Roberta Jacobson, coordinadora de Asuntos para la Frontera Sur de EU, informó que 1,400 migrantes que se encontraban en México ya fueron recibidos en el país, sin embargo, remarcó que la frontera está cerrada y que el viaje es muy arriesgado, por lo que invitó a que por ahora los interesados en cruzar se queden en casa.
“El viaje es muy peligroso y la gente realmente no debería llegar a EE.UU. en una manera irregular, la frontera está cerrada”, aseguró la funcionaria este 10 de marzo en conferencia de prensa.
Apuntó que “llevará tiempo revertir” los daños que ocasionó Donald Trump al sistema migratorio. “No solo fueron negligentes con nuestro sistema migratorio. Las empeoraron intencionalmente”, dijo.
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Gobierno de Biden manda mensaje a migrantes: la frontera está cerrada
viaje es muy peligroso y la gente no debería llegar a los Estados Unidos de una manera irregular ahora, dijo Roberta Jacobson.
POR JOSÉ LÓPEZ ZAMORANO / CORRESPONSAL
El Financiero, 10/03/2021Actualización 10/03/2021 - 19:45;
Washington.- Bajo presión por críticas de que sus declaraciones han alentado un repunte de migrantes centroamericanos a la frontera con México, especialmente niños, la administración del presidente Biden les envió hoy un mensaje no muy distinto al de la era Trump: la frontera está cerrada y no deben realizar un viaje peligroso de manera irregular hacia los Estados Unidos.
Más de tres mil niños migrantes no acompañados se encuentran bajo custodia federal y algunos han estado detenidos más de las 72 horas reglamentarias, en espera de ser reunificados con sus familiares en Estados Unidos, además de un repunte general de las llegadas de migrantes en comparación con el mismo periodo del último año de la administración Trump.
“No sé si lo llamaría una coincidencia, pero sí creo que la idea de que habría una política humanitaria puede haber empujado a las personas a tomar esa decisión”, reconoció Roberta Jacobson, exembajadora de Estados Unidos en México y actual coordinadora para la frontera sur de la Casa Blanca, aunque sostuvo que los contrabandistas de personas diseminaron desinformación.
Si bien evitó caracterizar la situación como una “crisis”, la veterana diplomática recurrió al español para enfatizar su mensaje: “Es muy importante subrayar el hecho de que la frontera está cerrada, el viaje es muy peligroso y la gente realmente no debería llegar a los Estados Unidos en una manera irregular ahora”.
Desde la campaña presidencial, Joe Biden remarcó sus diferencias con Trump en migración: ofreció una reforma migratoria con ruta a la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes a indocumentados desde su primer día de como presidente, además de una ruta más corta para los dreamers, así como revertir las órdenes ejecutivas y políticas de Trump en materia de asilo -y la construcción del muro en la frontera con México- y asignar cuatro mil millones de dólares a los países expulsores de migrantes.
Pero políticos republicanos han acusado a la administración Biden de enviar mensajes que pueden haber alentado a los migrantes potenciales a hacer el viaje por México, mientras que organizaciones defensoras consideran que el nuevo presidente no ha hecho lo suficiente para garantizar el proceso legal debido para los migrantes, en especial para los menores de edad.
A Biden “no le importan los estadounidenses. Le importa más la gente que no es de este país”, fustigó el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbot, quien declaró esta semana una crisis en la frontera y anunció el inicio de la operación “Estrella solitaria” para desplegar más recursos a la Guardia Nacional en la frontera entre Texas y México.
Por otra parte, Linda Rivas, directora ejecutiva del Latin American Advocay Center de El Paso, dijo a El Financiero que sí se trata de una crisis, pero no por el número de migrantes que han llegado a la frontera, sino porque la administración Biden no ha utilizado todos los recursos a su disposición para responder a una emergencia desde una perspectiva humanitaria.
Aunque la abogada migratoria reconoció que la administración Biden puso fin a la política de la era Trump de expulsar a los menores de edad, lamentó que los niños sigan siendo detenidos sin que se les garantice el acceso a un abogado, especialmente en medio de las reglas de distanciamiento por la pandemia del COVID-19. “Esa es la crisis. Es una crisis moral la que sufre este país”.
En su opinión, la administración Biden puede tomar varias medidas para aliviar la situación, al menos para los menores de edad: canalizar más recursos para el proceso de revisión de antecedentes de los familiares en Estados Unidos que pueden acoger a los niños; eliminar las trabas burocráticas para la reunificación y evitar colocarlos en proceso de deportación.
Jacobson, quien destacó que la administración Biden ha tenido ya varios contactos de alto nivel con los gobiernos de México y del Triángulo del Norte, sostuvo que el gobierno está haciendo todo lo posible para que los niños sean bien atendidos y llevados a instalaciones que sean apropiadas para ellos.
Desde su punto de vista, el reto del gobierno federal es poder “caminar y mascar chicle”, es decir, subrayar a todos en la región que Estados Unidos implementará procesos legales en el futuro para las personas en venir, pero al mismo tiempo dejar en claro que no se puede venir de manera irregular porque es peligroso y la mayor parte de las personas va a ser regresada a sus países de origen.
“Creo que es realmente importante entender que no puedes o no debes decir, en opinión de esta administración, que la única manera de enviar el mensaje: ‘no vengan de manera irregular’, es actuar de la manera más cruel posible”, enfatizó.
Simultáneamente, la administración Biden anunció la reapertura del programa de Menores Centroamericanos (CAM), que había sido puesto en suspenso por la administración Trump y que de 2014 ofrece a menores de edad de El Salvador, Guatemala y Honduras la oportunidad de ser considerados para reasignaciones como refugiados dentro de los Estados Unidos.
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