19 oct 2019

Las columnas políticas, hoy, 19 de octubre de 2019

Un grupo armado despojo del vehículo a miembros del Ejército mexicano....
Es la segunda camioneta despojada desde el jueves tras la balacera en Culiacán
Los “Plebes” pueden hacer eso y más...Total todo se les perdona!
Sujetos armados despojan camioneta del ejército en la Culiacán-Mazatlán: El Debate
Es la segunda camioneta despojada desde el jueves tras la balacera en Culiacán
Culiacán, Sinaloa.- Un grupo de sujetos fuertemente armados acaba de despojar una camioneta a elementos del ejército sobre la maxipista Culiacán-Mazatlán al a pocos metros de la caseta de cobro en la sindicatura de Costa Rica.
El hecho fue reportado minutos después de las 13 horas de hoy sábado.
Con este hecho ya son dos las camionetas despojadas a los castrenses una de ellas fue despojada con violencia el jueves pasado y otra del día de hoy. (Nota de HERNÁN ALFÁRO)
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Marcelo Ebrard, dijo que si hubieran continuado con el operativo en Culiacán habría más de 200 muertos.
México ya abandonó la idea del daño colateral", dijo en Oaxaca, donde acompañó al Presidente Andrés Manuel López Obrador a una gira.
"Dicho de otra manera, si se hubiese dado la orden de continuar el operativo en Culiacán se estima que los muertos, sobre todo población civil, probablemente habría rebasado los 200, a juzgar por las circunstancias en las que se estaba en ese momento".
Previamente, Ebrard informó que los Presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump acordaron congelar el tráfico de armas ilegales hacia México. 
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La opinión de Catón...
"Desde luego para opinar en modo razonable habría sido preciso estar ahí, pero no cabe duda de que lo sucedido en Culiacán constituye un duro golpe para el gobierno. La mayoría de los opinantes hablan de ese acontecimiento como de una claudicación del régimen y de las fuerzas policiacas y militares ante el poder de la delincuencia organizada. No es improbable que nuestro país sea objeto de crítica en el extranjero por haber cedido en la forma en que lo hizo. Se supone que las fuerzas del orden no deben rendirse a la violencia de los criminales. Contrariamente otros aquí considerarán que la autoridad obró con prudencia y tino ante un hecho que pudo ser origen de mayores males. Esa opinión será muy de tomarse en cuenta, pero los más verán en esto una derrota ante la delincuencia, que se verá fortalecida por esta que parece una victoria frente a la fuerza pública. En todo caso los sucesos de Culiacán serán un precedente de gran riesgo para la seguridad nacional y para las ciudades donde priva el narcotráfico. El problema es de fondo, y seguirá con virulencia mayor mientras las leyes de la materia permanezcan sin cambio. Este acontecimiento, lamentable por todos conceptos, debe servir al menos para reabrir el debate que hace tiempo comenzó, pero que parece suspendido, sobre la llamada legalización de las drogas, de modo que no sigamos protegiendo a los consumidores de Estados Unidos -que además quieren la droga- a costa de la paz y la seguridad de México y de los mexicanos..
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Las columnas políticas, hoy, 19 de octubre de 2019
Templo Mayor/ Reforma, 
¡AH, pero qué disparejo reacciona el gobierno de Andrés Manuel López Obrador! Si se trata de la prensa, la sociedad civil, los entes reguladores, los organismos empresariales, las calificadoras o los ombudsman, responde con fuerza y hasta con furia, con todo el peso de la investidura presidencial y a veces del Estado completo.
PERO CUANDO tiene enfrente a los capos del narcotráfico, a los normalistas y profesores que secuestran camiones y bloquean vías, a los huachicoleros, a los vándalos de las marchas, o a algunos políticos corruptos de gobiernos anteriores, la 4T hace como que no ve y se aleja silbando una alegre tonadilla.
SI LA ENJUNDIA con la que el equipo presidencial combate las críticas a su modelo la aplicaran en construir un verdadero Estado de Derecho, tal vez las cosas no andarían tan chuecas.
UNO DE los aspectos que urge aclarar en el caso de Ovidio Guzmán es si, como se especula, agentes de Estados Unidos jugaron algún rol en el affaire, porque para nadie es secreto que las capturas de narcos de alto perfil se hacen desde hace años con la inteligencia y apoyo de la DEA.
ADEMÁS, el gobierno ya reconoció que la misión era capturar al heredero del Cártel de Sinaloa para extraditarlo. Es decir, que se trata de un "bad hombre" que genera un especial interés en el Departamento de Justicia o incluso en la Casa Blanca.
Y AUNQUE recientemente Donald Trump elogió al gobierno mexicano por sus acciones en materia migratoria y hasta dijo que México lo ha ayudado más que los demócratas, habrá que ver cómo toma el hecho de que se dejara libre a un hombre buscado en Estados Unidos por narcotráfico.
MÁS AÚN si resulta cierto que, en la localización y seguimiento del "Chapito" -quien, por cierto, ya hasta corrido tiene-, participaron agentes estadounidenses y se usaron recursos del Tío Sam.
¿Y AHORA qué va a hacer Arturo Zaldívar? Mucho ha presumido el ministro presidente que la independencia del Poder Judicial goza de cabal salud, y ya le llegó la hora de demostrarlo tras la publicación en Baja California de la Ley Bonilla.
YA SE presentaron en la Corte controversias constitucionales que buscan frenar el agandalle de Jaime Bonilla, quien quiere gobernar 5 años en vez de los 2 para los que lo eligieron.
AHORA falta ver si le entran al tema rápido y bien, o si, como lo advierten los pesimistas, ahogan el caso en la burocracia procesal para que Bonilla tome posesión el 1o. de noviembre y, ¡lástima!, ya no habrá nada que hacer.
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 Frentes Políticos/Excelsior...
19 de Octubre de 2019
1.   Avorazado. Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, insistió tanto en aumentar el impuesto a bebidas alcohólicas, que se perdió la posibilidad de modernizar el régimen fiscal de la industria. En agosto, propuso actualizar el IEPS a las bebidas alcohólicas, azucaradas y al tabaco. Es responsable de que los diputados perdieran la oportunidad de ajustar el esquema desde una perspectiva de salud, pasando de un esquema ad valorem a uno moderno, de cuota fija por litro de alcohol, y así recaudar 75 mil millones de pesos adicionales. Se adelantó y se le olvidó que Andrés Manuel López Obrador prometió no aumentar impuestos ni impulsar nuevos gravámenes. Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, tendrá que salir al rescate. Una vez más.
2. A gastar. La Cámara de Diputados aprobó en lo general con 258 votos a favor, 104 en contra y 2 abstenciones la Ley de Ingresos para 2020, en la cual se plantean ingresos por 6 billones 103 mil 317.4 millones de pesos. Otorga, entre otros beneficios, un respiro a Pemex, IMSS e ISSSTE, que verán elevados sus recursos para enfrentar el déficit y buscar la estabilización. Morena le pidió a la oposición representar al pueblo y no a la clase a la que siempre le ha otorgado privilegios, que ya se acabaron. Ni más ni nuevos impuestos. Y aun así, contempla un crecimiento en el PIB de hasta 2.5 por ciento. René Juárez Cisneros, del PRI, afirmó que en el análisis y discusión de esta ley, las y los diputados tricolores “apostamos por un presupuesto responsable”. Esta historia apenas comienza. Muchos dirán que no les va a alcanzar. Se aguantan.
3. ¿Usted qué haría? El ejercicio es sencillo. Con toda objetividad, póngase en los zapatos del Gabinete de Seguridad. La delincuencia organizada mostró el porqué de esa etiqueta y en 15 minutos montó un operativo de pánico imposible de detener. Piense cómo evita una matanza. Lo primero, y más sencillo, es reprobar la decisión de liberar al capo. Es lo más sencillo. Pero hay que reflexionarlo. Aunque la captura de Ovidio Guzmán López fuese un objetivo primordial de Andrés Manuel López Obrador, no puede obviarse que, por encima de cualquier propósito criminal, debe encontrarse el fin superior para salvaguardar la vida y la integridad de la población. Para algunos, lo ocurrido en Culiacán, Sinaloa, es un drama consumado. De haberle hecho caso a la sinrazón, de cuántos muertos estaríamos hablando: ¿cinco, diez, varias decenas? Piénselo, eso sí sería una tragedia. Cerrar filas es lo que impera. Todos. Ya.
4. Al banquillo. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, tendrá que explicar las fallas en el operativo para capturar a Ovidio Guzmán López, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados proyectada para el 31 de octubre, así lo aseguró la presidenta de la Mesa Directiva, Laura Rojas. “Será la primera oportunidad formal ante esta Cámara para que explique a detalle lo que sucedió”, expresó. La legisladora enfatizó en que las explicaciones no deben quedarse en “una mañanera”, sino que se debe acudir al Congreso, la institución de representación del pueblo y de formal de supervisión del Poder Legislativo. Excesivo el ego legislativo. Pero, bueno, de alguna manera deben justificar lo que ganan. ¿Qué piensan, destrozarlo a cuestionamientos?
5. Toma chocolate… El empresario Germán Larrea sigue dando de qué hablar, y ahora la expansión de sus escándalos traspasa las fronteras, como sus negocios. La organización sindical United Steelworkers pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador su intervención para que llame al dueño de Grupo México a atender las demandas de los trabajadores de su filial estadunidense Asarco LLC, que desde el domingo pasado están en huelga en Arizona y Texas. “Sabemos que su gobierno ha hecho grandes esfuerzos para responsabilizar a Grupo México y a otras compañías mineras mexicanas por sus violaciones de los derechos laborales, humanos y ambientales”, expuso Conway en una misiva. Paga lo que debes.
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 Estrategia de “avestruz” frente al crimen
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS
Excelsior
Leí el reporte de los consultores del Grupo Eurasia, especialistas en detectar riesgos políticos para los inversionistas alrededor del mundo, sobre la crisis en Culiacán; que puso en evidencias la “pobre”  estrategia de seguridad de la 4T.
El documento, firmado por Daniel Kerner, expone que uno de los principales riesgos para la política en México es el “nivel extremo” de centralización de las decisiones en manos de López Obrador.
“Este es un problema que afectará las políticas más allá de la seguridad. Es el desafío (también) en la política fiscal y energética”, subraya textual.
El reporte agrega que, a largo plazo, la inseguridad se convertirá en un serio problema para la popularidad de AMLO.
Coincido. Se ve difícil que las condiciones mejoren con la estrategia de avestruz que la 4T aplica para combatir el crimen organizado.
La confianza en el gobierno ha quedado tocada después de los acontecimientos de Culiacán, Aguililla e Iguala.
Retomo el reporte:
“El problema (de la confianza) se agravará si la desaceleración de la economía continúa, como parece que ocurrirá. Es probable que López Obrador tenga algo de tiempo antes de perder el apoyo.
La falta de oposición organizada y los casos de corrupción de alto perfil que su gobierno está procesando, le darán espacio”, puntualiza.
¿Por cuánto tiempo? Esa es la gran pregunta.
* En la mañanera de ayer, el Presidente dijo que el Gabinete de Seguridad tomó la decisión de liberar al Chapito, y que él avaló.
Yo francamente no veo al secretario Durazo; ni al general Luis Crescencio Sandoval; y menos al almirante José Rafael Ojeda, tomando decisiones de esa envergadura.
Él decidió soltar al hijo de El Chapo con la idea de que la captura de un delincuente no vale la vida de cientos de personas. Un argumento que no soltó en todo el día.
Los secretarios de Seguridad, Defensa y Marina sólo acataron órdenes de su jefe.
Suena noble el razonamiento del Ejecutivo para justificar la liberación del delincuente. “No se puede enfrentar la violencia con la violencia”,  “nada por la fuerza, todo por la razón”, repite como estribillo
Pero llevar a la práctica esas palabras no ha servido ni para el “punto de inflexión” que presumía Durazo.
Pregunta obligada: ¿El Estado va a responder con fuchis, guácalas y apelando a que piensen en sus mamacitas, a la violencia extrema del crimen organizado?
Seguro estoy de que muchos de los que votaron por Andrés Manuel, reprueban la liberación de Ovidio Guzmán.
Saben que el crimen organizado ya vio que con la fuerza de las armas puede doblar públicamente al Estado, humillar a policías y militares, y conseguir lo que quiere.
No se necesita un sesudo análisis para vaticinar que, envalentonados por la debilidad del Estado, no tendrán reparo en sembrar pánico y muerte en cualquier ciudad de la República, cuando sus intereses así lo requieran.
* La situación de seguridad del país es grave. 23 mil 700 homicidios en lo que va del año respaldan esa afirmación.
La violencia ha aumentado en estados como Guanajuato, otrora un estado tranquilo, por el huachicol.
Se suma a Colima, Baja California y Chihuahua, Michoacán, Sinaloa, asiento de cárteles de las drogas.
Me puse a pensar qué habría hecho si hubiese tenido que tomar la decisión de liberar o no al Chapito.
Para responder le compro sus palabras a Ricardo Monreal. “Soy de los clásicos. El cumplimiento de la ley no admite excepciones”.
Hasta allí mi coincidencia. La justificación de que si hubiese sido una tragedia ya lo estarían acusando de genocidio en la Corte de la Haya, esa no se la compro.
Un último comentario. Ya quedó claro que el comando que enviaron a capturar a Ovidio no tenía estrategia, ni la fuerza necesaria para hacerlo.
Falló la inteligencia. No midieron la reacción del Chapito y sus aliados. El gobierno quedó en ridículo frente al mundo con ese operativo fallido, deficiente e improvisado.
Ojalá que con este grave hecho le quede claro al Ejecutivo que el CISEN no sólo servía para espiar opositores.
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AMLO y la dictadura cubana/Jorge Ramos Ávalos
REFORMA, 19 Oct. 2019
¿Por qué el gobierno de México está apoyando a la dictadura cubana?
Los cubanos acababan de llegar y el tuit del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, estaba cargado de entusiasmo: "Damos la más cordial bienvenida al Presidente Miguel Díaz-Canel (y a su comitiva)... Bienvenidos a México!!!". Pero las ocho líneas del tuit original tenían un problema: Díaz-Canel no es un Presidente legítimo, es el líder de una brutal dictadura y fue escogido por dedazo. En Cuba no hay democracia ni elecciones multipartidistas desde hace más de 60 años. En ese periodo a los cubanos les han impuesto tres dictadores: Fidel y Raúl Castro, y ahora Díaz-Canel.
Es increíble que en este 2019 todavía haya gobiernos que se nieguen a calificar públicamente a Cuba como una dictadura. Como si no hubieran sido suficientes las ejecuciones, los prisioneros políticos y el partido único que dirige los destinos de más de once millones de cubanos.
El último informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denuncia "persistentes restricciones" a los derechos de reunión y a la libertad de expresión en Cuba. Y destaca que "continúan limitando de manera sistemática los derechos humanos de los habitantes en Cuba, en particular, en perjuicio de personas defensoras de derechos humanos, líderes sociales y políticos, y periodistas independientes, así como afrodescendientes, mujeres y personas LGBTI". (Aquí está el informe: https://bit.ly/2J1lco6).
Esta es la dictadura que Andrés Manuel López Obrador no quiere criticar.
Una vieja entrevista -del 2017- nos ayuda a entender por qué el nuevo presidente de México protege a este viejo régimen autoritario. En ese momento Raúl Castro era el tirano en turno.
-¿Ya le podemos llamar dictador? -le pregunté a AMLO.
-Yo no le llamaría así -me contestó.
-Señor López Obrador, Cuba es una dictadura desde 1959. (Raúl) fue puesto por dedazo por Fidel en el 2008. Usted se quejó de los dedazos en México. ¿Por qué no quejarse por el dedazo en Cuba?
-Mira -me dijo- esas fobias, yo creo que tú estás en tu papel de periodista. Tienes el derecho a preguntarme todas esas cosas. Yo también tengo el derecho a no engancharme con esos asuntos.
El argumento de AMLO era que no quería criticar a otros países para que luego ellos "no se metan con nosotros". Pero esa actitud pasiva ante las violaciones a los derechos humanos en otras naciones es siempre bienvenida por los dictadores.
El cambio en Cuba vendrá de los cubanos.
La BBC de Londres acaba de sacar un extraordinario reportaje sobre la revolución digital en Cuba. (Escúchenlo, vale la pena: https://bbc.co.uk/programmes/p07qvtgc). Cuba es uno de los países más atrasados del hemisferio a nivel cibernético. Y a pesar de que el acceso a internet en la isla es caro, lento -solo tienen 3G- y muy censurado, los jóvenes cubanos se las están ingeniando para enterarse de lo que su gobierno quiere esconder.
Las redes sociales se le están escapando de las manos a la dictadura cubana. Y por ahí puede organizarse el cambio. Tras la reciente muerte de una niña de un año de edad luego de recibir una vacuna en Cuba, las protestas en las redes explotaron. Y eso obligó, por primera vez en la historia de la isla, a que Díaz-Canel respondiera en un tuit: "Dolorosa pérdida de bebé Paloma. Condolencias a sus padres (...) Ofende y lastima manipulación política de adversarios". Si el Estado cubano lo controla todo, entonces la muerte de Paloma también es su culpa.
Cuba es el peor ejemplo que puede tener México o cualquier país de América Latina. Y asombra cómo los que defienden los derechos humanos en México, de pronto, guardan un cómplice silencio respecto al régimen de la Habana.
Todo cambia. Hasta Cuba.
Posdata capturada y liberada. De la increíble captura y liberación del hijo del Chapo, la frase clave fue pronunciada por Alfonso Durazo, el secretario de Seguridad. Reconoció: "Los funcionarios del gabinete de seguridad decidimos suspender dichas operaciones". ¿Por qué? El precedente es grave. Se pasarán el resto del sexenio tratando de explicarlo y justificarlo.
@jorgeramosnews
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En llamas/Jorge Volpi
REFORMA
Lo más trágico es que Sinaloa en llamas ofrece un resumen perfecto, en miniatura, de estos años de plomo
Tras largas horas de confusión, con Sinaloa en llamas, al fin tenemos una idea más o menos clara de lo ocurrido: el Estado mexicano decide capturar a uno de los delincuentes más buscados del país, Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante estrella de nuestro tiempo, El Chapo. El operativo, mal planeado y peor ejecutado, consigue su detención, que muy pronto se ve contrarrestada por el vigoroso asalto de diversos grupos armados, los cuales no tardan en doblegar a las fuerzas de seguridad. Ante el inminente peligro de que los enfrentamientos se cobren más víctimas civiles, el gabinete de seguridad del país, con aprobación del Presidente, decide la liberación del criminal.
En la refriega, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, flanqueado por tres militares del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, y el director del Centro Nacional de Inteligencia, ofrece una errática conferencia de prensa donde afirma que, identificado por casualidad en un operativo de rutina, la captura de Ovidio Guzmán fue la causa de la ola de violencia en Culiacán, sin aclarar si éste se encuentra o no detenido. No es sino hasta el día siguiente que, en su habitual conferencia de prensa, el Presidente confirma que el criminal fue dejado libre "para proteger la vida de las personas". Poco después, el gabinete de seguridad rectifica y, en un raro -pero no menos escandaloso- mea culpa, confirma que el operativo sí buscó la captura de Guzmán y reconoce su "precipitada" implementación.
Sinaloa en llamas es un estrepitoso fracaso. El fracaso del Estado mexicano, incapaz de capturar a un delincuente y proteger la vida de sus ciudadanos. El fracaso, sin duda, de los dos gobiernos anteriores, en particular el de Felipe Calderón, torpe iniciador de la guerra contra el narco, pero también el de Enrique Peña Nieto, que se conformó con disminuir su perfil mediático preservando los principios de su predecesor. Y el fracaso, qué duda cabe, de la administración de Andrés Manuel López Obrador, que tampoco modificó, en contra de lo que prometió en campaña, la estrategia meramente punitiva en el combate al crimen organizado.
Sinaloa en llamas señala nuestro fracaso colectivo. El de una sociedad que, pese a los 250 mil muertos y 60 o 70 mil desaparecidos acumulados desde el 2006, no ha sido capaz de obligar a sus gobernantes a modificar sus ideas de seguridad y justicia. El de una sociedad que, frente a los desastres de estos 13 años, no ha sabido organizarse para exigir un cambio radical en las medidas adoptadas por tres partidos distintos para enfrentar las consecuencias de la guerra contra el narco. El gobierno de López Obrador no es el culpable de lo sucedido, pero es claro -y desolador- que, al concentrarse en la creación de un nuevo cuerpo de corte militar, la Guardia Nacional, desentendiéndose de la legalización de las drogas y la justicia transicional anunciadas por su secretaria de Gobernación, y manteniendo la desmedida influencia del Ejército, sí es ahora responsable del inmenso error de antier, que ha dejado como saldo ocho muertos y numerosos heridos.
Lo más trágico es que Sinaloa en llamas ofrece un resumen perfecto, en miniatura, de estos años de plomo. La improvisación de esta acción calca, en pequeño, la de los operativos conjuntos de Calderón en 2006. No adivinar la respuesta a una acción de tal envergadura merecería la renuncia de todos los responsables de seguridad. La mentira inicial, según la cual Guzmán López fue detenido por accidente, repite las pronunciadas una y otra vez por los subordinados de Calderón y Peña, y también bastaría para provocar esas renuncias. Los muertos y heridos son los mismos que se suman -y luego olvidan- desde 2006. Y la liberación del Chapito no es sino el mayor símbolo de la impunidad que prevalece en el país.
Dura lección que el gobierno de López Obrador, que tantas esperanzas sigue concitando en la mayor parte de los ciudadanos, debe aprender. El camino del pasado se ha revelado inútil y pernicioso. México merece intentar uno nuevo: el que él mismo esbozó antes de su llegada al poder.
@jvolpi
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Precipitación/
SOBREAVISO / René Delgado
REFORMA, 19 Oct. 2019
Esta semana quedó clara la urgente necesidad de la administración de reparar en qué punto se encuentra.
Ya no actúa con velocidad, sino con precipitación, desbocadamente. Si el Ejecutivo no toma asiento y reflexiona sobre el límite y el horizonte de su gestión, así alargue la conferencia matutina y fustigue aún más a la prensa acusándola de sus propios dislates, no conseguirá dominar la administración, menos aún conquistar el gobierno.
De no reparar hasta dónde llegar, cuál ruta tomar, qué pasos dar, cuántos frentes abrir y cerrar en el trayecto, cómo avanzar con certeza y cuál es el destino, al margen de las zancadillas, los tropiezos de la administración podrían culminar en una caída, probablemente, con fractura expuesta.
Dar por aciertos totales acciones en curso o negar desaciertos pese al error, no fortalece, debilita a la administración.
Aparte de los "otros datos" del mandatario, hay uno más: la realidad.
La realidad no se transforma con sólo decir "vamos bien", "eso se acabó", ni descalificando a la crítica, arrastrando las palabras hasta borrar su significado o recurriendo a frases hechas sin sustento. Se puede cambiar la percepción por un momento, pero la realidad siempre se impone y termina por arrasar el deseo y la voluntad, exhibiéndolos como una ilusión.
Hace unas semanas (Sobreaviso del 31 de agosto: "Punto de inflexión") se advertía: "...la circunstancia nacional e internacional insta a reconsiderar y recalcular los pasos a dar, a no convertir la oportunidad en calamidad". El tiempo transcurrido ha sido tiempo perdido.
Lógicamente, el foco de atención hoy se concentra en el brutal revés sufrido por el Estado en Culiacán, Sinaloa. Sin embargo, estos días no sólo sucedió eso. Importantes acontecimientos pusieron de nuevo en juego el entusiasmo y el miedo, la oportunidad y la calamidad.
La violencia criminal y oficial borró el supuesto punto de inflexión en la comisión de delitos. La judicialización de la política -por no decir, su fracasoreveló un profundo desencuentro y colocó al poder restante, el Judicial, contra la pared. El litigio en un tribunal estadounidense sobre la manifiesta corrupción de la anterior administración de Petróleos Mexicanos, agregó un ingrediente a la complicadísima situación de la empresa. La silla vacía sin explicación en la Corte dejó una terrible incógnita sobre lo ocurrido y lo que sucederá. La aprobación de la revocación del mandato adquirió un significado profundo. La burla de Morena en San Lázaro a las observaciones hechas sobre los vicios de la reforma contra la defraudación fiscal no tuvo par. La caída de Carlos Romero Deschamps, emblema de impunidad y pusilanimidad política, planteó la duda de si basta el descabezamiento del sindicato petrolero para democratizar su estructura o si la pugna por su control dará un golpe más a la empresa. El inicio de la ampliación del aeropuerto en Santa Lucía dejó en el aire no sólo a los aviones, también su viabilidad. El cínico desafío de Jaime Bonilla y su pandilla a la legalidad y el Estado de derecho evidenció un ánimo golpista. El asedio a la prensa vía puyas o emplazamientos expone una intolerancia.
No sólo fue el sitio de Culiacán por el crimen lo ocurrido. Cada suceso encriptó el entusiasmo y el miedo, dejando en vilo el porvenir.
Sí, lo sucedido en Culiacán es asunto mayor, delicado en extremo. Cimbró el discurso oficial y tambaleó el Estado de derecho.
No basta madrugar para ver cómo amaneció la violencia y, así, acreditar el trabajo por la paz y la seguridad. No basta juntar a los altos mandos si hay errores crasos de comunicación con el resto de la estructura y de diseño de la operación. No basta con recibir una orden de extradición para ir por un capo criminal, sin conocer la capacidad de fuego y de logística de su estructura, el teatro de operación ni la estrategia. No basta complacer los pedidos de Estados Unidos sin ponderar el efecto local y nacional. No basta restar importancia a lo ocurrido cumpliendo con la agenda, cuando el tamaño del error demanda atención superior.
El error cometido -detener y luego liberar a un delincuente, rendir la plaza de una ciudad-capital al crimen, fundar la decisión en el propósito de evitar un trágico daño colateral cuando, en rigor, no se planeó ni calculó la operación- exige tomar asiento y despachar los asuntos, no mantenerse de pie tras el atril y perorar.
De cuanto está ocurriendo en el ámbito criminal, la administración tuvo noticia con el tamaño del revés sufrido. De cuanto pueda ocurrir con la economía, ya hay avisos. De recortar para ahorrar, ya hay indicios de la pérdida operacional de la administración.
Es hora de sentarse, reflexionar y rectificar ahí donde es necesario.
Sí, el Ejecutivo tiene que pensar y ajustar, pero no menos la oposición.
En particular, Acción Nacional que, día a día, patina en su postura, resucita a Vicente Fox para "darle en la madre a la 4-T", busca ganancia en la ruina y, en el exceso, reclama lo que no fue capaz de dar durante su estancia en el poder. Con qué cara criticar la falta de seguridad y la violencia criminal si éstas germinaron durante su gestión.
La ausencia de liderazgo en ese partido hace crecer a políticos miniatura y si los cuadros panistas con experiencia y visión no rescatan a su organización, sin duda, formarán parte del problema, no de la solución.
Igual las agrupaciones que, en nombre de la modernidad y el progreso, defienden el pasado que llevó al país donde se encuentra.
A punto de concluir el primer año de la gestión, es hora de recordar cómo el país ha perdido tiempo, incluso, sufriendo sexenios de muy corta duración.
Es hora de rectificar, y sí se puede.
sobreaviso12@gmail.com
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Los pusieron de rodillas/FERNANDO ZEPEDA
El Debate, 19 DE OCTUBRE DE 2019;
Ojo indiscreto
No hubo valientes que dieran la cara ante caos
Los pusieron de rodillas. Con los delincuentes no se negocia. No se transige. Simple y sencillamente se aplica la ley. Lo que sucedió en Culiacán. Lo que hizo el Gobierno Federal solo habla de la ausencia del estado de derecho. Quienes quieran validar que se decidió en poner en libertad a un delincuente aprehendido. Con orden de aprehensión e incluso de extradición, solo hablan de lo superficial. El fondo es que el Gobierno de López Obrador no ha mostrado hasta hoy una estrategia clara de cómo combatir a la delincuencia. Y la violencia, señores, no se generó ayer tras la detención del hijo del capo sinaloense “El Chapo” Guzmán. Arrancó desde el momento que el presidente, de una manera simplista, jamás antes vista, ha convocado a la sociedad mexicana a combatir con un “guácala...fúchila” y la advertencia de que los delincuentes serán acusados con sus mamacitas y abuelitas. Desde ahí arranca todo. La manifiesta ineptitud del Consejo de Seguridad Federal, que encabeza Alfonso Durazo y del cual forman parte los titulares del Ejército, Marina y la Guardia Nacional, es la que puso en riesgo la vida de cientos de ciudadanos de Culiacán. Molesta que pretendan vernos la cara cuando cambian hasta tres veces la versión “oficial” de los hechos. Molesta e indigna las declaraciones de López Obrador que pontifica advirtiendo que se pensó más en la vida de inocentes y se decidió liberar a un criminal. Cuando él sabe que su Gobierno, al no realizar un verdadero plan de detención, expuso a todos. 
De López Obrador resulta ocioso que se demanda la renuncia del presidente. Que no se dará, claro está. Pero exigir que su gabinete de seguridad federal sea renunciado de inmediato si es factible. El mismo López Obrador lo demandó cuando se dio el supuesto escape del “Chapo” Guzmán de la cárcel de dizque alta seguridad. Él lo demandó. Tenemos el audio. Y fue por un escape de ese narco. Ahora es peor, no se les escapó, lo dejaron ir cuando ya lo tenían.
 ¿Qué es lo que sigue? No sabemos. Pero lo que sí está claro es que pusieron al Gobierno Federal de rodillas. Y los narcos y demás criminales ya probaron que ese es el camino para lograr su impunidad plena. En medio de todo este ridículo, no solo nacional sino internacional, da la apariencia que al general Luis Cresensio Sandoval y al almirante José Rafael Ojeda, de Sedena y Marina respectivamente, los llevaron al baile.
Daños colaterales. Tras los escándalos suscitados en Culiacán. Tras las imágenes que profusamente circularon en redes sociales al convertirse Culiacán en zona de guerra, lo que viene es evitar las consecuencias de esos hechos. Recuperar la tranquilidad de los ciudadanos. Y buscar con estrategias claras e inteligentes que las principales actividades económicas de Sinaloa, particularmente el turismo, no resulten afectadas. De entrada, ayer, hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicios turísticos reportaron una baja en la ocupación y arribo de visitantes. Y es que en las noticias se hablaba de Culiacán pero se mencionaba Sinaloa. Y con eso, en el caso del turismo, quienes tenían planeado venir a Mazatlán este fin de semana decidieron posponerlo, o en su defecto cancelarlo. Hay mucho por hacer en Sinaloa para restituirle la tranquilidad a los sinaloenses. Hay mucho por hacer en Sinaloa para brindar certidumbre a las actividades económicas que dan sustento a miles de familias. 

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