El Dr. Hugo López-Gatell

El Dr. Hugo López-Gatell
COLABORADOR INVITADO / Jorge Saavedra
REFORMA, 31 Mar. 2020
Dudé en escribir este artículo y dudé más en escribirlo para que el Reforma lo publique dado que pareciera que cualquier cosa que salga de las páginas de este diario podrá ser interpretada como intrínsecamente maligna por el Presidente López Obrador.
Aun así decidí proceder, yo al igual que muchos médicos y expertos en salud pública conocemos al Dr. Hugo López-Gatell desde hace años y tenemos muy buena opinión de lo que ha sido su trayectoria y muchos lo hemos respetado y, al menos yo y otros, lo seguimos respetando.
La última vez que me reuní con él fue hace alrededor de 10 meses y en la larga charla me quedó claro que sus intenciones, planes y propósitos eran buenos y positivos para la salud pública de México para enfrentar el VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas; conoce los datos, sabe cómo interpretarlos y es capaz de dejar de lado la política para tomar las decisiones más adecuadas y que correspondían a su nivel de Subsecretario; esto fue meses antes de la aparición del primer caso del nuevo coronavirus en el mundo.
A raíz de la crisis mundial de la pandemia de Covid19, la figura del Dr. López-Gatell se ha agigantado a nivel nacional, al grado que en este momento nadie sabe el nombre de su jefe directo, el Secretario de Salud, que parece que no existe porque casi no hace declaraciones y cuando las hace frecuente y lamentablemente mete la pata, el nombre de Hugo en este momento va mucho más allá de la salud, todos los sectores, los miembros del gabinete y gobernadores están pendientes de sus palabras para saber cómo les podría ir a sus respectivas áreas, por los medios y referencias sé que todos lo contactan, todos lo consultan. Esto es una fortuna y un infortunio para el Subsecretario pues ha asumido el rol no solo técnico sino de pararrayos.
Muchos en el sector de sanidad creemos que el Subsecretario dice y está tratando de hacer las cosas correctas con la información epidemiológica disponible del Covid19 a pesar de las múltiples limitaciones del sector salud, incluyendo el bajo acceso a las pruebas de detección, escasez de ventiladores en los hospitales, falta de equipo de protección personal del personal de salud y las difíciles medidas de distanciamiento social, sana distancia y quédate en casa, que rebasan a cualquiera, pero sobre todo a pesar del propio Presidente de la República, quien parece no convencerse del todo de que en este momento el combate decidido al nuevo coronavirus y sus consecuencias son la prioridad número uno del mundo y lo deben ser en México.
El Presidente pareciera tratar de distraernos con lo feo de los molinos de viento en La Rumorosa, con la rifa del avión, con el "quién es quién" en los precios de las gasolineras en diferentes pueblos, con los cimientos del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, con nuevos campos de béisbol, con las canchas de basquetbol o con la importancia de supervisar personalmente si ya pintaron una escuela primaria en San Luis Río Colorado.
Por otro lado, el Dr. Jorge Alcocer, ese es el nombre del Secretario de Salud de México, sus reconocimientos científicos nadie se los quita pero los debería usar para exitosamente encabezar un Departamento de Reumatología en algún hospital o ser la cabeza del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, y por lo tanto renunciar al triste papel decorativo que actualmente tiene.
A Hugo, por el bien del país, le deseo lo mejor y solo le recuerdo que si el desenlace es positivo para México, los aplausos y reconocimiento se los llevará ya sabemos quién y si las cosas salen mal su nombre será el primerísimo en la lista.
El autor es Director Ejecutivo de Instituto AHF de Salud Pública Global en la Universidad de Miami y ex-Director General del CENSIDA de México