18 mar 2024

Versión estenográfica. 86 Aniversario de la Expropiación Petrolera

Versión estenográfica. 86 Aniversario de la Expropiación Petrolera

Acto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Torre de Pemex

MODERADORA: Preside esta ceremonia conmemorativa al 86 aniversario de la expropiación petrolera, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Lo acompañan:

La maestra Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación.

Ingeniero Miguel Ángel Maciel Torres, secretario de Energía.

Ingeniero Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos.

Licenciado Martí Batres Guadarrama, jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

También nos acompañan integrantes del Gabinete Legal y Ampliado del Gobierno de México, invitados especiales, así como representantes de medios de comunicación y quienes nos siguen a través de redes sociales.

Reciban todos la más cordial bienvenida.


El ingeniero Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos, hará uso de la palabra:


OCTAVIO ROMERO OROPEZA, DIRECTOR GENERAL DE PETRÓLEOS MEXICANOS (PEMEX): Licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República.


Licenciado Martí Batres Guadarrama, jefe de Gobierno de la Ciudad de México.


Ingeniero Miguel Ángel Maciel Torres, secretario de Energía.


Licenciada Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación.


Estimados amigos del Gabinete Legal y Ampliado.


Consejeros independientes de Petróleos Mexicanos.


Invitados especiales, proveedores y contratistas.


Compañeras y compañeros todos:


Hoy que conmemoramos el 86 aniversario de la expropiación petrolera, decretada por el general Lázaro Cárdenas, queremos informarle, señor presidente, que todo el esfuerzo de las y los trabajadores de Pemex están orientados a alcanzar la soberanía energética del país que usted ofreció el pueblo de México.


Desde el arranque de su gobierno sabíamos que nuestro principal reto consistía en detener la caída e incrementar la producción de aceite, así como recuperar la capacidad productiva del sistema nacional de refinación; también en tomar medidas importantes en otras áreas sustantivas que garantizaran la viabilidad operativa y comercial de Pemex. En ese sentido, la contención y disminución de la deuda de Pemex eran condiciones impostergables para lograr dicha viabilidad; por esa razón nos aseguramos de que los recursos presupuestales y financieros disponibles fueran canalizados estrictamente en proyectos estratégicos, cuyos resultados positivos se obtuvieran en plazos perentorios, medibles y transparentes.


A lo largo de estos años, señor presidente, Pemex ha contado con su apoyo decidido. Gracias a ello, podemos decirle que al final de su gestión se entregará una empresa pública distinta, mejor que la que recibimos, con un potencial de desarrollo que permita a las futuras generaciones transitar hacia otras fuentes de energía sostenibles. Con la consolidación de sus capacidades productivas y la fortaleza de su capital humano, Pemex seguirá contribuyendo al progreso económico de México por mucho tiempo más.


A continuación, señor presidente, daré cuenta de las acciones que se han realizado para cumplir con su encomienda:


Exploración y producción.


Pemex en los últimos cinco años logró estabilizar e incrementar el volumen de reservas probadas a través de las acciones siguientes:


Enfocar la actividad en áreas terrestres y aguas someras, acortando los tiempos entre el descubrimiento y la producción de la primera gota de aceite de ocho años a tan sólo uno, convirtiendo los pozos exploratorios a pozos productores, dando con ello inicio al desarrollo de los campos nuevos.


El desarrollo de 46 campos nuevos y la perforación de 227 pozos han sido el pilar para mantener la reserva aprobada.


A diferencia de otras administraciones, en donde el pozo exploratorio se taponaba, actualmente el pozo es incorporado a la producción, rescatando su valor, que oscila entre 500 y mil millones de pesos para el caso de los pozos terrestres y de mil a mil 500 millones de pesos para los pozos marinos.


La optimización de la explotación de los campos maduros, la incorporación temprana de pozos exploratorios a la producción y el aceleramiento del desarrollo de los campos nuevos nos ha permitido no sólo revertir esa tendencia declinante, sino que se ha logrado un crecimiento en la producción.


Con la inversión autorizada para este año y con la estrategia de excelencia operativa se proyecta mantener una producción promedio anual de un millón 876 mil barriles diarios. En contraste, las empresas privadas a las que se asignaron 107 contratos para la producción de aceite y gas desde 2014, este año se estima aportarán a lo más 58 mil barriles diarios, esto significa que Pemex contribuirá con el 97 por ciento de la producción nacional de petróleo.


La acción fundamental con la que se logró detener la declinación de la producción e incrementarla fue la excelencia operativa, que en términos sencillos significa la mejora de los procesos a través de los siguientes elementos: la reducción de tiempos y costos en la perforación de pozos someros y profundos, y el aprovechamiento de la infraestructura terrestre y Marina existente, adecuándola para el manejo de los incrementos de producción de los nuevos campos desarrollados, lo que también reduce tiempos y costos.


Con estas acciones conseguimos, como ejemplos, llegaron en 22 meses a 216 mil barriles diarios en el campo Quesqui, y en los campos nuevos marinos en tan sólo 16 meses llevar la producción a 212 mil barriles día.


Dado que los yacimientos descubiertos y las oportunidades exploratorias identificadas en los últimos años se encuentran a profundidades a veces superiores a los ocho mil metros, hemos adquirido 18 equipos de perforación terrestre de última generación, lo que nos está permitiendo más eficiencia en la perforación, y sobre todo recuperar para Pemex la ejecución de sus actividades sustantivas al ser operados todos ellos por personal de Petróleos Mexicanos.


Refinación.


Recibimos sus instrucciones, presidente, consistentes en lograr la autosuficiencia de combustibles en el país y nos dimos a la tarea de rehabilitar las refinerías Cadereyta, Madero, Minatitlán, Tula, Salamanca y Salina Cruz, llevándolas de un proceso de crudo de 511 mil barriles diarios, en 2018, a un millón 31 mil barriles al mes de marzo.


De manera paralela, en enero del 2022 adquirimos la refinería Deer Park, con lo cual se incrementó el proceso en alrededor de 280 mil barriles diarios. En este mes de marzo hemos alcanzado un proceso de crudo de un millón 299 mil barriles día, es decir, un incremento de 154 por ciento respecto al nivel de proceso observado al inicio de esta administración.


En septiembre próximo, y con la operación estable de la refinería Olmeca, el proceso de crudo alcanzará un millón 708 mil barriles día.


Para el mes de diciembre de este año, Pemex alcanzará un millón 724 mil barriles diarios, con lo que estaremos procesando casi la totalidad del crudo que extraemos del subsuelo de la nación.


La rehabilitación de las seis refinerías ha significado pasar de una producción de gasolinas y diésel de 304 mil barriles diarios en 2018 a 573 mil barriles diarios a marzo de este año.


Con la producción de Deer Park, más de la de la refinería Olmeca y la entrada de la coquizadora de Tulum, la cual convertirá el combustóleo en gasolinas, esta producción se incrementará a un millón 236 mil barriles diarios en el mes de septiembre, con lo que nos quedaremos a tan sólo 77 mil barriles diarios de alcanzar la autosuficiencia en gasolinas y diésel al final de esta administración.


A principios de la próxima administración entrará en operación la coquizadora de Salina Cruz, con lo que se alcanzará la autosuficiencia total en combustibles.


Señor presidente:


Le informo que la construcción de esta coquizadora de Salina Cruz presentará un avance del 54 por ciento al cierre de su administración.


Aprovecho también para informarle el desempeño de Deer Park, que, como usted sabe, tiene una capacidad de procesar 340 mil barriles por día de crudo y produce alrededor de 250 mil barriles de petrolíferos. El mismo que se compró, las utilidades obtenidas permitieron recuperar la inversión de la compra y tener ganancias adicionales por 358 millones de dólares; el segundo año las utilidades sumaron 584 mil dólares, millones de dólares, y en los primeros meses de este año las utilidades ya suman 128 millones de dólares y la refinería opera con un factor de utilización del 83.5 por ciento. Para los que nos pronosticaban que Deer Park sería un desastre en manos de Pemex, les comunicamos que en estos dos años se han logrado los mejores resultados de la última década y, por si fuera poco, Deer Park opera sin deuda.


Fertilizantes.


Al cierre del 2018 la infraestructura de Petróleos Mexicanos para la producción de fertilizantes estaba integrada por seis plantas de amoniaco deterioradas y sin operar, dos plantas de urea sin operar y una planta de fertilizantes fosfatados.


Vale la pena recordar que las dos plantas de urea y la planta de fosfatados fueron adquiridas a través de una operación fraudulenta. A partir de las inversiones realizadas en la rehabilitación de estas plantas, se logró que en el 2020 entrara en operación una planta de amoniaco y una planta de urea que llevaba 21 años sin operar. Estimamos que para el mes de abril próximo estén en plena producción dos plantas de amoniaco y las dos plantas de urea.


Por todo lo anterior, a finales de este año la producción de fertilizantes tendrá un incremento del 145 por ciento con respecto al 2018 al pasar de 781 mil a un millón 912 mil toneladas anuales de fertilizantes.


Con relación al almacenamiento estratégico de crudo, gasolinas y diésel, le informamos que al inicio de la administración Pemex contaba con una capacidad de almacenamiento de siete millones de barriles de crudo y 55 millones de barriles de petrolíferos. Al cierre de 2024, y como parte de la recuperación de la infraestructura propia, alcanzaremos una capacidad de 12 millones de barriles para crudo y 71 millones de barriles para petrolíferos, es decir, un incremento de 62 y 28 por ciento respectivamente.


Comercialización.


Petróleos Mexicanos es la empresa más grande de nuestro país, sus ventas anuales en 2023 se ubicaron en un billón 859 mil millones de pesos y representa un poco más del siete por ciento del producto interno bruto.


Con una mejora en la calidad de atención, precios competitivos y producto en oportunidad, Pemex ha logrado una importante recuperación de clientes y ha incrementado su participación en el mercado.


En el segmento de gasolinas, pasamos de una participación del 81 por ciento en diciembre del 2020 a 8 7 por ciento en diciembre pasado; en diésel, pasamos del 69 al 76 por ciento en el mismo periodo; para el gas LP, retomamos el liderazgo en el país con un 62 por ciento del mercado; en el caso de la turbosina, Petróleos Mexicanos abastece el 100 por ciento del mercado nacional.


En el año 2023 se abrieron 214 nuevas gasolinerías y en lo que va de este año son ya 51 las que se suman a la red más grande del país, llegando a un gran total de siete mil 252 estaciones marca Pemex. Para Pemex, la venta en el mercado nacional son una fuente de ingresos estables y permanentes que contribuyen en su fortalecimiento financiero. Con el incremento de las ventas en el mercado nacional, gracias a una mayor producción de combustibles, el país se beneficia al disminuir la dependencia energética del exterior, reduciéndose el déficit de la balanza comercial.


Al cierre de 2023 los ingresos por ventas en el mercado nacional constituyeron el 71 por ciento de los ingresos totales de la empresa. En el primer trimestre de este año se estima ya que las ventas nacionales representen el 75 por ciento del total de los ingresos.


Finanzas.


Antes de pasar en finanzas y en materia de comercialización de combustibles, no quiero dejar pasar mi agradecimiento a la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, a la Guardia Nacional, a la Secretaría de Seguridad por todo el apoyo que hemos recibido. Muchas gracias.


Desde el inicio de esta administración la gestión financiera se ha conducido con disciplina en el ejercicio del gasto programable. Esta acción, combinada con el incremento de la producción, permitió a Pemex aportar buenos resultados en materia de finanzas públicas.


La diferencia entre nuestros ingresos y nuestros gastos totales registró resultados positivos. Después de muchos años, hay una contribución positiva de Pemex al balance presupuestal del gobierno federal, como pueden ustedes observar.


La estrategia del presidente de la República en relación a la deuda de Pemex ha sido patriota y efectiva. Contrario al crecimiento de la deuda de administraciones anteriores, en la nuestra se ha logrado una reducción del endeudamiento de la empresa.


Como puede verse en esta gráfica, medido en dólares constantes, el saldo de la deuda prácticamente se duplicó en el periodo 2007, 2018, pasando de 67 mil a 129 mil millones de dólares. En estos cinco años, el saldo de la deuda de Pemex ha disminuido en 23 mil millones de dólares, es decir, 18 por ciento menos. Estos logros representan importantes ahorros en el pago de intereses.


Para lo que resta de esta administración no contrataremos nuevos financiamientos y continuaremos con el pago de las amortizaciones programadas, por lo que se estima cerrar este año con un saldo de duda de 94 mil 500 millones de dólares, como se ve en la imagen.


Como en ninguna otra administración, Pemex ha recibido apoyos del gobierno federal para el pago de la deuda, adquisición de activos, inversión en infraestructura y para fortalecer su liquidez.


A lo largo de estos cinco años estos apoyos suman 869 mil millones de pesos. Las medidas de carácter fiscal que se han tomado han significado un importante respaldo para fortalecer la situación financiera de Pemex. Aún bajo esta condición, Pemex sigue siendo el mayor contribuyente del país, pues en estos cinco años ha aportado ha aportado a la Hacienda pública un total de 3.8 billones de pesos por concepto de impuestos y derechos.


Si a este importe restamos las transferencias recibidas, las contribuciones netas siguen siendo positivas por un total de 2.9 billones de pesos. En el año 2023, como se observa en la siguiente gráfica, Pemex superó en más de tres veces el pago de impuestos al compararse con las dos empresas con mayores ingresos que operan en México, las cuales, en conjunto, suman ingresos similares a los de Petróleos Mexicanos.


La siguiente gráfica. Resulta muy contrastante en esta imagen cómo las dos administraciones anteriores, a pesar de haber ejercido un mayor gasto en inversión y operación, a pesar de haber ejercido, a pesar de haber ejercido un mayor gasto e inversión y operación con un mayor precio del petróleo, dichos gobiernos perdieron reservas, se les cayó la producción e incrementaron la deuda. A diferencia de esos gobiernos, en esta administración, con un menor gasto y menor precio del crudo, se incrementó la producción, se repusieron más del 100 por ciento de las reservas y se desendeudó a Pemex por más de 23 mil millones de pesos al cierre de 2023. En suma, con menos se hizo más.


El 1º de marzo de este año, el Consejo de Administración de Pemex autorizó el plan de sostenibilidad de Petróleos Mexicanos, que da visibilidad a los esfuerzos en materia ambiental, social y de gobernanza, refuerza la estrategia de seguridad industrial y salud en el trabajo, presenta metas al 2030 alineadas a compromisos de México en reducción de gases de efecto invernadero y proyecta ambiciones al 2050.


Plantea oportunidades para darle viabilidad a largo plazo ante cambios en la demanda de combustibles, visibiliza el impacto de las acciones de responsabilidad social y reafirma el enfoque anticorrupción. Este plan de sostenibilidad de Petróleos Mexicanos se publicó el pasado 13 de marzo.


Recursos humanos.


Para el programa de estabilidad laboral estamos cumpliendo con su instrucción, presidente, de basificar de forma prioritaria a trabajadores transitorios a partir de la antigüedad acumulada. Desde el principio y hasta el día de hoy hemos basificado 25 mil 411 trabajadores transitorios. Vale la pena señalar que tan sólo en la refinería Olmeca se basificaron mil 660 trabajadores transitorios provenientes de las seis refinerías del país.


También, hemos reconocido el desempeño de los trabajadores de planta mediante 77 mil ascensos, abarcando a tanto trabajadores sindicalizados como de confianza. Es menester mencionar, presidente, que tanto las basificaciones como los ascensos no han incrementado el gasto. Y, además, en esta administración 19 mil 635 trabajadores han obtenido su merecida jubilación.


Amigas y amigos, compañeras y compañeros:


El tema del petróleo ha sido, por décadas, parte del debate nacional. En los años recientes, miles de notas han sido escritas en torno del petróleo en México para denostar a la empresa petrolera del Estado y esconder el verdadero objetivo, que es el deseo de privatizarla. Por eso, en esta fecha histórica estamos demostrando, con la información aquí compartida, que es un mito decir que Pemex es un barril sin fondo, que Pemex es una carga para las finanzas públicas, o como lo señaló recientemente el banco Citi, que Pemex es el mayor riesgo para las finanzas públicas del país; esto no es más que propaganda conservadora que sólo busca engañar y confundir a la gente.


Como aquí se ha demostrado, la renta petrolera que genera Pemex contribuye en el financiamiento para el bienestar del pueblo de México. Tan sólo en lo que va de esta administración los ingresos petroleros en promedio han representado el 17.3 por ciento de los ingresos totales del sector público.


Si bien es cierto que el gobierno federal ha destinado apoyos para la creación de infraestructura y para el pago de la deuda, por lo cual estamos profundamente agradecidos, de acuerdo con la cuenta pública, en el periodo 19-23, Pemex ha entregado al Estado mexicano, vía contribuciones e impuestos, 3.8 billones de pesos.


Si a esa cifra descontamos los apoyos recibidos en el mismo periodo, que fueron del orden de 869 mil millones de pesos, 869 mil millones de pesos, la hacienda pública recibió de manera neta 2.9 billones de pesos. Es así como debería expresarse el verdadero valor de la renta petrolera que genera Petróleos Mexicanos.


El modelo neoliberal utilizó la argucia contable de extraer la renta petrolera bajo un régimen fiscal que generaba artificialmente pérdidas después del pago de impuestos, eso ha quedado atrás. Dicho modelo irracional llevó a Pemex a tener que contratar deuda para poder completar el pago de sus impuestos y convertirse así en la empresa más endeudada del mundo. Era un esquema de recaudación confiscatorio e ineficiente, Pemex tenía que contratar deuda a un costo mayor al que hubiese accedido el gobierno federal.


Presidente:


El legado que usted deja a la nación es enorme, sobre todo por haber cambiado este modelo neoliberal, ineficiente y fallido en su generalidad, y particularmente en las industrias petrolera y eléctrica.


Fue muy difícil y complicado darle la vuelta, pero hoy es un orgullo para las y los trabajadores de Pemex ver que su empresa ha sido rescatada. Con el esfuerzo de ellos y de su apoyo, presidente, la próxima administración recibirá un Pemex fortalecido, con crecimiento de la producción y reservas, con seis refinerías rehabilitadas y dos refinerías más, con crecimiento de ventas, con menor deuda y una menor carga fiscal.


Presidente:


Seguiremos trabajando con la misma intensidad, con la seguridad de entregar buenas cuentas al final de su administración.


Muchas gracias.


MODERADORA: Escuchemos el mensaje que nos dirige el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.


PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:


Ya está todo dicho. Si acaso podría yo nada más agregar la frase del general Cárdenas, según la cual, quien entrega los recursos naturales de México a extranjeros es traidor a la patria. He dicho.


Pero escribí algo:


Hoy conmemoramos un aniversario de la expropiación petrolera, una decisión y un hecho verdaderamente histórico. En México y en el mundo, el petróleo siempre ha despertado la codicia, ha generado la opresión, la violencia y el sometimiento, pero también ha significado progreso, justicia, patriotismo y bienestar para los pueblos.


En México, desde que se descubrió el petróleo en los años setentas del siglo XIX, en San Fernando, un pueblo de Macuspana, Tabasco, y hasta el 18 de marzo de 1938, este recurso natural no renovable estaba relacionado con lo malo: los indígenas chontales decían que era del dueño del monte y quien lo tocara se convertiría en un montón de sal; ‘era del Diablo’, como lo expresa el poema de Ramón López Velarde; aunque lo menos místico y más real es que el petróleo durante el porfiriato y antes de la expropiación sólo producía sufrimiento y dolor a los mexicanos para complacencia y lucro de las compañías y de los gobiernos extranjeros.


Es el presidente Lázaro Cárdenas del Río, quien, además de recuperarlo en beneficio de la nación, empieza a concebirlo como palanca para el desarrollo de México. A partir de 1938, la industria petrolera le permitió al país alcanzar buenos niveles de crecimiento económico. Desde entonces hasta nuestros días, con altas y bajas, la explotación de esta importante materia prima ha permitido ingresos a la hacienda pública como ninguna otra actividad económica en la historia de México.


Baste decir que durante todo el periodo neoliberal o neoporfirista, de 1983 a 2018, de 30 centavos, 30 centavos de cada peso del presupuesto nacional, durante 36 años, 30 centavos de cada peso del presupuesto nacional provenían de la industria petrolera; esto explica el por qué nuestro petróleo siempre ha sido la gran tentación para propios y, sobre todo, extraños. Mientras unos presidentes de la República lo han querido privatizar de distintas maneras —trátese de contratos riesgo, contratos de servicios, contratos de todo tipo, compartiendo utilidades o entregando de plano a particulares bloques de nuestro territorio en zonas petroleras—, otros mandatarios como Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos e incluso Gustavo Díaz Ordaz supieron aplicar la enseñanza del general Lázaro Cárdenas de utilizar el petróleo y sus derivados sólo en beneficio del pueblo de México.


Por nuestra parte, y con este ideario, hemos venido actuando desde antes de llegar a la Presidencia, y ello ha marcado el camino que ha seguido nuestro gobierno.


¿Qué hemos hecho de manera concreta?


Aunque ya lo mencionó, lo explicó de manera detallada Octavio Romero Oropeza, excepcional director de Pemex, yo trataré de explicarlo de manera breve en 10 puntos:


Uno. Hemos logrado, como aquí se ha dado a conocer, detener la caída en la producción de crudo que se produjo de manera ininterrumpida de 2004 a 2018, cuando se pasó de tres millones 400 mil barriles diarios a un millón 700 mil barriles diarios; la mitad de la producción en 15 años, se perdió la mitad de producción. Ahora estamos extrayendo un millón 850 mil barriles diarios, 150 mil más que cuando llegamos al gobierno.


Dos. La producción de gas la incrementamos de tres mil 761 a tres mil 993 millones de pies cúbicos.


Tres. Se rehabilitó y amplió todo el sistema de refinación y hemos pasado de importar el 80 por ciento de las gasolinas que consumíamos en el país a sólo el 30 por ciento, y en septiembre únicamente importaremos seis por ciento, casi seremos autosuficientes.


Cuatro. Se acabó —así, de manera categórica—, se acabó con la tremenda corrupción que prevalecía en Pemex. Ya no son los tiempos de antes. Ya no se otorgan concesiones a modo, por consigna, para explotar petróleo en Chicontepec, o un contrato muy jugoso a una empresa extranjera; tampoco se entregan contratos como los que recibió una empresa española en la cuenca de Burgos, que supuestamente iba a significar extraer más gas; tampoco se invierte en beneficio de empresas extranjeras en aguas profundas, cuando todos sabemos que el petróleo está en el sureste, en tierra y en aguas someras, y cuesta mucho menos extraerlo. Ya se terminó con esa corrupción.


Cinco. Hemos bajado, y esto es muy importante en términos reales, los precios de las gasolinas, del diésel, y del gas en beneficio de los consumidores, como no sucedía en décadas en nuestro país.


Seis. Se ha dado mayor autonomía financiera a Pemex porque, contrario a los neoliberales que querían quebrarla —que era la intención, avanzaron en ese propósito perverso, porque prácticamente convirtieron en chatarra toda la industria petroquímica, y ese era el propósito también de convertir en fierros viejos las refinerías —, afortunadamente, el pueblo de México dijo ‘basta’ y se inició una política nueva, una nueva política económica y una nueva política en cuanto al petróleo. Por ejemplo, ahora, en vez de pagar 65 por ciento de derecho de utilidad compartida a la Secretaría de Hacienda, Pemex sólo paga el 30 por ciento, menos de la mitad.


Siete. El manejo honesto, eficaz y austero de Pemex ha permitido reducir los costos de producción, lo que cuesta extraer el petróleo; ahora cuesta menos que antes. Nos ha permitido también ahorrar y, como aquí se ha dicho, disminuir la deuda de Pemex de 129 mil millones de dólares a 106 mil millones de dólares, es decir, 18 por ciento menos de deuda en Pemex.


Ocho. No hemos dejado de invertir en exploración y hemos —con suerte, que también influye en estos casos, como en otros— hemos descubierto nuevos yacimientos en tierra y en aguas someras en el sureste del país. Cuando llegamos al gobierno las reservas probadas eran de 7.5 millones de barriles, hoy se estima que ascienden a lo mismo, 7.5 millones de barriles; en otras palabras, hemos mantenido los mismos niveles de reserva, aún con lo extraído durante nuestra administración.


Nueve. Se han puesto en operación dos plantas de fertilizantes, una planta de amoniaco propiedad de Pemex y una de urea adquirida en el pasado gobierno de manera fraudulenta, que estaba a poco de convertirse en chatarra. Ahora producen un millón 40 mil toneladas anuales y todo ese fertilizante se entrega de manera gratuita a dos millones de pequeños productores del campo bajo la premisa de que coman los que nos dan de comer.


Diez. Hemos basificado —como aquí se ha dicho, y arriba los petroleros transitorios y de planta— hemos basificado a 25 mil 411 trabajadores transitorios de acuerdo a su antigüedad, esto es muy importante.


Agradezco a los obreros, técnicos, profesionales y personal administrativo de Pemex por su apoyo, por su respaldo, así como también al sindicato de esta empresa de la nación.


En los últimos tiempos, como ya lo mencionó Octavio, de manera sutil ha surgido una fuerza, una corriente de opinión en contra del petróleo y de otras energías fósiles, lo cual ha llevado a plantear que se elimine o se reduzca su utilización y a poner en práctica la utilización de energías limpias y renovables. Desde mi punto de vista es importante adherirse a ese pensamiento, a esa idea, y seguir desarrollando estas nuevas opciones; es completamente racional conservar un recurso no renovable, máxime si su transformación y consumo ocasionan daños a la naturaleza y a la humanidad.


Sin embargo, debemos calcular bien los tiempos de esa transición energética para no volver a caer en México en la dependencia del extranjero por dejar anticipadamente de invertir en la extracción de petróleo y en la producción de gasolinas y combustibles.


Cuidado con los nuevos vendedores de cuentas de vidrio, con los que piensan que la riqueza de las naciones no depende de la producción y del trabajo, sino de la especulación financiera y de las bolsas de valores. Mientras no tengamos la total certeza de que podemos sustituir el petróleo sin dificultad y en poco tiempo, sigamos con la estrategia que hemos adoptado de no vender petróleo crudo, procesar toda la materia prima en nuestro país, y primero abastecer nuestro mercado interno. No a la dependencia.


Debemos continuar avanzando hacia la autosuficiencia y hacer a un lado el absurdo de exportar materia prima e importar combustibles, el vender naranja y comprar jugo de naranja. Nada de cerrar o abandonar refinerías; al contrario, mejorar su productividad y contar con otras; de igual forma, terminar de construir las dos nuevas coquizadoras de Tula y de Salina Cruz para obtener más gasolinas y no producir combustóleo contaminante.


Asimismo, a la vez que seguimos beneficiándos con la industria petrolera porque es buen negocio, lo decía hasta Rockefeller, decía: ‘El mejor negocio del mundo es el petróleo y el segundo mejor negocio del mundo es el petróleo mal administrado’. El petróleo ha sido, es y seguirá siendo un buen negocio y, si se administra como ahora, con honestidad, con eficiencia, vamos a utilizar los recursos del petróleo como palanca para el desarrollo.


Y debemos, con esas utilidades que nos permite el petróleo, empezar a crear un fondo que se vaya incrementando con el tiempo y que sea utilizado en su momento para financiar las plantas o equipos necesarios para la producción de energías alternativas o renovables, siempre pensando en no afectar la naturaleza y garantizar el bienestar de las nuevas generaciones; pero no debemos dejarnos llevar por el canto de las sirenas, son decisiones que debemos tomar de manera autónoma, pensando siempre en el interés público.


Recordemos, para sólo poner un ejemplo, que hace tres o cuatro años se esparció el rumor de que ya todos los carros iban a ser eléctricos, y se lo creyeron, no sólo los expertos, sino hasta los dueños de las grandes empresas petroleras extranjeras, y se empezaron a vender refinerías a precios bajos. Hace tres, cuatro años habían en venta, estaban en venta ocho, 10 refinerías en Texas, por eso aprovechamos a comprar Deer Park en 600 millones de dólares, un precio muy bajo, el 49 por ciento de las acciones que pertenecían a Shell, y miren cuántos beneficios nos ha dado esa compra.


Bueno, ¿qué sucedió? Una vez que se constató de que todavía faltaba tiempo para prescindir de los motores de combustión interna, las refinerías existentes continuaron produciendo y hoy hay en el mundo aproximadamente 190 refinerías más en construcción; o sea, tenemos que calcular muy bien y pensar siempre en lo que más conviene al pueblo de México y a la nación, no guiarnos sólo por la opinión de los mercaderes o financieros, con todo respeto, del extranjero, ellos están en su papel de especular y obtener ganancias fáciles, pero a los servidores públicos los únicos negocios que deben importarles, interesales, son los negocios públicos, nosotros somos representantes del pueblo de México y tenemos que cuidar el patrimonio nacional. Siervos de la nación, decía Morelos.


Y es distinto el sector privado que el sector público; son compatibles. Lo mejor es la economía mixta, el que se puedan integrar el sector privado, el sector público y el sector social, y con esos tres motores, como lo estamos haciendo, sacara adelante a nuestro país. Pero Pemex no debe, ni la Comisión Federal de Electricidad, administrarse como si se tratara de una empresa privada cuyo objetivo principal es la ganancia y el lucro; en el caso de la CFE y Pemex el objetivo fundamental superior es la felicidad y el bienestar de nuestro pueblo.


En fin. Sigamos defendiendo el petróleo de México y rescatando nuestra soberanía.


¡Que viva Pemex!


¡Que viva el general Lázaro Cárdenas del Río!


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