20 ago 2023

El silencio de Antonio López Sáenz /Juan José Rodríguez

El Octavo Día

El silencio de Antonio López Sáenz /Juan José Rodríguez

Publicado en Noroeste , 20 de agosto de 2023

Muy pocos creadores sinaloenses han logrado con su trabajo artístico rescatar los elementos más trascendentales y definitorios de la sociedad sinaloense, tal como hizo el Mtro. Antonio López Sáenz.

Hay en la construcción de su trabajo una búsqueda de los elementos seminales de nuestra esencia social y humana, así como de la precisión visual para encontrar el detalle justo, revelador y evocativo.

Los artistas visuales son, desde tiempos inmemoriales, cronistas y testigos más inmediatos de esa cotidianidad: el registro pictórico y escultórico del Mtro. López Sáenz nos permite llegar a escenarios y sensaciones de nuestra identidad que no siempre son accesibles a la fotografía, el video documental o la escritura misma: una imagen construida por López Sáenz no sólo es una radiografía sino que evoca. Invoca.

En su discurso pictórico, las raíces de sus elementos acuden a los tonos ocres y mates en muros y calles, los cuales contrastan admirablemente con el azul intenso del cielo de Sinaloa, dentro del cual ha sabido recrear los matices de su luz solar: muy divergente a la que existe en otras regiones geográficas del país, incluso en esa misma línea del Trópico de Cáncer. 

Durante una trayectoria que abarca más de 65 años desde su primera exposición, la cual fue en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el ascenso de su propuesta ha mantenido una raíz con su entorno local, sublimándose en la universalidad que requieren todas las disciplinas artísticas. 

Los colores terrosos del noroeste de México, las tonalidades crepusculares del firmamento y hasta el andar, postura y apostura de sus habitantes han sido re/creados en el lienzo abierto de su imaginación. 

No sólo es un retrato de nuestras costumbres, nuestra arquitectura y naturaleza, si no también la unión viva de todos esos elementos que forman el sustento de la identidad, la memoria y el colorido 

Formado en una pintura abstracta conceptual, su búsqueda derivó a un figurativismo silencio y la contingencia expresiva son poderosos... no hablemos de influencia de Botero o manierismos sociales, Antonio siempre estuvo más allá de eso, solo los profanos y profanadores de profesión salen con eso.

Desde que Antonio regresó a Mazatlán mantuvo un generoso vínculo con la Universdad y se mantuvo en contacto con diversas generaciones de académicos, estudiantes y egresados, al margen de las turbulencias políticas, actitud que para mi fue una lección. 

Había dado conferencias en escuelas y facultades así como no ha dejado de asistir a los diversos eventos formales de la institución, hasta que su salud se lo permitió. 

Cavafis, poeta muy apreciado por él, acuñó que el viaje y el regreso son una moneda al aire que siempre caen en el mismo sitio: a donde quiera que marchemos, La Ciudad nos seguirá con las huellas de nuestra vida. 

Podrá uno encontrar mundos más radiantes, calles y rostros más fulgurantes, pero no será imposible que la memoria vuelva a abrirnos de golpe su inquieto pergamino o su risa reveladora. El rescate visual de Antonio López Sáenz se vuelve portable en esta caminata, odisea íntima, ruta donde la sonrisa secreta se vuelven guiño, confidencia, asombro.

Hoy nos hemos habituado a la ráfaga de la tecnología y sus redes sociales. Ya la gente no lleva un diario de viaje y confía sus impresiones al mutante ciberespacio. Pasamos más tiempo detrás de un lente capturando fotografías en vez de caminar por las plazas y catedrales para sentir el famoso vértigo que acuñó Stendhal. 

Las bitácoras de puño, letra e imagen de Antonio Lopez Saenz son una oportunidad para volver a la serenidad, al ritmo sosegado del viaje de la reflexión, periplo donde el silencio es voz interior, eco compartido en secreto.

Apuntes de viaje, miradas intensas, bocetos que son un vocabulario visual, una agenda vuelta diario devenir. Conozcamos estas formas de viajar en la cima del instante detenido. Intensidad en cada trazo y cada palabra. 

El viaje inicia siempre al volver a casa y pedimos que su obra siga viajando, que no se detenga en compartir su búsqueda del color, en el rostro invisible que se disuelve en un espejo, gracias a su magia, talento encendido, el navegar por la imagen convertida en bitácora. 

El arte puede vencer siempre a la partida física. Comienza el silencio luminoso de nuestro gran artista.

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