitorio de los alumnos del CCH; la quinta es la garantía de planteles de la UNAM seguros; la sexta, el seguimiento y garantía de salud para los estudiantes agredidos; y por último, los padres pidieron la coordinación entre autoridades universitarias y capitalinas para atender cualquier ataque porril o de hostigamiento contra estudiantes.
En entrevista con este semanario, la señora Rocío señala: “El problema de la violencia en la UNAM es algo muy grave, que va desde los porros hasta el narcomenudeo, no nada más en el CCH, sino en preparatorias, en facultades, hasta en el Politécnico”.
Por su parte, doña Rosalba sentencia: “Hay una cosa muy importante que no deben pasar por alto: los jóvenes se saben organizar y lo saben hacer muy bien, y los papás estamos aquí presentes para organizarnos, que no se les olvide. Nuestros hijos son menores de edad y no están solos, hay alguien que los respalda y somos nosotros, los padres de familia. Ante la ola de violencia en el país, estamos organizados”.
Miranda
En efecto, la violencia y el miedo han tocado a la UNAM, como lo dejó ver el caso de Miranda Mendoza. Rosa, su amiga, quien caminó con el contingente del CCH Oriente y participó en el mitin el miércoles 5, compartió su sentir el día de la gran marcha:
“Nuestra familia nos dice que nos cuidemos, porque el asesinato de Miranda estuvo tan cerca que a cualquiera nos puede pasar. Yo sabía de muchos feminicidios, pero eran muy lejanos, sabía que esta situación estaba pasando en el país, pero nunca me había tocado tan cerca.”
El CCH Oriente también presentó su pliego petitorio, después del crimen contra Miranda, en el que piden el cese total de agresiones de porros, la creación de un comedor, el respeto a los espacios comunes y culturales, así como a romper las estructuras autoritarias del plantel. Eso sin deja atrás el tema de la seguridad, por lo que exigieron la instalación de botones de pánico, alumbrado público en las zonas adyacentes a las instalaciones y condiciones de transporte más seguras.
En las diferentes instalaciones universitarias crecen los actos violentos, el narcomenudeo, el acoso, además del arraigado fenómeno de los porros, que de acuerdo con el investigador y catedrático de la UNAM Hugo Sánchez Gudiño, autor del libro Génesis, desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles de choque en la UNAM (1930-1990), es sumamente difícil que desaparezcan.
“Son grupos de choque, son grupos parasitarios que utilizan la violencia como forma de vida. De esta forma han encontrado su modus vivendi y operandi gracias a los servicios que prestan; siempre las autoridades universitarias o gubernamentales los requieren, los necesitan. Es una forma de controlar las rebeldías críticas. ¿Cómo las controlas? Con otros jóvenes, pero violentos”, explica en entrevista.
Abunda: “Tanto el joven halcón de los setenta como el de 2018 tienen como objetivo confrontar, amedrentar, golpear al activista más que al estudiante. El activista es su contraparte, es el estudiante que está politizado y que cuestiona al sistema. Hay muchos activistas, el moderado, el radical, el anarco. Hay un punto de convergencia cuando usa la violencia y que se parece al porrismo, pero no actúa como ellos, porque el porrismo tiene bien identificada a su víctima, que es el movimiento estudiantil”.
El académico echa una mirada sociológica al fenómeno del porrismo y explica que de los setenta a la fecha se multiplicó el número de jóvenes sin escuela, surgió el fenómeno de los ninis y aumentaron los jóvenes sin expectativas. “Basta ver que una parte de los jóvenes son sicarios”, subraya.
“Hay materia de sobra para que un grupo porril reclute a los muchachos. Les ofreces un espacio en la universidad, dinero, alcohol… les ofreces protección. De esta forma la expectativa de un muchacho humilde se reduce a ser un desempleado, un informal; en cambio ser porro les da una distinción especial.”
El doctor en ciencia política y analista político en Radio y TV UNAM va más allá: “El problema es que se acercan cambios políticos. En la universidad se acerca el cambio de rector, y cuando sucede esto, todos los grupos lanzan sus fichas a la mesa. También tiene que ver con el cambio de régimen. Ya Andrés Manuel López Obrador dijo que irá contra los porros, es que ya lo salpicó. La flama ya se expandió en tres días”.
En este contexto, este lunes 10 está programada una reunión entre el rector Enrique Graue y López Obrador, quien ya pintó su raya el jueves 6 en rueda de prensa:
“No va a permitir el nuevo gobierno acciones vandálicas en contra de los estudiantes, no queremos porrismo en las universidades. Es un asunto de hace tiempo, pero ahora los jóvenes dijeron basta; ha habido siempre grupos de manipulación, filtración y grupos de choque. Desde el gobierno no se van a alentar esas actitudes.
Sánchez explica que la UNAM es la más prestigiada universidad de América Latina, está muy bien ubicada en los rankings internacionales, tiene un presupuesto multimillonario, además de que se volvió la nueva escuela de cuadros del poder, por lo que, asegura, es un platillo “muy suculento. En los pasados 18 años se le marginó. Los grupos en el poder con los gobiernos panistas eran más del ITAM, del Tecnológico de Monterrey, y con Peña, el mismo patrón de universidades privadas. Ahora tenemos una clase política que es de la UNAM, necesariamente hay una disputa por el control de la universidad”, acota el autor del libro Partidos políticos y sucesión presidencial en México 2012 . 
Y remata: “Si este movimiento de la UNAM crece y se articula con otros, se vuelve mucho más complejo. Además y a diferencia de años pasados, cuando el control de las escuelas era más político, ahora hay agresiones a mujeres, asesinatos, narcomenudeo, circulan droga y armas, hay grupos de perfiles cártel y además el porrismo. El veneno de la serpiente es más poderoso”.
Al cierre de esta edición se lleva a cabo la Asamblea Interuniversitaria en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía, donde se busca elaborar un pliego petitorio para eliminar de forma inmediata a los grupos de porros, que según fuentes extraoficiales ascienden a más de 60.
La Secretaría de Gobernación informó que elementos de la Policía Federal adscritos a la División de Inteligencia ubicaron a dos presuntos participantes en la agresión en Ciudad Universitaria, quienes ya fueron presentados ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México para determinar su situación jurídica.
A lo anterior se suma la expulsión de 18 estudiantes de la UNAM también identificados como agresores por las autoridades de la casa de estudios.
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Graue asume la responsabilidad: "No tuvimos información suficiente y oportuna”/
HOMERO CAMPA
Revista Proceso # 2184, 9 de septiembre de 2018;
En entrevista por escrito con Proceso, el rector de la UNAM, Enrique Graue, ofrece “una disculpa pública” por no haber prevenido una eventual agresión porril contra estudiantes dentro del campus de Ciudad Universitaria, como la ocurrida el lunes 3. Ante el planteamiento de su eventual renuncia, advierte que no rehuirá la responsabilidad que le encomendó desde hace tres años la Junta de Gobierno. Esta casa de estudios, agrega, es asediada periódicamente por problemas de dentro y de fuera, dadas sus enormes dimensiones, y es víctima de “intereses creados”, que no identifica.
“No eludo mi responsabilidad; no tuvimos la información suficiente y en forma oportuna y, en consecuencia, no pudimos prevenirlo”, reconoce el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, en relación con el ataque que grupos porriles lanzaron contra estudiantes del CCH Azcapotzalco que realizaban una manifestación pacífica frente a la Torre de Rectoría.
“No sólo entiendo la indignación de los jóvenes y de todos los universitarios, también la comparto; es una preocupación común a todos. Quiero pedir una disculpa pública por la imposibilidad que tuvimos de poder contener una agresión externa como la del pasado lunes 3 de septiembre”, dice.
Las anteriores declaraciones del rector surgen a partir de una pregunta concreta: 
–Existe ya una petición de su renuncia que ha surgido en algunas asambleas de las escuelas. ¿Renunciaría? 
–Faltaría a la función como rector que me encomendó la honorable Junta de Gobierno si ante un problema de esta naturaleza rehuyera la responsabilidad que acepté hace ya casi tres años. Seguiré empeñando todos mis esfuerzos, como lo he hecho, en el mejor desarrollo de la UNAM –responde. 
Y promete: “Continuaré exigiendo a las autoridades competentes el esclarecimiento de los hechos y procuraré realizar todas las acciones necesarias para que esto no vuelva a ocurrir”. 
Por intermedio de la Dirección de Comunicación Social de la UNAM, Graue respondió por escrito varias preguntas que le formuló Proceso la noche del miércoles 5 en torno a los hechos violentos ocurridos el lunes 3 en la explanada de la Rectoría y que en apenas una semana provocó manifestaciones de protesta y el paro de actividades en unas 40 escuelas, facultades e institutos.
Así, el rector reiteró que los agresores actuaron en función de “intereses externos” a la universidad, pero no precisó cuáles son esos intereses ni quién o quiénes se encuentran detrás de ellos ni qué objetivos persiguen; reconoció que “la vigilancia de la UNAM quedó rebasada e incompetente” y que ésta requiere “una completa reestructuración”; y adelantó que en la reunión que sostendrá con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador –programada para este lunes 10– se planteará que los temas de violencia e inseguridad en las universidades se incorporen a la agenda del equipo de transición.
“Intereses extrauniversitarios” 
De entrada, Graue explica que “una comunidad tan grande y dispersa geográficamente” como la de la UNAM “presenta problemas periódicos de diversa índole: estudiantiles, académicos, laborales y de violencia de género”. A ellos, señala, se suman “aquellos que nos vienen de afuera”, como “la inseguridad y el narcomenudeo”. 
Sostiene que estos problemas se venían atendiendo, hasta que el lunes 3 ocurrió “la brutal agresión que sufrió una manifestación pacífica” de la comunidad estudiantil y académica del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco “que esperaba entregar sus legítimas demandas”.
Recuerda que “cuando los alumnos estaban llegando a Rectoría fueron salvajemente agredidos por un grupo orquestado, organizado y armado, con la única intención de lastimarlos y provocar una escalada mayor de violencia”.
Y sostiene: “Por supuesto que no pueden ser intereses universitarios. Ignoramos si vienen de dentro o de fuera, pero en todo caso el comportamiento de estos sujetos es contrario a todo el espíritu universitario. Fue un hecho vergonzoso, salvaje y brutal que nos tiene, a toda la comunidad, indignada.
“Reitero, entonces, que los agresores actuaron por intereses externos a la Universidad que pretenden lastimarla y encontrar la forma de obtener ventajas de los eventos sucedidos.” 
El rector dice que la UNAM ya entregó a la Procuraduría General de la República (PGR) todas las evidencias con las que cuenta. “Esperamos la pronta detención de los agresores”, señala. Y sostiene que “ahora corresponde a las autoridades investigar a fondo el origen de los hechos, quién está atrás de ellos y castigarlos conforme a derecho”. 
Añade: “No podría insinuar un culpable o culpables. Por supuesto que tengo hipótesis y sospechas, pero en todo caso están en el terreno de la especulación. Pero pronto, en cuanto las detenciones ocurran, sabremos el hilo conductor que lleve a los responsables de haber propiciado esta atrocidad”.
–¿Cómo interpreta que estos hechos se hayan generado justo en el 50 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968?
–Creo que son eventos totalmente distintos a cualquier otro movimiento anterior. Las circunstancias sociales, económicas y políticas son distintas y si algo tienen en común es la inquietud de los jóvenes por justicia, la indignación por la violencia y la búsqueda de la verdad.
–¿La coyuntura de transición de los poderes federales hace vulnerable a la UNAM ante estos hechos?
–No veo una razón para ello. La UNAM, en su pluralidad, se comportó con gran respeto ante las campañas electorales y durante los comicios. Celebró que las elecciones se hayan dado con respeto y en paz y que el comportamiento político de los actores ante el resultado haya dado como consecuencia el respeto a la voluntad de los mexicanos. En este ambiente de una transición pacífica, la UNAM no tiene por qué temer o sufrir vulnerabilidad.
“Entiendo que la pregunta está orientada a especular si la razón de los hechos violentos acontecidos podría tener relación con este ambiente de respetuosa transición. He escuchado esa hipótesis, como otras más, y podría ser posible, si lo que pretendieron fue desestabilizar a la nación. No quisiera yo sumarme a este clima de incertidumbre y preferiría esperar el resultado de las investigaciones para expresar mi opinión.”
Entre porros y porras
Se le comenta al rector que la rapidez con la que las autoridades universitarias identificaron a los agresores muestra que tienen ubicados a los grupos porriles. 
Señala que dicha identificación fue posible por las “evidencias gráficas” que proporcionaron cámaras de seguridad, la comunidad universitaria, las redes sociales y los medios de comunicación. Explica que luego varias instancias de la UNAM realizaron “un trabajo extenuante” para reconocer entre los involucrados a 18 estudiantes registrados en la institución, a quienes de inmediato se expulsó y cuyos casos fueron remitidos al Tribunal Universitario. 
Comenta que de manera paralela la UNAM presentó las denuncias correspondientes ante la PGR y puso a disposición las pruebas con las que cuenta. 
Pero los estudiantes que participaron en los hechos del lunes 3 “fueron más de esos 18”, advierte el rector. Y comenta que “actualmente estamos en proceso de reconocer a un mayor número de ellos y proceder en consecuencia”. Señala que “entre los agresores también hay individuos que se antojan de mayor edad”, cuya identificación corresponderá a las instancias judiciales. 
–¿Cuántos grupos de porros existen en la UNAM? ¿Los tiene identificados? ¿Dónde actúan? –se le pregunta. 
–Los llamados grupos porriles tienen un largo tiempo existiendo. Muchos de los jóvenes que los integran provienen de bandas de zonas marginadas que se van entremezclando con estudiantes de nuestros planteles, sobre todo del bachillerato, ofreciéndoles una serie de prebendas y generando núcleos de inseguridad en los alrededores de nuestras instalaciones universitarias. 
“Hemos reconocido al menos tres grupos porriles –Treinta y dos, 3 de Marzo y Federación de Estudiantes de Naucalpan–, pero podría haber más en la clandestinidad.
“Existen también las porras que tienen legítimos intereses deportivos y que las vemos en nuestro estadio, llenas de entusiasmo y alegría. Entre ellas también puede haber jóvenes violentos que eventualmente emergen. Cuando eso ocurre, se actúa conforme a nuestra legislación. Pero hay que diferenciar entre grupos de animación y delincuentes”.
–¿Quiénes controlan o financian a estos grupos porriles? 
–No lo sé. Esperemos a las investigaciones para definir esto.
–A partir de los recientes hechos, ¿cómo piensa erradicarlos?
–Todas las administraciones hemos luchado contra este tipo de actos violentos y la mía no ha sido la excepción. Es un problema social complejo que, para su combate, requiere del trabajo conjunto de la Universidad y de las autoridades de seguridad correspondientes.
“Se ha establecido ya una mesa de trabajo en la Secretaría de Gobernación con la Procuraduría General de la República, el gobierno de la Ciudad de México y la Universidad para atacar a profundidad el problema.
“Muy pronto me veré con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para que el tema de la violencia y la inseguridad en las universidades se incorpore a la agenda del equipo de transición.”
Vigilancia, rebasada
–¿Por qué en los hechos del lunes 3 no intervino el cuerpo de vigilancia de la UNAM para impedir la agresión? 
–El cuerpo de vigilancia de la Universidad es disuasivo y de prevención. Así lo ha sido siempre y así deberá seguirlo siendo. 
“En las imágenes que son públicas se ve a alguno de ellos con una actitud de espectador, que ya ha sido suspendido. Pero existen otras imágenes en donde algunos de ellos, con gran valor, pretenden impedir la agresión y proteger a los manifestantes, aun con los riegos que conlleva no portar armas ante vándalos como los que nos asaltaron. Generalizar que el cuerpo de vigilancia fue pasivo, sería no reconocer a aquellos que respondieron con firmeza y valentía. Todo mi reconocimiento para ellos.
“Lo que es evidente es que ante el número de personas y el grado de violencia, la vigilancia de la UNAM quedó rebasada e incompetente para actos de esta naturaleza. Requiere de una reestructuración completa, que estamos acordando, y de profesionalización eficiente para cumplir con las misiones de disuasión y prevención.”
–Hasta donde ha investigado, ¿existe colusión o complicidad de miembros del cuerpo de vigilancia de la UNAM con grupos porriles o delincuenciales, tal como se ha denunciado reiteradamente?
–Existe la percepción de que estos grupos porriles pudieran tener nexos con la autoridad o los cuerpos de vigilancia. Por ello, esta misma semana me reuní con la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario, en donde están todos los sectores de nuestra casa de estudios votados por elección directa, para que revisen, de forma independiente, los hechos acontecidos el 3 de septiembre, deslinden responsabilidades y se actúe en consecuencia. 
“Desde la Rectoría he tomado las medidas inmediatas de suspensión del personal de vigilancia que tuvo una obvia o dudosa actuación en los hechos y, de acuerdo a derecho, se iniciará el proceso de investigación administrativa.
“Por otro lado, esperaré el informe que está elaborando en forma independiente la comisión mencionada del Consejo Universitario y actuaré de acuerdo con los resultados.”
–Algunas instalaciones universitarias han estado sometidas a la violencia del narcotráfico. ¿Qué han hecho para contener dicha violencia?
–Desde los acontecimientos del pasado mes de febrero, la vigilancia de la UNAM ha incrementado su presencia y recuperado aquellos espacios que ocupaban los grupos de narcomenudistas en diferentes lugares del campus central. Se ha trabajado en estrecha colaboración con las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y se ha detenido, desde esa fecha, a cerca de 100 narcomenudistas.
“Esto no implica que el problema haya sido erradicado, pero sí demuestra que, a pesar de contar con un campus abierto, la estrategia ha venido dando resultados.” 
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Colaboración: la salida/Eduardo Caccia
Reforma, 09 Sep. 2018
Una de las más interesantes complejidades humanas es la forma en cómo solucionamos o tratamos de solucionar conflictos. Hace unos días escuché una hermosa definición: complejidad es el estudio de hacer productivas las contradicciones (doctor Abraham Nosnik). Nótese que no dice "erradicarlas". El conflicto es parte del ser humano pero poco o nada se nos enseña para tener habilidades en solucionarlos. Lo más común es que aprendemos por imitación a nuestras figuras de autoridad (padres, maestros, líderes religiosos y políticos, celebridades artísticas y deportivas, etcétera).
El momento que vive México es retador y complejo, encierra oportunidades. Está por asumir el poder un líder carismático y sensible que supo, durante sus muchos años en campaña, sacar provecho de otra de las características a las que los humanos somos proclives: es más fácil votar en contra de algo que a favor de algo. La animadversión y la enemistad son condiciones rentables en la política durante las campañas, dan votos. Pero son campo minado durante el ejercicio del poder. Ahora ese líder, su equipo y su partido, deberán mostrar su talento dando un viraje al discurso y a su esencia, de oposición a colaboración. El momento de México es la colaboración, de no entenderlo la fuerza política dominante, podríamos lamentar otro sexenio perdido.
Colaboración como solución de conflictos no es una materia de escuelas primarias, ni secundarias, ni preparatorias ni de universidad y tal vez tampoco de posgrado, al menos no en la mayoría de las carreras, cuando debería ser parte del entrenamiento básico del ser humano para dirimir diferencias no sólo en política, sino en la empresa y la familia. El próximo secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, está a favor de los esquemas de aprendizaje colaborativos, no estaría mal que incluyera en los planes de estudio la resolución colaborativa de conflictos.
Adam Kahane es un experto en resolución de conflictos, se ha curtido en latitudes y momentos complejos, desde Tailandia hasta Guatemala y Sudáfrica, pasando por Colombia. Ha estado en mesas donde actores disímbolos, con años de odio y animadversión, con sangre del enemigo en sus manos, se han sentado para tratar de negociar sus intereses y llegar a acuerdos nacionales. Su experiencia es invaluable y la ha plasmado en un libro a cuyo título nada más le faltaría decir que encaja de maravilla en el momento mexicano: Colaborar con el enemigo: cómo trabajar con quien no estás de acuerdo, no te agrada o no confías.
Dice Kahane que hay cuatro formas de lidiar con situaciones problemáticas: abandonar, adaptarse, forzar (estas tres implican unilateralidad) y colaborar (que requiere multilateralidad). El tema es oportuno si no queremos agrandar las heridas que años de imposición han dejado en México. Pensemos lo sucedido esta semana en la Cámara de Diputados, la fuerza de Morena podrá tener los votos pero no necesariamente la colaboración para conseguir un mejor futuro para el país. El sentimiento de "ahora somos superiores y tú inferior" no es un camino colaborativo. La imposición degenera. ¿Fueron elegidos para replicar lo que condenaron siempre?
Acaso la ilustración más sensible en el libro de Kahane es entender que colaborar no es fácil porque no todas las situaciones son sencillas. Ante problemas complejos no basta dialogar y exponer razones, se requiere un tipo de colaboración que el autor llama "estirada" (stretch), cuyos principios implican entender que no hay frutos colaborativos cuando una de las partes se siente en posesión absoluta de la verdad y cuando argumenta "por el bien de todos" puesto que es una falacia pensar que existe un conjunto homogéneo donde cabemos "todos". La gran diversidad de lo que es ser mexicano nos llama como nunca a entender el concepto de "holon", de Arthur Koestler (citado por Kahane), que significa que somos parte de un conjunto que a su vez es parte de otro conjunto y de otro más grande.
Los sistemas sociales consisten en múltiples "todos", de ahí la importancia de que un líder como AMLO pueda inspirar y guiar la colaboración de diversos actores para el desarrollo y la prosperidad de la nación. La oportunidad de gestar un proceso de colaboración es ahora. Ésa sería una gran cuarta transformación.
@eduardo_caccia

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