28 abr 2020

Las columnas políticas, hoy martes 28 de abril de 2020

SSA reportó 135 nuevas muertes en las últimas 24 horas....; creció muchísimo...
¿Por qué? Ayer fueron 83 y anteayer 46..
Con lo de hoy suman ya mil 569; y hay 16 mil 752 casos de infectados, 1, 223 más que ayer...
Y bueno el Dr. @JoseNarroR
afirma con base en el modelo Centinela, podría haber entre 120 mil y 500 mil contagiados de covid-19 y no los 15 mil 529 registrados...Mmm. Narro es un científico y genera confianza.
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Urge PAN impedir extra para iniciativa de AMLO
"Acción Nacional lanza una alerta ante la iniciativa que envió el Presidente de la República porque distorsiona el equilibrio de Poder que debe existir en cualquier democracia. Debilitaría al Poder Legislativo y concentrando, de manera inconstitucional, mayor poder en el titular del Ejecutivo. Lo que López Obrador pretende es gastarse el dinero del pueblo sin que nadie le cuide las manos", alertó en una videoconferencia el dirigente Marko Cortés.
Con ese panorama de por medio, el michoacano convocó a los grupos parlamentarios de oposición a evitar la concentración del poder y evitar un retroceso democrático frente a un Gobierno al que tildó de autoritario.
Morena tiene 24 de los 25 votos necesarios para empujar un periodo extraordinario.
Los Gobernadores del PAN buscarán frenar la pretensión del Ejecutivo federal de impulsar una ley para manejar discrecionalmente el Presupuesto de Egresos. 
De acuerdo con la iniciativa del Ejecutivo, se propone usar esos recursos para entregar créditos y apoyos a la ciudadanía.
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De nuevo....:exhorta Gobernación a autoridades estatales y municipales a no aplicar medidas restrictivas de los derechos de las personas por COVID-19
La emergencia sanitaria no representa el establecimiento de un estado de excepción y suspensión de garantías, señala. Imperante hacer un llamado a las instituciones públicas para reforzar la solidaridad y atenuar las reacciones de miedo e intolerancia.
"Las autoridades federales, estatales y municipales deben aplicar las medidas emergentes con apego irrestricto a los derechos de las personas, y frenar todo abuso de autoridad, amenazas o castigos a la población. La sociedad en su conjunto debe ser corresponsable y acatar estas medidas de forma solidaria, sin vulnerar los derechos de terceros.”
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Las columnas políticas, hoy martes 28 de abril de 2020
Templo Mayor/ Reforma
¡UY, PERDÓN! Ahora resulta que al presidente de la República hasta lo que no come, ¡le hace daño! A más de uno sorprendió el berrinche de Andrés Manuel López Obrador, luego de que se anunciara el acuerdo entre el Consejo Mexicano de Negocios y el Banco Interamericano de Desarrollo.
TAL VEZ lo que más desconcertó fue que el mandatario, ante la crisis económica, decidió abandonar a la pequeña y mediana empresa; y ahora increíblemente le molesta que alguien que no sea él le aviente un salvavidas a todos esos empresarios. Pero más allá de la pataleta, lo más grave sería que el Presidente le ordene a Hacienda obstaculizar el proyecto del BID.
RESULTA contradictorio que López Obrador se niegue a lanzar un plan serio para evitar el colapso de este sector y, al mismo tiempo, pretenda tener el monopolio de los apoyos. Dicho en términos beisboleros pa' que lo entienda: ni picha, ni cacha, ¡ni deja batear!
POR CIERTO, ahora que aparezca Arturo Herrera -si es que aparece-, sería bueno que le explicara a su jefe dos cositas: una es la autonomía del Banco de México; la otra es la diferencia entre política monetaria y crédito bancario. Porque el Presidente tiene la curiosa idea de que el banco central va a dar créditos a empresas, cuando en realidad lo que anunció fue una reducción en las tasas y una inyección de recursos al sistema financiero, para que sea la banca comercial y de desarrollo quienes asignen los préstamos. Y no es porque López Obrador tenga que ser todólogo, pero sí resulta preocupante que confunda la magnesia económica con la gimnasia política. 
FINALMENTE Mario Delgado encontró al sucesor de Alfonso Ramírez Cuéllar y nombró al ilustre desconocido Erasmo González como presidente de la poderosa Comisión de Presupuesto. Pero no es para felicitarlo, pues el tamaulipeco tendrá que pasar la pena de ser quien termine por someter al Poder Legislativo a las órdenes del Ejecutivo.
EL NOMBRAMIENTO era lo único que faltaba para que la próxima semana -en un periodo realmente extraordinario- se "dictamine" y se "apruebe" la reforma con la que Andrés Manuel López Obrador pretende quitarle al Congreso la facultad de decidir el presupuesto.
CON esta reforma y bajo el pretexto de una emergencia, el Presidente podrá ignorar las decisiones de los legisladores sobre cómo ejercer el gasto y, por sus pistolas, usarlo en lo que mejor le parezca. ¿República mexicana o nuevo imperio mexicano? Es pregunta sin división de poderes..
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Bajo Reserva/El Universal
¿Por qué ocultaron una semana el contagio de Sandoval?
Hágase la transparencia en los bueyes de mi compadre. Ese refrán popular, nos dicen, muy bien podría aplicarse al caso de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, cuyo diagnóstico positivo por Covid-19 fue ocultado por el gobierno federal durante una semana. Cierto es que la funcionaria pudo haber mantenido su diagnóstico bajo reserva, sin embargo, ayer la dependencia a su cargo emitió un boletín para comunicar el contagio de doña Irma Eréndira. Si lo iba a hacer público ¿por qué una semana después de haber recibido los resultados de sus pruebas decidió dar a conocer los resultados? Nos hacen ver que lo importante es saber ahora si la secretaria avisó a todas aquellas personas tanto del gobierno como particulares con las que mantuvo contacto cercano, o si se enteraron ayer por los medios. Además, nos hacen ver, este caso abre la pregunta de si hay algunos otros miembros del gabinete que estén contagiados, sin que se haya informado públicamente de su estado de salud.
Opositores esperan que Morena les preste el balón
Esta semana, los coordinadores políticos en el Senado de la República buscarán crear agenda y consensos para llegar el miércoles con propuestas a la reunión de la Junta de Coordinación Política. En la reunión, posiblemente virtual, el líder de la mayoría, Ricardo Monreal, pondrá sobre la mesa la posibilidad de sesionar este jueves o de instalar la Comisión Permanente. En caso de sesionar, ¿habrá un chance para los temas de la oposición? Nos dicen que incluso había una propuesta que suscribirían al menos cuatro fracciones opositoras, que prefirieron dejar en espera, por si logran que algunos de sus temas sean incluidos. ¿Le prestará Morena el balón a los opositores?
Y en la Cámara preparan la aplanadora
Y en la Cámara de Diputados, nos dicen, que la mayoría de Morena perfila aplastar de nuevo a la oposición, y dictaminar y votar de forma exprés la iniciativa presidencial de reformas a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Dada la contingencia económica y sanitaria, las decisiones se aceleraron, aunque dejaron heridos en el camino. Eso pasó al designarse ayer al nuevo presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara, el diputado Erasmo González Robledo, lo que generó cierta inconformidad, pues no hubo votación de la bancada morenista, y ni siquiera pudieron opinar. Pero aunque se acusó “albazo”, la emergencia manda, así la aplanadora Morena, ya encendió el motor y va derecho y no se quita.
Un complejo regreso a clases
La única instancia que puede determinar la fecha para el regreso a clases, nos recuerdan, es el Consejo de Salubridad General; sin embargo, cuando menos en las universidades se trabaja en una propuesta para regresar a clases “todos juntos”, con respeto a las autonomías universitarias pero con una línea base, es lo que se planteó en la última reunión entre rectores y el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán. Por lo pronto, en la enorme diversidad del subsistema de educación superior en el país, algunas universidades autónomas acordaron ya dar por concluido el semestre a partir del 30 de mayo, adecuar calendarios escolares y suspender las vacaciones, así como reprogramar los exámenes de ingreso a la licenciatura. En algunos casos, como la Autónoma de Hidalgo, por ejemplo, hará una entrega virtual de títulos de licenciatura..
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Las odiaban por corruptas y ahora les dan contratos/Carlos Loret de Mola
Historias de Reportero
El Universal
El empresario José Miguel Bejos, ejemplo de corrupción, fue favorecido con la primera licitación del tren maya. No es su primer negocio con el gobierno
Desdibujado su gobierno, hundido en una crisis de credibilidad que consumió dos tercios del sexenio, el entonces presidente Enrique Peña Nieto encontró en el golf la recreación que lo sacara de la realidad.
Uno de sus amigos cercanos, compañeros de golf, solía ser el empresario José Miguel Bejos. Para el líder opositor Andrés Manuel López Obrador, José Miguel Bejos es el ejemplo perfecto de corrupción: un empresario que se vuelve amigo del político más encumbrado del país, que se va a jugar golf y echar unas copas con él, y termina recibiendo contratos multimillonarios. El ícono de la podredumbre del modelo neoliberal.
El jueves pasado, la empresa de José Miguel Bejos fue favorecida con la primera licitación de uno de los proyectos más emblemáticos del presidente López Obrador: el tren maya. Mota-Engil México, asociado con una empresa china y otras más, ganó los contratos para el primer tramo que va de Palenque a Escárcega, por casi 15 mil millones de pesos. No es su primer negocio con el gobierno actual: en febrero anunció con Fonatur una inversión multimillonaria para hacer dos súper hoteles en el Pacífico.
El 20 de marzo de 2019, el presidente López Obrador mandó una carta a la Secretaría de Hacienda para vetar a varias compañías: no podían seguir recibiendo contratos del gobierno federal porque eran ejemplos de la ilegalidad neoliberal. En la dura carta, las acusó de acaparadoras, monopólicas, violadoras de la Constitución e inmorales.
Entre estas empresas estaban Grupo Fármacos Especializados y Farmacéuticos Maypo. Dijo el presidente a Hacienda que “impida la participación en licitaciones o adjudicaciones directas hasta que sepamos a ciencia cierta si hubo en estas operaciones corrupción o tráfico de influencias”. No sólo eso, la Secretaría de Hacienda las incluyó en una suerte de lista negra de las empresas favoritas de Peña Nieto.
Oh, sorpresa: en 2019, el gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación otorgó mil contratos a Grupo Fármacos Especializados y otros mil a Farmacéuticos Maypo. Dentilab también estaba en esa lista, y recibió casi mil 500 contratos.
Recorrido similar el de la Farmacéutica Pisa. Era de las grandes antagonistas de la conferencia mañanera del presidente López Obrador. No faltaban los adjetivos: corrupta, mafia del poder, etc. El 24 de diciembre del año pasado (en una fecha claramente diseñada para que pasara desapercibido el golpe), Pisa obtuvo una de cada cuatro partidas que se asignaron en la licitación de medicamentos.
La lista de contradicciones del presidente se ensancha por minuto.
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 El “modito” de ahuyentar la inversión
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS
Excelsior.
Una inversión alemana por cinco mil millones de dólares, en Topolobampo, Sinaloa, podría venirse abajo por el fantasma de las “consultas ciudadanas” al estilo 4T.
Se trata de un proyecto de la empresa alemana Proman para construir una planta de fertilizantes nitrogenados, que daría empleo directo a dos mil sinaloenses.
El presidente López Obrador se comprometió —hace diez meses— a “consultar” con el “pueblo bueno” la construcción de la planta, tras las protestas de algunos integrantes de los “pueblos originarios” y pescadores que se oponen a la obra.
Dijo entonces:
“Habrá de investigar a fondo el tema y que mediante los estudios pertinentes se determine si afecta o no su operación en la región.
“Dado el caso de que no se llegue a un acuerdo entre las partes inconformes, se habrá de decidir de manera democrática, con una consulta ciudadana al respecto”.
Un proceso similar a lo que ocurrió en Mexicali con la planta cervecera que Constellation Brands tuvo que cancelar, tras una simulación de consulta.
Un puñado de personas —el 4% de la población total— echó abajo, vía esa consulta, una inversión de 1,500 millones de dólares en la capital de Baja California.
Usaron como pretexto que iba a dejar sin agua a esa sedienta ciudad. Fake News, diría Trump.
* En el caso de Topolobampo la inversión es tres veces mayor. Los que se oponen abiertamente argumentan que la bahía de esa localidad sinaloense está contaminada. Es cierto.
Lo que no dijeron es que la contaminación se debe a que, desde hace décadas, allí descargan las aguas negras de Los Mochis.
Los alemanes están dispuestos a construir una planta de tratamiento de esas aguas que, de otra manera, se quedarán como están.
Proman consiguió todos los permisos. Invirtió inicialmente 110 millones de dólares, pero todo quedó en entredicho.
El juez sexto de distrito de Los Mochis no ha resuelto los amparos que impiden incluso el inicio de la obra.
* Va la otra parte de la historia. En Sinaloa hay un importador de fertilizantes de nombre Guillermo Elizondo, al que, obviamente, no le conviene la inversión alemana.
“Vía su hijo (hay fotos), movió a los pescadores para que se pronunciaran en contra de la construcción de la planta”, nos aseguran fuentes confiables.
En el camino, el asunto se politizó. La diputada Tatiana Clouthier acusó a Francisco Labastida de tener acciones en el proyecto de los alemanes, para los que el excandidato presidencial había trabajado como consultor.
A los dos los reunió Carmen Aristegui. La diputada de Morena admitió que se había equivocado.
Labastida percibió que su presencia podría hacerle daño a la empresa y renunció.
La planta de fertilizantes está detenida. El juez sexto de distrito en Los Mochis nomás no resuelve los amparos que impiden su construcción y, por lo mismo, la realización de la consulta.
Ese juez, a quien vinculan con Elizondo, tiene 60 “impedimentos” sin resolver, lo que es un récord nacional, según el Colegio de Abogados de Sinaloa.
* Los prejuicios de López Obrador con el sector privado y con instituciones internacionales de crédito quedaron exhibidos ayer con las declaraciones que formuló sobre el acuerdo entre el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y el Banco Interamericano de Desarrollo para apoyar a las mipymes.
Ese acuerdo fue celebrado por Marcelo Ebrard y por la secretaria de Economía antes de que el Presidente declarara:
“No me gusta el modito de que se pongan de acuerdo y nos impongan sus planes. Hacienda no avalará el acuerdo entre el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y el @BIDInvest porque no estamos de adorno, ni florero”, dijo en la mañanera.
Ya después le explicaron que el acuerdo no implica recursos públicos y, por lo tanto, no se requiere el aval de la SHCP. Sin comentarios.
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 La bronca del Presidente contra los empresarios
Juegos de poder/LEO ZUCKERMANN
Excelsior
• López Obrador piensa que es un crédito para endeudar al sector público y transferirlo a las empresas: una especie de Fobaproa. Y descalifica, una vez más, a Hacienda.
28 de Abril de 2020
Ya lo sabemos: a López Obrador le gusta la pelea. Cada día, en su conferencia matutina, encuentra a un supuesto villano que atacar. Le encanta. Ahora, de nuevo, les tocó a los empresarios.
El Consejo Mexicano de Negocios (CMN), la asociación que agrupa a los empresarios más grandes del país, consiguió que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgara una bolsa de tres mil millones de dólares para repartir préstamos a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Esto con el fin de darle liquidez a estos negocios, que son parte de las cadenas de valor de las grandes. En la medida en que se vayan prestando y pagando los préstamos, de manera revolvente se podrá acceder hasta cuatro veces a los recursos iniciales, es decir, la bolsa podría alcanzar los 12 mil millones de dólares en el año.
El esquema está bien pensado. Las mipymes podrían conseguir el pago de sus facturas que tienen con los grandes (el llamado factoraje) y obtener, de esta manera, recursos para seguir operando, en lugar de quebrar por falta de liquidez. El dinero del BID también serviría como garantías a bancos que decidan realizar factoraje con las mipymes. Con ello se asegura que las cadenas de valor se mantengan en estas épocas de pandemia.
Según la prensa, el representante en México del BID, Tomás Bermúdez, aseguró que el esquema tenía el aval de la Secretaría de Hacienda, el socio formal de México en este banco internacional.
Hasta ahí, todo bien.
Sin embargo, al día siguiente, llega el Presidente a su conferencia y le preguntan al respecto. Mal informado, pero con ganas de pelea, López Obrador piensa que es un crédito para endeudar al sector público y transferirlo a las empresas: una especie de Fobaproa. Y se lanza no sólo en contra del esquema y de los empresarios, sino que descalifica, una vez más, a su Secretaría de Hacienda:
“Ese aval no podemos nosotros otorgarlo, porque no queremos endeudar al país y queremos rescatar primero a los más necesitados […] además no me gusta mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes. Si ya no es como antes, antes el poder económico y el poder político eran lo mismo, se alimentaban, se nutrían mutuamente; ahora ya no, ahora el gobierno representa a todos, hay una separación entre poder económico y poder político. Entonces, ¿cómo que se hace un acuerdo y que ahora Hacienda lo avale? ¿Y qué? ¿Nosotros estamos aquí de floreros, de adorno?”.
Continúa la perorata de AMLO en contra del villano favorito, el neoliberalismo. Califica el esquema crediticio del CMN como un acto de prepotencia. “No es pleito, no es confrontación, o sí, es confrontación de ideas, por el bien de todos, porque a nadie de los que estamos aquí, de los que están viendo, les va a gustar que apliquemos un Fobaproa II, a ver si la gente quiere que el gobierno se endeude para rescatar a un grupo”.
Nótese la admisión presidencial de que esto sí es una confrontación con el sector empresarial que, frente a la inacción del gobierno federal, está buscando opciones para evitar la quiebra de empresas y la disrupción de las cadenas de valor.
Pero ayer, en la conferencia, hubo más. El Presidente prometió que, cuando termine la actual coyuntura económica por el coronavirus, se va a tener que revisar el esquema de las afores “que se hizo en el periodo neoliberal de privatizar los ahorros, las pensiones de los trabajadores […] hay que buscar una solución porque si no se actúa, los trabajadores, sobre todo los que se van a empezar a jubilar a partir del 2024, van a recibir menos de lo que ahorraron. Eso es un tema preocupante; por ejemplo, eso requiere de un rescate”.
¿Y quién va a apoquinar para dicho rescate? ¿Acaso no estarán pensando en los patrones?
Súmese a esta “confrontación” la participación, ayer, de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, al exhibir a las empresas que no están cumpliendo las medidas sanitarias. Qué bueno que la autoridad aplique la ley y cierre los negocios que no son considerados esenciales en esta fase de la pandemia. Pero es una barbaridad que los expongan de esta forma ante el tribunal de la opinión pública sin que ellos puedan defenderse. Además, está muy raro que balconeen a ciertas empresas y no a otras “amigas del gobierno” que también siguen abiertas.
En fin, que no fue un buen día para la relación del gobierno con los empresarios. A todas luces, el Presidente está enojado con ellos. Es su derecho. Pero luego que no se queje cuando éstos no inviertan porque los denuestan desde la tribuna presidencial.
           Twitter: @leozuckermann

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 “No me gusta el modito”
Razones/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior
• Los empresarios están haciendo lo que el gobierno no quiere hacer y lo que les reclamaba: rascarse con sus propias uñas, buscar formas de financiamiento alternas porque el gobierno federal ha anunciado que no lo otorgará.
Apenas ayer en estas páginas hablábamos del decálogo que dio a conocer el sábado el presidente López Obrador para impulsar lo que él llamó “la clase media, media alta y los grupos corporativos”, que, según el primer mandatario, incluye al 30 por ciento de la población que no recibe los apoyos de su gobierno. Decíamos ayer, y reiteramos hoy, que en ese decálogo, donde se incluyen aspectos importantes, como la próxima entrada en vigor del T-MEC, no existe una sola medida de apoyo real, en esta coyuntura, para las clases medias y, mucho menos, para enormes sectores de la población que han quedado completamente desprotegidos en esta emergencia sanitaria, económica y de seguridad. En todo caso hay expresiones de deseos, algunos de ellos muy lejos de cumplirse.
Ayer se dio a conocer, en ese sentido, una muy buena noticia: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en acuerdo con el Consejo Mexicano de Negocios, había logrado un financiamiento de 12 mil millones de dólares para ayudar a que unas 30 mil empresas, pequeñas y medianas, sorteen estos meses que han sido y serán muy duros, sobre todo para ellas y sus trabajadores.
Estamos hablando de las empresas que aportan el 42 por ciento del PIB nacional, que generan el 78 por ciento de los puestos de trabajo formales y que tienen poco o nulo financiamiento de la banca formal. Ningún apoyo, en la enorme mayoría de los casos, de la banca pública.
El acuerdo no involucra un solo peso de las finanzas nacionales y tuvo el respaldo de la secretaría de Hacienda y del Banco de México. Pero cuando se anunció, el presidente López Obrador montó en cólera: “no me gusta el modito”, dijo. “El gobierno no está de florero” agregó y le advirtió al Banco de México que tuviera “mucho cuidado” con el manejo de sus reservas porque no son suyas, “son del pueblo de México”.
Vaya a saber qué le dijeron o qué entendió el Presidente, pero lo cierto es que no hay recursos públicos involucrados en esos apoyos. No sé si “no le gusta el modito”, pero es un acuerdo de empresarios con una institución financiera internacional donde el gobierno no interviene.
Los empresarios están haciendo, en buena medida, lo que el gobierno no quiere hacer y lo que les reclamaba: en otras palabras, rascarse con sus propias uñas, buscar formas de financiamiento alternas porque el gobierno federal ha anunciado que no lo otorgará, que no rescatará ni apoyará a ninguna empresa, salvo las familiares, las informales y las muy pequeñas, que cumplan ciertas condiciones y que recibirán un crédito a la palabra de 25 mil pesos por una sola ocasión.
Aquí lo que se está haciendo es lo mismo que proponen los hombres del equipo presidencial que saben de estos temas: dar apoyos en forma de garantías para que las empresas no quiebren, asumiendo que estarán en condiciones, en un mínimo de 90 días, de poder asumir sus deudas. Por eso la iniciativa tiene el respaldo de la secretaría de Hacienda y del Banco de México. Las reservas del banco central, por supuesto, no tienen nada que ver con todo esto.
Me imagino que el presidente López Obrador está molesto porque es una iniciativa que sale adelante y se concreta vía empresarios e instituciones financieras internacionales, sin pasar por el gobierno, por eso dice que “no está de florero”. Pero la verdad es que son alternativas que el propio Presidente no ha buscado ni impulsado porque no cree en ellas, como no cree en la sociedad civil ni en sus instituciones.
Los empresarios, por su parte, han aprendido, en carne propia, que no habrá apoyos gubernamentales para salir de la crisis, que no son tomados en cuenta, por lo tanto han tomado la iniciativa para concretar, con sus propios esfuerzos y relaciones, apoyos que hoy son urgentes para muchos sectores, empresariales y laborales. En el afán centralizador y de demostrar que el poder político (el gobierno federal y su presidente) está por encima del poder económico (sociedad civil y empresarios de todo tamaño), una iniciativa autónoma resulta molesta.
Que todo esto suceda el mismo día en que comienza a discutirse en el congreso una ley de responsabilidad hacendaria que le permitirá al gobierno federal controlar prácticamente todo el presupuesto federal sin la necesidad de pasar por el congreso, en un acto de centralización política y económica sin precedentes en los tiempos modernos del país, no deja de ser paradójico.
Snyder, el covid y la democracia
El autor de ese pequeño gran libro que se llama Sobre la tiranía (Galaxia Gutenberg, 2017) el estadunidense Timothy Snyder, dio una entrevista imperdible al periódico El País donde, entre otras cosas, asegura que “una de las maneras en que funciona el autoritarismo es que la gente se habitúe a que les mientan, hasta el punto de que les resulta atractivo y esperan que les mientan, quieren que les mientan, y una vez que caes en esa situación, olvídate de que te devuelvan tu democracia”.
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Canoa y la pandemia | Alejandro Encinas
El Universal
El 14 de septiembre de 1968, una muchedumbre azuzada por el párroco del pueblo, arremetió contra cinco trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en la comunidad de San Miguel Canoa, quienes habían emprendido una excursión al volcán La Malinche. El sacerdote incitó a los pobladores a linchar a los trabajadores universitarios acusándolos de ser comunistas, asesinando a dos de ellos e hiriendo de gravedad a los demás.
Fue el preámbulo de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco. El país estaba imbuido en un discurso de odio e intolerancia, alentado desde el gobierno y los sectores más conservadores de sociedad contra quienes eran diferentes, provocando violencia y una profunda fragmentación social.
Toda proporción guardada, la emergencia sanitaria enfrenta campañas de información falsa y descalificación a las autoridades de salud; situación similar, a la de alentar el miedo entre la población, acciones que discriminan e incitan a la violencia en contra las personas contagiadas por el virus e incluso contra quienes son los responsables de combatir la pandemia.
En las últimas semanas se han registrado agresiones contra profesionales de la salud, personas enfermas por Covid-19 y grupos históricamente excluidos, como la población migrante, poniendo en riesgo la integridad y la vida.
Se han presentado amenazas a la infraestructura hospitalaria, lo que dificulta garantizar la atención médica, donde pobladores, por miedo a contagios, por falta de información o ignorancia, se niegan a que los hospitales atiendan la enfermedad, obstaculizando la atención en sus propias comunidades.
De ello no están exentas autoridades que se extralimitan en sus facultades. Los gobernadores, como autoridad sanitaria, son competentes para dictar medidas sanitarias.
Entre estas acciones destaca la imposición de restricciones obligatorias a la movilidad, como ha sucedido en los estados de Sonora, Michoacán y Jalisco, imponiendo sanciones, multas, arrestos y trabajo comunitario. Incluso, algunos gobernadores instruyeron el cierre de fronteras en sus estados. Es importante señalar que la restricción al libre tránsito de las personas únicamente puede hacerse con base en las leyes migratorias y de salubridad general, siendo esta última competencia exclusiva del Consejo General de Salubridad.
Si bien la reducción de la movilidad ciudadana es el objetivo prioritario de la Jornada Nacional de Sana Distancia, imponer la obligatoriedad del resguardo domiciliario facilita la vulneración de derechos, en particular cuando no se establece un marco legal claro y delimitado.
De igual modo, en municipios y comunidades de once entidades del país se han establecido toques de queda y restricciones obligatorias a la movilidad, facultando a las corporaciones policiales para arrestar a las personas, llegando al extremo de imponer castigos corporales degradantes, como ocurrió en Teloloapan, Guerrero, donde la Policía Comunitaria Tecampanera golpeó a las personas “que no acataron las medidas de quedarse en casa”.
La emergencia sanitaria no significa el establecimiento de un estado de excepción y suspensión de garantías. Suponerlo, lleva a incurrir en violaciones a la ley y abuso de autoridad. Es preciso hacer un llamado a reforzar la solidaridad colectiva y atenuar las reacciones de miedo e intolerancia que en este contexto se presentan.
Los gobiernos y la sociedad, en conjunto, deben actuar con apego irrestricto a los derechos de las personas, frenando toda amenaza o castigo a la población, garantizando la libre expresión y al acceso a la información.
La desinformación pone en riesgo a la población. Quienes descalifican y ponen en duda el trabajo de las instituciones de salud fomentan la incertidumbre. Los medios de comunicación deben garantizar la libertad de opinión y de conciencia, informando a la población de forma veraz, objetiva y oportuna, para que no regresemos a lamentar otra desgracia como la sucedida en Canoa hace más de medio siglo.
Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración
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La guerra de “El Señorón”/Héctor De Mauleón
En Tercera Persona
El Universal
A tres calles de la oficina del gobernador Cuauhtémoc Blanco, hombres vestidos de negro, con chaleco antibalas, botas policiacas, pasamontañas y gorras, comenzaron a repartir despensas enviadas en apoyo de comerciantes del centro de Cuernavaca, y a consecuencia de la crisis desatada por el Covid-19, por un líder criminal apodado El Señorón.
Las despensas contenían cuatro rollos de papel higiénico, un litro de aceite, una bolsa de arroz, un paquete de galletas y una bolsa con sopa de pasta.
En cada paquete figuraba el sobrenombre del líder delincuencial, así como una imagen en blanco y negro que representaba “una corbata negra en el cuello de una camisa blanca”, según uno de los medios que reportó la entrega.
Ese día, otra célula del Señorón, integrada también por hombres vestidos con equipo táctico, entregó despensas a trabajadores del servicio de transporte público de Acapantzingo.
En portales frecuentemente empleados por el crimen organizado para difundir sus propios boletines, se afirmó de inmediato que el crimen organizado ponía también su granito de arena para hacer frente a la emergencia, y que a veces hacía “más” por la gente que los encargados de velar por esta.
El Señorón es un apodo que se escucha cada vez con mayor fuerza en Morelos desde que el líder del grupo de Los Rojos, Santiago Mazari Miranda, El Carrete, fue detenido en las inmediaciones de Chichihualco, Guerrero, en agosto del año pasado.
El Carrete había ascendido a sangre y fuego al liderazgo de Los Rojos, cuando la muerte de Arturo Beltrán Leyva hizo estallar en pedazos una organización criminal que controlaba la siembra, el tráfico y la venta de drogas en un corredor que abarcaba la Ciudad de México, así como los estados de Guerrero y de Morelos.
El Carrete quedó al frente de un poderoso grupo que durante la última década disputó el control de territorios a Guerreros Unidos y La Familia Michoacana.
Mazari Miranda acabó acorralado en Filo de Caballos, mientras intentaba huir de un tiroteo que duró varios días con guardias comunitarios del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo de Guerrero, FUSDEG, al que se acusa de estar aliado con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Tras la caída del Carrete, y el desmantelamiento sistemático de sus rivales, los Guerreros Unidos (menguados desde el caso Iguala), se abrió en Morelos un vacío que el Cártel Jalisco ha intentado ocupar a través de alianzas con pequeños mafiosos locales.
Al mismo tiempo, células residuales de Los Rojos intentan recomponer su poder.
Hace un mes sicarios de El Señorón subieron a redes sociales un estrujante video de menos de un minuto, en el que hombres armados, encapuchados, vestidos de negro, interrogan a dos muchachos (casi unos niños) “levantados” por el grupo criminal en Cuernavaca.
Los muchachos confiesan dedicarse al robo de bolsas, motos, autos. El hombre que los interroga mediante un efecto de distorsión de voz, anuncia: “No queremos robos, secuestros, ni extorsiones, ni violaciones… rata que agarremos, rata que matamos”.
A continuación los jóvenes son asesinados con disparos efectuados en la cabeza por un hombre zurdo. La ejecución fue rubricada: “Atentamente, El Señorón”.
El 17 de febrero una manta colocada en Jiutepec reveló supuestos vínculos entre el presidente municipal de Morena, Rafael Reyes, y la organización conocida como Los Linos, formada por ex Guerreros Unidos, a cuya cabeza se encuentran los hermanos Rodolfo, Carlos y Lino Sotelo Adame.
La narcomanta acusa a Rafael Reyes de haber ordenado a sus policías que entreguen a Los Linos a todo “detenido que agarren”.
Firmaba nuevamente El Señorón.
El gobierno de Blanco dice que “de momento” no tiene información sobre este personaje. Fuentes locales sostienen que El Señorón podría ser un sujeto conocido como El Frank o El Colombiano, jefe del gota a gota, la extorsión y la venta de droga en diversos municipios de Morelos.
Sin embargo, se ha asociado también al Señorón con uno de los miembros del grupo de Los Agüero, de Jiutepec, personajes que tuvieron vínculos políticos con el PRD y hoy los tienen con personajes cercanos al gobierno de Blanco.
El 9 de abril pasado abandonaron en diversos puntos de Jiutepec restos humanos descuartizados. A su lado había un mensaje dirigido a Los Linos y a un jefe de célula cuyo nombre es Abel Maya:
“Seguimos trabajando pueblo, ya faltan menos mayas y linos”.
Al final del mensaje firmaba de nuevo El Señorón.
@hdemauleon
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La línea editorial | José Woldenberg
El Universal
Evelyn Waugh publicó en 1938 una novela satírica sobre los corresponsales de guerra. A un buen hombre (William Boot), por confusión, lo mandan a cubrir una conflagración y tiene el siguiente diálogo con el responsable de Internacionales (Mr. Selter): “—¿Podría explicarme quién lucha contra quién en Ismailía? –Creo que son los Patriotas contra los Traidores. –Ya, pero ¿cuáles son cuáles? –Oh, eso sí que no lo sé. Esa es cuestión de la línea editorial…”. (¡Noticia bomba! Anagrama).
Después de la plática mañanera del Presidente del 22 de abril recordé aquel pasaje. La idea fundamental de AMLO, si mal no entiendo, es establecer con claridad dos bandos y una vez que están configurados “la línea editorial” debe apoyar a los buenos contra los malos. Y quien define la línea editorial: él. Él encabeza a los Patriotas y quienes se le oponen son los Traidores. Waugh hacía una parodia. Nuestro Presidente lo piensa en serio.
Si el mundo político democrático fuera así, la labor periodística sería sencilla y contundente. También anodina o más cercana a la propaganda que a la información y el análisis. Pero no hay dos bandos. Hay muchas voces e intereses. En ciertos casos unos pueden tener razón y en otros, pues otros, y en no pocas ocasiones pueden existir buenas razones enfrentadas. De ahí la necesidad de la información objetiva en búsqueda de la verdad y del análisis siempre cargado de una dosis de subjetividad.
El espacio público en democracia, donde el periodismo juega un papel estratégico, semeja un coro de voces desafinado. Esa es su característica fundamental y su valor. La diversidad de intereses, filtros ideológicos, preocupaciones y hasta ocurrencias se reproducen en el espacio público porque la sociedad no es un ejército ni una iglesia, sino una constelación donde palpitan aspiraciones encontradas. Ahí radica parte de la superioridad de la democracia sobre otros regímenes de gobierno: autoritarios, dictatoriales, totalitarios o teocráticos. Estos cuatro últimos aspiran y logran reducir ese coro multicolor a un monólogo cansino y gris cuya fuente de autoridad es el poder político. Y escuchando al Presidente parecería que desea un espacio público en el que la voz del gobierno sea equivalente a la verdad revelada, y además acompañada de un concierto de ecos.
¡¿Es necesario recordar que la libertad de expresión y prensa son pilares de la democracia? Parece que sí. Las dictaduras (de izquierda o derecha) lo primero que suprimen es esas libertades. Y lo hacen porque en su código de comprensión ellos encarnan proyectos que no merecen ser contestados. El líder, el partido o el gobierno —en esas visiones— son la expresión de los “auténticos sentimientos” de la nación, el pueblo, los trabajadores o la sociedad. La denominación puede cambiar, pero la idea de que existe un bloque social monolítico que se expresa a través del paladín que gobierna los unifica a todos. Y por supuesto quienes se le oponen, no son más que… (y aquí, dependiendo del régimen, puede colocarse: conservadores, comunistas, burgueses, fuerzas oscuras).
El asunto se vuelve más grave porque el Presidente aparece como vocero casi único del gobierno. Los secretarios (casi) no participan del debate público. Si éstos últimos entraran al quite en los temas bajo su responsabilidad a lo mejor a la discusión pública se le inyectarían argumentos, información, matices, y no solo descalificaciones como suele hacerlo el titular del Ejecutivo. El Presidente por supuesto que debe participar en el debate público y lo debería hacer desmontando falacias, aportando elementos; explicando proyectos y programas, controvirtiendo embustes. Pero no. No es lo suyo. Lo que hace todos los días en pintar dos campos: los míos y los adversarios. Y los segundos no son más que… (él pone los adjetivos). De esa manera el espacio para la conversación pública se angosta y esteriliza. No permite la comprensión de los retos que tienen enfrente el gobierno y la sociedad, pero sirve para alimentar la noción de que vivimos una guerra perpetua.
Profesor de la UNAM.
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Problemas en el paraíso (y II)/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero, 
rivapa
Primero fue un tema político. Las instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador a todos los gobiernos de Morena en el país eran que no pararan actividades. Incluso, cuando Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, informó a Palacio Nacional que iba a cancelar el festival Vive Latino, la respuesta del Presidente fue tajante: de ninguna manera. De nada sirvieron sus argumentos científicos de que podría ser una fuente de contagio de coronavirus. Tras una larga discusión con el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, Sheinbaum acató a regañadientes.
Después fue un tema económico. No quería parar actividades económicas porque iba a afectar su programa de gobierno; inyectó más recursos a sus programas sociales y ajustó las fechas para el restablecimiento de las actividades. López Obrador ha exigido a todos los funcionarios que pongan fechas para el regreso a la vida normal. Algunos, como recientemente el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, dio la fecha de reinicio a clases, pero en privado, funcionarios de esa dependencia señalan que cuando menos, tendrán que seguir cerradas las escuelas dos semanas más.
Quien ha sido más reacio públicamente a establecer fechas determinantes es el zar del coronavirus, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien puso en tela de juicio durante una comparecencia mañanera, la fecha que daba López Obrador como final de la crisis. López-Gatell, dicen funcionarios, es uno de los pocos miembros del entorno de López Obrador que apoya medidas más severas de confinamiento para contribuir a la ralentización de la transmisión del Covid-19. Pero el Presidente, montado en su yegua, afirmó que “ya se ve luz al final del túnel”, a una semana todavía de que empiece la parte más crítica de la pandemia.
López-Gatell no está solo en ese grupo que se cuenta con los dedos de una mano. Sheinbaum está pujando por un aumento en la severidad de las medidas de confinamiento, sin necesidad de llegar al extremo de un toque de sitio –que ha rechazado–, que obligara a impedir la libertad de movimiento, y permitiera a las autoridades sancionar administrativa o penalmente a quien violara la medida. Su preocupación es objetiva: en dos semanas se ha triplicado el número de personas en terapia intensiva.
Sheinbaum ha ido escalando las medidas de confinamiento, logrando avances en el distanciamiento social. Sin embargo, instrucciones como las que obedeció Moctezuma al dar una fecha –el 1 de junio– para el reinicio a clases, envía señales contrarias a la población, y relaja las acciones preventivas de precaución. Decisiones como mantener la obra pública en los proyectos de López Obrador también transmite un mensaje que la crisis no es tan seria como la plantean los medios de comunicación –a los que descalifica sistemáticamente–, y propicia el desacatamiento de las recomendaciones. Sus declaraciones optimistas sin sustento científico, peor aún.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, a quien el Presidente nombró al frente de la coordinación del manejo de todo lo relacionado con el Covid-19 –como un secretario de secretarios del coronavirus–, también ha estado entre quienes proponen medidas más severas. Ebrard tiene experiencia, cuando durante la pandemia del AH1N1 en 2009, hubo una colaboración con el gobierno federal y cerró durante casi una semana la actividad productiva en la Ciudad de México, que en ese entonces gobernaba. López Obrador, sin embargo, ha declarado que lo que hizo el expresidente Felipe Calderón fue un error, porque “no podían hablar”, y afectaba su campaña política permanente.
No estamos, sin embargo, en los momentos cuando el Presidente descalificaba la pandemia y animaba al aggiornamento social. Aquel tamiz político de las primeras semanas del coronavirus se ha transformado en una preocupación económica, que tiene implicaciones políticas. La racional del Presidente, explican funcionarios del gobierno, es que si se aplican medidas más severas, se hunde más la economía. Nadie ha podido persuadir a López Obrador que si no se imponen medidas más severas, no sólo tendrá un impacto mayor sobre la economía sino también existe la posibilidad de que haya un mayor número de muertes.
No parece creer el Presidente en la gravedad de la pandemia. Asegura que el número de casos se mantiene con un crecimiento horizontal –lo que es una mentira flagrante–, y que hay menos casos que otros países –lo que al menos es impreciso. Los países con los que se compara López Obrador están de salida de la fase 3, o ya cruzaron la parte más crítica de la crisis, mientras que en México se estima iniciar ese punto hasta el próximo sábado. Aún así, la tasa de letalidad en México es de 9.43 por ciento, por encima de la media global de 6.9 por ciento, y tres puntos arriba de las tasas de Estados Unidos y Brasil, los países que reportan el mayor número de fallecimientos en el continente.
López Obrador ha tomado a Suecia como ejemplo, aunque parece no tener claridad que allá se realizaron acciones diferentes a México, jamás se utilizó la estrategia de 'inmunidad de manada' como sugería López-Gatell en un principio, y hubo distanciamiento social limitado con una enorme respuesta de la sociedad, que no escuchó que alguien los confundiera con llamado a darse besos y abrazos. En los últimos días, sin embargo, se incrementaron los casos de contagio en Suecia, al parecer por que se están haciendo más pruebas, otra gran diferencia con México, muy distinto, también, en extensión y demografía.
Las fijaciones de López Obrador siempre han sido un problema para quien trabaja con él. Su nula sinapsis, otra. Su autoritarismo exacerba. Por eso, persuadirlo a que tome decisiones no sustentadas en la intuición sino en la información, es la gran tarea de unos cuantos para evitar que la pandemia pegue a México más fuerte que en otras naciones.
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“Engañabobos”, el nuevo decálogo de López
ITINERARIO POLÍTICO/RICARDO ALEMÁN/
El Debate.
Como saben, la primera respuesta oficial de López Obrador a las pandemias sanitaria, económica y petrolera que enfrenta México, fue un escandaloso decreto que violenta la Constitución.
Hablamos del tema apenas en la entrega anterior, en el Itinerario Político titulado “Laboratorio del dictador López”. 
Y es que, en efecto, al presidente se le ocurrió “la brillante idea” de violar la Carta Magna y obligar a los altos funcionarios federales a reducir el 20 por ciento de sus salarios, además de cancelar los aguinaldos.
Es decir, por decreto, el presidente ordenó violar la Carta Magna.
Pero, no conforme con ese decreto de profundo tufo dictatorial, el mandatario suplantó facultades exclusivas de la Cámara de Diputados, al reasignar el presupuesto y favorecer a sus proyectos consentidos: Dos Bocas, Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía.
También en ese caso AMLO violó la Constitución, porque el presidente no puede manosear de esa manera el presupuesto, cuya asignación es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.
Pero tampoco fue todo. En un nuevo mensaje emitido el domingo pasado, el presidente volvió a la misma fórmula de la imposición y ahora propuso un decálogo, dizque para apoyar a las empresas y a la clase media.
Lo cierto, sin embargo, es que se trata de otro decreto “engañabobos”.
¿Por qué?
Porque los diez puntos abordados por el presidente no son más que otra sarta de mentiras y tonterías propias de un demagogo –como López Obrador–, que no sabe y no entiende el ejercicio elemental del poder.
¿Lo dudan?
1.- En el primer punto del decálogo no aparecen más que un puñado de buenas intenciones que nada tienen que ver con la realidad. El presidente promete, por ejemplo, que “no habrá corrupción ni impunidad”.
Lo simpático es que Obrador nunca dice cómo logrará ese sueño, el de acabar con la corrupción. Además de que no es más que un buen deseo que choca de manera frontal con la realidad. Y es que AMLO no puede hablar de combate a la corrupción cuando su gobierno entrega el 90 por ciento del gasto público sin licitar. Es decir, se trata del gobierno más corrupto de la historia.
2.- Promete reducción del gasto público, lo que hace su gobierno desde el primer día. Incluso ese recorte provocó la tragedia en el sector salud.
3.- Dice AMLO que se garantizarán las libertades. ¿No sabe el presiente que cumplir y hacer cumplir la Constitución –y con ello garantizar la libertad y los derechos– es su obligación, más que una graciosa concesión? Así la ignorancia de López, quien persigue periodistas y censura medios. 
4.- Promete AMLO Estado de derecho. ¿Qué es el Estado de derecho? Lo sabrá el presidente. No es más que el Estado sometido al derecho, a la Constitución y sus leyes. Y aquí miente de nuevo Obrador, ya que el suyo es uno de los gobiernos que más ha violentado la Constitución y sus leyes. Y el mejor ejemplo es la venganza contra Rosario Robles.
5.- Sin vergüenza alguna, López promete “paz con justicia”; cuando su gobierno pacta con narcos, solapa criminales y es la gestión con el mayor número de muertos: casi 50 mil en solo 17 meses. ¿No es una desvergüenza? 
6.- Promete que no habrá nuevos impuestos o gravámenes. Lo que no dice es que el peor impuesto, el más costoso, es la improvisación, la ineficacia, la ignorancia y la corrupción. En todo ello es campeón el gobierno de AMLO. 
7.- Promete Obrador que no aumentarán los combustibles, la luz y el gas. Miente de nuevo. El gas y la luz ya registraron sensibles aumentos. Y la gasolina baja por la tragedia petrolera, no por el gobierno de AMLO.
8.- Promete López una baja en las tasas de interés. Miente una vez más. ¿Por qué? Porque las tasas de interés no bajan por decreto, sino por las fuerzas del mercado.
9.- Promete inversión pública pero sin pudor alguno dice que esa inversión será dedicada a sus obras consentidas, verdaderos elefantes blancos que terminarán en ríos de dinero tirado a la basura. Nos referimos, como saben todos, a la inútil refinería de Dos Bocas; al nada claro Tren Maya, y sobre todo, al inservible aeropuerto de Santa Lucía.
10.- Y, por último, el presidente mexicano ejercita una de las maromas más espectaculares de su gobierno. ¿Recuerdan cuando dijo que, por decreto, en su gobierno había muerto el neoliberalismo? ¿Recuerdan que un día sí y otro también repudia a los neoliberales?
Bueno, pues el punto 10 de su decálogo no es más que el ferviente deseo de que lo más pronto posible entre en vigor el TMEC, el más neoliberal de los tratados de libre comercio.
Queda claro que el decálogo que imaginó AMLO para dizque salvar a las empresas y a la clase media, no es más que retórica “engañabobos”.
¿Quién, a estas alturas del fallido gobierno de AMLO, se dejará engañar?
Al tiempo.
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Hay vida después del gobierno
EL ASALTO A LA RAZÓN/CARLOS MARÍN
Milenio,  28 DE ABRIL DE 2020
Dos palabras, crípticas para legos pero fáciles de comprender por avezados en préstamos y cobranzas: factoraje inverso, explican por qué el Banco Interamericano de Desarrollo y su corporación de inversiones (BID Invest) no requiere de garante alguno para acordar con el Consejo Mexicano de Negocios otorgar hasta 12 mil millones de dólares en créditos que permitirán la sobrevivencia de alrededor de 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas paralizadas a causa de la pandemia.
Quieren decir: “Te presto, pero tus cuentas por cobrar las administro yo”. 
O sea que de ninguna manera el gobierno mexicano es aval, fiador, o garante de nada ni cosa remotamente parecida en la inaudita operación, equivalente a lo que el BID, a partir de 1986, ha prestado a la iniciativa privada en toda América Latina (12 mil 88 millones de dólares).
El papel del gobierno de la 4T, a través de la Secretaría de Hacienda, fue medular porque no se opuso (faltaba más), y su anuencia se explica porque México es accionista del banco en su división Invest: a diciembre de 2019 había aportado 155 millones de dólares. La importancia y los alcances del acuerdo lo entienden bien los secretarios de Relaciones Exteriores y Economía, quienes el domingo se congratularon de la noticia y Tomás Bermúdez, representante del BID en México, recordó que se dialogó con Hacienda y en el documento crediticio está clara la frase: “Sin garantía gubernamental”.
Lo bochornoso es que el presidente de la República se mostrara desconocedor de lo acordado, al grado de preguntar ayer en su mañanera: “¿Cómo que se hace un acuerdo y que ahora Hacienda lo avale? Y qué, ¿nosotros estamos aquí de floreros, de adorno…?”. Y soltar: “No me gusta mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes”.
Pero lo cierto es que no se le quiso imponer nada, únicamente se enteró de un hecho consumado entre un banco y particulares.
Alguien debiera decirle que al término de la II Guerra Mundial se fundaron el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, mejor conocido como Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional. Con sus aportaciones, los dueños (accionistas) del BM son los gobiernos del mundo. Les dicen gobernadores, y el nuestro es el secretario de Hacienda, quien asiste a las reuniones o, en su defecto, el subgobernador, que es el gobernador del Banco de México.
El FMI hace recomendaciones de políticas económicas a los gobiernos, mismas que de aceptarse son financiadas por el Banco Mundial.
Cuando comenzaron a demandarse créditos para la recuperación, se crearon bancos regionales como el Interamericano de Desarrollo, cuyo condicionamiento central (en realidad del Mundial) es no regalar el dinero de contribuyentes (recurso fiscal).
El BID tiene socios externos de naciones ricas (EU, Japón, Corea del Sur…) y con Invest presta, exclusivamente, al sector privado.
Caray, no era para tanto pero, aclarado ya el entuerto, AMLO debiera, gozoso, sumarse a la celebración.
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Sala de Espera | Todo se derrumbó/ Gerardo Galarza
El Sol de México, 
Un invisible virus, como todo virus que se respete, reconocido en el 2019, ha exhibido la fragilidad de todos los proyectos humanos, que siempre estarán regidos por el azar.
Empecemos por el principio: el coronavirus no es responsabilidad del gobierno de México y de ningún otro gobierno del mundo. La responsabilidad de los gobiernos es no haber asumido las medidas urgentes y necesarias a tiempo, para no perder votantes, como en México. Su responsabilidad es gobernar.
Acá, para nuestro desconsuelo, ese virus desnudó más de un siglo de creencias políticas impuestas desde el poder: toda la narrativa (así se dice ahora) de la revolución mexicana se derrumbó.
Un siglo y casi 10 años después, los mexicanos nos enteramos de que hemos vivido en un país de mentiras; un país que no existe, en el que creíamos vivir desde siempre. El país construido, de acuerdo con el discurso oficial, por la primera revolución social del siglo XX (siete años antes de aquella que creó el sueño frustrado de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas), según nos enseñaron en las escuelas de este país.
Y no, a nosotros no se nos cayó ningún Muro de Berlín. Bueno, ni siquiera cuando los terremotos de 1957, 1985 y 2017, destruyeron muchos muros y paredes y muchas vidas.
Un mal día, en una de las múltiples crisis de este país que siempre está en crisis, nos dijeron que la economía estaba colgada de alfileres. No lo creímos, como siempre, hasta que el destino nos alcanzó.
Sólo bastó un pequeño virus, que desnudó ciento diez años del sistema político que ha prevalecido en el país: el del presidencialismo a ultranza, que hoy reaparece extremosamente luego más de 30 años de “neoliberalismo”, que presuntamente empezó después de que José López Portillo se declarara a sí mismo: “el último Presidente de la revolución mexicana”.
En la economía, la absurda apuesta por el petróleo fracasa rotundamente, si hace años López Portillo llamó a administrar la riqueza, un mal día de éstos se convocará a administrar la pobreza, “digna”, “republicana” y quizás también “franciscana”, en un alarde de demagogia cuasi religiosa.
Hoy, los empleos desaparecen estrepitosamente, los formales y los informales, éstos de los que viven la mayoría de los mexicanos, los que tienen que salir todos los días a la calle ganarse la vida. Y sufren las pequeñas y medianas empresas formales, que se esfuerzan en pagar impuestos y cuotas al IMSS y al Infonavit, que son más de 95% de la economía nacional y que hoy no tienen ni un clavo para pagarles a sus empleados, que al igual que sus “patrones” son mexicanos que se rompen la madre por su comida diaria, la de sus familias, la de su país.
Ellos, nosotros, somos quienes vemos como se derrumba el país, su vida, la de sus hijos, la de sus nietos, con un gobierno que en campaña política tenía solución a todos los problemas nacionales. Y que hoy sólo atina culpar a los demás, a los del pasado. Todo se ha derrumbado y aún no tenemos la suficiente distancia para ver el desastre. Ya lo sufriremos. Ojalá esté equivocado.
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Subsidiar empresas
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
REFORMA. 28 Abr. 2020
"La visión del gobierno de la economía
puede resumirse en unas breves frases:
si se mueve, cóbrale impuestos;
si se sigue moviendo, regúlalo;
si deja de moverse, subsídialo”....Ronald Reagan
 Coincido esta vez con el presidente López Obrador. El dinero del erario no debe usarse para subsidiar empresas. Las dádivas generan corrupción y dependencia.
Las bancarrotas son dolorosas, es cierto, pero también son parte fundamental de la economía. Limpian los mercados, eliminan a las empresas débiles y fortalecen a las más eficientes. Sabemos hoy, por ejemplo, que muchas aerolíneas quebrarán por la pandemia. Rescatar a las más débiles sería un acto de competencia desleal contra las que sí han tomado las medidas necesarias para sobrevivir. El Estado no debe intervenir en el proceso.
Lo que sí es responsabilidad del gobierno es eliminar las barreras a la inversión y a la actividad empresarial. Esto debe hacerse con reglas justas aplicables a todos. Nada ni nadie debe estar por encima de la ley.
El gobierno debe garantizar que las empresas tengan certeza sobre la aplicación de la ley. Cancelar proyectos, como la cervecera de Mexicali que cumplía con todos los requisitos legales, manda un inquietante mensaje para quien quiera hacer una inversión en México: el gobierno puede cancelar cualquier proyecto aunque cumpla todas las leyes y reglamentos. Yo habría sido el primero en protestar por un subsidio a Constellation Brands, pero la empresa está en su derecho de exigir que el gobierno respete la inversión que ha hecho, particularmente cuando ya ha erogado 1,400 millones de dólares.
Las reglas deben ser las mismas para todos. No se vale prohibir las "actividades no esenciales" de los privados cuando el gobierno exime a sus propios proyectos políticos. Este es un ejemplo de un gobierno que se pone encima de la ley.
El gobierno tiene la responsabilidad de cuidar la salud pública, es verdad, pero con acciones que tengan fundamentos científicos. Tomar medidas contra las empresas simplemente porque son privadas, y por lo tanto deben ser ricas y malvadas, es tan inaceptable o más que usar recursos públicos para subsidiarlas. Pero hoy todos los pequeños dictadores del país parecen empeñados en imponer restricciones, como el alcalde de Miguel Hidalgo, que ha ordenado la ley seca los fines de semana, o el gobernador de Nuevo León, que ha restringido el transporte para generar saturación y contagios.
Hace ya un par de semanas había un acuerdo para reanudar la actividad minera en el país, con las lógicas salvaguardas para preservar la salud de los trabajadores. Esto es importante porque la minería es la base de muchas de las cadenas de producción. Si las minas no producen, no habrá insumos cuando el resto de las actividades regresen a operar. El acuerdo se detuvo, sin embargo, porque algunos miembros del gobierno piensan que la minería expolia los recursos de la nación. Con este tipo de razonamientos, será imposible reanudar la actividad económica en el futuro, y quienes más van a sufrir no serán los empresarios, que siempre podrán invertir en otros países, sino los trabajadores.
Nos acercamos a la peor recesión mundial desde los tiempos de la Gran Depresión. El gobierno afirma que no hay que subsidiar a las empresas... y la verdad es que yo le doy la razón. Pero ponerles piedras en el camino como hoy es irracional y dañará primero a los pobres, a esos mismos pobres que el gobierno dice querer proteger.
· EL MODITO
Pese a que el canciller, Marcelo Ebrard, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez, festejaron el acuerdo entre el Consejo Mexicano de Negocios y el BID Invest para otorgar créditos a las empresas mexicanas, AMLO enfureció: "No me gusta mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes... ¿Nosotros estamos aquí de florero?". Al Presidente no le gusta ninguna iniciativa que no salga de él.
@SergioSarmiento
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Rostro verdadero/Manuel J. Jáuregui
en REFORMA
28 Abr. 2020
En la mañanera de ayer el Presidente López O. se despojó de su máscara y dejó ver su verdadero rostro.
Fea y preocupante visión quedó al descubierto: el rostro que apareció tras la mañanera es el de un aspirante a dictador marxista-comunista, a la usanza de Fidel Castro, Hugo Chávez o Nicolás Maduro.
Ya no hay disimulos, ningún lenguaje encubridor podrá ya tapar lo que quedó de manifiesto: que a México le esperan cuatro años y medio más de desastre tras desastre, de división, de polarización, de desatinos y de constantes embates contra las prácticas democráticas, el sector privado y el sistema capitalista, mientras se concentra y acumula poder político en unas solas manos, éstas las del Sr. López O., quien protagoniza a la perfección, en pleno siglo 21, un nuevo capítulo de la obra de terror "El Estado Soy Yo", alguna vez escenificada -con negras consecuencias- por el "Rey Sol", Luis XIV de Francia.
La escenificación de ayer chocó de manera estrepitosa, causando rechiflas no sólo dentro del País, sino fuera de él.
Las perspectivas para México, con esta visión desnuda de lo que trae en su interior este señor, de su verdadero rostro, lucen más negras que nunca.
Dejó claro, con el berrinche que se echó ayer, que pretende EXPROPIAR las AFORES, que son los ahorros de los trabajadores, sus fondos de pensión hoy en cuentas individuales administradas por los BANCOS mexicanos, y que no permitirá que nadie impulse ningún plan o idea que tenga como fin apoyar y ayudar a la planta creadora de empleos mexicana para SOBREVIVIR a la crisis.
La visión que plasmó ayer, el cobre que mostró, indica claramente que su visión es la de un Gobierno totalitario, que concentra -o pretende hacerlo- toda acción, visión y decisión.
No sólo no está dispuesto a ayudar el Presidente en la labor de salvamento de la economía mexicana, sino que manifestó que tampoco está dispuesto a permitir que nadie más lo haga.
Le molestó sobremanera que el sector privado mexicano llegara a un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para extender créditos a las MIPYMES, y se mostró ofendido, tachándolos de "soberbios" por pretender tales acuerdos y dijo que él no estaba "de florero".
Llama la atención que tome personal decisiones de este tipo que en nada le atañen, ya que las empresas mismas acordantes garantizan ante el BID los préstamos.
En realidad, el Gobierno mexicano no tiene vela en este entierro, para nada. Si acaso nada más un vo.bo. rutinario por ser parte del BID, pero más allá de eso ¡nada!
Entonces, lo que miramos es a un señor ofendido porque el sector privado mexicano tiene iniciativa y LOGRÓ cosas que su Gobierno ni siquiera ha intentado, para acabar siendo como el señor ese del cuento que "ni picha, ni cacha, ni deja batear".
Pero nada de esto manifiesta el Presidente con mesura, sino que lo hace con encono, en tono de ofensa, alterado, cayendo en la usanza del "yo, mi, me, conmigo".
Todo lo que acontece lo torna acerca de él, ni siquiera piensa en México, y menos en los mexicanos, se muestra preocupado sólo por una cosa: acaparar el poder y su imagen de redentor absoluto.
Por si lo anterior fuese poco, y para rematar, arremetió TAMBIÉN este señor contra el Banco de México -y además de manera falaz-, ello por el plan que anunció para ayudar a FINANCIAR la supervivencia de las empresas, y los empleos que generan.
Enfadado por la "afrenta", piensa que se van a emplear las reservas del País -lo cual no es el caso- y diciendo "respetar su autonomía" pasa luego a pisotearla oponiéndose a la LIQUIDEZ que BANXICO pretende inyectar a la economía para evitar que ésta quede estrangulada por el Covid-19.
¡Nada le gusta a este señor y hasta lo que no se come le hace daño!
Pasamos los mexicanos tras estos despliegues de intolerancia y desconocimiento de la aprehensión al temor fundado: si este señor no rectifica sus posturas extremistas, antidemocráticas y antieconómicas, a México se lo carga el payaso.
Es tan grave la situación, y tan errada su postura frente al reto, que no le extrañe entonces si la misma sociedad mexicana decide hacer por ella lo que su Gobierno, por ideologías propias del socialismo trasnochado, rehúsa implementar, y que es salvar 14 millones de empleos en México amenazados por la guadaña del desastre, blandida por un Gobierno que llega a México en el peor momento con las peores ideas y con las personas menos indicadas.


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