A las primeras horas este jueves 21 de diciembre, de 2023, en la ultima noche del otoño, casi al alba, con la llegada del invierno mi amigo nayarita sinaloense Roberto Pérez Jacobo, tenía 77 años de edad; abogado, notario publico -#, 107-, profesor, rector, y un largo etcétera, pero sobre todo un gran ser humano., amigo de sus amigos...
En mis últimos viajes a Los Mochis, Sinaloa ademas de ir saludar a mi madre y hermanos era obligado ir a desayunar con Roberto en su lugar preferido en el Restaurante del viejo hotel Montecarlo, los temas cosas de la vida, de la familia, de la salud de su esposa la señora Maria Luisa Camiade y al final de política y como dice Catón cosas peores...
Obviamente muchas veces coincidimos, en un principio porque era priista y al final se hizo ferviente seguidor de López Obrador.., pero discutíamos con nivel como debe ser...
Lo conocí hace años en la Cd de Mx. e hicimos amistad, pero curiosamente nos encontramos en circunstancias distintas los años setentas cuando el era autoridad ministerial , fue Subprocurador, tiempo después e en el gobierno de Renato Vega Alvarado fue procurador de justicia del Estado, mi amigo Alfonso Carlos Ontiveros, trabajo a su lado..
Antes, fue secretario del Ayuntamiento con Jaime Ibarra Montaño, y desde ahí hizo un grupo político, después fue diputado local y presidente del Congreso del Estado, intentó ser diputad federal y también alcalde, sin éxito, tenía todo para ganar pero había compromisos de Labastida Ochoa, y le hizo travesuras y el se disciplinó, no debió hacerlo.
Muchas veces me dijo que lamentaba no haber desobedecido a Pancho , le jugó chueco...
Así es la política y el PRI le dije.....
Hace años mi amigo Refugio "Cuco" Haro publicó en Rio Doce:
"Era el año 1986. Estaba en desarrollo la campaña por la gubernatura del estado de Francisco Labastida Ochoa en tiempos en que el político local más perfilado para la presidencia de Ahome era el licenciado Roberto Pérez Jacobo, (...) tenía en aquellos momentos el respaldo de la gente de las colonias populares y en buena parte del sector rural".
Empero, Labastida impulsó a Don Ernesto Álvarez Nolasco, debo decir que ahi no hubo problema, Roberto se disciplinó y aceptó de Labastida, encabezar la bancada priísta en el Congreso, en el entendido de que en 1988, tres años después, buscaría la alcaldía; quedó entonces Nacho Rodrigo Castro, amigo mío también.
La travesura, la hicieron en lo que fue la llamada "Jornada de Democracia Interna al interior del PRI”, en el estadio de béisbol “Emilio Ibarra Almada”.. Ahí Roberto estalló no podía seguir en el Estado, y tuvo que mudarse a la Cd de México, se refugió con su amigo el entonces Senador y viejo líder azucarero Salvador Esquer Apodaca..
También trabajó en Migración con su amigo mazatleco José Ángel Pescador Osuna; lo hizo delegado de Migración en Tijuana y dejó huella en su despacho de la calle Madero conservó en un cuadro su nombramiento y me presumió´ su amistad con Luis Donaldo Colosio cuando estuvo en Sinaloa, Roberto fue presidente del PRI en el Estado..
Roberto Pérez era de Acaponeta. Nayarit -al igual que el poeta Ali Chumacero, y estudio en Tepic donde hizo amistad con quienes después habrían de ser altos prelados, uno de ellos fue el sacerdote Manuel Olimón Nolasco, quien fue Presidente de la Comisión Nacional de Arte Sacro, y fue uno de los historiadores que cuestionó la existencia de Juan Diego..
Roberto se hizo abogado por la UAS, fue profesor del Tec de Los Mochos donde se jubiló, y muchos años fue notario público, incluso fue presidente del Colegio de Notarios Públicos del Norte de Sinaloa.
Fue uno de los fundadores de la Universidad de Los Mochis y rector honorario hasta su muerte
Me entero que una colonia en la ciudad lleva su nombre..
Lamento su deceso y como dice Eclesiastés todo tiene su tiempo, abrazo solidario a sus familiares y amigos, y me puede no estar en Los Mochis para despedirlo, pero en su recuerdo voy a recitar el poema que le gustaba, y se lo envié una vez, curiosidades de la vida, Roberto se fue con el Invierno de 2023
En Paz, de Amado Nervo
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
más tú no me dijiste que mayo fuese eterno
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Hasta siempre Roberto....
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