12 feb 2021

“Yo no soy de bohemia sino de barril ...“ Renato Leduc

Texto para la Feria del libro virtual de Viña del Mar..., 10 de febrero de 2021


Leduc ¿el último bohemio de México?/ Fred Alvarez

@fredalvarez

 “Yo no soy de bohemia sino de barril ...“ Renato Leduc

Renato Leduc López nació el centro del pueblo de Tlalpan, en la entonces cabecera de la Prefectura del Sur del Distrito Federal -hoy Ciudad de México-; vivió casi toda su infancia y buena parte de su juventud en la Villa de Guadalupe, al norte de la Ciudad donde se encuentra el templo mariano más importante de América. La leyenda urbana dice que nació en una vecindad, donde hoy es la cantina La Jalisciense. 

Su fe de bautizo dice que nació un 16 de noviembre de 1895 y no en 1987 como lo decía él, murió el 1 de octubre de 1986; hijo del periodista y poeta modernista Alberto Leduc y de la señora uAmalia López; tuvo cuatro hermanos y cinco más del matrimonio de su padre con Enedina Montaño.


La imagen es el 15 de mayo de 2013 celebrando en La Bodega de La Condesa; Orala Castillo Najera, Roberto López Moreno, Manuel Zavala, Fred Alvarez, Jorge Meléndez y José Alcaraz.

Renato se casó formalmente tres veces; la primera en los años veinte, con Altagracia Gómez con quien tuvo tres hijos: Renato, Alicia y Héctor; después en 1941 concretó un matrimonio “convenido” con la pintora surreealista Leonora Carrington que sólo poco tiempo y en 1948 se matrimonió con Amalia Romero de esa relación nació Patricia. Hay muchos descendientes de Leduc.

Hubo un matrimonio que pudo haberse concretado, pero Renato desdeñó a la “novia“, que era la mismísima María Félix La Doña, de la que fue su gran amigo, y su padrino en dos de sus matrimonios. Se ha dicho que doña le propuso matrimonio, y él le contestó: “No María, yo no seré tu padrote”.

 Hay muchas anécdotas sobre ello.


Con el maestro Carlos Mata Lucio en la Universidad de Guanajuato.

Leduc fue una persona que vivió prácticamente todos los grandes cambios del siglo XX; de entrada, algunos episodios de la Revolución Mexicana, durante la cual trabajó como telegrafista, oficio que aprendió de adolescente, para sobrevivir y apoyar a su madre y hermanos ya que de muy joven perdió a su padre Alberto Leduc (1867-1908)


Saliendo de la escuela lo mandaron a trabajar de telegrafista con algunos de los jefes revolucionarios. Después se incorporó con el jefe de la División del Norte, el general Francisco Villa (1878-1923), El centauro del norte.. Gracias a ello conoció en aquel tiempo –sin saberlo sino hasta años después-, -al periodista, activista, y poeta comunista John Reed, célebre por su testimonio de la Revolución Rusa Diez días que estremecieron el mundo y autor de México Insurgente.  El gringo Reed era entonces el corresponsal del Metropolitan Magazine. 

En la imagen Patricia Leduc, hija de Renato.

Al termino de la revolución se inscribió primero como oyente y después de manera formal en la Escuela Nacional Preparatoria, y más tarde estudio la carrera de abogado, en la antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad de México (aun no contaba con la autonomía). No obtuvo ningún titulo universitario, pero ahí aprendió gramática, latin y sobre todo concretó muchas amistades, algunos de ellos tendrían grandes puestos públicos, entre ellos dos serían presidente de México: Miguel Alemán Valdez y Adolfo López Mateos. 

Y justo es en ese momento de los años 20 y 30 que escribe gran parte de su obra poética, lo primero que escribió fue El aula, etc. (1929) 

Algunos de sus 100 poemas los hizo quizá como un acto de rebeldía, traía la vena poética de su padre. 

Su viaje a París.

Leonora cuando la conoció Leduc.

Leduc tuvo la fortuna que uno de sus amigos que conoció en la plaza de Toros era funcionario de la oficina de Hacienda y. lo mandó becado a París.; le dijo Roberto López, “sé que usted le tiene sin cuidado la carrera de abogado.Pero usted es un bohemio y le servirá mucho un viejecito a París”. Y se fue “becado”; y esa ayuda que era originalmente por seis meses, se prolongó durante ocho años.  

Ese viaje le cambio la vida a Leduc y aprovechó el tiempo -¡sabía virtud!-, para vivir la vida como quiso -era libérrimo-, obviamente para perfeccionar su estilo literario, entablando amistad con varios escritores y pintores surrealistas como Benjamín Péret, André Bretón, Paul Éluard, Joan Miró, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Marcel Duchamp, entre otros.

Allá lo sorprende la Segunda Guerra Mundial: Hitler invade París. Unas prostitutas parisienses lo ayudan a escapar. 


En Lisboa, Portugal, conoce a la pintora Leonora Carrington (1917-2011) –se la presenta Picasso-, quien también huye de la guerra y se refugia en el consulado mexicano; después viene el matrimonio convenido, en 1941 juntos viajan a Nueva York; de ahí a la ciudad de México de los años cuarenta, pocos meses después se divorcian y siempre mantienen una buena amistad.

Antes de morir, la pintora dijo, quizás en broma, en una entrevista que el gran amor de su vida había sido Renato. En otra parte, confiesa: “No tuve ningún amor más que él.”Hay una carta escrita en 1941 de donde la pintora confiesa el amor que le tenía a Leduc:

.https://anchor.fm/epistolar/episodes/Carta-de-amor-de-Leonora-Carrington-a-Renato-Leduc-Lee-Vernica-De-Alba-egovdi

¡A trabajar!

 De regreso a México nadie de sus viejos amigos de la Prepa o de la Universidad que estaban en puestos encumbrados le ofreció trabajo. Eso si lo invitaban a beber y a comer para escuchar toda clase de de anécdotas de la revolución o su estancia en París y en Nueva York, y es que era un gran conversador. 

Cuenta Ramón Pimentel (Así Hablaba Renato Leduc, EDAMEX, 1990) en una charla con Renato que le dijo “A casi todos mis cuates de la Escuela de Leyes los encontré aquí de oficiales mayores, de gerentes de banco, y no hubo un cabrón que me dijera vente a trabajar aquí... Eso sí... me invitaban a comer, y agasajos de aquí y por allá". Y agregó que las invitaciones eran muchas hasta tres veces en el mismo día, a lo que él decía: “¡No sean cabrones....Siquiera pónganmelas en fila no me las acumulen!“

Aun así aceptó ser supervisor cinematográfico en la Secretaría de Gobernación. muy rápido renunció al cargo...¿censor? ¡jamas!

¡Sin embargo, su principal oficio que le permitió vivir fue el de periodista! "El periodista político es el historiador de lo inmediato”, decía. 

Trabajó en casi todos los medios de la época con muy variadas columnas, entre las que destacan:Tics en Excélsior (1943-1945); En cinco minutos, en Esto (1946-1960); Banqueta, primero en el vespertino Últimas Noticias (1955 –1965) y después en Excélsior (1981-1984);Semana inglesa, en la revista Siempre! (1951-1985); Capicúa, en Ovaciones (1980-1986). También escribió crónicas taurinas: En los toros, Toros ayer y hoy, Sustos y revolcones, Dominguitos cornudos, Puntadas taurinas y El redondel, éstas últimas en El Sol de México.

También se dio tiempo para colaborar gratis en el órgano del Partido Comunista Mexicano, de hecho en 1964 fue candidato testimonial al Senado de la República, junto a David Alfaro Siqueiros, por el Frente Electoral del Pueblo,.


E
l periodismo le llevó a ser presidente de la Asociación –después Unión- de Periodistas Democráticos (1975-1977), la cual le otorgó el premio Francisco Martínez de la Vega en el año 1976, y un año después, recibió el Premio Nacional de Periodismo. 

Fue formador de periodistas, influyó en muchas personas, les decía que para ser periodista era necesario poseer las siguientes condiciones:  

i) No ser pendejo; 


ii) darse cuenta de las cosas; 

iii) analizar los sucesos para saber no sólo de donde provienen, sino sopesar la importancia que tienen; 

iv) escribir la noticia y el comentario en forma objetiva y sincera, y;

v) llamar a las cosas por su nombre, es decir, si un tipo es un auténtico hijo de la chingada, hay que decirlo así precisamente y no escribir, pongamos por caso, "el distinguido banquero, fulano de tal”.

Su amiga Raquel

Hay una persona que Leduc la impulsó a ser periodista, la sacó de arrabal; se llamó Raquel Díaz de León (1927-2014), era una hermosa mujer que trabajó en una famosa casa de citas que regenteaba Graciela Olmos más conocida como La Bandida. Uno de los clientes a ese lugar “sagrado” era el músico y compositor Agustín Lara (1897-1970) y la hizo su amante en exclusiva, incluso le puso casa y la hizo su musa; le compuso entre otras “

Si tienes un hondo penar, piensa en mí

Si tienes ganas de llorar, piensa en mí

Ya ves que venero tu imagen divina

Tu párvula boca que siendo tan niña

Me enseño a pecar...”

El quid es que Lara quien ya era una gran figura la cambió tiempo  después por la famosa actriz Maria Félix  (1914-2002), y pues no había como competir. Pero Raquel se vengó del “Flaco de Oro” haciéndose amante de su amigo compositor argentino de tangos Enrique Santos Discépolo (1901-1951), a quien Lara veía como un hermano por ser también "feo, flaco y genial”.

El único hijo que tuvo el autor de Cambalache fue a Enrique Luis Discépolo Díaz de León  quien lamentablemente murió hace tres años, pero sus dos hijas esperan cobrar los derechos de autor de su abuelo. (una historia aparte). 

Raquel murió antes, el 10 de agosto de 2015 a la edad de 88 años, lucho por darle su lugar a su hijo, sin éxito.. 

En 2013 la busque para entregarle una copia del libro que comentamos, sin éxito. Sabía lo que Renato significó para ella: "Hace cincuenta años conocí al Señor del Tiempo –Renato Leduc. A tiempo llegó a mi vida y fue mi maestro", decía.


Gonzalo Martré, amigo de Leduc.

Y en agradecimiento ella impulsó -sin conseguirlo-, a que el viejo edificio que se encuentra en la esquina de Antonio Caso y Rosas Moreno -hoy en ruinas y en venta- en la colonia San Rafael de la Ciudad de México fuera una escuela de periodismo, en honor al que ella llamaba el señor del tiempo, su amigo quien la impulsó a su carrera periodística. Mecomentan que ella se sumó al grupo que impulsó el busto de Leduc que se encuentra en esa colonia.  

Además de las letras y el periodismo, los toros, el alcohol y las mujeres hermosa, fueron principal pasión.  

¿Malas palabras? 


Fue pulcro en su escritura, pero fue criticado por hablaba y a veces escribía con malas palabras. Pero en el fondo quería reivindicar el lenguaje popular. Su riqueza, su constante movimiento, decía, “le quita rigidez, solemnidad al lenguaje… Los idiomas sólo se renuevan si están moviéndose constantemente.” Cuando uno escribe con un lenguaje fino y rígido, estaba seguro, “nadie lo lee”. 

Pero el uso de las malas palabras tenían en Leduc un significado adicional según su amigo Carlos Monsiváis: “Crear los anticuerpos para devastar su odio predilecto: la cursilería”. 

Poeta del arrabal lo llamó su amigo Octavio Paz, pero en realidad fue un cirenaico en pleno siglo XX. (n alusión a Aristipo de Cirene -435 AC-, que decía que el bien mayor era el placer)..

Su obra poética

Toda su obra poética fue escrita entre los años 20 y 40, después se hizo periodista, y aunque alguna vez soñó con ser novelista, la vida, la bohemia y el arduo trabajo periodístico se lo impidieron. Sin embargo escribió en 1940 la novela: El corsario beige .

Nadie duda que su obra proviene de manera directa y trasparente del modernismo, quizá por la influencia de don Alberto  quien fue un escritor modernista que colaboraba en la "Revista Moderna”. Cuando nació Renato su padre era cuentista consolidado, murió cuando Renato tenía 13 años; entonces Renato conoció al poeta Juan de Dios Peza (1852-1910) y al nayarita Amado Nervo (1870-1919), muy amigo de su padre. 

Pero también leyó la obra de su maestro Ramón López Velarde y del nicaragüense Rubén Darío; y leyó a autores clásicos como Góngora, Lope de Vega y Quevedo. pero sobre todo quedó emocionado con "En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust (1871-1922). 


Con Carlos Mata Lucio, Elva Sánchez Rolón y Lilia Solórzano Esqueda en la Quincuagésima Sexta Feria del Libro y Festival Universitario  en la Universidad de Guanajuato, abril de 2014.

Pepe Falconí quien participa en la obra y escribe algunos poemas alusivos a Renato, precisa que Leduc reconoció como sus influencias al Arcipestre de Hita, a Góngora, a Enrique González Martínez, a López Velarde y muy señaladamente al colombiano Luis Carlos López, (nacido en Cartagena de Indias en 1883 y fallecido en 1950 en su ciudad natal; poeta conocido como el Tuerto López, por su estrabismo) si bien no fue un renovador de nuestra lírica, si fue un poeta que aportó una serie de tópicos y matices poco, muy poco cultivados en nuestra poesía.

Agrega que Leduc es, en el panorama de la poesía mexicana, un atípico, bizarro, extravagante; un poeta excéntrico que “puede ser incluido igualmente en el Manual del declamador sin maestro y en una antología que dé cuenta de los cambios de temperatura de nuestra lírica”, como bien apuntara el académico de la lengua Vicente Quitarte en 2001 en el Bar Mancera de la ciudad de México con motivo de la incorporación de la obra del poeta a la colección Letras Mexicanas del Fondo de Cultura Económica·

Conferencia en Nueva York


En 1941 cuando estuvo meses en Nueva York, fue invitado a dar una conferencia en la Universidad de Columbia; el texto es interesante y lo rescata el maestro Juan Leyva:Ramon López Velarde. Poeta de Sol y Sombra- haciendo alusión al simil taurino_ .(Vease Renato Leduc y la huella de López Velarde de Juan Leyva https://www.academia.edu/5985214/RENATO_LEDUC_y_la_huella_de_López_Velarde

.”Como Góngora tiene un aspecto claro y soleado: Como un circo taurino, tiene un tendido de sol al alcance de todas las fortunas, que es lo que sus imitadores ha invadido y han difundido, a tal pùnta que.a estas horas, López Velarde, es en México lo que seguramente jamás imaginó ni pretendió ser : un poetas popular.”...

El soneto Tiempo..

El soneto más conocidos los hizo gracias a una apuesta con uno de sus compañeros de la Prepa
-A ver, hazme una cuarteta teniendo como pie de verso hay que darle tiempo al tiempo…”, le dijo Adán Santana. 
Perdió la apuesta, pero se quedó prendido, se fue a casa y al final hizo el siguiente soneto con el nombre de "Aquí se habla del tiempo perdido que, como dice el dicho, los santos lo lloran”que publicó en 1939 en el libro “Breve glosa al Libro del Buen Amor.

Sabia virtud de conocer el tiempo;

a tiempo amar y desatarse a tiempo;

como dice el refrán: dar tiempo al tiempo...

que de amor y dolor alivia el tiempo.

Aquel amor a quien amé a destiempo

martirizóme tanto y tanto tiempo

que no sentí jamás correr el tiempo,

tan acremente como en ese tiempo.

Amar queriendo como en otro tiempo

—ignoraba yo aún que el tiempo es oro—

cuánto tiempo perdí —ay— cuánto tiempo.

Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,

amor de aquellos tiempos, cómo añoro

la dicha inicua de perder el tiempo...

El soneto fue musicalizado por Rubén Fuentes, con un arreglo de Eduardo Magallanes y grabado a dúo en 1976 con las voces de Marco Antonio Muñiz y José José.. Por eso le decían el señor del tiempo..

https://www.youtube.com/watch?v=sLjZQoMj56s


Empezó a escribir poesía en el salón de clases de la prepa como acto de rebeldía contra la rutina escolar; tenía habilidad para hacerlo en mucho ayudó su trabajo de telegrafista. De hecho no se tomó en serio ni creía tener facultades de poeta, y desde esa edad se autonombró "turiferario de la santísima trivialidad" y declaró que la poesía no era para él "madre ni amante sino tía”.  

 
La poesía de Leduc hoy en pleno siglo XXI ha sido poco estudiada, quizá por tratarse, a decir de Octavio Paz en una carta al entonces director del Fondo de Cultura Económica en México, Arnaldo Orfila Reynal (1897- 1998)​​ firmada el 3 de mayo de 1966 “Otra omisión: Renato Leduc es un poeta que todos admiramos pero que tampoco forma parte del movimiento contemporáneo” (Paz y Orfila Reynal. Cartas cruzadas. Siglo XXI Editores, 2005).

Por esa “omisión” deliberada o no, Leduc no fue adscrito por la crítica a ningún grupo, lo que para algunos lo aisló en el panorama de las letras mexicanas. Es decir quedó en el Limbo...No soy de aquí ni es soy de allá como diría Facundo Cabral. 

Es un pendiente con don Renato..

Nos recuerda Juan Domingo Argüelles (La Jornada Semanal, 11 mar. 2018) que en 1966, en el prólogo de Poesía en movimiento, Octavio Paz caracteriza a Leduc como excéntrico y francotirador, además de sentimental, erótico y sarcástico; un anarquista, a su manera, un descendiente de (jules) Laforgue“ condenado a vivir entre nosotros”. 

Rescate de su obra

La doctora Edith Negrín compiló toda la obra literaria del tlalpense y se publicó en el Fondo de Cultura Económica: Obra literaria/Renato Leduc; comp. e introd. de Edith Negrín; pról. de Carlos Monsivais—México: FCE, 2000. 752 pp.; 22 x 14 cm.—(Colec. LETRAS MEXICANAS). 

En el texto se incluye todas el trabajo que el escritor publicó en libros y que también se incluyen los poemas aparecidos en los años finales del escritor, o después de su muerte, así como algunos artículos. El prólogo de la edición la hizo su amigo Carlos Monsiváis.

  Con la maestra Negrín


Soy un hombre de Pluma...

En mayo de 2011 junto con mi amigo Pepe Alcaraz convocamos a un  grupo de amigos con apoyo de empresarios tlalpenses y decidimos rendirle un homenaje a Leduc, haciendo este modesto testimonio: “Soy un Hombre de Pluma y me llamo Renato" pidiéndole a Manuel Zavala Alonso (1956-2017) editara la obra y lo hizo con mucho gusto y dedicación, se tiraron  1000 ejemplares: Ed.Artes e Historia de México, 2013; y gracias al gobierno de Sinaloa se realizó una segunda edición en 2014 por el Instituto Sinaloense de Cultura-Conaculta, quedan muy pocos ejemplares.

La obra está ilustrada con fotografías del archivo Tomás Montero, y la portada es un retrato de Leduc pintado por Fernando Leal en 1930, Oleo / tela 89.5 x 58.5 cm, de la la colección Blastein de la UNAM. (En el retrato se va a Leduc en un café, a los 33 años “un libro y una taza de café, elementos con una perspectiva que recuerda a las naturalezas muertas de Cézanne”).

En el libro contiene 11 textos en los que a través de la voz de periodistas, escritores, poetas y amigos de Leduc, como Oralba Castillo -la última amiga de Renato-, y Raúl Casamadrid, Roberto López Moreno, Humberto Musacchio, Jorge Meléndez, Pepé Falconi, José Martré, Leopoldo Gonzalez entre otros; además ,incluye dos entrevistas, una con Pancho Liguori con Leduc que se hizo en los años ochenta con la presencia de Oralba Castillo, y la otra con su hija Patricia.

Dice Patricia que la herencia que deja su padre es que fue un excelente periodista y que siempre se dedicó a defender a los que no tenían nada. “mi papá siempre les dio voz, fue el conducto para hacer las denuncias, entonces aunque algunos ya lo han dicho creo que es muy importante destacar este punto.” 

Se rescatan, además, 10 de las 15 Fabulillas de animales, niños y espantos que fueran publicadas en 1957 por editorial Estylo; las cuales cuentan con las ilustraciones de Leonora Carrington; contiene también una selección de poemas y algunos textos periodísticos producto de sus trabajos en las columnas “Banqueta” y “De brega y de paso”.

En 2018 José Luis Martinez con el apoyo de Patricia reedita la obra de “Las Fabulillas...” Ed. Vaso Roto recuperando el diálogo entre los poemas de Renato y las viñetas de Carrington e incluye un prólogo que cuenta su historia y reproduce las cartas, una de ellas inédita, de la pintora surrealista al poeta mexicano. (arriba está la grabación).

Nota final

Leduc, además de poeta, periodista, taurófilo, gran conversador fue el gran bohemio de México –el último, a pesar suyo, dijo Carlos Monsiváis-. Aunque a Renato le incomodaba el mote – ¡aunque estoy convencido que le gustaba! - que le dijeran “el último bohemio; ”yo nos soy bohemio sino de barril”, precisaba.


Con Eduardo Leduc...

En una entrevista a Oralba Castillo comenta...“desde que .tengo uso de razón, siempre ha habido en México un “ultimo bohemio”. Por eso no es extraño que a mi me hayan achacado eso de ser él último bohemio. Sin embargo, como una de las características de todos aquellos a quienes les han adjudicado ese pinche titulito ha sido la de no trabajar, y (yo) por mi parte toda mi vida he trabajado en cosas muy pesadas y por regla general mal pagadas,de manera es que bajo ningún concepto acepto ese calificativo de bohemio” 

Eso decía. Pero también decía que no aceptaba que le hicieran un busto porque no quería que lo cagaran los pájaros y lo orinarán los perros; pero recordemos que fue feliz a develarlo en el pueblo de Tlalpan. 

Cuarta de forros

"Leduc- el Jefe pluma blanca por su porte Sioux-, vivió los grandes cambios del siglo XX. La vida lo llevó a vivir e Europa en donde entabló amistades con varios escritores y pintores surrealistas; André Bretón, Joan Miró, Pablo Picasso, Salvador Dalí y (Leonora) Carrington: Fue lo que quiso ser: poeta y periodista, pero sobre todo el gran bohemio de México, el último, según Carlos Monsiváis. (Leduc, le contestó no la chingues Carlos, soy de barril, no de Bohemia).
Borges decía que los libros son extensión de la imaginación y la memoria. Ricardo Garibay veía en ellos una forma de felicidad. En “Soy un hombre de pluma…” se destaca el hecho de que Renato Leduc vivió su larga y productiva vida en el centro de este triángulo virtuoso: imaginación, memoria y felicidad. Amén de periodista, nuestro personaje fue poeta de versos clásicos y francamente albureros como podrá apreciarse en este libro. Esta mezcla que pareciera tan extravagante, no lo es tanto: tiene antecedentes en clásicos como Francisco de Quevedo o Lope de Vega —en nuestro idioma— o en autores de lengua francesa como 
Rabelais, autor desparpajado al que Leduc tanto le debe. Nuestro recordado tlalpense escribía y hablaba con “malas palabras” porque era un hombre culto y conocía el idioma.”,

Joven estudiante de la Universidad de Occidente de Sinaloa leyendo poemas de Renato Leduc...¡Maravilloso!

El nombre del libro salió de aquí...
 Le decía Gustave Flauberta su musa Louisse Colet: "Soy un hombre-pluma. Siento por ella, a causa de ella, con relación a ella y mucho más con ella”. ...
Leduc escribió parafraseando:
 “Entonces llegó ella, exactamente ella
luciendo un estruendoso vestido carmesí.
Lujo asiático —dije— pero está usted muy bella...
y ella, naturalmente, me contestó que sí.
Si usted me permitiera, yo le daría mi nombre;
soy un hombre de pluma y me llamo Renato,
lo de la pluma es subsidiario en el hombre
mas tengo un porvenir color permanganato.
Ella me dijo entonces una frase inefable
que por razones obvias no quiero recordar;
permita usted, por tanto, que de esto no le hable.
Pero hay otras cuestiones acerca de las cuales
sin desdoro ninguno podemos divagar: 
La Vida… el Comunismo… las partes genitales... Renato Leduc. (Breve glosa al Libro de Buen Amor, 1939).

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Foto del archivo del Universal

El mar

inmensidad azul. Inmensidad

patria del tiburón y el calamar;

por el temblor rumbero de tus ondas

vienes a ser el precursor del jazz...

Síntesis colosal

de mariscos, espumas “and steamers”

Profundo aquel filósofo que dijo:

“Cuánta agua tiene el mar”...

¿Fue Vasconcelos?

¿Fue Bergson?

¿Fue Kant?. . .Leduc. en El aula, etc

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Alusión a los cabellos castaños

Así como fui yo, así como eras tú, 

en la penumbra inocua de nuestra juventud 

así quisiera ser, 

mas ya no puede ser. 

Como ya no seremos como fuimos entonces, 

cuando límpida el alma trasmutaba en pecado 

al más leve placer, 

Cuando el mundo y tú eran sonrosaba sorpresa. 

Cuando hablaba yo solo dialogando contigo, 

es decir, con tu sombra, 

por las calles desiertas, 

y la luna bermeja era dulce incentivo 

para idilios de gatos, fechorías de ladrones 

y soñar de poetas. 

Cuando el orbe rodaba sin que yo lo sintiera, 

cuando yo te adoraba sin que tú lo supieras 

-aunque siempre lo sabes, aunque siempre lo sepas- 

y el invierno era un tropo y eras tú primavera 

y el romántico otoño corretear de hojas secas. 

Tú que nunca cuidaste del rigor de los años 

ni supiste el castigo de un marchito ropaje; 

tú que siempre tuviste los cabellos castaños 

y la tersa epidermis, satinado follaje. 

Tus cabellos castaños, tus castaños cabellos 

por volver a besarlos con el viejo fervor, 

vendría yo la ciencia que compré con dolor 

y la tela de araña que tejí en sueños. 

Así como fui yo, así como eras tú, 

en la inconciencia tórrida de nuestra juventud, 

así quisiera ser, 

mas ya no puede ser...”

De "Algunos poemas deliberadamente románticos 

y un prólogo en cierto modo innecesario" 1933

@#

 Entre el amor y la amistad, 

es mejor la amistad, 

el amor apendeja..."Renato Leduc

#


Donde Renato tuvo su despacho

(Mujer)

 “Cuánto tiempo esperé contra la esquina

de mi perplejidad un grande amor;

cuánto tiempo esperé y cuando llegó

apenas pude caminar tras él..“ Leduc.

@#

Una nítida noche, en que la pedrería

sideral deslumbrada,

los buzos diamantistas, en santa cofradía,

descendimos al mar...

Puede ser nos dijimos puede ser

que la luz de Saturno, diluyéndose, forme

algún extravagante sulfato, alguna gema

nunca vista jamás...….”Leduc.

#

Muchacha: Ya sonó el despertador.

Parece

que amanece. 

Tu marido no tardará en llegar

y si me encuentra...” De "El aula” 1929

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Temas

Preámbulo inevitable a

"Algunos poemas deliberadamente románticos” Para Mario Mariscal

No haremos obra perdurable. No

tenemos de la mosca la voluntad tenaz.

Mientras haya vigor

pasaremos revista

a cuanta niña vista

y calce regular...

 Como Nerón, emperador

y mártir de moralistas cursis,

coronados de rosas

o cualquier otra flor de la estación,

miraremos las cosas

detrás de una esmeralda de ilusión...

Va pasando de moda meditar.

Oh, sabios, aprended un oficio.

Los temas trascendentes han quedado,

como Dios, retirados de servicio.

La ciencia... los salarios...

el arte... la mujer...

Problemas didascálicos, se tratan

cuando más, a la hora del cocktail.

 ¿Y el dolor?, ¿y la muerte ineluctable?...

Asuntos de farmacia y notaría.

Una noche –la noche es más propicia–

vendrán con aspavientos de pariente,

pero ya nuestra trémula vejez

encongeráse de hombros, y si acaso,

murmurará cristianamente...

Pues...

De "Algunos poemas deliberadamente románticos 

y un prólogo en cierto modo innecesario" 1933

#

 Sus obras.

Muchas, entre ellas El aula, etc. (1929) -; Unos cuantos sonetos(1932); Los banquetes (1932); Algunos poemas deliberadamente románticos y un prólogo en cierto modo innecesario (1933); Poemas de Mar Caribe (1933); Prometeo (1933); Prometeo mal encadenado (1934); Breve glosa del Libro de Buen Amor (1939); Versos y poemas -están todos los libros anteriores más unos 14 poemas inéditos- (1940); El corsario beige (novela de 1940); Poemas de París (1942); Fabulillas de animales, niños y espantos (1957); Banqueta (1961); Catorce poemas burocráticos y un corrido reaccionario, para solaz y esparcimiento de las clases económicamente débiles (1962 ó 63): obra satírica en la que Leduc se mofa de conocidos políticos; Prometeo sifilítico, la Odisea Euclidiana (de 1934, 1940 y 1968, respectivamente). El famoso Prometeo sifilítico se copió a máquina y en mimeógrafo por décadas. Leduc llegó a contar un centenar de ediciones clandestinas y sólo hasta 1979 conoció una edición “normal”.

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Libros sobre Leduc[

  1. Renato por Leduc: apuntes de una vida singular (1984) (Conversación con José Ramón Garmabella)
  2. Renato Leduc y sus amigos (1987) (Oralba Castillo Nájera)
  3. Así hablaba Renato Leduc (1992) (Ramón Pimentel Aguilar)
  4. Por siempre Leduc (1995) (José Ramón Garmabella)
  5. Soy un hombre de pluma y me llamo Renato(2013) (Fred Álvarez Palafox y Pepe Alcaraz, coords.)

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La única presentación del libro iba a ser en la cantina La Jalisciense, lugar donde supuestamente nació Leduc, hubo mezcal  de primera para brindar por la amistad..

https://www.youtube.com/watch?v=NDq3BLKTy4I

Pero entró en circulación en las librerías de Conaculta, y se presentó en varios lugares, uno de ellos fue el 17 de  abril de 2014 en la Quincuagésima Sexta Feria del Libro y Festival Universitario  en la Universidad de Guanajuato durante la conmemoración de los centenarios de Octavio Paz, Julio Cortázar, José Revueltas, y Efraín Huerta.
Lo presentaron los maestros Carlos Mata Lucio, Elva Sánchez Rolón y Lilia Solórzano Esqueda. Muchas gracias a ellos

El Canal del Congreso de México hizo un programa alusivo a Renato, ahí fuimos entrevistados .

https://www.canaldelcongreso.gob.mx/vod/reproducir/0_5tvj7xfd/Renato_Leduc?fbclid=IwAR2MvQHB-XcaSZGSZaKezltSjSm0sjmuMiGb9cM41vJkp-6GD2SAPjHsqH

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