Entrevista / Evo Morales / 'Asilo a Evo no es ocurrencia'
Pablo Yankelevich, experto en migración, señala que al recibir al ex Presidente boliviano, el Gobierno mexicano consolida su tradición de 'País refugio'
Ricardo Pérez/
Revista R, Reforma 24 de noviembre de 2019
Al dar asilo al ex Presidente boliviano Evo Morales, México hizo lo que siempre había hecho en el pasado con españoles, nicaragüenses, salvadoreños, chilenos, argentinos, guatemaltecos; con León Trotsky, con Jacobo Arbenz, con Fidel Castro.
"No tiene nada de excepcional en la mirada larga sobre la historia de asilo en México", señala Pablo Yankelevich, investigador del Colegio de México, especialista en temas de migración, asilo y en América Latina. "Parece que la memoria es muy corta".
Quizá lo que sucede, explica el profesor en entrevista, es que la polémica que se ha desatado está teñida, empapada de la propia discusión sobre la situación política mexicana, pero "asilados políticos en México hubo miles y Jefes de Estado hubo varios, y personajes que luego se convertirían en Jefes de Estado hubo varios más".
Para el investigador, se ha puesto atención al caso de Evo Morales, pero se habla poco o nada de que la segunda nacionalidad a la que México da refugio sean venezolanos y no precisamente maduristas (la primera es Honduras).
"El asilo es una política fundamentalmente humanitaria; es una cuestión que tiene que ver con la protección de la vida y de la libertad de las personas. Claramente, la visibilidad de un Jefe de Estado asilado no es la misma que la visibilidad de un migrante que entra por el aeropuerto, que entra por Tapachula; no es la misma y el impacto político no es el mismo, pero el sentido es el mismo".
Para Yankelevich, quizá la novedad esté en que México haya vuelto a ofrecer asilo político a un Presidente después de los procesos democratizadores en América Latina que disminuyeron la producción de perseguidos.
"Quizá gobiernos anteriores se alejaron de esos principios porque, cuando el Gobierno de Peña Nieto participa en el Grupo de Lima pidiendo directamente la renuncia de Maduro, esa delegación mexicana está violentando términos de la Constitución mexicana -yo no voy a discutir si está bien o mal hacerlo-, lo que estoy diciendo es que la Constitución mandata y tienes la obligación de cumplir eso. Si tú como Estado pides la renuncia de otro Mandatario, o cambias la Constitución o violas la Constitución, claramente la violaron".
En Bolivia hay actores políticos que parecen estar muy enojados con la decisión de México de asilar a Evo Morales y permitirle hacer declaraciones...
Lo mismo estaba Pinochet, lo mismo estaba la junta militar argentina y Franco no te cuento. Lo mismo, diciendo exactamente lo mismo, en los mismos términos: que México está interviniendo en política interior porque los asilados están opinando sobre la situación política interna de sus países, y México siempre respondió lo mismo: en este País hay libertad de expresión.
Esto no es una ocurrencia de López Obrador, siempre se dijo lo mismo. Los asilados sólo no pueden hacer una cosa: intervenir en política interna mexicana por el Artículo 33 constitucional. Pero el señor puede opinar de lo que quiera menos de política mexicana. Entonces, que la señora Áñez diga lo que diga pues lo dijo Pinochet igual y lo dijo Videla y lo dijo Franco, todos lo dijeron igual.
-¿Qué nos dice el caso de Bolivia sobre lo que sucede en América Latina? Hay discusiones en la OEA...
El papel de la OEA me parece francamente lamentable. La OEA debería ser en este momento parte de la solución, no del conflicto.
Y la OEA en buena medida ha generado este conflicto con políticas abiertamente intervencionistas en el caso de Venezuela y en el caso de Bolivia, guardando silencio en muchos otros casos cuando su papel sería justamente la resolución pacífica de los conflictos y la búsqueda de acuerdos.
No sé cómo van a resolver el problema de Bolivia. Es muy complicado porque el partido del ex Presidente Morales controla la Asamblea. Sólo se puede resolver por la vía de acuerdos, porque si no, lo que va a haber es una ola de violencia muy peligrosa y creo que México está en esa línea, de promover la negociación en donde todo el mundo sea escuchado, al margen de la manera en que Evo y el partido de Evo estiraron el conflicto para una nueva reelección. Claramente este conflicto está generado por esa reelección de Evo Morales, pero hay otra parte que tiene que ver con muchas otras cuestiones donde hay un componente de un racismo brutal, insostenible, que, a mi juicio, traba políticas sociales y económicas medianamente exitosas en ese País.
-¿México vuelve a tener peso en América Latina?
No estoy muy seguro. México -por razones del destino- ha quedado ahora unido o por lo menos dialogando, con Argentina en los dos extremos de América Latina. Yo no veo a México liderando un bloque latinoamericano, para empezar porque ese bloque no existe.
México tiene muy pocos espacios con quienes establecer diálogos en el contexto latinoamericano, uno de los pocos que se acaba de abrir es Argentina, con la visita de (Alberto) Fernández, y tampoco veo a México construir un bloque "antiloquesea", eso significa actuar en política, construir proyectos, armar políticas, y yo no veo eso en la agenda de México.
Veo a México muy retraído sobre sí mismo en política exterior y muy firme en la defensa de principios rectores de su política exterior. Lo que se pueda tejer de esa política exterior dependerá del curso de las acciones. Lo que sí veo es un México que estaría dispuesto a mediar o estaría dispuesto a encabezar fórmulas de negociación para la solución pacífica de los conflictos, pero de ahí a armar un bloque regional...
-¿Dar asilo a Evo Morales no es un mensaje al resto de América Latina?
México tiene principios y estos principios obligan a la protección humanitaria y a la condena a los golpes de Estado, y México fue uno de los primeros países que condenó, que evaluó que eso era un golpe de Estado, y evaluó -no sé sobre qué información- que la vida o la libertad del Presidente Evo Morales estaba en riesgo. Hizo lo que hizo en muchos otros casos: mandó barcos para refugiados españoles, por ejemplo. Hay una historia muy larga de esto y las reacciones siempre fueron parecidas, las reacciones de que ahora se nos va a llenar de comunistas.
-¿Qué opina de las reacciones al asilo de Evo Morales en México?
Muy polarizadas por un lado, mal informadas por otro. Revisar un poco la historia puede tranquilizar los nervios. Ante las presiones que México recibió, ha recibido y seguirá recibiendo, las respuestas siempre serán las mismas. Creo que la imagen de 'México País refugio' vuelve a consolidarse. Nos sentimos muy orgullos de esto, pero cada uno de los refugios fue muy complicado.
"(México) Hizo lo que siempre hizo, no es que hizo algo excepcional, lo excepcional es creer que esto es excepcional, pero no es".
"Hay una historia muy larga de esto (de asilo) y las reacciones siempre fueron parecidas, las reacciones de que ahora se nos va a llenar de comunistas”.
mano, Prefacio de la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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