Médico negó atención a Lord Molécula

Médico negó atención a Lord Molécula por su trabajo en las mañaneras

NORESTE, 31/01/2021:

Entrevista de José Sobrevilla

A inicio de 2021, el 6 de enero, desde su número de WhatsApp llegó a este reportero el PDF de una prueba PCR firmada por la Química Gie Bele García Discua (hospital San Ángel Inn en Xochimilco) que, como resultado indicaba “Carlos Pozos Soto: Positivo”.

Fue así que, entrando el año, comenzó el viacrucis del corresponsal de la revista “Petróleo&Energía”, y hoy de su canal “Lord Molécula Oficial” en YouTube en las mañaneras. Todo inició porque el familiar que cuidaba a sus padres resultó contagiado e inmediatamente hicieron la prueba a su padre quien salió negativo, pero a su mamá no se la realizaron porque, según esto, no había tenido contacto con el familiar infectado.

Así, el 31 de diciembre, el fin del año 2020, para protegerlos del contagio, Carlos Pozos pidió llevar a sus padres a su casa para atenderlos personalmente y al mismo tiempo pasar el año juntos; sin embargo, la confianza detonó una serie de contagios familiares que causó la reciente muerte de su padre, el 21 de enero, y descubrir también que su madre era positivo asintomática.

Justo para el 21 de enero habíamos programado para Noreste.net esta entrevista en la que daríamos a conocer cómo estaba viviendo su enfermedad y cómo la había adquirido. Con un dolor inenarrable, ese día por la mañana, respondió al llamado de este reportero señalando que “no se sentía en ánimos de platicar porque hacía unos momentos su padre acababa de fallecer y estaba atendiendo los trámites para su cremación”; después de lamentarlo y el riguroso pésame, acordamos posponerla para cuando se sintiera mejor; y fue este 29 de enero que recibimos la confirmación.

– Qué tan caro sale tratar el Covid de manera privada?

El primer concentrador de oxígeno que compré para enviarlo a mis padres me costó 17 mil pesos; después quise adquirir otro, pero ya estaban muy escasos; aun así, conseguimos uno en 50 mil pesos. Cada una de las pruebas PCR que nos hicimos me salieron en 12 mil pesos, “todo para que te digan que estás contagiado”, y a ello súmale gastos de consultas, medicamentos, enfermera… las placas las pedimos a domicilio porque no podíamos salir y arriesgarnos a contagiar más gente. “Además ya estábamos infectados todos, mi hija, mis padres y yo”. 

No asistir a hospitales públicos donde se han cocinado todo tipo de tragedias le ha salido muy caro al colega de las mañaneras. “Por suerte yo tenía un ahorro para situaciones de emergencia como esta”, comentó.

Reveló que ya se ha empezado a sentir bien y que el día 26 de enero, al fin pudo hacer su primer reporte de prensa para su canal de YouTube; agregaba además que, “ojalá el contagio del presidente realmente sea leve como ha dicho la secretaria de Gobernación”, y que no lo pegue con los síntomas que a él le dieron: pesadez, dolor de huesos, dolor de espalda, debilidad, pérdida del apetito, insomnio… “porque es un calvario en vida”. 

Revela con la voz quebrada que “Las personas que nos apoyaban con el aseo de la casa se enteraron y fueron ellos los que nos traían de comer…”. 

Discriminación médica por estigma mañanero

Los días posteriores a Día de Reyes, ya con los síntomas de la enfermedad en el cuerpo, Pozos empezó a buscar un médico que los atendiera y, su nuera le recomendó uno de la colonia Buenavista, en la Ciudad de México. Cuando le dio los nombres de quiénes serían sus pacientes, empezó con el de su hija, su madre, su padre, pero al final dieron el nombre del periodista y, ante la pregunta del médico “¿es el de las mañaneras?”, sí, le respondieron. “Pues discúlpenme, pero no voy a atenderlos, búsquense otro”, escribió en el chat de WhatsApp –para desconcierto de sus familiares– el galeno.

Socialmente esto es preocupante porque es reflejo de lo enfermos que estamos como seres humanos. ¿Podemos ser tan inconscientes de no atender o desear la muerte a alguien víctima de la “pandemia” por el solo hecho de no pensar como nosotros o como queremos que lo haga? Desgraciadamente así es, porque con la enfermedad del presidente López obrador, también de Covid, y la de Lord Molécula, fueron publicados memes que decían “Fortaleza al virus”, “Él contagió a más”, y ni se diga en Twitter donde desearon la muerte a ambos. Sin embargo, como es lógico, también para los dos hubo gente que lamentaba lo sucedido, oraban y pedían por su recuperación pronta.

– ¿Podemos dar el nombre del médico que te negó la atención médica?, preguntó Noreste.net al aún convaleciente y triste (por la muerte de su padre) Carlos Pozos.  

– ¡No! Responde convencido. “Prefiero dejarlo a su conciencia, pero le advierto a tus lectores que, si van a contratar un médico de la colonia Buenavista, Ciudad de México, investíguenlo primero antes de hacerlo”.

Ante la pregunta de si le habían otorgado apoyo desde presidencia de la República, afirmó haber recibido el llamado de Noemí Berau, coordinadora de Logística de Comunicación Social de la Presidencia, así como de Ana Duarte, asistente personal de Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de comunicación de López Obrador, quienes le ofrecieron todo su apoyo para lo que fuera; gesto que agradeció señalándoles que ya estaba atendiéndose.

Finalmente reveló que, para superar el fallecimiento de su padre, ha tenido que recurrir a los servicios de un tanatólogo quien le ha venido ayudando a superar su terrible pérdida. Pero será también quien tenga que orientarlo en la forma de comunicarle a su madre la muerte de su papá, porque para no complicar su recuperación le han tenido que ocultar lo de su fallecimiento. “Seguramente será también un duro golpe”, señaló.

Cuando en mayo de 2019 por primera vez llegué a las mañaneras, como corresponsal de Noreste.net, jamás imaginé conocer a una persona que llegara a provocar tanto rechazo y tanto cariño en la gente, únicamente por hacerle preguntas al presidente. Para ello creó en su persona una imagen diferente: modificó su bigote y adoptó como vestimenta el traje con moño al cuello y sombrero de lana; como política se cargó del lado del discurso presidencial, aunque en algunas ocasiones asegura haberlo criticado. 

Ha enfrentado a los medios tradicionales que hacen trizas las políticas del presidente de la República; pero, sobre todo, en esa lucha abierta entre los que él considera “prensa chayotera”, y la guerra de youtuberos y redes sociales, contra los líderes de opinión de los medios convencionales.

Con su ejercicio periodístico ha sido abiertamente pro-AMLO sin importarle que, por hacerlo, intelectuales, líderes de opinión y todo tipo de personas lo llegaran a denostar. Se ha publicado en muchas ocasiones que “no es periodista”, sin embargo, en una mañanera comprometió al presidente a darle una entrevista para su tesis de maestría en periodismo por la escuela Carlos Septién García. Hecho que pocos reprodujeron porque hacerlo sería reconocer lo contrario, ya que como sociedad no estamos acostumbrados al periodismo militante.

En lo personal, mucha gente –la que menos esperaba– ha recomendado, cosa que siempre he agradecido, evitar los retratos con Pozos (y otros también mañaneros vilipendiados con o sin razón), y tampoco juntarme con ellos. A propósito, una fotografía desayunando con estos mañaneros y que difundió Isabel Arvide, hoy cónsul en Estambul, Turquía, ha hecho que este tecleador pierda oportunidades laborales, y hasta recibir fuertes agresiones en su trabajo y persona. 

Agresiones que no son de extrañar porque vivimos en una sociedad donde –sin ningún pudor– la gente juzga desde su pedestal y, sin el menor recato a la calidad de ser humano, hacen florecer el encono, la envidia, el coraje, hasta apartar a los que no encuadren en los parámetros de “verdaderos o reales periodistas”, o cómo queremos que sean o escriban. 

He sido testigo de cómo el odio a Carlos Pozos (Lord Molécula) se ha ventilado en textos, memes, videos e incluso una productora teatral llegó a impedirle, a él y a su familia, el acceso a una obra de teatro, porque –según esto– los boletos que presentaba se los había obsequiado una persona y eran para una función privada; por la que, un tal “Bisoño” de TV Azteca, –desde su calidad moral– lo llegó a señalar como un “asqueroso sujeto”. 

Pero también lo contrario. Al concluir las conferencias presidenciales, al asomarnos a la calle de Moneda, en múltiples ocasiones veía cómo varias personas esperaban a Lord Molécula para solicitarle un autógrafo y, de pasada, retratarse con él. Aunque con recelo, varios de sus colegas lo han tenido que reconocer. 

El colmo fue en un restaurante de caldos de Buenavista y Puente de Alvarado, donde cierta ocasión una señora vestida de negro nos interrumpe mientras desayunábamos, y pregunta ¿Es usted Lord Molécula? “Sí, para servirle”, contesta. “¿Me permite tomarme una foto con usted?”, dijo emocionada, “¡Por supuesto!”, respondió Pozos; entonces el esposo, que estaba en la mesa contigua, procedió inmediatamente a registrar el encuentro con su celular. “Él también es reportero de las mañaneras” dijo Pozos señalándome. “Si, sí lo he visto”, respondió ella. “Les tomo una foto a los tres”, sugirió el marido.

Cuando nos acomodábamos para la foto la veo llorar y pregunto, “Disculpe, ¿se siente usted bien?”, y me responde “Sí… lo que pasa es que estoy tan emocionada”. Entonces el cónyuge interviene y agrega “lo que pasa es que ella es fanática de las mañaneras. Nosotros somos de Nuevo Laredo, Tamaulipas y venimos esta ocasión a Ciudad de México”.

“Si no fuera por estos momentos, no sé si podría soportar todos los ataques”, comentó posteriormente el hoy convaleciente mañanero.  Si desean ver el video de la entrevista le dejamos la liga aquí. 

https://www.youtube.com/watch?v=h7_6MPSb7Bs&feature=emb_logo

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