Enrique Kauze apostó este miércoles por que en Latinoamérica y España imperen siempre la democracia, la ley y la libertad sobre los fanatismos de la identidad, tras recoger de manos de Felipe VI el III Premio de Historia Ordenes Españolas.
Llama a no politizar la historia
"Debe de ser el año de los historiadores, no de la política, y la visión de los historiadores es compleja, en la que hay grandes avances. Se da, por ejemplo, mucha importancia a la intervención de los pueblos indígenas en la Conquista junto con (Hernán) Cortés, ya no sólo como acompañantes de él, sino como agentes de su propio destino
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Llama Krauze a no politizar la historia
Nota de Yanireth Israde
Reforma, Cd. de México (07 julio 2021).-
Enrique Krauze reivindicó este miércoles el crisol cultural que constituye a México y la huella de España al recibir, en El Escorial de Madrid, el Premio de Historia Órdenes Españolas de manos del Rey Felipe VI.
Su discurso fue un elogio a la civilización mesoamericana y a la mezcla cultural en el año del quinto centenario de la caída de Tenochtitlan, conmemoración en la que debe prevalecer, según instó en entrevista, la historia sobre la política.
"Debe de ser el año de los historiadores, no de la política, y la visión de los historiadores es compleja, en la que hay grandes avances. Se da, por ejemplo, mucha importancia a la intervención de los pueblos indígenas en la Conquista junto con (Hernán) Cortés, ya no sólo como acompañantes de él, sino como agentes de su propio destino.
"Querer politizar la historia es algo que los gobiernos, no sólo en México, sino en todo el mundo, hacen, pero los historiadores debemos defender la historia para el saber, no para el poder", apremió.
Miembro de la Academia mexicana de la Historia desde 1989 y de El Colegio Nacional desde 2005, Krauze también abogó por este saber durante su discurso en El Escorial.
"Hago votos para que siempre, por sobre los designios del poder, impere la vocación del saber, que nunca más el odio impida el diálogo. Así la historia podrá cumplir con su más alta misión, la de ser camino de comprensión y de concordia", dijo.
Ante una comitiva integrada también por la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias, quien pronunció el discurso laudatorio del premiado, y el secretario del galardón, Álvaro Mariátegui, Krauze hizo no sólo una reivindicación de la cultura indígena prehispánica, sino también de su heroísmo.
"Me dio mucho gusto poder hablar de Cuauhtémoc, de los mexicas y de López Velarde en esta ceremonia frente al Rey de España, porque es la voz de un mexicano que reivindica el heroísmo de los mexicanos.
"En España está escasamente reconocido, sino es que francamente desdeñado, el reconocimiento al heroísmo del pueblo mexicano, y yo vine aquí y referí en la primera parte de mi discurso la visión de los vencidos, como dijo el eminente e inolvidable maestro Miguel León-Portilla", destacó el autor de Biografía del poder y Siglo de caudillos, quien recibió un diploma y una medalla elaborada por la Real Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
<El premio recibido es un galardón internacional promovido por las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, y distingue a reconocidos investigadores en historia, y cuya obra, o parte de ella, esté relacionada con lo hispánico y su proyección en el mundo.
Antes que al mexicano, le fue concedido al español Miguel Ángel Ladero, en 2019, y, en su primera edición, al británico John H. Elliott, en 2018. En 2020 no se entregó debido a la contingencia sanitaria.
Conquistas recíprocas
A menudo, los conquistadores resultaron conquistados y los conquistados, conquistadores, expresó Krauze, galardonado anteriormente con premios como el Comillas de Biografía (1993), la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio (2003) y la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica (2009).
¿Se alimentan fanatismos de la identidad cuando no se reconoce la huella del otro en nosotros?
Creo en el patriotismo, más que en el nacionalismo. El patriotismo nace del amor; el nacionalismo nace de la voluntad de poder.
Entonces, creo que tenemos que insistir en salirnos del esquema al que se nos quiere llevar, de ver la historia en blanco y negro. La historia no solamente no es de blanco y negro, sino de grises, y no solo de grises: de colores, entonces el historiador tiene que restituir a la historia, al pasado, toda su complejidad, en todas sus escalas. Ésa es la labor.
¿Cuál es el sesgo que la política o los políticos han querido darle este año a las conmemoraciones?
Lo que han logrado es que usted misma y yo estemos hablando del tema, cuando lo importante es el conocimiento histórico; lo importante son personajes como (Bernardino de) Sahagún, (Domingo Francisco) Chimalpahin, (Carlos de) Sigüenza y Góngora, (Francisco) Clavijero, Ángel María Garibay, Miguel Leon Portilla, Edmundo O' Gorman. Esos son los grandes héroes de la historiografía mexicana que mencioné en mi discurso, y eso es de lo que tenemos que hablar: de lo que los historiadores han contribuido a lo largo de los siglos. Lo que los políticos digan, sexenio tras sexenio, sobre la Conquista y sobre la historia, es siempre algo que está orientado a la consideración del poder. Frente al poder, el saber.
Son cinco siglos (1521-2021). Yo quisiera que este fuera el año del conocimiento histórico y no el año de la politización de la historia.
Comprender, no juzgar
Para Krauze, considerado uno de los intelectuales liberales más relevantes de América Latina, reconocido por la denuncia de las dictaduras y los fanatismos de la identidad, el populismo, y el autoritarismo, la historia no es un tribunal.
Tarea de suyo compleja y muy diferente a la de un juez, puntualizó.
"(La historia) debe documentar, y es muy difícil encontrar documentos, aunque se siguen encontrando sobre la Conquista, valiosísimos... Una labor importantísima del historiador es documentar; la siguiente, es analizar, explicar y comprender a los protagonistas, ponernos en el lugar de ellos", observó.
"Me acuerdo que el gran historiador Marc Bloch decía, cuando hablaba de la Revolución Francesa: 'Robespierristas, antirrobespierristas: ¿por qué no me dicen mejor cómo era Robespierre'".
Y eso es lo que Krauze siempre ha buscado: "En vez de erigirse uno juez de la historia, tratar de comprender".
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