23 jul 2022

Las columnas políticas, hoy, sábado 23 de julio de 2022

Sin la DEA nunca hubieran atrapado a Caro Quintero

El Post contradice las afirmaciones de López Obrador en la mañanera..


- La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) reclutó como informantes a miembros de la familia de Rafael Caro Quintero en una operación de 9 años para dar con su paradero..

De acuerdo con un reportaje publicado este sabdo y fimado por las reporteras../ By Kevin Sieff and Mary Beth Sheridan , con el apoyo de Alejandra Ibarra Chaoul The Washington Post informa sobre la captura de Caro ocurrida el 15 de julio pasado en Choix, Sinaloa; la detención no pudo haber sido posible sin la inteligencia generada por la DEA.

"La versión más reciente de la investigación de Caro Quintero comenzó hace al menos ocho meses e involucró a agentes antidrogas de EU que proporcionaron inteligencia y otro tipo de asistencia a las fuerzas especiales veteranas de la Marina mexicana", señala el reportaje citando a un ex funcionario estadounidense.

"La DEA había convertido a algunos de los familiares de Caro Quintero en informantes, dijo un ex alto funcionario estadounidense, e incluso sabía qué caminos de terracería tomaba para visitar a sus novias".

AMLO aseguró en mañanera que la DEA no había participado a pesar de lo que dijo la directora de la institución...

"Miembros y ex-miembros de la Fuerza de Tarea - quienes hablaron bajo condición de anonimato-,  dijeron al Post que era absurdo pues ellos habían estado dando información de inteligencia a la Marina y al Ejército mexicanos por 9 años.


De acuerdo con el reportaje, la DEA ubicó a Caro Quintero en la localidad rural de Babunica en Badiraguato lugar donde en varias ocasiones elementos mexicanos apoyados por la agencia estadounidense habían intentado detenerlo infructuosamente ,

A decir del Post López Obrador habría accedido a empujar por la captura de Caro Quintero en enero de 2021, luego que el Gobierno de EU liberara al ex Secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos.

Era un compromiso que había que cumplir...

"Yo les dejé claro a los mexicanos que recuperar a Caro Quintero era una de nuestras principales prioridades", dijo el ex Procurador General de EU, William Barr, en una entrevista con el Washington Post.

Según el reportaje, el primer intento de captura de Caro Quintero ocurrió en 2015 -luego de su liberación de prisión en 2013- e involucró alrededor de una docena de helicópteros Blackhawks de las fuerzas mexicanas apoyados por información de la agencia de EU.

Hay interés de ambos gobiernos para acelerar  la extradición de Caro Quintero, pero no será tan fácil.

Efiscal general de EU Garland, llamó este viernes por teléfono al canciller mexicano, Marcelo Ebrard, para hablar sobre la extradición a EU.

En un comunicado, el Departamento de Justicia de EU informó de que Garland llamó por teléfono a Ebrard para agradecer al Gobierno de México la detención.

Los representantes de ambos países reiteraron el compromiso que existe para trabajar de forma rápida en la extradición del narcotraficante.

Hay que llevar el debido procso. 

La Ley es la Ley...

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Las columnas políticas, hoy, sábado 23 de julio de 2022

Aún no nace y la alianza se hunde en Coahuila

Bajo Reserva

Nos comentan que mientras Morena ya está echado a andar rumbo a las elecciones de 2023, en la oposición hay atorones. En Coahuila, que renueva gubernatura y es uno de los dos bastiones donde el PRI permanece imbatido, hay consenso en que si el tricolor y el PAN no van juntos, sus posibilidades de competir son mínimas. Lo que no se ve son ganas de construir un acuerdo pues, nos hacen ver, liderazgos locales del panismo están lanzando la idea de ir en coalición pero con una serie de condiciones: primero, que no participen Rubén Moreira ni priistas de su grupo; segundo, que se pacte una investigación para llevar ante la justicia a los responsables del endeudamiento multimillonario que dejaron las gestiones consecutivas de los hermanos Humberto y Rubén Moreira; y tercero, que sean los priistas los que le pidan a Acción Nacional unirse. Nos cuentan que varios panistas promoverán en los próximos días estas condiciones. O sea que, nos hacen ver, desde el blanquiazul el mensaje es: “me das asquito, pero si me ruegas y enjuicias a tus líderes, podemos platicar”. Difícil piso de negociación.

¿Y el informe del Culiacanazo?

Nos recuerdan que el pasado 28 de mayo, el presidente López Obrador prometió que presentaría un informe completo sobre el operativo fallido de octubre de 2019, en Culiacán, Sinaloa, en el que se dejó en libertad a Ovidio Guzmán, después de que elementos del Ejército mexicano lo tenían ya bajo custodia. Nos detallan que el Ejecutivo federal prometió que este informe se entregaría en 15 días, y no ocurrió así. Después de ese anuncio, la Marina condujo la operación que culminó en la detención de Rafael Caro Quintero, con toda su carga de viejas cuentas no saldadas y tensiones en la relación con Estados Unidos. ¿Será que en Presidencia calcularon que era mejor ya no moverle con asuntos espinosos en materia de combate al crimen organizado?

Ebrardistas quieren “piso parejo”

Nos comentan que los militantes de Morena que apoyan las aspiraciones presidenciales del canciller Marcelo Ebrard comenzaron a trabajar con la intención de lograr que se garantice una contienda interna con “piso parejo”. La senadora Malú Micher, cercana a don Marcelo, convocó a una rueda de prensa a nombre del grupo "Progresistas por la unidad y el piso parejo", que hará su debut en sociedad mañana, en un hotel de la Ciudad de México. Exigirán la transparencia en la encuesta para definir la candidatura. Nos hacen ver que en las filas de don Marcelo para nadie es secreto que las preferencias del inquilino de Palacio Nacional se inclinan por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pero creen que todavía hay margen para una competencia limpia.  

La utilidad simbólica del desfile militar del 16 de septiembre

Nos comentan que luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que el desfile militar del 16 de septiembre fijará la postura de su gobierno ante la controversia interpuesta por EU y Canadá por considerar que la política energética de México viola el T-MEC, en Palacio Nacional ya trabajan para que las fiestas patrias sean totalmente políticas y se construya la narrativa de los extranjeros que quieren socavar la soberanía nacional. Nos hacen ver que, con esto, serán dos desfiles consecutivos polémicos, porque hace un año, de forma inédita, el Presidente invitó a su homólogo de Cuba, el camarada Miguel Díaz-Canel, y llamó al gobierno de Joe Biden a poner fin al “bloqueo económico” a la isla. Va con todo, pues, el manejo de los símbolos. Las cuestiones comerciales técnicas son lo de menos.

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Y a los señores de la muerte, ¿usted ya dejó de apoyarlos?/Juan Pablo Becerra-Acosta M

El Universal, 23/07/2022;

Hace poco más de once años, en junio de 2011, en tiempos de Felipe Calderón, cubrí la Caravana del Consuelo. Así se llamó aquella movilización de víctimas de la violencia que encabezó el poeta Javier Sicilia, luego de que su hijo Juan Francisco -Juanelo, 24 años- fuera asesinado en Cuernavaca junto a otras seis personas, incluida una mujer.

El trayecto de la peregrinación inició en el entonces Distrito Federal, llegó hasta Ciudad Juárez, y concluyó en la frontera texana, en El Paso.

Fue un largo, conmovedor y brutal periplo con 3,000 kilómetros de historias de sangre y dolor, a lo largo de doce entidades que yacían bañadas en lágrimas y estaban petrificadas por el terror que imponían grupos criminales. Escuchamos cientos de dramáticos y espantosos testimonios sobre las barbaridades perpetradas por delincuentes, que además provocaban miles de desplazados a causa de levantones, secuestros, encajuelados, violaciones, desapariciones, ejecuciones, mutilaciones; cuerpos quemados, desintegrados, pozoleados, y todo el despiadado léxico del sicariato mexicano que usted quiera agregar.

Las narraciones nos partían el alma a todos, aunque fotógrafos y reporteros nos conteníamos y procurábamos mantenernos impertérritos, a fin de poder seguir trabajando sin desbaratarnos.

Hasta un tarde, al llegar a Durango.

Javier viajaba de pasajero en una minivan y el coche que yo conducía siempre iba detrás de su vehículo. Luego venían decenas de carros más con periodistas, víctimas y activistas sociales, así como camionetas y autobuses.

Íbamos muy despacio cuando, a la vera de la carretera, en un bellísimo atardecer de azules, rosas y naranjas, ya casi en la entrada de la ciudad, surgió, como en cámara lenta, un pequeño que erguía una gran foto enmarcada de un militar uniformado de gala. Javier ordenó que su chofer se detuviera, abrió la puerta corrediza de su camioneta, se acercó al niño mutilado de su padre (un teniente, si no me falla la memoria), lo escuchó, y rompió en llanto mientras abrazaba al pequeño que, desconsolado, no soltaba la imagen de su papá.

Tres fotógrafos y yo atestiguamos la escena. Ellos no dejaban de apretar los obturadores y yo escribía lo que podía plasmar con palabras dolientes en mi libreta reporteril. Minutos más tarde, en silencio, mi colega Mónica González, una extraordinaria fotoperiodista que en esos días trabajaba conmigo, revisaba sus imágenes mientras yo procuraba hilar frases con mi bolígrafo estremecido, enternecido, desgarrado. Voltee a verla, ella a mí. Nos rompimos. Lloramos, luego otro chingón fotógrafo, Germán Canseco, y después uno más, y una reportera, y un reportero, y todos nos quebramos al fin, 880 kilómetros después de la primera historia de devastación.

Javier y yo nos conocimos ahí, en el camino, rumbo a Ítaca, decía él. Abrazados y llorosos por momentos, varias veces con tonos duros en nuestras discusiones, aprendimos a querernos a pesar de nuestras diferencias, las cuales terminaban zanjadas con dos besos en las mejillas.

Un día, en algún momento, durante unos minutos de descanso en la carretera, nos separamos del numeroso grupo de acompañantes y platicamos. Le recordé lo que había dicho al inicio del movimiento:

-Queremos, con nuestro consuelo mutuo, estar juntos en la soledad del otro, de todos nosotros que somos dolientes; queremos tocar el corazón y la consciencia de la inhumanidad de los criminales y el desdén de los gobernantes.

-¿De verdad crees que le van a tocar el corazón a criminales que ejecutan personas y a políticos que solo desean el poder? -le pregunté.

Sonrió con resignación, guardó silencio, y luego habló con pírrica esperanza.

-Esos cabrones. Ojalá les toque el corazón lo que decimos, nuestro dolor, nuestras historias, nuestra búsqueda de paz y justicia.

Como escribí años más tarde, y lo retomo ahora, ni esa ni otras caravanas, ni los cientos de narraciones que muchos reporteros recogimos entonces y después (hasta ahora) les han tocado el corazón a los criminales. Tampoco desapareció el desdén de los políticos por el sufrimiento de los ciudadanos, más allá de sus mediáticas simulaciones para ocultar sus negligencias, omisiones, ineptitudes e ineficacias.

Nada ha cambiado de fondo. Nada. Nada, ni tres años después, con Enrique Peña Nieto y los gobernadores de entonces, ni ahora, once años más tarde, con Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores de hoy.

En aquel 2011, como redacté después en una columna, nueve de cada diez historias descorazonadoras detallaban monstruosidades cometidas por delincuentes. Solo una de cada diez, máximo dos o tres en alguna plaza (en Ciudad Juárez, por ejemplo), se referían a atrocidades ejecutadas por fuerzas del Estado mexicano. Sin embargo, en la misma proporción -en nueve de cada diez casos- las demandas y la furia de la gente no eran canalizadas hacia los “señores de la muerte”, como les llamaba Sicilia a los sicarios y sus jefes, sino contra las autoridades de los tres niveles de gobierno.

En una pernocta se lo reclamé a Javier. Debatimos fuerte. Él entendió. Y valientemente, sin dejar de exigir que los gobiernos cumplieran con sus responsabilidades, arremetió en los mítines de las plazas contra aquellos desalmados:

-No les estamos pidiendo más que un pinche gramo de sentido humano. ¡El pinche gramo de humanidad que les quede, cabrones! ¡Ya basta hijos de la chingada! ¡Ya párenle, hijos de la chingada!

Esos señores de la muerte no se inmutaron entonces ni se conmoverán jamás: siguen igual o peor que hace una década.

Dos meses después de concluida aquella movilización, al anunciar que habría otra caravana, pero hacia el sur, hasta Tecún Umán, en Guatemala, la cual también tuve la fortuna de cubrir, Sicilia siguió siendo el mejor Sicilia, el poeta bienintencionado que creía poder conmover a los canallas, cuando les espetó:

-Nada, nada de lo que puedan desear vale más que una vida. En nombre de ella, y del tremendo dolor que han causado y se han causado, también ustedes pidan perdón a la nación. A su nación, a ustedes mismos y a las víctimas a las que tanto daño han hecho. ¡Dejen de matar, dejen de degollar, dejen de destruir la vida! Con sus actos, están desangrando a su propio país, a su tierra, y destruyendo la vida de los suyos. Las muertes que llevan a cuestas son las losas de sus propias tumbas. Cada vida que respeten, señores de la muerte, será entonces un latido en sus corazones.

Quise mucho a ese Javier Sicilia, por su valentía, por su inaudita fortaleza en medio de tanto dolor que tenía, y por ayudarnos a todos a visibilizar la desgracia, el infierno mexicano. Lo sigo queriendo hoy, porque poesía y periodismo nos unimos en aquel entonces para tratar de sacudir consciencias y detener tanta maldad

No lo conseguimos. Él tendrá que vencer el desánimo y la fatiga emocional para seguir intentando apiadar a los inmisericordes, y los periodistas deberemos hacer lo propio para continuar viviendo en este durísimo gerundio que nos ha tocado palpar en las últimas dos décadas, donde tenemos que existir narrando indecibles historias de horror, a fin de que las víctimas nunca sean borradas, opacadas y olvidadas por las notas, crónicas, reportajes, artículos y documentales sobre los miserables que las asesinaron y las historias de sus cárteles y pandillas.

Por eso, por toda esa crueldad criminal que nos correo desde inicios de siglo, y que hoy se ha agudizado, por ejemplo en los feminicidios y todas las violencias contra las mujeres, plantee la pregunta: ¿usted ya le retiró el apoyo social a esa gentuza?

En su calle, en su colonia, en su barrio, en su municipio, en su ciudad, donde quiera que la gente se beneficie del dinero de sangre de los canallas, ¿ustedes y sus vecinos ya decidieron dejar de ser base social de los criminales, optaron por aislarlos, y procedieron a denunciarlos, al menos anónimamente?

BAJO FONDO

Y lo pregunto, porque estamos normalizando la infamia y estamos perdiendo al país.

¿Cómo podemos seguir soportando historias no solo del crimen organizado sino de machismo cotidiano, como la de Luz Raquel Padilla? Asumo que usted ya sabrá que ella, de 35 años, vivía en Jalisco. Que era madre de un pequeño de 11 años con diagnóstico de autismo y que justamente hace una semana, la noche del sábado 16 de julio, fue quemada viva a unas cuadras de su domicilio, cuando cinco personas le lanzaron un líquido inflamable. Días después, el martes pasado, con quemaduras en el 90% de su cuerpo y rostro, falleció.

¿Por qué la quemaron? Lea bien: por los ruidos que hacía su hijito cuando tenía crisis de salud. Sí, Luz Raquel fue amenazada de muerte una y otra vez por eso. “Te voy a quemar viva”, “Te vas a morir machorra”, pintarrajearon muros afuera de su hogar.

¿Quiénes la amenazaban? Aparentemente un vecino y sus cómplices.

¿Alguna autoridad actuó gracias a las denuncias que Luz Raquel hizo desde mayo?

Sí y no. Sí, porque, según autoridades del Ayuntamiento de Zapopan, le habían dado protección, pero informaron que el día de la agresión… ¡las medidas de protección solicitadas por el Ministerio Público habían expirado, ya que tenían “una temporalidad de 60 días (del 9 de mayo al 9 de julio)”!

Háganme ustedes el favor, como si los instintos feminicidas tuvieran fecha de caducidad.

Esta gente insensible nos gobierna.

Y no, las autoridades al final no hicieron nada porque, justamente por sus negligencias, no impidieron la barbarie que pudo haberse evitado y a Luz Raquel la mataron en un espantoso crimen de odio. Un crimen de odio y un feminicidio. Reitero, no lo olvide usted: la quemaron viva y no en la sierra ni en un lugar recóndito sino en Zapopan, en la zona conturbada de Guadalajara, en un parque.

Los que apoyaban y amigaban con el tal Sergio Ismael “N”, el hombre denunciado por Luz Raquel y presunto autor intelectual del crimen (ya detenido), ¿sabían de sus amenazas y siguieron siendo sus cuates? ¿Y sus amigas? ¿Y su familia, como si nada? ¿Y ya dejaron de apoyarlo ahora, o tampoco? ¿Alguien va a delatar a quienes agredieron a Luz Raquel el día que la quemaron viva, o nadie vio nada?

Por eso la pregunta que titula esta columna.

AL FONDO

Días después de que asesinaron a Juanelo y a las otras seis personas, se instaló una ofrenda en su recuerdo, en su honor, en la Plaza de las Armas de Cuernavaca. Ahí, Javier Sicilia anunció su retiro de la poesía. Narró que, durante el vuelo de Filipinas (donde se encontraba en el momento de la tragedia) hacia México, escribió un poema dedicado a su hijo. El texto con el que se despedía de la poesía, lo leyó así:

-El mundo ya no es digno de la palabra, es mi último poema, no puedo escribir más poesía. La poesía ya no existe en mí.

“El mundo ya no es mundo de la palabra. / Nos la ahogaron adentro / como te asfixiaron / como te desgarraron a ti los pulmones / y el dolor no se me aparta. / Sólo tengo al mundo. / Por el silencio de los justos / sólo por tu silencio y por mi silencio, Juanelo…”

México, 2011. México, 2022.

jp.becerra.acosta.m@gmail.com

Twitter: @jpbecerraacosta

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La pobreza franciscana/Ricardo Homs

El Financiero, 23/07/2022;

El tema “pobreza franciscana”, -en la narrativa presidencial-, tiene mucho fondo. No es una simple puntada retórica. Mas bien responde a subterfugios lingüísticos que pretenden reeducar la percepción ciudadana, dando a la pobreza un valor aspiracional equivalente a un valor moral.

Esta frase no sólo pretende justificar la incapacidad gubernamental para impulsar una economía sustentada en la productividad, sino que es la trampa para privilegiar la pobreza como un estado social ideal, -el mismo argumento que la oligarquía europea medieval utilizaba para justificar la existencia de la pobreza-, pero aquella ofreciendo a cambio un lugar en el cielo, aprovechando parábolas de la Biblia que estigmatizaban la riqueza.

En contraste, -como narrativa de la 4T-, la idealización de la pobreza se convierte en un inmovilizador social para frenar la aspiración legítima de todos los mexicanos de acceder a mejores niveles de calidad de vida, lo cual significa independencia económica y libertad de pensamiento, así como de afinidad política.

Si desapareciera la pobreza, la 4T perdería el control de una importante reserva electoral que hoy depende de los cheques de la Secretaría del Bienestar para poder sobrevivir.

Revalorar la “pobreza” y en contraparte fustigar el legítimo deseo de cada mexicano de mejorar su capacidad de compra, representan un intento de reeducar la percepción pública para sustituir la “movilidad social”, -que sustenta el esfuerzo de la gente asalariada por ofrecer a sus hijos oportunidades de desarrollo para que en el futuro tengan las comodidades de “la gente rica”-, a cambio de la trasnochada “lucha de clases”.

La “lucha de clases” representa la ideología que durante el socialismo del siglo XIX promovía el orgullo de la clase trabajadora por pertenecer a ese sector social. Estimulaba la confrontación en contra de la burguesía y las clases “acomodadas”.

A través de esa narrativa que idealiza la pobreza, se estimula el conformismo que genera resignación, a cambio de un cheque de ayuda social entregado por este gobierno.

Quizá haya gente que no pueda entender el significado religioso del concepto “pobreza franciscana”, pero este se refiere evidentemente a los votos de pobreza que debían formular quienes ingresaban a la orden religiosa de los frailes franciscanos.

Esta revalorización de la pobreza se vincula también con la reiterada narrativa que justifica la delincuencia como resultado de la pobreza.

Representa la estrategia de dotar de significados de lucha social a la delincuencia organizada, como si sus acciones criminales tuviesen una intención de reivindicación política de viejas injusticias, que sin duda existen.

Sin embargo, nadie le explica al pueblo que no hay forma de obtener recursos para financiar los programas sociales si éstos no se generan a través de los impuestos que pagamos quienes hemos estado siempre en el sector productivo.

UUUY … ¡QUÉ MIEDO!

La respuesta presidencial dirigida a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá al ritmo de Chicoché y su grupo “La Crisis”, seguramente no tiene equivalente en la diplomacia universal contemporánea.

Que esos gobiernos manden el mensaje al presidente López Obrador de que se tome “en serio” este asunto, -relativo al diferendo energético dentro del T-MEC-, es de vergüenza nacional.

La diplomacia mexicana, -que ha sido tan respetada en el mundo durante el siglo XX y hasta antes de este gobierno-, con esta anécdota populachera ha vivido un momento denigrante.

Sería muy peligroso que para justificar ante el “pueblo de México” un conflicto eminentemente comercial, se recurriese a antecedentes históricos referentes a hechos bélicos acontecidos durante el siglo XIX, los cuales desde hace mucho tiempo ya están superados.

Actualmente ya se percibe la intención de dotar a este conflicto de significados relacionados con la soberanía nacional a partir de la intervención de villanos y héroes, evidentemente representados estos últimos por los actuales gobernantes y los villanos por los conservadores, opositores.

Una narrativa patriotera, -muy emocional-, puede reactivar viejos clichés nacionalistas y generar un ambiente colectivo complicado, que convertiría al presidente en un héroe ante los ojos “del pueblo”, -lo cual sería altamente rentable en la próxima elección-, pero nos heredaría una mala relación con nuestro más importante socio comercial y vecino.

EL PODER EJECUTIVO Vs. EL ESTADO CONSTITUCIONAL DE DERECHO

El poder presidencial se ha enfrentado reiteradamente al Estado Constitucional de Derecho. Esto es lo que significa la orden presidencial de seguir adelante con la construcción del tramo 5 del Tren Maya. A final de cuentas es un asunto de “seguridad nacional”, dice él.

Después de los amparos tramitados por diversas organizaciones ciudadanas contra la construcción del tramo 5, es que el presidente autoritariamente buscó darle la vuelta al procedimiento jurídico. Sin embargo, si él no respeta el marco legal de nuestro país, ¿con qué autoridad moral puede exigir a la sociedad civil que sea respetuosa de la ley?

Además, califica de “pseudo ambientalistas” y corruptos a quienes sólo piden cautela para garantizar la preservación del ecosistema de la región donde circulará el tramo 5 del Tren Maya.

Ningún cargo político justifica la falta de respeto a la dignidad de los ciudadanos que no pensamos como el presidente. Calificar como corruptos y pseudo ambientalistas es una ofensa para denigrar a los ciudadanos que representan una posición diferente al gobierno actual.

De igual modo vemos que el secretario de gobernación, -durante su gira por Aguascalientes-, se mofó del INE y del TEPJF por haber impuesto restricciones a los funcionarios del gobierno federal y a la jefa de gobierno de la CDMX para realizar acciones proselitistas de tipo electoral.

“No importa lo van a desaparecer” dijo respecto a las restricciones impuestas por el INE a los actos anticipados de campaña.

¿Con qué autoridad moral pueden gobernar quienes se mofan del “Estado Constitucional de Derecho”?

FILOSOFAR O ACTUAR

Cuando está de por medio una vida humana, no se vale filosofar, echar culpas o hacer diagnóstico. Se requieren respuestas inmediatas para que no vuelva a suceder algo así.

Muy insensible la actitud del presidente en una mañanera al ponerse a diagnosticar con visión política el sádico asesinato de Luz Raquel Padilla, quien fue incinerada por sus agresores en Zapopan, después de que ella buscase protección de las autoridades judiciales frente a las amenazas de su agresor, sin ser escuchada.

Es importante investigar y castigar con severidad a las autoridades que ignoraron las peticiones de protección de Luz Raquel.

La impunidad estimula el crecimiento de los delitos.

¿A usted qué le parece?

Facebook: @Ricardo.Homs1

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Nuestras prisiones (I)/ Sergio García Ramírez

El Universal 23/07/2022 ;

Hace unos días, mis compañeros de la Tertulia del Convento (fundada por mi recordado paisano José Rogelio Álvarez) llamaron mi atención sobre un artículo de Gabriel Zaid, publicado en Reforma (26-VI-2022), acerca de las prisiones que padecemos en México: “Mexicanos en la cárcel”. Alude tanto a las cárceles —“instituciones totales” donde se consume la vida de millares de seres humanos— como al sistema penal del que forman parte. Aquéllas son un extremo en la cadena de la justicia penal, sobre todo en las sociedades de corte autoritario, como comienza a ser —con una larga preparación— nuestro México.

Celebro que un autor con la excelencia de Gabriel Zaid se interese en los problemas penitenciarios. Agrega atracción a un tema generalmente olvidado por los gobiernos y las sociedades, salvo cuando corre la sangre —que ha corrido copiosamente— en el escenario de las prisiones: motines, fugas, homicidios, suicidios, venganzas, iniciativas criminales. Las cárceles son microcosmos que reproducen los rasgos dominantes, los males y los vicios de la sociedad de los hombres libres. Se ha dicho que reflejan, con rara fidelidad, el “ser” de una sociedad .

El examen de Zaid sobre nuestras prisiones es sincero, bien documentado, conmovedor. De ahí que llamara la atención de la Tertulia del Convento, pero también de los muchos lectores de Zaid. Hace algún tiempo el presidente de México, empeñado en no serlo de todos los mexicanos, sino sólo de su séquito decreciente, se refirió a Zaid con hostilidad. Lo llamó “sabiondo” y cuestionó su posición acerca de un episodio de nuestra crónica electoral. Hasta donde tengo conocimiento, el orador de las matinées no ha rechazado el panorama que ofrece Zaid sobre las prisiones. En todo caso, conviene volver sobre el tema que manejó el ilustre escritor y reiterar el horror que causa el mal estado que guardan las prisiones —acaso con alguna salvedad— y el mal servicio que prestan a la causa de la justicia, que en ellas naufraga.

Me he referido en las páginas de EL UNIVERSAL a las infinitas promesas del candidato triunfador en 2018 y a los constantes incumplimientos que han seguido la huella del Presidente en este larguísimo trienio de “gobierno” —formalmente, así hay que llamarle— que ha corrido entre aquellas jornadas de esperanza y este sufrido 2022, vecino del ya cercano 2024. En el catálogo donde menudearon los ofrecimientos del nuevo gobernante —así hay que llamarle, también con la misma formalidad— figuró uno muy promisorio: la paz y la seguridad volverían al país, que el candidato triunfante recibió, según dijo, convertido en un “cementerio”.

Para que la República se transformara en un jardín de paz y seguridad, se emprendería una obra colosal que ahuyentara el crimen y la violencia. Esa obra caminaría por muchos carriles, además de hacerlo sobre discursos, rieles que frecuenta nuestro caudillo. Hubo un Plan Nacional de Paz y Seguridad, emitido en noviembre de 2018, víspera de la asunción al trono. Ese Plan no fue derogado. Conserva vigencia, pero carece de positividad. Nada más lejos de nuestra realidad que el paisaje que aquel documento prometió, en el que figuraron los dones de una seguridad fortalecida, una justicia reconstruida y un régimen penitenciario totalmente renovado.

De esto me ocuparé en la siguiente entrega. Sólo agrego que ahora mismo el Estado mexicano se halla sujeto a juicio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por atropellos cometidos a la sombra del “arraigo” y la prisión preventiva oficiosa (casos García Rodríguez y Tzompaxtle Tecpile vs México).

Profesor emérito de la UNAM

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Honor a quien honor merece: “Sr. Caro Quintero”/Jorge Triana

El Universal, 

Las vicisitudes del Narco de Narcos, quien a ojos de Obrador pasó de ser en 2013 un condenable delincuente corruptor, a ser el “Sr. Caro Quintero”, un victimario del sistema, a quien la cúpula judicial tuvo preso sin sentencia dictada por años y por ende su liberación fue un acto de justicia, a nuevamente ser considerado un criminal, cuya reciente recaptura amerita el aplauso público y ser lucido en el medallero de logros gubernamentales. Pero su caída en términos reales no conlleva mayor implicación en la disminución de violencia en el país, ni la desarticulación de alguna gran estructura criminal, ya que Quintero dejo de ser un referente actual dentro de la dinámica delictiva como lo fue en los 80’s, pues al día de hoy solo lideraba el pequeño Cártel de Caborca. Nuevamente pretenden vendernos humo, como un logro.

Caro Quintero en la actualidad ya sólo puede ser considerado como un “narco emérito” por su papel preponderante en el siglo pasado, al ser parte del grupo fundador del Cártel de Guadalajara. Quintero ganó la furia de la justicia norteamericana por el asesinato del agente de la DEA, Kiki Camarena en el 85, quien fue secuestrado en una operación orquestada por la Secretaria de Gobernación de ese entonces. Los informes resaltan las prácticas inhumanas con las que torturaron al agente: quemaduras, rupturas de huesos, extracción de dientes, hasta lograr su muerte; entre las líneas de investigación, aparece el nombre el Manuel Bartlett, actual director de la CFE y otrora Secretario de Gobernación, a quien se le señala como parte de los autores intelectuales del asesinato, haber estado presente durante la tortura y por ser cómplice de la organización delictiva al recibir apoyos millonarios para financiar su aspiración a la candidatura presidencial. Dicha información es derivada de la ”Operación Leyenda”, la cual culminó con la primera captura de Quintero, el mismo año en Costa Rica, para su posterior liberación en 2013, por supuestas anomalías en el debido proceso. Posterior a su liberación Estados Unidos ejerció presión férrea para volver a aprehenderlo, sin obtener éxito alguno.

En realidad la recaptura fue producto de las presiones estadunidenses, la cuál fue ejecutada tres días después de la visita del presidente a Washington. Con información proporcionada por la DEA —misma que según Obrador suspendió operaciones en el país — fue que las fuerzas mexicanas pudieron realizar la captura del capo. De acuerdo a declaraciones de la directora de la DEA y del Fiscal General de EUA, la aprehensión fue lograda por la colaboración interinstitucional entre la Marina y la DEA; sin embargo gobierno mexicano intentó contravenir dicha versión, asegurando que no hubo participación de los norteamericanos en la operación. El cruce de declaraciones nubla la pretensión victoriosa de Obrador, quien con anterioridad fue férreo crítico de las operaciones de inteligencia estadounidenses en nuestro territorio, tachándolas de intervencionistas y quebrantadoras de la soberanía nacional; al día de hoy, se traga sus palabras por presumir un éxito alcanzado con apoyo de quienes ayer condenó.

De la captura de Quintero sobresalen muchas dudas, entre ellas, la posibilidad de su extradición inmediata, que ya ha sido frenada por un amparo interpuesto que será resuelto hasta agosto, y por otro se deja entrever la arrogancia presidencial: El costo en vidas fue de catorce elementos fallecidos tras el desplome de un helicóptero que casi consecutivamente al anuncio de la captura cayó. Las versiones oficiales intentan desvincular el suceso, de la aprehensión, pero son tan inverosímiles sus declaraciones, que es difícil no creer que fue producto de una represalia y no de una “falta de combustible” como ellos dicen. Es un atentado a la verdad y al honor de los efectivos que dieron su vida en cumplimento de su labor distorsionar la causa de su muerte, pero una afrenta mayor es la acción del presidente, al darles la espalda no asistiendo a su ceremonia luctuosa. Más respeto y honor le amerita Obrador a un narcotraficante al nombrarle “El Señor” que a quienes dan su vida por la patria.

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